sábado, 20 de noviembre de 2010

SOLIDARIDAD

UNA EXHORTACIÓN A LA SOLIDARIDAD

Solamente nos pidieron que nos acordáramos de los pobres; lo cual también me apresuré a cumplir con diligencia.

Gl 2.10

 

Introducción

¡Cuán cautelosos debemos ser los ministros, especialmente en asuntos relacionados con dinero, para no dar ocasión a aquellos que buscan la oportunidad de criticar!

La necesidad de que los creyentes cuiden de los pobres es un tema permanente en la Biblia, pero con frecuencia no hacemos nada por tomarlo en cuenta. Hemos sido atrapados en el interés egoísta de satisfacer nuestros deseos y necesidades. Tal vez no vemos demasiada pobreza para recordar las necesidades de los pobres.

El mundo está lleno de pobres, aquí y en otros países.

¿Qué puede usted hacer para ayudarles?

La Colecta para Jerusalén

La difícil situación por la que estaban pasando los pobres de Judea requería que se tomaran medidas especiales para socorrerles. Al parecer, esta situación, aunque unas veces más severa que otras, era algo constante:

ü  En aquellos días, unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía. Y levantándose uno de ellos llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sobrevino en tiempo de Claudio.

Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar un socorro a los hermanos que habitaban en Judea; lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.[1]

ü  Bernabé y Saulo, cumplido su servicio, volvieron de Jerusalén, llevando también consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos.[2]

ü  No digo esto para que haya para otros holgura y para vosotros escasez, sino para que en este momento, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad, como está escrito: «El que recogió mucho no tuvo más y el que poco, no tuvo menos».[3]

Hacía algunos años Pablo y Bernabé habían sido enviados en una misión de socorro. Ahora Pablo y Bernabé están de acuerdo en que esa ayuda debía continuar.

Las instrucciones de Pablo para la recaudación de dinero para la iglesia en Jerusalén no estaban confinadas a un lugar específico, sino que las dio a conocer a todas las iglesias en Asia Menor, Macedonia y Grecia. Por ejemplo, a las iglesias en Galacia dio las mismas instrucciones que dio en Corinto.

Pablo afirma que fue con diligencia—se empeñó esmeradamente, hizo todo lo que pudo—en cumplir con este compromiso. Por cierto, fue tan diligente al entregarse a esta labor, que en su tercer viaje misionero, durante el cual se escribió Gálatas tuvo, como uno de sus fines principales, tal como el mismo apóstol lo afirma, a hacer limosnas a mi nación y presentar ofrendas.[4]

Las palabras, "tendríamos que continuar recordando" probablemente no sólo significan que la obra que se había comenzado debería reanudarse y así continuarse, sino también que la ayuda a los pobres debe ser y permanecer como una práctica permanente de la iglesia. El pasaje de 1 Cor 16 apunta con toda seguridad en esa dirección:

En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.[5]

Una obra social de esta naturaleza debe ser impulsada con toda la fuerza disponible. Es algo requerido por la ley de Dios:

ü  Seis años sembrarás tu tierra y recogerás su cosecha, pero el séptimo año la dejarás libre, para que coman los pobres de tu pueblo, y de lo que quede comerán las bestias del campo. Así harás con tu viña y con tu olivar.[6]

ü  No rebuscarás tu viña ni recogerás el fruto caído de tu viña; para el pobre y para el extranjero lo dejarás. Yo, Jehová, vuestro Dios.[7]

ü  »Cuando haya algún pobre entre tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová, tu Dios, te da, no endurecerás tu corazón ni le cerrarás tu mano a tu hermano pobre, sino que le abrirás tu mano liberalmente y le prestarás lo que en efecto necesite. Guárdate de albergar en tu corazón este pensamiento perverso: "Cerca está el séptimo año, el de la remisión", para mirar con malos ojos a tu hermano pobre y no darle nada, pues él podría clamar contra ti a Jehová, y se te contaría como pecado. Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des, porque por ello te bendecirá Jehová, tu Dios, en todas tus obras y en todo lo que emprendas. Pues nunca faltarán pobres en medio de la tierra; por eso yo te mando: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.[8]

También lo recuerdan las exhortaciones de los profetas veterotestamentarios:

 Él juzgó la causa del afligido y del necesitado, y le fue bien.

