miércoles, 4 de junio de 2025

El Bautismo desde la Perspectiva Etimológica y Bíblica

El Bautismo desde la Perspectiva Etimológica y Bíblica
Introducción
El presente estudio se adentra en la doctrina neotestamentaria del bautismo, examinando con rigor académico su definición etimológica y su praxis bíblica. Desde una perspectiva teológica Pentecostal Unicitaria, este análisis se centrará en demostrar que la inmersión total en agua, administrada en el Nombre de Jesucristo, constituye la forma y fórmula bautismal divinamente ordenada, tal como se evidencia en las Sagradas Escrituras. Se explorará la respuesta apostólica fundamental a la pregunta sobre la salvación, la semántica del término griego βαπτιˊζω (baptizō), el profundo simbolismo inherente a la inmersión y los precedentes escriturales que establecen el modo y la fórmula del bautismo cristiano.
*I. La Semántica Imperativa de Βαπτιˊζω (Baptizō): Inmersión Inequívoca*
La comprensión precisa del bautismo cristiano comienza con un análisis riguroso del término griego original empleado en el Nuevo Testamento. La elección léxica de los escritores inspirados no fue casual, sino divinamente guiada para transmitir un significado específico y una acción concreta.
*A. El Consenso Lexicográfico: Sumergir, Hundir, Sepultar*
El verbo griego βαπτιˊζω (baptizō), del cual se deriva la palabra "bautismo", posee un campo semántico claro y consistentemente definido por los principales léxicos del griego koiné.
* Strong's Concordance (#G907): Define βαπτιˊζω como "sumergir, anegar; hacer que algo quede totalmente mojado". Se destaca su uso específico para la ablución ceremonial y, técnicamente, para la ordenanza del bautismo cristiano.1 Esta definición primaria establece la naturaleza física del acto involucrado.
* Thayer's Greek Lexicon: Refuerza esta comprensión con significados como "sumergir repetidamente, inmergir, hundir (como barcos hundidos)" y "limpiar por inmersión o sumersión, lavar, purificar con agua, lavarse uno mismo, bañarse". La imaginería de hundir recipientes o sumergir repetidamente enfatiza la idea de totalidad.
* Bauer, Arndt, Gingrich, and Danker (BDAG): Este léxico autoritativo enumera "sumergir, inmergir, sumergirse, lavar" como significados primarios. También señala su uso en la literatura no cristiana como "hundir, anegar, abrumar". La consistencia entre estos importantes léxicos es crucial. Es significativo que Liddell y Scott, en ediciones posteriores de su léxico, eliminaran la acepción de "verter sobre" por falta de ejemplos en el griego clásico, lo que fortalece el argumento de la inmersión como el significado clásico predominante.
La analogía del teñido de telas ilustra vívidamente el concepto de inmersión total para una transformación completa. Para que una tela blanca adquiriese un nuevo color de manera uniforme y permanente, debía ser completamente sumergida en el tinte. Este proceso, conocido en la antigüedad, subraya que βαπτιˊζω implica una cobertura total que resulta en un cambio. Un ejemplo helenístico notable proviene del poeta y médico Nicandro (c. 200 a.C.), quien en una receta para hacer encurtidos distingue entre βαˊπτω (bapto, mojar o teñir superficialmente) y βαπτιˊζω (baptizō). Nicandro indica que el vegetal primero debe ser 'mojado' (βαˊπτω) en agua hirviendo y luego 'bautizado' (βαπτιˊζω) en la solución de vinagre. Ambos verbos implican inmersión, pero el segundo, el acto de 'bautizar' el vegetal, produce un cambio permanente. Esta distinción es fundamental: el bautismo cristiano no es una simple aspersión o un mojado temporal, sino una inmersión que significa y está vinculada a una transformación y una identificación permanentes con Cristo.
*B. Clarificando Distinciones: Βαπτιˊζω (Baptizō) versus Ἐκχεˊω (Ekcheō – Verter) y Ῥαντιˊζω (Rhantizō – Rociar)*
La lengua griega del Nuevo Testamento posee verbos específicos para las acciones de verter y rociar, los cuales, de manera significativa, nunca se utilizan para describir la ordenanza del bautismo cristiano.
* Ἐκχεˊω (ekcheō) significa "verter" o "derramar". Si los apóstoles hubieran querido describir el bautismo como un acto de verter agua sobre el candidato, este vocablo habría sido la elección apropiada y disponible.
* Ῥαντιˊζω (rhantizō) significa "rociar" o "asperjar". De igual manera, si la aspersión hubiera sido el modo bautismal, este término se habría empleado.
La selección consistente de βαπτιˊζω por los autores neotestamentarios, con la exclusión de ἐκχεˊω y ῥαντιˊζω en el contexto específico de la ordenanza bautismal, constituye un argumento lingüístico de peso. Demuestra una elección deliberada que refleja una acción específica: la inmersión. Como acertadamente se ha señalado, "es un hecho lingüístico simple que ῥαντιˊζω 'rociar' y ἐκχεˊω 'verter', ambos ocurren en el Nuevo Testamento, pero nunca en conexión con el bautismo".
Esta deliberada elección léxica por parte de los escritores sagrados, guiados por el Espíritu Santo, trasciende la mera preferencia semántica para convertirse en una declaración teológica implícita. El Espíritu Santo, al inspirar las Escrituras, disponía de un léxico griego completo. La preferencia invariable por βαπτιˊζω para la ordenanza iniciática cristiana, y la omisión de ἐκχεˊω o ῥαντιˊζω en este contexto particular, no puede considerarse accidental. Sugiere que el modo de la inmersión está intrínsecamente ligado al significado y la teología del bautismo. Si el vertimiento o la aspersión fuesen modos divinamente aceptables, el Nuevo Testamento podría haber empleado fácilmente los términos griegos específicos para dichas acciones. Su ausencia en los contextos bautismales es un silencio elocuente que aboga poderosamente por la inmersión como el modo divinamente instituido. Esto implica que las prácticas eclesiásticas posteriores de vertimiento o aspersión representan desviaciones del modo original, prescrito léxica y bíblicamente, surgidas probablemente por conveniencia o cambios teológicos, más que por un fundamento escritural.
*II. La Proclamación Apostólica: Hechos 2:38 y el Umbral de la Salvación*
El entendimiento del bautismo debe estar anclado no solo en su etimología, sino primordialmente en su presentación y mandato dentro del contexto de la proclamación apostólica del evangelio. El día de Pentecostés se erige como el momento fundacional donde se revela el plan de salvación para la era del Nuevo Pacto.
*A. La Convicción de Pecado y la Respuesta Petrina: "¿Qué Haremos?"*
