Una Adolescente Conquistadora
Al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.[1]
OBJETIVO:
El adolescente entenderá que, aún a su temprana edad, puede ser un instrumento útil si como lo hizo María se pone en las manos de Dios con todo lo que esto implica.
INTRODUCCIÓN:
La adolescencia y la juventud son pasajeras. En ellas sin embargo se nos presentan oportunidades que marcarán radicalmente nuestras vidas, para mal o para bien.
Dios aún está interesado en los adolescentes. Por eso se hace imprescindible que el joven se ponga completamente a disposición del Señor Jesús para que él lleve a buen término su propósito, aunque eso implique renunciar a muchos de los anhelos personales.
María, la virgen, es un digno ejemplo a imitar. Tenía muchas cosas de las cuales podía sentirse orgullosa, pero renuncia a ellas con tal que Dios lleve a cabo sus planes. Ella se somete voluntariamente al querer de Dios, renunciando al suyo propio.
¿Estaría dispuesto usted hoy a hacer lo mismo?
DESARROLLO:
Era el sexto mes de embarazo de Elizabeth, y Gabriel, el mismo ángel que había anunciado el nacimiento de Juan, ahora es enviado a Nazaret, aldea de Galilea. Porque allí vivía María, una virgen prometida en matrimonio con un hombre de la misma aldea llamado José, quien al igual que María era de la casa de David.
Hacía seis meses Gabriel había entregado un mensaje de gozo y alegría a Zacarías. Sin embargo, la recepción que se le dio a su buena noticia no había sido del todo favorable. — ¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque soy viejo y mi esposa esta entrada en años.[2]
Para esta reacción no había excusa. Era definitivamente una respuesta de incredulidad. Zacarías no había creído la palabra de Dios. ¿Creerá usted el mensaje que le traemos de parte de Dios?
Y ahora el mismo Gabriel recibe otra misión. Desde el punto de vista terrenal el mensaje que debe entregar a la jovencita virgen es todavía más increíble.
El Mesías está por hacer su aparición y Gabriel ha recibido la orden de anunciar su llegada, que ocurrirá por medio de la concepción y el nacimiento. Esta concepción va a ser única de un modo que jamás ha ocurrido y jamás volverá suceder
Finalmente ha llegado el gran momento que todas las generaciones precedentes habían estado esperando.
Si comparamos esta misión con la llevada a cabo seis meses atrás, esta podría ser recibida con escepticismo (duda- tendencia a no creer) aun mas frio que el de Zacarías, ya que el mensaje iba a ser entregado a una virgen, no tenía relaciones sexuales ¿Cómo quedaría embarazada entonces?
El ángel saluda de manera muy especial a María, le dice Muy favorecida, la Vulgata dice: llena de gracia, que no es una mala traducción a menos que se interprete erróneamente como si dijese María estas llena de gracia, gracia que está a tu disposición para otorgarla a otros como quieras.
El verdadero sentido de ese saludo es: estas llena de la gracia que has recibido de Dios o también eres una persona divinamente favorecida.
Ella se turbo mucho por sus palabras y se preguntaba ¿qué clase de saludo podría ser este? María estaba turbada por las palabras del ángel. A pesar del cordial saludo del ángel, ella experimentó un temor momentáneo. ¿Por qué?
María era una joven, quizás una adolescente, de excelente carácter moral y espiritual, pero aún así era pecadora y por lo tanto no podía comprender cómo era posible que se le hablara a ella con palabras tan elevadas. ¿Ella señalada por el Señor como objeto de un favor muy especial? Así es la gracia de Dios.
María preguntó al ángel: ¿Cómo será esto?, porque no vivo con un marido.
Recordemos que cuando Gabriel dijo a Zacarías que su esposa iba a tener un hijo, el sacerdote respondió: ¿Cómo puedo estar seguro de esto? o equivalente a no lo puedo creer.
Pero ahora María recibe la noticia y da por hecho que ocurrirá, no es culpable de falta de fe, ella cree.[3]
Por ahora está turbada, perpleja, confundida. Ha interpretado correctamente el mensaje del ángel que quiere decir: sin la participación de un marido vas a concebir un hijo. ¿Pero cómo iba a ser esto posible? Muchos se preguntan lo mismo hoy en día, ¿Cómo es posible que Dios me use a mí?
Aunque la respuesta que recibió le dejo aun ciertas dudas sin responder, contenía todo lo que ella necesitaba saber por el momento.
El ángel le respondió: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del altísimo te cubrirá con su sombra, por eso el santo ser que te nacerá será llamado hijo de Dios. El Espíritu Santo es el mismo poder del altísimo.
¿Significa esto, que con esa respuesta Gabriel le dejó todo claro a María? No, pero fue suficiente para esta joven.
Si no entendemos bien cómo crece un bebé dentro del vientre de una madre de manera natural, menos vamos a entender este milagro de la encarnación. Un milagro es algo que no tiene una explicación natural ni lógica.
