Bautismo

Análisis Interactivo: Bautismo y Salvación

Bautismo y Salvación

Un Análisis Exegético de su Relación Indispensable

Introducción: La Cuestión Fundamental

El presente estudio aborda una de las cuestiones soteriológicas más cruciales del Nuevo Testamento: la relación entre el bautismo y la salvación. Lejos de ser un rito opcional o meramente simbólico, un análisis riguroso de los textos bíblicos revela el bautismo como una condición divinamente establecida e indispensable en el proceso de la salvación. Esta aplicación interactiva explora los pilares exegéticos que fundamentan esta doctrina, invitando al estudiante de las Escrituras a examinar la evidencia tal como fue presentada por Cristo y sus apóstoles.

La Gran Comisión: Una Secuencia Inalterable

El punto de partida ineludible es el mandato de Jesucristo mismo, registrado en el Evangelio de Marcos. Aquí, el Señor no presenta dos ideas separadas, sino una proposición condicional unificada. La estructura gramatical es precisa y su orden, teológicamente significativo. No se contempla la salvación para el creyente que omite el bautismo.

"El que crea y sea bautizado, será salvo; pero el que no crea, será condenado."
- Marcos 16:16

Análisis de la secuencia salvífica:

1. Creer (πιστεύσας - pisteusas)
+
2. Ser Bautizado (βαπτισθεὶς - baptistheis)
=
3. Ser Salvo (σωθήσεται - sōthēsetai)

Nótese que la condenación se vincula únicamente a la incredulidad porque esta es la raíz que impide dar el siguiente paso ordenado por Cristo: el bautismo. El que no cree, naturalmente, no se bautizará. Sin embargo, para el que cree, el bautismo es el paso consecuente y necesario para completar la condición de la salvación.

La Tipología del Diluvio: Salvación a Través del Agua

El apóstol Pedro ofrece una de las analogías más poderosas, conectando el bautismo con el evento del diluvio. El arca de Noé, un instrumento de salvación, fue levantada y llevada a la seguridad precisamente por el agua que juzgó al mundo. Pedro declara que este evento es un "tipo" o prefiguración del bautismo, el cual ahora nos salva.

"El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) mediante la resurrección de Jesucristo."
- 1 Pedro 3:21

TIPO: El Diluvio

  • Un mundo corrompido destinado al juicio.
  • El agua actúa como agente de juicio y destrucción.
  • Ocho personas se salvan a través del agua (δι᾽ ὕδατος) al estar dentro del arca.
  • El arca es el único medio de salvación provisto por Dios.

ANTITIPO: El Bautismo

  • Una humanidad pecadora bajo condenación.
  • El agua del bautismo simboliza la sepultura del viejo hombre.
  • El creyente es salvado a través del bautismo, que es la respuesta de fe.
  • La obediencia a Cristo en el bautismo es el medio de salvación que nos une a Su muerte y resurrección.

Pedro aclara que su poder no es meramente físico ("no quitando las inmundicias de la carne"), sino espiritual: es la respuesta de una conciencia que apela a Dios por limpieza, una limpieza que se hace efectiva en el acto del bautismo por la autoridad de la resurrección de Cristo.

El Instrumento para el Perdón de los Pecados

El Nuevo Testamento vincula consistentemente el bautismo con el perdón de los pecados, que es un componente esencial de la salvación. Sin remisión de pecados, no hay reconciliación con Dios. Los siguientes pasajes establecen esta conexión de forma explícita e inequívoca.

Hechos 2:38 - El Sermón de Pentecostés

+
"Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados..."

La preposición griega "eis" (para) indica propósito y dirección. El bautismo no es una celebración de un perdón ya recibido, sino el medio divinamente señalado para recibir dicho perdón, posterior al arrepentimiento.

Hechos 22:16 - La Conversión de Saulo

+
"Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre."

A pesar de su encuentro con Cristo en el camino a Damasco y de haber sido un creyente arrepentido por tres días, los pecados de Saulo (Pablo) aún no habían sido lavados. Ananías le ordena ser bautizado para que este lavamiento ocurra.

Marcos 1:4 - El Bautismo de Juan

+
"Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados."

Incluso el bautismo precursor de Juan, que preparaba el camino para Cristo, estaba intrínsecamente ligado al concepto de "perdón de pecados". El bautismo cristiano, superior al de Juan, lleva esta realidad a su pleno cumplimiento en el nombre de Jesús.