El día de Pentecostés, narrado en Hechos capítulo 2, marca el nacimiento de la Iglesia Neotestamentaria. El sermón del apóstol Pedro, ungido y empoderado por el Espíritu Santo, produjo una profunda convicción en los corazones de sus oyentes respecto a su culpabilidad en la crucifixión del Mesías (Hechos 2:36-37). Su clamor angustiado, "Varones hermanos, ¿qué haremos?" (Hechos 2:37), no era una mera pregunta retórica, sino una súplica desesperada por conocer el camino hacia la reconciliación con Dios y la salvación. Como se ha señalado, "el capítulo dos de los Hechos ha sido correctamente llamado el capítulo más pivotal de la Biblia... La salvación se hizo realidad en Hechos 2". Esto subraya la importancia fundamental de las instrucciones que Pedro procedería a impartir.
*B. Una Exploración Exegética de Hechos 2:38*
La respuesta de Pedro, divinamente inspirada, se encuentra en Hechos 2:38: " _Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo_ ." (RVR1960). Este versículo no es meramente descriptivo de una práctica, sino prescriptivo, delineando los pasos fundamentales para ingresar al Nuevo Pacto y recibir la salvación. De hecho, "el plan maestro para la salvación en la iglesia Apostólica está bellamente encapsulado en Hechos 2:38". Un análisis exegético detallado revela sus componentes esenciales:
*El Prerrequisito del Arrepentimiento.*
El imperativo aoristo activo μετανοηˊσατε (arrepentíos) demanda una acción inicial y decisiva. El arrepentimiento (μεταˊνοια, metanoia) significa una transformación radical de la mente, el corazón y la dirección de la vida – un volverse del pecado hacia Dios. Implica reconocer el señorío de Jesucristo y someterse a Su voluntad. "Μετανοεˊω... significa 'cambiar la mente o el propósito de uno', siempre, en el NT, involucrando un cambio para mejor, una enmienda...". Este arrepentimiento es la preparación interna indispensable para el bautismo y la recepción del Espíritu Santo.
*El Mandato de ser Bautizado.*
El verbo βαπτισθηˊτω está en imperativo aoristo pasivo, tercera persona singular: "sea bautizado cada uno de vosotros". Esto indica un mandato divino que debe ser obedecido por cada individuo. No es un ritual opcional, sino una ordenanza fundamental. El modo imperativo subraya que, al igual que el arrepentimiento, el bautismo no es una sugerencia, sino un mandamiento divino, unido al arrepentimiento por la conjunción copulativa καιˊ (kai, y).
*El Nombre Singular, Salvador y la Autoridad Divina.*
Este es el punto crucial, el bautismo debe ser administrado "en el nombre de Jesucristo". Esta frase no se interpreta meramente como "por la autoridad de" en un sentido general, sino como la invocación del Nombre específico, personal y salvador del Señor Jesucristo, quien es la manifestación plena de la Deidad en carne (Colosenses 2:9). Los cristianos del primer siglo "INVOCARON O LLAMARON el nombre de Jesús sobre los creyentes en el bautismo en agua". Se entiende que "EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO ES JESUCRISTO". En el contexto apostólico, los creyentes son "bautizados en el nombre de Jesús, significando nuestra aceptación de Jesús como nuestro Señor y Salvador personal, y el lavamiento de nuestros pecados para siempre".
*Para Remisión de los Pecados.*
La preposición εἰς (eis) aquí indica propósito o resultado: el bautismo en el Nombre de Jesucristo es con el propósito de o resulta en la remisión de los pecados. No es meramente simbólico de un perdón ya recibido de antemano, sino una parte instrumental divinamente ordenada en el proceso de recibir dicho perdón. La Nueva Traducción Viviente vierte: "Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados". La conexión directa con el "perdón de los pecados" es textualmente explícita.
*La Promesa del Espíritu Santo y el Nuevo Nacimiento.*
Siguiendo al arrepentimiento y al bautismo en el Nombre de Jesucristo para remisión de los pecados, se encuentra la promesa de la recepción del don del Espíritu Santo, que se acompaña típicamente de la evidencia inicial de hablar en otras lenguas según el Espíritu da que se hable (Hechos 2:4; 10:44-46; 19:6).
La respuesta de Pedro en Hechos 2:38 no es una sugerencia casual, sino una respuesta directa y autoritativa a la pregunta "¿Qué haremos [para ser salvos]?". Los elementos de arrepentimiento, bautismo en el Nombre de Jesucristo y la recepción del Espíritu Santo se presentan como un plan de salvación cohesivo e indivisible. La frase "para remisión de los pecados" (εἰς ἄφεσιν ἁμαρτιῶν) está gramaticalmente vinculada tanto al arrepentimiento como al bautismo. Esto significa que el bautismo en el Nombre de Jesucristo no es simplemente una señal externa de una gracia interna ya plenamente consumada, sino un acto de fe obediente a través del cual el pecado es remitido y el creyente es preparado para recibir el Espíritu Santo. Es un componente esencial del Nuevo Nacimiento, formando el "Plan Apostólico para la salvación". Esta comprensión desafía los sistemas teológicos que relegan el bautismo a una ordenanza puramente simbólica sin eficacia soteriológica directa, o que separan la fórmula bautismal de la identidad y obra salvadora de Jesucristo como el único Dios verdadero. Coloca una inmensa importancia en la adhesión al patrón apostólico para la salvación, tal como fue revelado el Día de Pentecostés.
*III. El Profundo Simbolismo de la Inmersión: Participación en la Muerte, Sepultura y Resurrección de Cristo*
Más allá de la evidencia etimológica y los mandatos apostólicos, el modo de inmersión en el bautismo está cargado de un profundo simbolismo teológico, representando la participación del creyente en los actos redentores centrales de Cristo.
*A. Conformados a Su Muerte* : Romanos 6:3-4 – Sepultados con Él por el Bautismo
El apóstol Pablo articula esta verdad de manera inequívoca: "¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva." (Romanos 6:3-4, RVR1960).
Este pasaje vincula explícitamente el bautismo con una participación en la muerte y sepultura de Cristo. El acto de ser completamente sumergido bajo el agua es una representación poderosa y gráfica de ser sepultado con Cristo, significando la muerte del "viejo hombre" de pecado. La inmersión, en contraposición a la aspersión o el vertimiento, es lo que mejor captura el simbolismo intencionado por Pablo del entierro y la resurrección con Jesús. Al ser "sepultados" bajo el agua, somos vistos como sepultados con Cristo.
*B. Resucitados en Novedad de Vida* : Colosenses 2:12 – Vivificados Juntamente con Él
De manera similar, Pablo escribe a los Colosenses: "sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos." (Colosenses 2:12, RVR1960).
