Otras actividades, aunque sean cristianas y buenas, no han de suprimir las horas que los líderes necesitan para el estudio de la Palabra. Sólo así pueden cumplir su delicado trabajo de comunicar fielmente la verdad de Dios a los oyentes. Martín Lutero dijo que la oración, el estudio y el sufrimiento hacen a un pastor.
También hay un mensaje aquí para la membresía de la iglesia local. Es muy importante que los pastores dediquen el tiempo necesario para el estudio de las Escrituras y la preparación de los mensajes y estudios bíblicos. Si no tiene tiempo para hacerlo, no podrá impartir la nutrición espiritual que requiere la congregación. En este case es probable que los miembros y líderes y dejen de crecer en la madurez espiritual que Dios espera y la vida y ministerio de toda la í glesia sufrirá. Pueden surgir disensiones y divisiones (1 Corintios 3:1–3). Los miembros no sabrán participar en los distintos ministerios porque no han sido capacitados (Efesios 4:11–13). La iglesia estará desnutrida y débil.
Por lo tanto, la congregación necesita dar al pastor el tiempo que requiera para estudiar; él debe apartar ciertas horas cada día para estudiar su Biblia, leer sobre los temas que va a predicar y enseñar y preparar los mensajes y estudios. Los otros líderes de la iglesia y Los miembros han de compartir con él los deberes pastorales y administrativos para que el pastor dedique mucho tiempo a la oración y al ministerio de la Palabra de Dios (Hechos 6:1–7).
La iglesia debe hacer todo lo posible por sostener económicamente al que se dedique a la predicación y la enseñanza de tal manera que no tenga que "enredarse en los negocios de la vida" a fin de satisfacer sus necesidades económicas ( 1 Timoteo 5:17–18; 2 Timoteo 2:2–4). Sus tareas principales son las de alimentar a la iglesia, protegerla de las doctrinas falsas, perfeccionar a los santos y capacitar a hombres fieles de la congregación para que instruyan también a otros (Hechos 20:17–32, Efesios 4:11–12, 2 Timoteo 2:2).
Orth, S. (1993). Estudios Bı́blicos ELA: Toma la estafeta (2da Timoteo) (pp. 82–83). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.
(Por favor me confirma si lee este correo electrónico)
Muchas gracias.
Paz de Cristo!
ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
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