La Exhortación Apostólica: "Sed Salvos"

El clímax del primer sermón del evangelio en Hechos 2 no es solo una explicación teológica, sino una exhortación urgente a la acción. La respuesta a la pregunta "¿qué haremos?" fue "Arrepentíos y bautícese". La narrativa confirma que la salvación estaba ligada a esta obediencia.

"Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas."
- Hechos 2:40-41

Análisis de la Conexión Causal:

  1. La Exhortación: "Sed salvos". Este es el objetivo final presentado a la multitud.
  2. La Condición: Pedro ya había establecido el arrepentimiento y el bautismo como la respuesta requerida (v. 38).
  3. La Reacción: "Los que recibieron su palabra..." (es decir, aceptaron la exhortación y sus condiciones).
  4. La Acción Consecuente: "...fueron bautizados".

La secuencia es clara: la salvación fue ofrecida, y aquellos que la aceptaron lo demostraron y la hicieron efectiva a través del bautismo. La adición de las 3,000 almas a la iglesia se registra después de su bautismo, no antes.

Conclusión Exegética

Los testimonios bíblicos, desde el mandato directo de Cristo hasta la exégesis tipológica y la práctica apostólica, convergen en una conclusión ineludible: el bautismo no es un apéndice opcional a la fe, sino una parte integral y necesaria del plan de salvación ordenado por Dios. Es el momento en que la fe obediente de un pecador arrepentido se encuentra con la gracia de Dios para el perdón de los pecados, resultando en la salvación a través del poder de la resurrección de Jesucristo. Por lo tanto, para quien desea obtener la salvación, la pregunta de Ananías resuena a través de los siglos: "¿Por qué te detienes?".

sábado, 8 de enero de 2011

La Biblia

LA BIBLIA

Introducción:

66 libros coleccionados en dos tomos llamados testamentos, libros desde 1900 hasta por lo menos 3500 años de antigüedad. ¿Cómo estar seguros de su originalidad? ¿Serán en verdad la palabra de DIOS? ¿Tenemos  que aceptarlas por fe  o se  puede comprobar racionalmente que es un libro sobrenatural?

Desarrollo: 

Definición:

ü  Etimológicamente: Biblia, palabra griega que en buen castellano se traduciría como "libros".

ü  Literalmente: La Biblia es un es un relato de la historia de la creación, la historia de la humanidad, la historia del tiempo, pero ante todo historia de amor entre DIOS y su más grandiosa creación, el ser humano.

ü  Teológicamente: La Biblia es la Palabra de DIOS, los profetas del Antiguo Testamento, Jesús y los apóstoles en el Nuevo Testamento  nos trae los mensajes directos de DIOS.

¿Por qué creemos que la Biblia es la palabra de DIOS?

Porque tenemos pruebas que así lo demuestran. Esas pruebas podemos clasificarlas en externas e internas, pruebas fuera de la Biblia y pruebas dentro de la Biblia misma.

EVIDENCIAS EXTERNAS:

Datos fuera de la Biblia que demuestran que ella es una fuente de información seria y digna de confiar.

Evidencias Científicas:

No existe ningún dato científico que haya jamás refutado a la Biblia en manera alguna. Quizá algunos dirían: "la Biblia no es un libro científico, sino que su propósito es dar una explicación religiosa o espiritual del universo" por tanto, se nos dice que no confiemos en sus detalles científicos, sino que solamente extraigamos sus enseñanzas morales o religiosas.

Tal línea de pensamiento es incorrecta porque es ilógica. ¿Cómo vamos a decir cuales declaraciones son ciertas y cuáles no son? Si no podemos confiar en algunas declaraciones de la Biblia, entonces tampoco podemos confiar en su mensaje espiritual.

Tal línea de pensamiento está equivocada porque es un insulto desleal hacia DIOS quien es el autor de la Biblia. La exactitud de los relatos, los personajes, y los lugares en la Biblia son un reflejo de la integridad de DIOS y son un reflejo de la capacidad divina de conservar exacto el contenido de la Biblia a través de los siglos. Jamás tendremos un aprecio lo suficientemente profundo por la descripción tan exacta del mundo físico tal como se presenta en la Biblia porque refleja al DIOS que la escribió.

Un ejemplo tomado de la Geografía:

Si bien es cierto que la Biblia no pretende deliberadamente educar a sus lectores en principios y datos científicos, todo asunto que discute lo relacionado con la creación de DIOS es exacto y verdadero. Veamos por ejemplo, en el libro de Job 26:7 donde leemos una descripción moderna de la tierra en su giro sobre el espacio vacío. Este texto fue escrito unos 3.000 años antes de Cristo. Tal descripción hace un contraste agudo con las nociones fantásticas imaginarias que el resto del mundo enseñaba o creía en ese tiempo:

Él extiende el Norte sobre el vacío,

cuelga la tierra sobre la nada.

