Bautismo

Análisis Interactivo: Bautismo y Salvación

Bautismo y Salvación

Un Análisis Exegético de su Relación Indispensable

Introducción: La Cuestión Fundamental

El presente estudio aborda una de las cuestiones soteriológicas más cruciales del Nuevo Testamento: la relación entre el bautismo y la salvación. Lejos de ser un rito opcional o meramente simbólico, un análisis riguroso de los textos bíblicos revela el bautismo como una condición divinamente establecida e indispensable en el proceso de la salvación. Esta aplicación interactiva explora los pilares exegéticos que fundamentan esta doctrina, invitando al estudiante de las Escrituras a examinar la evidencia tal como fue presentada por Cristo y sus apóstoles.

La Gran Comisión: Una Secuencia Inalterable

El punto de partida ineludible es el mandato de Jesucristo mismo, registrado en el Evangelio de Marcos. Aquí, el Señor no presenta dos ideas separadas, sino una proposición condicional unificada. La estructura gramatical es precisa y su orden, teológicamente significativo. No se contempla la salvación para el creyente que omite el bautismo.

"El que crea y sea bautizado, será salvo; pero el que no crea, será condenado."
- Marcos 16:16

Análisis de la secuencia salvífica:

1. Creer (πιστεύσας - pisteusas)
+
2. Ser Bautizado (βαπτισθεὶς - baptistheis)
=
3. Ser Salvo (σωθήσεται - sōthēsetai)

Nótese que la condenación se vincula únicamente a la incredulidad porque esta es la raíz que impide dar el siguiente paso ordenado por Cristo: el bautismo. El que no cree, naturalmente, no se bautizará. Sin embargo, para el que cree, el bautismo es el paso consecuente y necesario para completar la condición de la salvación.

La Tipología del Diluvio: Salvación a Través del Agua

El apóstol Pedro ofrece una de las analogías más poderosas, conectando el bautismo con el evento del diluvio. El arca de Noé, un instrumento de salvación, fue levantada y llevada a la seguridad precisamente por el agua que juzgó al mundo. Pedro declara que este evento es un "tipo" o prefiguración del bautismo, el cual ahora nos salva.

"El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) mediante la resurrección de Jesucristo."
- 1 Pedro 3:21

TIPO: El Diluvio

  • Un mundo corrompido destinado al juicio.
  • El agua actúa como agente de juicio y destrucción.
  • Ocho personas se salvan a través del agua (δι᾽ ὕδατος) al estar dentro del arca.
  • El arca es el único medio de salvación provisto por Dios.

ANTITIPO: El Bautismo

  • Una humanidad pecadora bajo condenación.
  • El agua del bautismo simboliza la sepultura del viejo hombre.
  • El creyente es salvado a través del bautismo, que es la respuesta de fe.
  • La obediencia a Cristo en el bautismo es el medio de salvación que nos une a Su muerte y resurrección.

Pedro aclara que su poder no es meramente físico ("no quitando las inmundicias de la carne"), sino espiritual: es la respuesta de una conciencia que apela a Dios por limpieza, una limpieza que se hace efectiva en el acto del bautismo por la autoridad de la resurrección de Cristo.

El Instrumento para el Perdón de los Pecados

El Nuevo Testamento vincula consistentemente el bautismo con el perdón de los pecados, que es un componente esencial de la salvación. Sin remisión de pecados, no hay reconciliación con Dios. Los siguientes pasajes establecen esta conexión de forma explícita e inequívoca.

Hechos 2:38 - El Sermón de Pentecostés

+
"Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados..."

La preposición griega "eis" (para) indica propósito y dirección. El bautismo no es una celebración de un perdón ya recibido, sino el medio divinamente señalado para recibir dicho perdón, posterior al arrepentimiento.

Hechos 22:16 - La Conversión de Saulo

+
"Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre."

A pesar de su encuentro con Cristo en el camino a Damasco y de haber sido un creyente arrepentido por tres días, los pecados de Saulo (Pablo) aún no habían sido lavados. Ananías le ordena ser bautizado para que este lavamiento ocurra.