ü  ¿No es esto conocerme a mí?, dice Jehová.

Mas tus ojos y tu corazón

no son sino para tu avaricia,

para derramar sangre inocente

y para oprimir y hacer agravio.[9]

ü  Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: redime tus pecados con justicia, y tus iniquidades haciendo misericordias con los oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de tu tranquilidad.[10]

ü  Así ha dicho Jehová: «Por tres pecados de Israel, y por el cuarto,

no revocaré su castigo:

porque vendieron por dinero al justo,

y al pobre por un par de zapatos.[11]

Y por supuesto, las enseñanzas del mismo Seño Jesús:

ü  Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos, pues esto es la Ley y los Profetas.[12]

ü  Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.[13]

ü  Dad y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo, porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.[14]

ü  Algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: «Compra lo que necesitamos para la fiesta»; o que diera algo a los pobres.[15]

ü  Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.[16]

Contribuir para los pobres es algo que pertenece a la expresión de gratitud que el creyente tiene por los beneficios recibidos. Aquellos que han recibido misericordia deben ser misericordiosos.

Pablo señala al hecho de que si los gentiles han recibido tantas bendiciones espirituales de los santos de Jerusalén, ellos deben servirles a ellos en lo material (Ro. 15:26, 27).

¡Y con toda seguridad, el texto más grande de todos en conexión con esto es:

ü  Ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre siendo rico, para que vosotros con su pobreza fuerais enriquecidos.[17]!

Al hombre generoso le espera una gran recompensa:

»Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; entonces apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.  Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo, porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y me recogisteis; estuve desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y fuisteis a verme." Entonces los justos le responderán diciendo: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero y te recogimos, o desnudo y te vestimos? ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?" Respondiendo el Rey, les dirá: "De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis."

»Entonces dirá también a los de la izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles, porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis." Entonces también ellos le responderán diciendo: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo o en la cárcel, y no te servimos?" Entonces les responderá diciendo: "De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis." Irán estos al castigo eterno y los justos a la vida eterna.[18]

Es notable que Pablo, el gran pensador, es a la vez el benefactor cristiano que cree con todo corazón en que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y especialmente a los de la familia de la fe.[19]

Conclusión

¡Así es el cristianismo!

Si es cristianismo genuino, se preocupa por los pobres, su salud y sus viviendas, su bienestar espiritual pero también material. Hace todo a su alcance para ayudar a los menesterosos, los analfabetos, los malnutridos, los extranjeros y los que pertenecen a las "minorías".

¡Un verdadero cristiano lleno del amor de Dios en su corazón, con diligencia anhelará ser útil a los pobres y desamparados!

Los cinco hombres que hicieron este acuerdo, Jacobo, Pedro, Juan, Bernabé y Pablo deben haber sentido una felicidad profunda cuando se dieron la diestra en señal de compañerismo el uno al otro, hermanos de una causa común. De modo que Pablo y Bernabé llegaron a un acuerdo solemne con los otros, prometiendo recordarles a los gentiles que ayudasen a los pobres; particularmente en el caso presente, a los santos en Jerusalén.

¡Uno de los cinco era Jacobo (o sea Santiago) el hermano del Señor, cuyas palabras inolvidables respecto a los ricos y los pobres tenemos en el segundo y quinto capítulos de su epístola!

Y si un hermano o una hermana están desnudos y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: «Id en paz, calentaos y saciaos», pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? [20]

¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas y vuestras ropas, comidas de polilla. Vuestro oro y plata están enmohecidos y su moho testificará contra vosotros y devorará del todo vuestros cuerpos como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días finales. El jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros, clama, y los clamores de los que habían segado han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en deleites sobre la tierra y sido libertinos. Habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza. Habéis condenado y dado muerte al justo, sin que él os haga resistencia.[21]

 

La Colecta para los damnificados del invierno

Dios ha dado su gracia a la iglesia para movernos a ayudar a otros que están en necesidad.