En apoyo de Job 26:7, Isaías 40:22 señala que DIOS se sienta sobre "el círculo de la tierra". La tierra aparecería como un "circulo"  a aquellos que viviesen sobre ella solamente si se trata de una esfera. Isaías 40 concuerda con la descripción dada en Job 26 y apoya su exactitud, cualidad que debemos esperar de la Biblia. Después de todo, ¿quién sabe mejor que el creador como fue diseñado y construido el universo?

Un ejemplo tomado de la Arqueología:

Las más antiguas copias existen hoy en día de los poemas y ensayos griegos más famosos, tienen todas de 800 a 1000 años más nuevas que sus originales. Sin embargo, ningún erudito aceptaría el argumento de que los escritos clásicos griegos son falsos y que deberían ser descartados. En contraste con esto, las copias más antiguas de muchos libros del Antiguo Testamento están fechadas entre 50 y 80  años más tarde que los originales autografiados. Basados en esta información, entonces, la Biblia debería tener al menos el mismo nivel de aceptación que tiene la literatura griega, tan reverenciada hoy en día.

En efecto, descubrimientos recientes han confirmado la integridad histórica de la Biblia, causando que muchos arqueólogos que antes la habían tenido en muy poca estima, ahora hayan cambiado su disposición contraria a las Escrituras, por un respeto científico hacia ella. Por ejemplo en Génesis 15:20 un pueblo llamado "Heteos"  está mencionado. Por años, muchos se mofaron de la Biblia por hacer mención de esta raza de personas.

Pero hace solo unas pocas décadas fueron descubiertas las ruinas de una ciudad en el país de Turquía, al norte del Israel actual, que probo ser una ciudad principal de los Heteos.  

Evidencia histórica:

La Biblia nos declara los acontecimientos antes de que estos sucedan. El profeta Isaías 45:1, habla acerca de Ciro, rey de Persia, quien eventualmente restauraría la nación de Judá. Persia era un reino esplendido que estaba ubicado en lo que hoy llamamos Irán. Ahora bien, Isaías escribió durante el reinado del rey Ezequías en Judá. Ezequías murió en el año 687 A.C., pero Ciro no comenzó a reinar como rey del imperio persa hasta después del año 600 A.C, más de 80 años después de que Isaías dejara la escena de los acontecimientos. Sólo DIOS podía saber el nombre del hombre que sería el rey de Persia casi un siglo antes de que éste ascendiera al trono.

Además encontramos que muchas de las profecías históricas que anunciaban al Señor Jesucristo fueron declaradas 1.000 años antes de su nacimiento. Cada uno de los libros del Antiguo Testamento se refiere claramente a Jesús en una manera u otra. Por ejemplo, nótese los detalles del Salmo 22, Isaías 53 o Miqueas 5:2. Enfrentándonos a estas evidencias históricas, tenemos solamente las opciones siguientes: Una de dos, o bien la Biblia fue escrita por DIOS, para quien el tiempo no constituye barrera alguna, o se trata de una broma, o peor aún, una mentira tramada por personas que posteriormente escribieron la profecía con el único objeto de hacer aparecer la Biblia como un libro de DIOS. La opción  correcta es que solo la Biblia es la palabra santa y verdadera de DIOS.    

Evidencia de la experiencia personal:

La experiencia de todos los que han sido transformados por ella. Hay diferencias notables en la vida de una persona que ha puesto su confianza en el señor Jesucristo y que se conduce conforme a su palabra, la Biblia. Dicho de otra manera, la Biblia puede hacer por los creyentes, lo que ella dice que puede hacer. 

ü  La Biblia promete quitar el castigo del juicio y da seguridad de que no hay más condenación para todo aquel  que confié en Jesús:

»De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida. (Jn 5.24).

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu, porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Lo que era imposible para la Ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne, para que la justicia de la Ley se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

Los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz, por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios, porque no se sujetan a la Ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.

Pero vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios está en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, pero el espíritu vive a causa de la justicia.  Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús está en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que está en vosotros.

Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne, porque si vivís conforme a la carne, moriréis; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.

Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios, pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: «¡Abba, Padre!» El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. (Ro 8.1-17).

En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. (1 Jn 4.18).

ü  La Biblia promete que puede limpiar la vida interior del cristiano:

¿Con qué limpiará el joven su camino?

¡Con guardar tu palabra!

Con todo mi corazón te he buscado;

no me dejes desviar de tus mandamientos.