Marcos 1:4 - El Bautismo de Juan

+
"Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados."

Incluso el bautismo precursor de Juan, que preparaba el camino para Cristo, estaba intrínsecamente ligado al concepto de "perdón de pecados". El bautismo cristiano, superior al de Juan, lleva esta realidad a su pleno cumplimiento en el nombre de Jesús.

La Exhortación Apostólica: "Sed Salvos"

El clímax del primer sermón del evangelio en Hechos 2 no es solo una explicación teológica, sino una exhortación urgente a la acción. La respuesta a la pregunta "¿qué haremos?" fue "Arrepentíos y bautícese". La narrativa confirma que la salvación estaba ligada a esta obediencia.

"Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas."
- Hechos 2:40-41

Análisis de la Conexión Causal:

  1. La Exhortación: "Sed salvos". Este es el objetivo final presentado a la multitud.
  2. La Condición: Pedro ya había establecido el arrepentimiento y el bautismo como la respuesta requerida (v. 38).
  3. La Reacción: "Los que recibieron su palabra..." (es decir, aceptaron la exhortación y sus condiciones).
  4. La Acción Consecuente: "...fueron bautizados".

La secuencia es clara: la salvación fue ofrecida, y aquellos que la aceptaron lo demostraron y la hicieron efectiva a través del bautismo. La adición de las 3,000 almas a la iglesia se registra después de su bautismo, no antes.

Conclusión Exegética

Los testimonios bíblicos, desde el mandato directo de Cristo hasta la exégesis tipológica y la práctica apostólica, convergen en una conclusión ineludible: el bautismo no es un apéndice opcional a la fe, sino una parte integral y necesaria del plan de salvación ordenado por Dios. Es el momento en que la fe obediente de un pecador arrepentido se encuentra con la gracia de Dios para el perdón de los pecados, resultando en la salvación a través del poder de la resurrección de Jesucristo. Por lo tanto, para quien desea obtener la salvación, la pregunta de Ananías resuena a través de los siglos: "¿Por qué te detienes?".

domingo, 6 de noviembre de 2011

Timoteo y Tito

INTRODUCCIÓN A LAS EPÍSTOLAS PASTORALES

I.                           Valor de las cartas

A través de los tiempos estas cartas se han usado para instruir a ministros en cuanto a sus deberes, conducta y requerimientos, y resultaron ser valiosas como patrón ético. Pero su utilidad ha rebalsado estos límites ministeriales, ya que en ellas se encuentran principios espirituales importantísimos que remiten a grandes verdades doctrinales, como así también notas de aliento y discernimiento teológico que han enriquecido la vida devocional de las iglesias.

Ellas llenan una parte que ninguna otra de las cartas del NT nos suple. Se relacionan fundamentalmente con el oficio del ministro. Es cierto que hay otras partes en el NT donde se tocan estos temas: Mt. 10; Mr. 16; 1, 2 Co., pero aquí toman un relieve mayor al hablar de las calificaciones y deberes que surgen de él. Es claro que el bienestar y crecimiento de la congregación depende en gran manera, del carácter del ministro. En sus manos está la preservación y la expansión del mensaje. La iglesia se adhiere a la verdad, se edifica en fe, se distingue por el amor, pureza y celo, en la medida en que el ministro es honrado y se muestra calificado para su trabajo.

En todas las épocas la corrupción ha comenzado por el ministerio, pero también es cierto que en donde ha habido celo, fuerza y belleza en la extensión del mensaje es porque Dios había derramado su Espíritu abundantemente sobre los que cumplieron el oficio sagrado. Si la iglesia ha de prosperar en todas las edades, el púlpito debe estar lleno con ministros piadosos, enseñados, laboriosos, devotos y firmes. Y aunque el contenido de estas cartas fundamentalmente se dirige a los ministros del evangelio, la iglesia misma puede promover de una manera insuperable su propia pureza y prosperidad al estudiar con atención y oración estas epístolas.