 



[1]Hch 11.27-30

[2]Hch 12.25

[3]2 Co 8.13

[4]Hch 24.17

[5]1 Co 16.1

[6]Ex 23.10-11

[7]Lv 19.10

[8]Dt 15.7-11

[9]Jr 22.16-17

[10]Dn 4.27

[11]Am 2.6

[12]Mt 7.12

[13]Lc 6.36

[14]Lc 6.38

[15]Jn 13.29

[16]Gl 6.2

[17]2 Co 8.9

[18]Sociedades Bíblicas Unidas. (1995; 2007). Reina Valera 1995—Edición de Estudio (Mt 25.31-46). Sociedades Bíblicas Unidas.

[19]Gl 6.10

[20]Stg 2.15-17

[21]Stg 5.1-6


 
 
Paz de Cristo!

ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor 
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia 
Reuniones Martes, Jueves y Sábado 7 PM, Domingos 8 AM y 10 AM.
Calle 30 # 22 61, Cañaveral, Floridablanca.
http://adonayrojasortiz.blogspot.com/
 


sábado, 13 de noviembre de 2010

Clausura semana de la familia: Yo y mi casa serviremos a Jehová!

Si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

Jos 24.15

Introducción:

Es esencial que el servicio del pueblo de Dios sea hecho con actitud voluntaria.

Ellos mismos son testigos de lo que están prometiendo, no son forzados a esa decisión y tampoco tendrán a alguien que les recuerde, pues ellos mismos están adquiriendo un compromiso de mayores de edad.

Eso se llama RESPONSABILIDAD.

El amor es el único principio genuino del cual puede provenir todo servicio aceptable a Dios.

Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren.[1]

Los designios de la carne son enemistad contra Dios, por tanto, el hombre carnal es incapaz de dar adoración espiritual:

Los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz, por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios, porque no se sujetan a la Ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.[2]

De ahí la necesidad de nacer de nuevo.

Desarrollo:

En el discurso Josué llama la atención del pueblo a la necesidad de conversión que implica cambios en valores y prioridades. Esto se debe manifestar en servicio a Jehová en el sentido de actos cultuales a él y en la búsqueda de la obediencia a la ley del Señor.

—Josué les dio a elegir: Escogeos a quien sirváis, ahora que las cosas están claras ante vosotros.

Después de enumerar tantos motivos de gratitud nacional, Josué llama al pueblo a que declare, de una manera solemne y pública, si será fiel y obediente al Dios de Israel.

Jehová optó por Israel; "hoy" este pueblo debe optar por Dios. Lo primero hace parte de los privilegios del pacto, pero en lo segundo se expresa la responsabilidad hacia el pacto. Es el discípulo que disfruta el privilegio de ser llamado por su maestro pero que debe responder a ese llamado con obediencia.

Dios demanda que el pueblo escoja dónde descansa su lealtad, si con los antiguos dioses de Taré, los nuevos dioses de Canaán, o con él, un ofrecimiento de opciones que resume la libertad de Israel ante Dios:

Entonces Elías, acercándose a todo el pueblo, dijo:

—¿Hasta cuándo vacilaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; si Baal, id en pos de él.

Y el pueblo no respondió palabra.[3]

Y es el mismo reto a la Iglesia en la etapa previa al arrebatamiento:

»Escribe al ángel de la iglesia en Laodicea:

»"El Amén, el testigo fiel y verdadero, el Principio de la creación de Dios, dice esto:

»"'Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Tú dices: Yo soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad. Pero no sabes que eres desventurado, miserable, pobre, ciego y estás desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que compres de mí oro refinado en el fuego para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, para que no se descubra la vergüenza de tu desnudez. Y unge tus ojos con colirio para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso y arrepiéntete. Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo. Al vencedor le concederé que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.'"»[4]

¿Con todo lo que Jehová había hecho?

¿La maravillosa redención de su esclavitud; sus cuidados en el desierto; sus muchos milagros; su protección; en fin, con tanta evidencia de su amor y su poder? Y ¿después de todo eso, todavía algunos cargaban ídolos, aquellos dioses inútiles de los egipcios? Tristemente así fue.

»Ahora, pues, temed a Jehová y servidlo con integridad y verdad; quitad de en medio de vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río y en Egipto, y servid a Jehová. [5]

Entrar en el pacto era asunto que tenía que decidir cada familia en lo individual, como puede verse en la famosa resolución de Josué:

yo y mi casa serviremos a Jehová!

Aunque Israel funcionaba como una nación, el pacto era esencialmente un asunto de familia, y todavía lo es.