Emerger del agua simboliza la resurrección con Cristo a una nueva vida, empoderada por Dios. Esto no es solo una esperanza futura, sino una realidad presente iniciada en el bautismo. Al ser levantados del agua, somos resucitados con Cristo de la tumba.18 El bautismo del eunuco, por ejemplo, implicaba ser "sepultado con Él en el bautismo, en el cual también fuisteis resucitados con Él mediante la fe en la operación de Dios, quien le resucitó de los muertos".
*C. La Inmersión como el Vívido Cuadro de la Realidad Redentora*
Solo la inmersión total puede retratar adecuadamente este profundo doble simbolismo de muerte/sepultura y resurrección. La aspersión o el vertimiento de agua sobre la cabeza fallan en capturar la imaginería gráfica de ser "sepultado" y "levantado". La conexión metafórica entre la muerte y el bautismo solo tiene sentido si el modo del bautismo simboliza significativamente el ahogamiento del viejo yo del creyente. La analogía del proceso de teñido (Sección I.A) también encaja aquí: así como la tela es completamente transformada por la inmersión, el creyente es completamente identificado con la obra redentora de Cristo a través de la inmersión.
El simbolismo de la inmersión en Romanos 6 y Colosenses 2 no es meramente ilustrativo, sino performativo. En el acto de ser sumergido, el creyente, por fe, se identifica activamente con y participa en los eventos históricos de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Es un medio divinamente señalado para apropiarse de los beneficios de la obra de Cristo. El acto físico refuerza la realidad espiritual. Esta comprensión eleva el modo de la inmersión más allá de la mera preferencia a una necesidad teológica si se ha de mantener el pleno significado simbólico y participativo del bautismo, tal como lo articula Pablo. Modos como la aspersión o el vertimiento no pueden transmitir adecuadamente esta identificación participativa con ser "sepultado" y "resucitado".
*IV. Precedentes Escriturales: El Modo del Bautismo en la Práctica del Nuevo Testamento*
El Nuevo Testamento no solo define el bautismo etimológicamente y lo explica teológicamente, sino que también proporciona ejemplos claros de su práctica, los cuales consistentemente apuntan a la inmersión como el modo empleado.
*A. El Bautismo del Propio Mesías:* Jesús Ascendiendo "del Agua" (Mateo 3:16; Marcos 1:10)
El bautismo de nuestro Señor Jesucristo por Juan el Bautista en el río Jordán establece un precedente divino. Mateo 3:16 registra: "Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua (ἀνέβη εὐθὺς ἀπὸ τοῦ ὕδατος - anebē euthys apo tou hydatos)..." Similarmente, Marcos 1:10 dice: "Y luego, cuando subía del agua (ἀναβαίνων ἐκ τοῦ ὕδατος - anabainōn ek tou hydatos), vio abrirse los cielos..."
Las preposiciones griegas ἀποˊ (apo - desde, de) y ἐκ (ek - fuera de, de) implican fuertemente que Jesús estuvo dentro del agua para Su bautismo, lo que necesariamente requiere inmersión. Uno no "sube de" o "sale de" el agua a menos que primero haya "descendido a" ella. La afirmación de que Jesús "salió del agua después de ser sumergido (o bautizado) por Juan" indica claramente la inmersión.
*B. El Ministerio Bautismal de Juan:* La Necesidad de "Muchas Aguas" (ὕδατα πολλαˊ - hudata polla) en Enón (Juan 3:23)
El Evangelio de Juan nos informa sobre la práctica bautismal de Juan el Bautista: "Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas (ὅτι ὕδατα πολλὰ ἦν ἐκεῖ - hoti hydata polla ēn ekei); y venían, y eran bautizados." (Juan 3:23, RVR1960).
La razón explícita por la que Juan escogió Enón fue la abundancia de agua. Tal consideración práctica sería completamente innecesaria para la aspersión o el vertimiento, que requieren una cantidad mínima de agua. Sin embargo, es esencial para la inmersión, especialmente cuando se bautiza a multitudes. La necesidad de "mucha agua" es un indicador contextual contundente del modo de inmersión.
*C. La Conversión del Eunuco Etíope:* Descendiendo a y Ascendiendo del Agua (Hechos 8:36-39)
El relato de la conversión y bautismo del eunuco etíope por Felipe el evangelista ofrece otro claro ejemplo de inmersión. Hechos 8:38-39 declara: "Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco (κατέβησαν ἀμφότεροι εἰς τὸ ὕδωρ - katebēsan amphoteroi eis to hydōr), y le bautizó. Cuando subieron del agua (ἀνέβησαν ἐκ τοῦ ὕδατος - anebēsan ek tou hydatos), el Espíritu del Señor arrebató a Felipe..."
El lenguaje es inequívoco: ambos entraron en el agua, Felipe realizó el bautismo (que, dada la etimología de βαπτιˊζω y el contexto, fue inmersión), y luego ambos salieron del agua.
Teológicamente, es crucial notar que Hechos 8:35 afirma: "Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús." Dado que Felipe predicó a "Jesús", desde una perspectiva Pentecostal Unicitaria, el bautismo subsecuente (v. 38) habría sido administrado en el Nombre de Jesucristo, consistente con el patrón apostólico establecido en Hechos 2:38 y observado en otros pasajes (Hechos 8:16; 10:48; 19:5).
La naturaleza incidental de estos detalles narrativos en Mateo 3, Marcos 1, Juan 3 y Hechos 8 hace que la evidencia a favor de la inmersión sea aún más convincente. Ninguno de estos pasajes es un tratado didáctico sobre el modo del bautismo; son narraciones históricas. Si los escritores simplemente describían lo que sucedió, y lo que sucedió fue la inmersión, entonces estas frases son naturales y esperadas. Si otros modos hubieran sido comunes o aceptables, el lenguaje probablemente habría sido más genérico o diferente. La consistencia del lenguaje descriptivo refleja una práctica histórica consistente de inmersión en la iglesia primitiva, desafiando los intentos de reinterpretar estos pasajes para acomodar prácticas no inmersionistas.
*V. La Inmutable Fórmula Apostólica: Bautismo "En el Nombre de Jesucristo"*
La praxis apostólica, tal como se registra en el Libro de los Hechos, no solo confirma la inmersión como el modo, sino que también establece de manera consistente la fórmula bautismal: en el Nombre del Señor Jesucristo.
*A. Práctica Constante en el Libro de los Hechos*
El Libro de los Hechos, nuestro registro histórico primario de la práctica de la Iglesia primitiva, describe consistentemente el bautismo siendo administrado en el Nombre del Señor Jesucristo.
* Los Samaritanos (Hechos 8:16): "porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.".
* Los Gentiles en la Casa de Cornelio (Hechos 10:48): "Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días." (Algunos manuscritos leen "Señor Jesús" o "Jesucristo").
