jueves, 13 de mayo de 2010

Jueves 13 La bendición a Efraim y Manasés


La bendición de Jacob a los hijos de José.

Y bendijo a José, diciendo: «El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día,  el Ángel  que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes. Sea perpetuado en ellos mi nombre y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense y crezcan en medio de la tierra.»

Génesis  48: 15 y 16

 

Dos buenos hombres dan gloria a Dios en su consolación:

·         José dice: "Ellos son mis hijos, los que Dios me ha dado".

·         Jacob dice: "Dios me ha mostrado tu simiente".

Las consolaciones son doblemente dulces para nosotros cuando las vemos venir de la mano de Dios. Él no sólo evita nuestros temores sino que excede nuestras esperanzas.

Jacob menciona el cuidado que la divina providencia tuvo con él todos sus días. En su tiempo había tenido una buena cantidad de dificultades, pero Dios le evitó el mal de sus problemas. Ahora que está muriendo se mira a sí mismo como redimido de sus pecados y sus pesares para siempre.

Cristo, el Ángel del pacto redime de la maldad. Nos libra de la miseria y del peligro, por el poder divino, que viene a través del rescate por la sangre de Cristo, en las Escrituras usualmente se llama redención.

El mismo acto de pronunciar la bendición fue notable, pues demuestra que el corazón de Jacob estaba animado por el espíritu de la profecía.

—Al bendecir a los hijos de José, Jacob intercambia sus manos. El lugar a la mano derecha era el de honor y bendición en tiempos bíblicos. Jacob deliberadamente ubicó a Efraín, el menor, por encima de Manasés, el primogénito, una práctica frecuente en Génesis.

José está dispuesto a mantener a su primogénito, y pudo haber removido las manos de su padre. Pero Jacob actuó no por error ni por afecto parcial a uno más que al otro; pero sí a través de un espíritu profético, y por el Divino consejo. Dios, está bendiciendo a su pueblo, le da más a uno que a otro, más regalos, gracia y comodidades, y más de las cosas buenas de la vida. Usualmente le da más a aquellos que menos posibilidades tienen de recibir. Él escoge las cosas débiles del mundo; levanta al pobre del polvo.

La gracia observa no el orden de la naturaleza, ni tampoco Dios prefiere a aquellos que nosotros pensamos que más lo merecen, sino al placer de Él.

·         ¡Qué pobres son aquellos que no tienen riquezas sino las de este mundo!

·         ¡Qué miserable es el lecho de muerte para aquellos que no tienen un buen fundamento de esperanza, pero sí terribles aprensiones de maldad, y nada más que maldad para siempre!

Jacob concede la bendición patriarcal a Manasés y a Efraín, otorgándoles así los derechos patriarcales. En esta bendición se pueden notar las siguientes peculiaridades:

1.       Se invierte el orden establecido en el sistema patriarcal. La mano derecha de Jacob, la que transmite la "doble porción de la herencia", reposa sobre la cabeza del menor, Efraín, y éste es nombrado primero. A pesar de que José intenta corregir el "error" de su padre y le informa que Manasés es el primogénito, Jacob no cambia su procedimiento. Así, lo que aconteció en el caso de Jacob, se repite también en los hijos de José. En el desarrollo posterior de las tribus, Efraín llegó a ser la tribu más prominente de tal manera que el Reino del Norte o Israel, se llamó histórica y proféticamente Efraín (Isa. 7:2; Ose. 6:4).

2.       Las palabras de bendición son iguales para ambos hijos que son considerados en unidad por su descendencia de José.

3.       La bendición es de carácter nacional y no tanto individual. Dios ha de otorgar prosperidad y prominencia a Efraín y Manasés y ellos serán el modelo de bendición que las otras tribus querrán tener. Y con el tiempo, estas dos tribus llegaron a ser muy prominentes en Israel.

4.       Como parte de la bendición y reconociendo la cercanía de su muerte, Jacob concede a José el territorio de Siquem en Canaán como herencia. Esta concesión como acto legal confirma que José es elegido como primogénito y por lo tanto obtiene una herencia superior a sus hermanos.

Además, como acto de fe, afirma la realidad de que Dios hará volver a su descendencia a Canaán.

El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día,  el Ángel  que me liberta de todo mal (Conciencia de Dios)

 
 
Paz de Cristo!

ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor 
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia 
Reuniones Martes, Jueves y Sábado 7 PM, Domingos 8 AM y 10 AM.
Calle 30 # 22 61, Cañaveral, Floridablanca.
http://adonayrojasortiz.blogspot.com/
 




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