En mi corazón he guardado tus dichos,

para no pecar contra ti. (Sal 119.9-11).

Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. (Jn 15.3).

ü  La Biblia promete libración de la esclavitud del pecado y darnos la sabiduría y poder para vencerlo exitosamente:

Jesús les respondió:

—De cierto, de cierto os digo que todo aquel que practica el pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os liberta, seréis verdaderamente libres. (Jn 8.34-36).

y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. (Ro 6.18).

Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. (Col 3.1).

·         La Biblia da significado y propósito a la vida, lo cual motiva a los cristianos a servir a su Señor:

Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. (1º Pedro 2:9).

Los creyentes experimentan una vida que nunca habían tenido antes, una vida nueva que se evidencia por el hecho de que ya no continúan llenos de amargura por sus pecados pasados, desde que:

ü  leyeron en Hebreos 10:16-17 acerca del perdón de Dios: 

«Éste es el pacto que haré con ellos

después de aquellos días, dice el Señor:

Pondré mis leyes en sus corazones,

y en sus mentes las escribiré»,

añade:

«Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones».

ü  Y desde que fueron bautizados en el nombre de Jesús:

Pedro les dijo:

—Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo a para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. (Hechos 2:38). 

Los creyentes ahora pueden sacrificarse por los demás, vencer sus temores, y ser personas reales, porque hallan su descanso en el Señor y no en la esperanza vana de que en alguna manera las cosas van a salir bien. Una persona que confía en la Biblia cuenta con la experiencia espiritual personal de saber que las promesas de la Biblia, en vez de ser mera poesía, son reales y dan testimonio a su corazón de que su confianza en la Biblia no es en vano.

EVIDENCIAS INTERNAS:

Ahora consideramos brevemente las evidencias internas, las cuales nos dan buenas razones para confiar en la Biblia. En otras palabras, existen hechos dentro de la Biblia que demuestra que ella es una fuente de información fiel y confiable.

El Testimonio de la Biblia:

La Biblia reclama ser de DIOS.  Por ejemplo:

David, quien escribió la mayoría de los salmos, afirma que lo que él escribió proviene de DIOS: El espíritu de Jehová habla por mí, su palabra está en mi lengua. (2º Samuel 23:2).

Jeremías afirma lo mismo: Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo… (Jeremías 1:4).  

Lo mismo acontece con el apóstol Pablo: Por lo cual también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, porque cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes. (1º Tesalonicenses 2:13).

Pedro dice que las epístolas de Pablo son "Escrituras", incluyéndolas como escritos sagrados: en casi todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen (como también las otras Escrituras) para su propia perdición. (2º Pedro 3:16). 

El mismo señor Jesucristo hace toda clase de declaraciones sobre la veracidad de la Biblia:

Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la Ley. (Lc 16.17).

Luego les dijo:

—Éstas son las palabras que os hablé estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos. (Lc 24.44).

Santifícalos n en tu verdad: tu palabra es verdad. (Jn 17.17).

Él siempre considero como reales las narraciones históricas del Antiguo Testamento:

desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el Templo; sí, os digo que será demandada de esta generación. (Lc 11.51).

Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca y vino el diluvio y los destruyó a todos. Asimismo, como sucedió en los días de Lot, cuando comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del hombre se manifieste.

 »En aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que esté en el campo, asimismo no vuelva atrás. Acordaos de la mujer de Lot. 33 Todo el que procure salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salvará. (Lc 17.26-33).

La Unidad de la Biblia:

La Biblia fue escrita en un periodo que comprende aproximadamente 1500 años, desde el tiempo de Moisés  (1.400 A.C.) hasta el apóstol Juan (aproximadamente 100 D.C.).  El número total de los autores humanos es por lo menos 40. Con todo, no obstante diferentes hombres escribiendo en diferentes épocas, el mensaje que escribieron es siempre el mismo, sin ninguna contradicción. La razón es que DIOS es su autor, y El uso hombres para escribir lo que El quiso decir.

Los escritores humanos vivieron y murieron en épocas diferentes pero el DIOS que vive para siempre dijo a cada uno de ellos qué escribir.  Por esa razón, estamos habilitados para comparar las diferentes partes de la Biblia y descubrir que ellas concuerdan y se aclaran unas con las otras:

De estas cosas hablamos, no con palabras enseñadas por la sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. (1 Co 2.13).

Podemos acudir a cualquier parte de la Biblia con la certeza de que es digna de confianza.