* Los Discípulos de Juan en Éfeso (Hechos 19:5): "Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús". Estos relatos explícitos, junto con la instrucción de Pedro en Hechos 2:38, demuestran una práctica apostólica unificada.
*B. Armonizando Mateo 28:19 con la Obediencia Apostólica: La Revelación del Único Nombre*
La Gran Comisión en Mateo 28:19 instruye: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre [singular] del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo."
No hay una contradicción entre este mandato de Jesús y la práctica apostólica de bautizar en el Nombre de Jesucristo. Por el contrario, se entiende que los apóstoles comprendieron que el "nombre" singular (τοˋ ὄνομα) del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo se revela y se encarna en la persona del Señor Jesucristo.
El nombre del Padre se manifiesta en el Hijo (Juan 5:43: "Yo he venido en nombre de mi Padre"; Juan 17:6, 11-12).
El nombre del Hijo es Jesús (Mateo 1:21: "y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados").
El Espíritu Santo viene en el Nombre de Jesús (Juan 14:26: "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre..."). Por lo tanto, bautizar "en el nombre de Jesucristo" es cumplir el mandato de Mateo 28:19 al invocar el único Nombre que posee la plenitud de la Deidad y la autoridad para la salvación. Los apóstoles no repitieron las palabras del mandato como una fórmula trinitaria, sino que lo obedecieron al identificar y usar el Nombre salvador, que es Jesús. "Padre", "Hijo" y "Espíritu Santo" son títulos o descripciones de manifestaciones, no el Nombre personal y redentor.
*C. La Plenitud de la Deidad Habitanto Corporalmente en Cristo (Colosenses 2:9)*
El apóstol Pablo declara: "Porque en él [Cristo] habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad." (Colosenses 2:9). Este versículo es fundamental para la Cristología Unicitaria y sostiene la comprensión de que el Nombre "Jesucristo" representa la totalidad del Ser divino manifestado en carne. Por consiguiente, invocar Su Nombre en el bautismo es invocar la plenitud de Dios.
*D. Testimonios Históricos Corroborantes de la Práctica Bautismal de la Iglesia Primitiva*
Diversas fuentes históricas sugieren que el bautismo en el Nombre de Jesús era la práctica prevalente en los primeros siglos de la Iglesia, y que la fórmula trinitaria se volvió dominante posteriormente. Aunque la interpretación precisa y la datación de estas afirmaciones históricas requieren una evaluación académica cuidadosa, presentan una línea de evidencia que los Pentecostales Unicitarios consideran como respaldo a su comprensión de la práctica apostólica.
* La Britannica Encyclopedia (11ª ed.) supuestamente afirma: "El bautismo fue cambiado del nombre de Jesús a las palabras Padre, Hijo y Espíritu Santo en el siglo II." y "En todas partes, en las fuentes más antiguas, se afirma que el bautismo tuvo lugar en el nombre de Jesucristo".
* La Canney Encyclopedia of Religion indica: "La iglesia primitiva bautizaba en el nombre del Señor Jesús hasta el siglo segundo".
* La Hastings Encyclopedia of Religion señala: "El bautismo cristiano se administraba usando las palabras, 'en el nombre de Jesús'." y "El bautismo fue siempre en el nombre de Jesús hasta la época de Justino Mártir".
* Incluso la Catholic Encyclopedia es citada reconociendo que "la fórmula bautismal fue cambiada por su iglesia".
En el pensamiento hebraico y cristiano primitivo, un "nombre" (ὄνομα - onoma; שם - shem) no era simplemente una etiqueta, sino que representaba la esencia misma, el carácter, la autoridad y la presencia de la persona. Actuar "en el nombre de" alguien era actuar con su plena autoridad y poder. Cuando los apóstoles bautizaban "en el nombre de Jesucristo", no estaban simplemente pronunciando una fórmula, sino invocando el poder redentor, la autoridad divina y la presencia personal del Señor Jesucristo resucitado, quien es la manifestación del único Dios verdadero. Esta es la razón por la cual Pedro pudo declarar en Hechos 4:12: "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos." Esta comprensión desafía la noción de que la fórmula bautismal es arbitraria o que diferentes fórmulas son igualmente válidas. El Nombre de Jesús está única y esencialmente ligado al acto del bautismo para la remisión de los pecados porque Él es Dios manifestado para nuestra salvación. El cambio a una fórmula trinitaria en siglos posteriores, desde esta perspectiva, representa una desviación de la comprensión y práctica apostólica, diluyendo potencialmente el enfoque directo en la persona y el poder salvador de Jesucristo.
*Conclusión: La Ordenanza Indispensable del Bautismo en el Nombre de Jesús*
El análisis etimológico, exegético y teológico del bautismo converge de manera irrefutable hacia una conclusión singular y poderosa. El significado intrínseco del término griego βαπτιˊζω (baptizō) apunta consistentemente a la inmersión. Los precedentes bíblicos, incluyendo el bautismo de Jesús mismo, el ministerio de Juan el Bautista que requería "muchas aguas", y el bautismo del eunuco etíope que implicó "descender al" y "subir del" agua, describen vívidamente la práctica de la inmersión.
Más aún, el profundo simbolismo de la muerte, sepultura y resurrección con Cristo, articulado por el apóstol Pablo en Romanos 6 y Colosenses 2, encuentra su más fiel y gráfica representación en el acto de la inmersión total. Finalmente, y de crucial importancia, el mandato apostólico y la práctica constante registrada en el Libro de los Hechos, comenzando con la instrucción seminal de Pedro en Hechos 2:38 y reiterada a lo largo de los ministerios apostólicos, fue bautizar a los creyentes arrepentidos por inmersión en el Nombre singular y salvador del Señor Jesucristo para la remisión de los pecados.
Por lo tanto, el bautismo por inmersión en el Nombre de Jesucristo no es una mera opción ritual o una tradición eclesiástica secundaria. Se erige como un pilar fundamental de la fe y práctica apostólica, una ordenanza indispensable del Nuevo Pacto y un componente integral e ineludible de la experiencia de la Salvación. A través de este acto de obediencia y fe, los creyentes se identifican con Cristo en Su muerte y resurrección, sus pecados son remitidos por la invocación de Su todopoderoso Nombre, y son preparados para recibir la gloriosa infusión del Espíritu Santo. La adhesión fiel a este patrón apostólico es, por ende, crucial para mantener la pureza, el poder y la integridad del mensaje del Evangelio tal como fue originalmente entregado a los santos.JAS ORTIZ
Pastor
http://adonayrojasortiz.blogspot.com