Los siguientes puntos hacen a las pastorales relevantes para su estudio:

•          Ponen énfasis en la sana doctrina.

•          Exigen una vida consagrada.

•          Responden a la pregunta si la fe, lo que ceo, tienen algún valor.

•          Nos muestran las actividades finales de Pablo.

•          Brindan una valiosa información de la iglesia en el tercer cuarto del siglo I d.C.

II.                      Las pastorales y Hechos de los Apóstoles

Se llaman así porque mayormente están dirigidas a pastores, o porque atienden asuntos pastorales.

Las epístolas pastorales están fuera del registro de Hechos, por lo cual es difícil reconstruir este período de la vida de Pablo. Sin embargo, hay ciertos indicios que pueden extraerse de las mismas epístolas pastorales.

El contexto histórico de Hechos finaliza con Pablo en la cárcel en Roma. A la luz de 1 Ti. y Tito, Pablo se halla libre, mientras que en 2 Ti. no sólo está en la cárcel, sino también esperando su sentencia final:

Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios. (1:8)

en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; pero la palabra de Dios no está presa. (2:9)

Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.

Yo ya estoy próximo a ser sacrificado. El tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. (4:5–8)

De modo que entre ambos acontecimientos (encarcelamientos), el apóstol estuvo libre y siguió su trabajo misionero.

Las tres epístolas muestran algunos elementos de la actuación de Pablo en ese período:

•          1 Ti.: Pablo acaba de dejar a Timoteo en Éfeso.

Como te rogué que te quedaras en Éfeso cuando fui a Macedonia, para que mandaras a algunos que no enseñen diferente doctrina. (1 Ti. 1:3)

•          Tit.: Pablo acaba de dejar a Tito en Creta.

            Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieras lo deficiente y establecieras ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé. (Tit. 1:5)

            Al final el apóstol insta a Tito a reunirse con él en Nicópolis para el invierno.

Cuando te envíe a Artemas o a Tíquico, apresúrate a venir a mí a Nicópolis, porque allí he determinado pasar el invierno. (3:12)

•          2 Ti.: Pablo está prisionero y anticipa su final. Ya ha estado en Roma. Onesíforo lo estuvo buscando allí.

Tenga el Señor misericordia de la casa de Onesíforo, porque muchas veces me confortó y no se avergonzó de mis cadenas, sino que, cuando estuvo en Roma, me buscó solícitamente y me halló. (1:16 y 17)

Había dejado parte de sus pertenencias en Troas.

Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos. (2 Ti. 4:13)

También había estado en Mileto donde dejó a Trófimo enfermo.

Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo dejé en Mileto, enfermo. (2 Ti. 4:20)

En 4:16 se menciona un "juicio anterior", que probablemente haya sido un examen preliminar para el juicio oficial final.

En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado esto en cuenta.

En la Epístola a los Romanos, Pablo hablaba de su deseo de ir a España, siendo encaminado por los mismos romanos cuando los visitara. Si bien allí dice que ya había cumplido su misión en el este y sus ojos estaban en el oeste, al estar en la prisión romana escribe supuestamente Ef., Col., Flm. y Fil. con lo cual da a entender que su mirada todavía estaba puesta en el oriente, y no sólo por escribir sino también con deseos de ir. Daría la apariencia que el apóstol cambió de punto de vista y volvió a oriente, a recorrer lo visitado, combatir las herejías del momento, organizar las iglesias y enviar delegados para la prosecución de dichas tareas. No se sabe, finalmente, si Pablo fue o no a España. De haber ido, tuvo que haber sido obviamente antes de su regreso al este.

III.                Timoteo y Tito

Timoteo

Timoteo era natural de Listra y muy estimado por la iglesia del lugar y de Iconio. Era hijo de madre judía y padre griego. Evidentemente ella influyó en su educación.