Así que esta concepción única en su género, por medio de la cual el verbo de Dios asume la naturaleza humana es algo que sobrepasa toda comprensión humana. Sin embargo María cree y se somete gustosamente.
A fin de que María pueda aceptar esto que es milagroso y único en su género, el ángel Gabriel le dirige la atención a lo que ella bien podría considerar otro milagro. También tu parienta Elizabet va a tener un hijo, a pesar de que es anciana; la que decían que no podía tener hijos, está encinta desde hace seis meses. Para Dios no hay nada imposible.[4]
El ángel deja bien claro que para Dios nada es imposible y en consecuencia podría cumplir también este milagro sin la ayuda de José.
Frente a esa declaración de la omnipotencia de Dios entonces María dijo: Heme aquí, la sierva del Señor. ¡Hágase conmigo según tu palabra!
En lugar de sierva algunas versiones llevan la palabra esclava que en el presente contexto esa traducción no sería la más adecuada; pues la palabra esclava generalmente se asocia con la idea de sumisión forzosa, con el servicio no voluntario, y trato duro. La reacción de María fue lo contrario hágase conmigo según tu palabra, una sumisión voluntaria y muy bien pensada.
Ella es la sierva del Señor y está deseosa de servirle dispuesta a hacer su voluntad y ser usada para llevar a cabo sus propósitos.
Pero una decisión tan seria como esa tiene sus consecuencias, esto no era fácil.
María sabía que el hecho de quedar en cinta en ese momento en particular, antes de la consumación de su matrimonio con José, la expondría a una crítica dolorosa, y al ridículo; quizás a algo peor (Si hay una muchacha virgen comprometida con un hombre, y alguien la halla en la ciudad y se acuesta con ella, los sacaréis a ambos a la puerta de la ciudad y los apedrearéis hasta que mueran; la joven, porque no pidió socorro en la ciudad, y el hombre, porque humilló a la mujer de su prójimo. Así extirparás el mal de en medio de ti.[5])
Pero ella hizo un acto de completa rendición. Se puso en cuerpo y alma a disposición de Dios que la distinguía con tan alto honor.
Y aunque María no comprendió completamente todo ¡CREYÓ! (la fe consiste en encomendar nuestro camino al Señor, confiando en él, sabiendo que él hará lo mejor)
La actitud de María fue la de una mujer fuerte y obediente, una sierva que vive por lo que caracteriza la verdadera rendición creer y obedecer.
También es ejemplar la sencillez y la humildad con que María recibe este mensaje que trasforma radicalmente su vida. No se consideró digna de aquel honor, ni creyó merecer ningún trato especial de los hombres o de Dios.
Ahora su parienta la llama bienaventurada eres entre las mujeres…. Bienaventurada es más que feliz, esto es una persona cuando descansa sobre ella el favor de Dios.
Y bendita es la que creyó porque habrá un cumplimiento de las palabras que le habló el Señor. Esta afirmación describe a María como una MUJER DE FE.
¿Cuando creyó María? No solamente cuando la promesa llegó sino antes. ¿Que creyó? Lo que jamás había ocurrido. Ahora iba a suceder que la esperanza de todas las edades llegara a su cumplimiento, por medio de una entrega voluntaria y completa a la voluntad de Dios.
María alaba a Dios por lo que ha hecho por ella y la muestra como una MUJER AGRADECIDA. No se está quejando ni le está poniendo condiciones al Señor, es muy consciente del privilegio que tiene de ser sierva de él, por eso está agradecida.
Su acción de gracias y alabanzas amplían mas su horizonte hasta abarcar el territorio espiritual y asciende a la contemplación de la misericordia divina de generación en generación a los que le temen, nos muestran a una mujer profundamente TEMEROSA DE DIOS.
María quiere hacernos ver que así como en el pasado Dios ha ayudado a Israel cuando estaba en angustia también lo hace ahora. Porque él es el mismo ayer hoy y por los siglos. Esta es una mujer que reconoce la grandeza y el poderío de su Señor.
María es una adolescente conquistadora, completamente agradecida y comprometida con su hacedor.
APLICACIÓN:
Si el Señor elige una persona para una misión o servicio requerirá de ella todo lo que la mente el corazón y sus fuerzas puedan dar de sí.
Y cuando somos consientes de esta verdad, las dificultades y los dolores que conlleva el servicio dejan de ser causa de lamentación y se convierten en parte gozosas del mismo.
Dios hoy está escogiendo una persona, tal vez un adolescente, para usarle y cumplir su propósito. ¿Estará dispuesto a responder como lo hizo María?
[1] Lucas 1: 26 y 27
[2] Lucas 1: 18
[3] Lucas 1: 45
[4] Lucas 1: 36 y 37
[5] Deuteronomio 22:23 y 24
ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor IPUC
http://www.adonayrojasortiz.blogspot.com/
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