lunes, 2 de junio de 2025

Unos a otros


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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
http://adonayrojasortiz.blogspot.com


martes, 27 de mayo de 2025

"Sistemas de Discontinuidad" por John S. Feinberg

"Sistemas de Discontinuidad" por John S. Feinberg


https://evangelio.blog/2016/12/19/sistemas-de-discontinuidad/


Título del Artículo: Sistemas de Discontinuidad Autor: John S. Feinberg Fecha de Publicación: 19 diciembre 2016




Resumen Ejecutivo: El artículo de John S. Feinberg, "Sistemas de Discontinuidad", aborda el debate histórico dentro de la teología cristiana sobre la relación entre el Antiguo Testamento (AT) y el Nuevo Testamento (NT). Feinberg explora las posturas de continuidad (que enfatizan la coherencia y unidad entre los Testamentos) y discontinuidad (que resaltan las diferencias y distinciones). Si bien reconoce que su propio sistema dispensacional ve elementos de ambos, argumenta que hay seis elementos conceptuales fundamentales que son distintivos del dispensacionalismo y que enfatizan una discontinuidad significativa entre los Testamentos. Estos distintivos giran en torno a la interpretación de términos bíblicos, la hermenéutica (especialmente la relación del progreso de la revelación y la tipología), la naturaleza de los pactos, el futuro de Israel, la distinción de la iglesia y la filosofía subyacente de la historia.

Temas Principales y Ideas Clave:

  1. El Debate Continuidad vs. Discontinuidad:
  • El debate sobre la relación entre el AT y el NT es central en la teología y afecta diversos puntos de un sistema teológico.
  • Feinberg señala que la pregunta de continuidad y discontinuidad puede llevar a otras cuestiones cruciales, como el uso del AT en la formulación de la teología cristiana, la relación entre el cristianismo y el judaísmo, y la base teológica del cristianismo.
  • Representantes de la postura de continuidad, como Hans Wolff, argumentan que los eventos y pactos del AT llevan una analogía con los del NT, revelando el significado total del AT.
  • Representantes de la postura de discontinuidad, como Rudolf Bultmann, si bien no descartan el AT, enfatizan que su función principal para el cristiano es ayudar a entender la existencia humana, ya que comparte una comprensión similar de la existencia con el NT. Bultmann ve continuidad en conceptos como "pacto", "reino de Dios" y "pueblo de Dios", pero con diferencias significativas en su comprensión entre los Testamentos.
  1. Cita Relevante: "La relación de los Testamentos ha ocasionado mucho debate a través de la historia de la iglesia. Ya sea que uno vea más continuidad o discontinuidad, esto se hará evidente en diversos puntos en un sistema teológico. Ningún sistema teológico puede escapar al tratar este tema ya sea explícita o implícitamente."
  2. Sistemas Históricos de Interpretación:
  • Eugene Roop identifica tres formas principales en las que se ha entendido la relación entre los Testamentos históricamente: alegórica/tipológica (enfatizando la continuidad), doctrinal (enfatizando la continuidad) e histórica (enfatizando la discontinuidad).
  • La interpretación alegórica/tipológica buscaba un sentido espiritual más profundo para armonizar aparentes discrepancias, pero su uso disminuyó con el rechazo de Lutero.
  • La hermenéutica histórica, destacada por Bultmann, se enfoca en tomar cada Testamento en sus propios términos.
  • Gerhard von Rad, desde una perspectiva de continuidad, argumenta que la continuidad se mantiene al adaptar las tradiciones antiguas para nuevas situaciones mediante analogías o correspondencias, una reinterpretación tipológica.
  1. La Naturaleza del Dispensacionalismo y sus Distintivos:
  • Feinberg se identifica como dispensacionalista, viendo tanto continuidad como discontinuidad entre los Testamentos, pero enfatizando elementos que son la esencia de cualquier sistema dispensacional.
  • Critica las definiciones comunes del dispensacionalismo, como la basada en la palabra "dispensación" (οἰκονομία) o la idea de que la historia demuestra el fracaso del hombre. Argumenta que estas no capturan la esencia del sistema.
  • Propone seis elementos conceptuales distintivos que son fundamentales para el dispensacionalismo y que tienden a orientar un sistema hacia la discontinuidad.
  1. Seis Distintivos del Dispensacionalismo:
  • Múltiples Sentidos de Términos (como "Judío", "Simiente de Abraham"): Los dispensacionalistas reconocen y mantienen la importancia de múltiples sentidos para estos términos (biológico/étnico/nacional, político, espiritual y tipológico) en ambos Testamentos, sin que un sentido anule a los demás.
  • Cita Relevante: "El punto real es que los dispensacionalistas reconocen múltiples sentidos de términos como "Judío," "simiente de Abraham," "pueblo elegido," e insisten en que ninguno de esos sentidos se anula o deja de tener importancia una vez que se dirige al NT."
  • Hermeneútica: El dispensacionalismo se caracteriza por un entendimiento particular de la hermenéutica literal. Feinberg argumenta que la diferencia no es entre literalismo y no literalismo, sino entre diferentes comprensiones de lo que constituye la hermenéutica literal, influenciada por la relación del progreso de la revelación, el uso del AT por el NT y la tipología. Los dispensacionalistas tienden a tomar el AT en sus propios términos, sin reinterpretarlos a la luz del NT de una manera que anule el significado original.
  • Cita Relevante: "Mi argumento es que la comprensión de que tanto el tipo como el antitipo deben tener su propio significado aun cuando tengan una relación tipológica con el otro, comprendiendo las implicaciones de la reinterpretación del NT y comprendiendo que el progreso de la revelación sólo hace inoperante la verdad anterior si Dios así lo dice llevadolo a uno a ver que el significado de los pasajes de AT y NT debe mantenerse."
  • Comprensión de los Pactos (Énfasis en Elementos Incondicionales y Variedad de Bendiciones): Los dispensacionalistas enfatizan los elementos incondicionales de pactos como el Abrahámico y el Davídico, lo que implica un cumplimiento futuro para Israel. También insisten en que se enfaticen todos los aspectos de la bendición pactual (espiritual, social, política y económica), no solo los soteriológicos.
  • Cita Relevante: "En general, cuanto más continuidad se orienta el sistema de uno, más se hace énfasis en el aspecto espiritual de las bendiciones solamente y una mayor tendencia a ver los pactos como condicionales. Cuanto más orientado hacia la discontinuidad sea el sistema, mayor es el énfasis en todos los elementos de la bendición del pacto y mayor es el énfasis en el elemento incondicional en ellos."
  • Un Futuro Distintivo para el Israel Étnico: Este es un distintivo crucial. Los dispensacionalistas creen que la iglesia no reemplaza ni continúa a Israel, y que habrá un futuro distintivo para el Israel étnico como nación, incluyendo el cumplimiento futuro de profecías de bendición espiritual, social, política y económica.
  • Cita Relevante: "Lo que resulta evidente de este esbozo de opiniones es que sólo el dispensacionalismo claramente ve un futuro distintivo para el Israel étnico como nación. Este es un distintivo dispensacional..."
  • La Iglesia como Organismo Distintivo: Los dispensacionalistas sostienen que la iglesia es un organismo que comenzó en la era del NT (la mayoría en Pentecostés) y que es distintiva de Israel en el AT.
  • Cita Relevante: "Un quinto distintivo del dispensacionalismo es la creencia de que la iglesia es un organismo distintivo. Con esto, los dispensacionalistas dicen que la iglesia no comienza hasta la era del NT (la mayoría dicen en Pentecostés). También significa que la Iglesia no existía en alguna forma en el AT."
  • Filosofía de la Historia (Énfasis en la Implementación del Reino): Aunque ambos sistemas ven la historia como historia de la salvación, los dispensacionalistas enfatizan la historia como la implementación gradual y el desarrollo del reino de Dios, incluyendo aspectos soteriológicos, sociales, económicos y políticos. Este énfasis en los aspectos multifacéticos de las obras de Dios en la historia tiende hacia la discontinuidad.
  • Cita Relevante: "Para los no-dispensacionalistas la historia se considera primordialmente como historia de la salvación... Para los dispensacionalistas, la historia es la implementación gradual y el desarrollo del reino de Dios... El punto es simplemente una cuestión de énfasis."