Josué resuelve servir a Dios, sea lo que fuere que los demás hagan.

Quienes resuelven servir a Dios no deben importarles estar solos de ahí en adelante.

La conversión expresada en el servicio implica un cambio en la visión del mundo y en la manera en que ellos ven a los demás y a su entorno.

Los que van al cielo deben estar dispuestos a nadar contra la corriente.

No se deben hacer las cosas como la mayoría, sino como los mejores.

Al declararse definitivamente del lado del Señor, Josué de nuevo demostró su calidad de líder espiritual. No importa lo que otros hubieran decidido, Josué tuvo que hacer un compromiso con Dios y estaba dispuesto a dar el ejemplo de vivir de acuerdo con esa decisión.

La manera en que vivimos les demuestra a los demás la seriedad de nuestro compromiso para servir a Dios.

—Los israelitas estuvieron de acuerdo con Josué, influidos por el ejemplo del hombre que había sido una bendición tan grande para ellos; nosotros también serviremos al Señor.

Fíjese cuánto bien hacen los grandes hombres por su influencia.

—Josué los lleva a expresar el deseo del corazón de Dios de serles fieles al Señor.

El verbo "servir" aparece catorce veces entre los vv. 14–28 de este capítulo final de Josué.

Servir no es un asunto de palabras sino de hechos que demuestren ese servicio.

Gran cantidad de personas se quedan solo en las formalidades cuando se les imponen tareas.

Muy bonitas las palabras del pueblo, pero se quedaron solo en eso palabras bonitas y nada más, nunca se llevaron a la práctica.

Ahora deben despojarse de toda confianza en su propia suficiencia o de lo contrario, sus propósitos serán vanos.

—Quitad, pues, ahora los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová, Dios de Israel.[6]

Esta es una invitación a un cambio radical en su cosmovisión. Inclinar el corazón a Jehová es consecuencia de abandonar por completo a los dioses extraños que moldeaban su cotidianidad, con sus costumbres y sus relaciones intercomunitarias.

Cuando hubieron decidido deliberadamente servir a Dios, Josué los ata con un pacto solemne. Hace un monumento para memoria.

De esta manera emotiva Josué se despidió de ellos; si perecen, la sangre de ellos será sobre sus cabezas.

—Aunque la casa de Dios, la mesa del Señor y hasta los muros y árboles ante los cuales hemos expresado nuestros propósitos solemnes de servirle, dieran testimonio en contra nuestra si lo negáremos, de todos modos podemos confiar en Él, que pondrá temor en nuestro corazón para que no nos apartemos de Él.

Uno no puede "temerle" y al mismo tiempo servir a otros dioses; estos ídolos deben ser arrojados:

Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les decía: «Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre, madre, mujer, hijos, hermanos, hermanas y hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.[7]

Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.[8]

El Dios celoso de Israel no tolera rival. Tampoco Jesús:

»Ninguno puede servir a dos señores, porque odiará al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.[9]

Sólo Dios puede darnos de su gracia, sin embargo, bendice nuestros esfuerzos por ser hombres se comprometen en su servicio.

Aplicación:

La gente tenía que decidir si obedecía a Dios, que había comprobado su fidelidad, o si obedecía a los dioses locales, que solo eran ídolos hechos por los hombres.

Es fácil caer en una rebelión silenciosa, siguiendo con nuestra vida a nuestra propia manera.

Pero llega el momento en que tenemos que decidir quién o qué nos controlará.

La elección es suya ¿Será Dios, su propia personalidad limitada u otro sustituto imperfecto?

Una vez que ha decidido ser controlado por el Espíritu de Dios, debe reafirmar esta decisión todos los días.

"…¡pero yo y mi casa serviremos a Jehová!" (Josué 24:15).

 



[1]Jn 4.24

[2]Ro 8.5-8

[3]1 Re 18.21-22

[4]Ap 3.14-22

[5]Jos 24.14-15

[6]Jos 24.23

[7]Lc 14.25-27

[8]Lc 14.33

[9]Mt 6.24


 
 
Paz de Cristo!

ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor 
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia 
Reuniones Martes, Jueves y Sábado 7 PM, Domingos 8 AM y 10 AM.
Calle 30 # 22 61, Cañaveral, Floridablanca.
http://adonayrojasortiz.blogspot.com/
 


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