El Contenido de la Biblia:

Pero las evidencias internas más asombrosas de la veracidad de la Biblia son los asuntos que ella expone.  El contenido de la Biblia, las cosas sobre las que habla, son temas que la Biblia podría decir solamente si ella fue escrita en realidad por DIOS. Por ejemplo, la Biblia declara que Jesús reclama ser DIOS (Juan 10:30);  la Biblia declara que sus  apóstoles reclama que Jesús es DIOS (Juan 20:28); la Biblia declara que el Padre confirma que Jesús es DIOS (Hebreos 1:8); entonces la conclusión de este testimonio es una de dos: o la Biblia narra locuras, o es verdad lo que dice siendo el único libro de su clase.

Otro importante ejemplo es que sólo la Biblia habla del pecado. Ningún hombre tiene la valentía de escribir de la condición degradante de la raza humana de la manera como lo narra la Biblia.  Es realmente un cuadro horrible, nos ofende y no nos sentimos nada felices al leerlo.  Esto explica el por qué se nos hace tan difícil creer que la Biblia dice la verdad.  El problema no es la falta de Evidencias, sino con nuestros corazones. ¿A quién le gusta saber que es un miserable y terrible pecador corrupto?  ¿Quién se regocija después de haber escuchado que está sentenciado para ir al infierno y sufrir la ira eterna de DIOS? ¿Quién se complace en saber que no hay nada bueno en él, y que está en rebeldía contra DIOS su creador?

Solo DIOS puede ser honesto con nosotros porque solamente él conoce la verdad. Y solamente Él está dispuesto a ser honesto con nosotros como una manifestación de su amor.  El amor verdadero no se expresa con palabras humanas que nos tratan de hacer sentir bien por un momento, usando adulaciones vanas, para luego dejarnos en la misma situación, porque no tiene una esperanza real que ofrecernos.  El amor verdadero se expresa por medio de la verdad, porque esto es lo único que nos puede ayudar.

La descripción fidedigna de la humanidad que la Biblia presenta no es atractiva. Sin embargo contribuye el consejo de un amigo verdadero. DIOS sabe que nosotros estamos caminando al borde de un abismo, listo para caer de un momento a otro en el mismo infierno.  Él nos dice exactamente qué es lo que necesitamos saber para escapar de ese peligro.

La Biblia no aparece en la lista de los diez libros más populares del año, ella está fuera de concurso, solo la Biblia puede hacer una promesa y cumplirla, tal como: Venid a mi todo los que estáis trabajados y cargados que yo os haré descansar.  Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. (Mateo 11:28-30).

El Mensaje de la Biblia:

Hay un aspecto final que todavía debemos enfrentar cuando consideramos si se puede confiar en la Biblia. Supongo que la mayoría de las personas tienen al menos la idea de que existe un DIOS. Pero si DIOS en verdad es DIOS, entonces Él le hablará al hombre con autoridad absoluta y debemos someternos a su palabra. Dicho de otra manera, lo que pensamos de la palabra de DIOS, y cómo reaccionemos frente a ella, refleja lo que pensamos de DIOS. No podemos separar a DIOS y a su palabra.

Si la gente no cree en el  DIOS de la Biblia, se entiende entonces que se comporten como lo hacen, porque el futuro amargo de sus vidas egoístas ha venido a ser la cosecha que la Biblia dice que tendrán:

No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará, porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. (Gálatas 6:7-8).

Estas es la evidencia más alarmante de todas. Y por encima de todo esto, tendrán que enfrentar a un DIOS de ira, que los perseguirá hasta someterlos a su palabra en el día del juicio, como lo predice la Biblia.

CONCLUSIÓN

Es una buena cosa preguntarnos si podemos confiar en la Biblia. La Biblia está dispuesta a que le tomemos nuestro examen, desde el principio hasta el fin, y saldrá airosa. Como Santiago 1:6 expone, nunca nos debemos sentir renuentes a pedirle a DIOS la capacidad de confiar en su palabra y la sabiduría necesaria para extraer de la Biblia las cosas que deseamos saber.

Sin embargo, estudiar la Biblia es más que un trabajo intelectual, es una actividad espiritual, una investigación santa. Solamente si nos acercamos a la Biblia humildemente y con una mente abierta, preparada para la verdad, encontraremos las respuestas que necesitamos.  

 

"TU PALABRA ES VERDAD"

Juan 17:17

 


 
 
Paz de Cristo!

ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor 
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia 
Reuniones Martes, Jueves y Sábado 7 PM, Domingos 8 AM y 10 AM.
Calle 30 # 22 61, Cañaveral, Floridablanca.
http://adonayrojasortiz.blogspot.com/
 


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