Conclusión del Autor:

Feinberg reconoce que su propio sistema dispensacional puede ser visto como más cercano a los sistemas de continuidad en algunos aspectos, pero considera que los seis elementos conceptuales que presenta son fundamentales para el dispensacionalismo y enfatizan una discontinuidad significativa entre los Testamentos. Argumenta que el dispensacionalismo, al destacar estos puntos, se califica como un sistema de discontinuidad. Su objetivo es fomentar una discusión más profunda y centrada en estos principios fundamentales, reconociendo que a pesar de las diferencias, hay mucho en común entre las distintas posturas teológicas.

Cita Relevante: "En definitiva, ¿existe mayor continuidad o discontinuidad entre los Testamentos?... Desde ese punto de vista veo más discontinuidad entre el Testamentos de lo que hacen los demás, y mi sistema califica como un sistema de discontinuidad."

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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
http://adonayrojasortiz.blogspot.com


Pretribulacionismo Walvoord vrs Ladd

https://walvoord.com/article/68




Informe de Revisión: "A Review of The Blessed Hope by George E. Ladd"

Introducción:

Este informe resume la reseña del Dr. Walvoord sobre el libro "La Esperanza Bienaventurada" de George E. Ladd, enfocándose en la defensa que Ladd hace del postribulacionismo dentro de una perspectiva premilenial. La reseña, publicada en Walvoord.com y procedente de Bibliotheca Sacra, evalúa los argumentos históricos y bíblicos presentados por Ladd y ofrece una crítica desde una perspectiva pretribulacionista.

Temas Principales y Ideas Clave:

  1. La Tesis Central del Postribulacionismo de Ladd:
  • El punto central del libro de Ladd es que "La Esperanza Bienaventurada es la segunda venida de Jesucristo y no un rapto pretribulacional". Ladd presenta una defensa enérgica de esta posición, argumentando que la segunda venida de Cristo para la iglesia ocurre después de la Gran Tribulación.
  1. Presuposiciones de Ladd:
  • Ladd asume explícitamente una interpretación premilenial de la Escritura. Esto significa que cree en un reino terrenal literal de Cristo de mil años después de su segunda venida.
  • Considera que las Escrituras son infalibles y autoritativas.
  • Se sitúa dentro de la teología conservadora de la ortodoxia.
  • Rechaza la interpretación dispensacional de la Escritura, particularmente la distinción clara entre Israel y la iglesia. Ladd sostiene que las promesas dadas a Israel tienen un "cumplimiento dual", tanto en la iglesia como en Israel.
  • Adopta una interpretación futurista del Libro de Apocalipsis, en contraste con la teología del pacto, que a menudo interpreta Apocalipsis simbólica o históricamente.
  1. El Argumento Histórico de Ladd:
  • Ladd dedica una parte considerable de su libro a argumentar que el retorno postribulacional de Cristo fue la esperanza histórica de la iglesia desde sus inicios.
  • Sostiene que el pretribulacionismo fue desconocido hasta el siglo XIX, rastreando su origen al movimiento de los Hermanos de Plymouth y, específicamente, a una "revelación especial" supuestamente recibida por Edward Irving alrededor de 1826.
  • Ladd busca demostrar que "hombres devotos de Dios han sido postribulacionistas" y que el pretribulacionismo comenzó como una "herejía" en lugar de provenir de estudios bíblicos sólidos.
  • La reseña señala que Ladd cita a ocho de los primeros padres o escritos para apoyar su afirmación de que el pretribulacionismo era desconocido en la iglesia primitiva.
  • Crítica de la Reseña al Argumento Histórico: La reseña contrapone que, si bien algunos padres fueron explícitamente postribulacionales, la teología escatológica temprana era inmadura y no consideró formalmente muchos detalles. Argumenta que la verdad no se prueba simplemente "contando eruditos, incluso antiguos" y que Ladd es selectivo en la evidencia que presenta. La reseña también señala que el argumento histórico "es más psicológico que teológico" y que la "doctrina de la inminencia", que aparece comúnmente en la iglesia primitiva, no es suficientemente explicada por Ladd. Afirma que la ausencia de una clara distinción entre Israel y la iglesia en Ladd es un factor causal importante en su rechazo del pretribulacionismo.
  1. El Argumento Bíblico de Ladd y su Crítica:
  • Ladd examina el vocabulario de la "esperanza bienaventurada", centrándose en palabras griegas como parousia (venida/presencia), epiphaneia (aparición) y apokalpsis (revelación). Argumenta que estas palabras se refieren a un solo evento: la segunda venida después de la tribulación.
  • Crítica del Argumento del Vocabulario: La reseña considera que este argumento es una "petición de principio obvia", asumiendo lo que se intenta probar. Señala que el uso de las mismas palabras para diferentes aspectos o etapas de la venida de Cristo (como el "primer" y "segundo" advenimiento) es normal y no prueba que solo haya un evento futuro. La reseña critica que Ladd "no toma nota alguna de las objeciones pretribulacionales a este argumento".
  • Ladd argumenta que el rapto debe ocurrir después de la tribulación basándose en la resurrección mencionada en Apocalipsis 20. Rechaza la idea de que la "primera resurrección" pueda tener múltiples etapas.
  • Crítica del Argumento de Apocalipsis 20: La reseña refuta esto señalando que 1 Corintios 15:23-24 describe "tres etapas" de la resurrección de los santos. También menciona que los pretribulacionistas a menudo interpretan Apocalipsis 20 como la resurrección de los santos del Antiguo Testamento, mientras que la iglesia es resucitada en el rapto. La reseña critica que Ladd "no demuestra que el rapto es después de la tribulación" y que los pasajes clave sobre el rapto (Juan 14:3, 1 Corintios 15:51-52, 1 Tesalonicenses 4:13-18) no mencionan una tribulación previa.
  • Ladd intenta refutar los argumentos pretribulacionales comunes, como la distinción entre "venida por" y "venida con" los santos, y la distinción entre el "Día de Cristo" y el "Día del Señor". También considera la eliminación del Espíritu Santo en 2 Tesalonicenses 2.
  • Crítica a la Refutación de Argumentos Pretribulacionales: La reseña concede que el argumento "por/con" no es concluyente por sí solo, pero si tiene alguna fuerza, es "en favor del pretribulacionismo". Argumenta que Ladd "malinterpreta el argumento pretribulacional basado en el Día del Señor y el Día de Cristo", señalando que la distinción se basa en el uso contextual de los términos, no en los términos mismos. Sobre la eliminación del Espíritu Santo, la reseña afirma que Ladd "admite que la restricción divina está en juego, esencialmente la posición pretribulacional".
  • Ladd dedica poca atención al uso de la palabra "iglesia" (ekklesia) en Apocalipsis, admitiendo que no se encuentra en los pasajes de la tribulación.
  • Crítica a la Cuestión de la Iglesia en la Tribulación: La reseña considera esto como una "crítica importante y de gran significado". Afirma que Ladd "pasa por alto este punto apresuradamente porque los postribulacionistas no tienen respuesta a esta dificultad en su sistema". Destaca que "carecen de cualquier prueba positiva de que la iglesia —la ekklesia— se encuentre alguna vez en el período de la tribulación".
  • Ladd utiliza el matrimonio del Cordero en Apocalipsis 19 como prueba de un rapto postribulacional, argumentando que, dado que la iglesia aparece aquí y el matrimonio se anuncia como futuro, el rapto debe ocurrir en este punto.
  • Crítica al Argumento del Matrimonio del Cordero: La reseña considera que este argumento es "insostenible" basándose en las etapas de un matrimonio hebreo. Explica que el término griego gamos en Apocalipsis 19:7 a menudo significa "banquete de bodas" o "cena de bodas", lo que implica que la boda legal y la venida del novio por la novia ya han ocurrido. Por lo tanto, la cena de bodas es futura, pero las etapas anteriores (la iglesia legalmente casada con Cristo, el rapto) ya se han cumplido en la narrativa de Apocalipsis 19.
  • La reseña critica a Ladd por pasar por alto el argumento pretribulacional clave sobre la necesidad de un intervalo entre el rapto y la segunda venida para poblar la tierra milenial con creyentes que no hayan sido glorificados en el rapto. Menciona la explicación de Rose, otro postribulacionista, como un intento de abordar este problema, mientras que Ladd "no tiene respuesta para este argumento pretribulacional básico".
  1. El Argumento Dispensacional y su Crítica:
  • Ladd dedica un capítulo a refutar el dispensacionalismo, al que considera "la cumbre del sinsentido especulativo". Define el dispensacionalismo como un método arbitrario de dividir la Escritura para decidir qué pasajes tratan sobre la Iglesia e Israel.
  • Crítica a la Visión de Ladd sobre el Dispensacionalismo: La reseña afirma que Ladd "no entiende el dispensacionalismo" y que su definición es injusta y "no es cierta". Argumenta que el dispensacionalismo es el resultado de una interpretación literal y reconoce las "diferentes reglas de vida en diferentes períodos de la revelación progresiva de Dios".
  • Ladd concluye que, según los dispensacionalistas, la Gran Tribulación es exclusivamente judía.
  • Crítica a la Caracterización de la Tribulación como Exclusivamente Judía: La reseña responde que esto es un "hombre de paja". Si bien la iglesia no está en la tribulación según los pretribulacionistas dispensacionales, el período de la tribulación "también comprende los tiempos de los Gentiles" y los santos convertidos en ese tiempo provienen "de toda lengua y nación". La reseña considera que este capítulo es el "más débil" del libro.
  1. "La Esperanza Bienaventurada" y la Aplicación Práctica:
  • Ladd argumenta que el postribulacionismo no es un "paso lejos de la Palabra de Dios hacia el liberalismo".
  • La reseña concede que esto es válido en parte, pero señala que los premileniales pretribulacionales son "inmunes al liberalismo moderno".
  • Ladd refuta la idea de que la expectativa del retorno del Señor en Tito 2:11-14 se refiera específicamente al rapto o sea la fuerza principal del pasaje en relación con la vida piadosa.
  • Crítica a la Interpretación de Tito 2:11-14: La reseña sugiere que la "aparición gloriosa" en este pasaje "bien podría ser el rapto en lugar de la segunda venida, ya que solo tiene a los creyentes en vista". Aunque reconoce que los pretribulacionistas no están completamente de acuerdo en la interpretación de este pasaje.
  • Ladd argumenta que el postribulacionismo ofrece un mejor incentivo para la predicación del evangelio, citando la idea de que Cristo no puede venir hasta que el evangelio sea predicado a todo el mundo. Menciona una cita de Oswald Smith llamando al pretribulacionismo "una herejía peligrosa".
  • Crítica a la Aplicación Práctica: La reseña considera que esta cita de Smith es una "difamación desafortunada del pretribulacionismo". Si bien reconoce que Ladd tiene razón en que el postribulacionismo no elimina el incentivo misionero y que los pretribulacionistas no son los únicos preocupados por el retorno del Señor de manera práctica, siente que Ladd "lleva su argumento más allá de los hechos bíblicos".
  1. Conclusión de Ladd y la Reseña:
  • Ladd concluye que la idea de "dos aspectos en la segunda venida no tiene la confirmación explícita de la Escritura" y que la carga de la prueba recae en el pretribulacionista.
  • Ladd hace un llamamiento a la tolerancia y la caridad entre las diferentes visiones sobre el rapto (pre, mid, post), afirmando que no deben ser "motivo de compañerismo, prueba de ortodoxia o un elemento necesario en la doctrina cristiana". Lo esencial es la "expectativa de 'la esperanza bienaventurada y la aparición de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo'".
  • Evaluación General de la Reseña: La reseña califica el libro de Ladd como una "presentación digna del argumento postribulacional" y "el mejor libro postribulacional que ha aparecido en algún tiempo". Sin embargo, sostiene que el libro "prácticamente no toca las principales razones del pretribulacionismo". Elogia a Ladd por el "alto estándar de cortesía" de su volumen. La reseña concluye reafirmando su creencia de que "la esperanza bienaventurada" es el regreso inminente de Cristo por Su iglesia, una "esperanza preciosa para aquellos que 'aman su aparición'".

Citas Relevantes:

  • Dr. George E. Ladd: "The central thesis of this book is that the Blessed Hope is the second coming of Jesus Christ and not a pretribulation raptures" (p. 11).
  • Dr. Ladd (sobre su propósito): "...this book is sent forth with the earnest prayer that it may be used by the Holy Spirit to bring a better understanding to a difficult subject and to promote Christian liberty in the interpretation of prophetic truth" (pp. 13-14).
  • Dr. Ladd (sobre la autoridad): "Let it be at once emphasized that we are not turning to the church fathers to find authority for either pre-or posttribulationism. The one authority is the Word of God..." (p. 19).
  • Dr. Ladd (sobre el Dispensacionalismo): "the method of deciding in advance which Scriptures deal with the Church and which Scriptures have to do with Israel, and then to interpret the passages concerned in the light of this 'division' of the Word" (p. 130).
  • Dr. Ladd (sobre el uso de "iglesia"): "...the word "church" is never used in the Book of Revelation "to designate the Church in its totality"" (p. 98).
  • Dr. Ladd (sobre la carga de la prueba): "...the contemporary inference of two aspects in the second coming does not have the explicit confirmation of Scripture" (p. 167).
  • Dr. Ladd (llamamiento final): "Neither pretribulationism nor posttribulationism should be made a ground of fellowship, a test of orthodoxy, or a necessary element in Christian doctrine. There should be liberty and charity toward both views. That which is essential is the expectation of 'the blessed hope and appearing of the glory of our great God and Saviour Jesus Christ'" (p. 167).
  • Oswald Smith (citado por Ladd): Refiriéndose al pretribulacionismo como "a dangerous heresy" (p. 150).
  • Reseña (sobre el argumento histórico de Ladd): "The historical argument is more of a psychological than a theological one. Truth cannot be proved simply by counting scholars, even ancient ones."
  • Reseña (sobre la ausencia de la iglesia en la tribulación): "The burden of proof is on the posttribulationist to prove that the church is in the tribulation. Dr. Ladd, like most posttribulationists, passes over this point hurriedly because posttribulationists have no answer to this difficulty in their system. They lack any positive proof that the church—the ecclesia—is ever found in the tribulation period."
  • Reseña (sobre el argumento del matrimonio hebreo): "On the basis of generally accepted facts of a Hebrew marriage, there is no scholarly ground for the point Ladd is attempting to make on the basis of Revelation 19. The wedding feast is future, but the previous two stages are already accomplished in Revelation 19."
  • Reseña (sobre la necesidad de un intervalo): "One would judge from his silence that Dr. Ladd has no answer for this basic pretribulational argument."
  • Reseña (evaluación general): "It is the reviewer's opinion that the main reasons for pretribulationism are practically untouched by this volume, but it is nevertheless the best posttribulational book to appear for some time."
  • Reseña (conclusión personal): "The reviewer continues to believe that "the blessed hope" is the imminent return of Christ for His church, not the hope of resurrection after martyrdom in the great tribulation. The daily expectation of the Lord's return for His church is a precious hope for those who "love his appearing.""

Conclusión General del Informe:

La reseña presenta el libro de George E. Ladd como una defensa importante y respetuosa del postribulacionismo desde una perspectiva premilenial. Destaca los argumentos de Ladd basados en la historia de la iglesia y su interpretación de términos bíblicos y pasajes clave. Sin embargo, la reseña ofrece una crítica detallada desde una perspectiva pretribulacional, argumentando que los argumentos históricos de Ladd son selectivos, que sus argumentos bíblicos a menudo asumen lo que intentan probar o pasan por alto interpretaciones alternativas bien fundamentadas, y que falla en abordar adecuadamente algunos de los argumentos más importantes a favor del pretribulacionismo, como la ausencia de la iglesia en los pasajes de la tribulación y la necesidad de un intervalo para poblar el milenio. A pesar de las críticas, la reseña reconoce el valor del libro de Ladd como una sólida presentación del punto de vista postribulacional y elogia su tono cortés.


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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
http://adonayrojasortiz.blogspot.com


Generalidades de la Escatología Bíblica

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