Después llegó a Derbe y a Listra. Había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego; y daban buen testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio. (Hch. 16:1 y 2)

trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. (2 Ti. 1:5)

En el verano del 49 ó 50 después de la disputa con Pedro (Gá. 2:11ss) y con Bernabé (Hch. 15:36ss), Pablo asocia a Timoteo a su equipo misionero. Éste estaría unido al apóstol con más desinterés que nadie hasta su muerte, unos quince años.

Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al tener noticias vuestras, porque no tengo a ningún otro que comparta mis sentimientos y que tan sinceramente se interese por vosotros, pues todos buscan sus propios intereses y no los de Cristo Jesús. Pero ya conocéis los méritos de él, que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio. (Fil. 2:19–22)

Corrían los años del primer viaje misionero, y Timoteo pudo ver los sufrimientos del apóstol.

Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, entereza, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, pero de todas me ha librado el Señor. (2 Ti. 3:10 y 11)

Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. (1 Tim 4: 12)

Timoteo parece haber sido de unos veinte años de edad o menos, cuando se asoció a Pablo, y aunque al principio era auxiliar en sus tareas misioneras, enseguida le encargó ciertas actividades independientes.

Por eso, no pudiendo soportarlo más, acordamos quedarnos solos en Atenas, y enviamos a Timoteo, nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe. (1 Ts. 3:1ss)

Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias. (1 Co. 4:17)

Si llega Timoteo, procurad que esté con vosotros con tranquilidad, porque él hace la obra del Señor lo mismo que yo. Por tanto, nadie lo tenga en poco, sino encaminadlo en paz para que venga a mí, porque lo espero con los hermanos. (16:10ss)

Envió entonces a Macedonia a dos de los que lo ayudaban, Timoteo y Erasto, y él se quedó por algún tiempo en Asia. (Hch. 19:22)

Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al tener noticias vuestras, porque no tengo a ningún otro que comparta mis sentimientos y que tan sinceramente se interese por vosotros, pues todos buscan sus propios intereses y no los de Cristo Jesús. Pero ya conocéis los méritos de él, que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio. Así que a éste espero enviaros, luego que yo vea cómo van mis asuntos. (Fil. 2:19ss)

Timoteo es citado como corredactor en seis epístolas:

Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo…  Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo. (1, 2 Ts.)

Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya. (2 Co.)

Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos. (Fil.)

Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, 2 a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. (Col.)

Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro, a la amada hermana Apia, a Arquipo, nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa. (Flm.)

También acompañó a Pablo en su viaje a Jerusalén después del tercer viaje misionero:

Lo acompañaron hasta Asia, Sópater hijo de Pirro, de Berea; Aristarco y Segundo, de Tesalónica; Gayo, de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo. (Hch. 20:4)

Y estuvo con Pablo en el primer encarcelamiento en Roma (Fil. 1:1; Col. 1:1; Flm. 1).

Sin embargo, se ignora dónde estuvo durante los dos años de la estadía en prisión del apóstol en Cesarea y durante el viaje a Roma.

Las epístolas muestran a un Timoteo, que estaría en los treinta a treinta y cinco años de edad, en un puesto directivo de responsabilidad, como representante de Pablo en la Iglesia de Asia Menor.

Igual que Tito, Timoteo debe nombrar ministros:

Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieras lo deficiente y establecieras ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé. (Tit. 1:5)

No impongas con ligereza las manos a ninguno ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro. (1 Ti. 5:22),

Ha de administrar también la disciplina de la iglesia:

ontra un anciano no admitas acusación si no está apoyada por dos o tres testigos.

A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman. Te encarezco delante de Dios, del Señor Jesucristo y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad. (1 Ti. 5:19s)

Y supervisar el culto público.

En la segunda epístola el apóstol le ruega que vaya adonde él estaba:

Procura venir pronto a verme. (2 Ti. 4:9).

Algunos arguyen que después de la muerte de Pablo, Timoteo siguió su obra con un maestro del círculo paulino que pudiera ser el autor de Hebreos:

Sabed que está en libertad nuestro hermano Timoteo, con el cual, si viene pronto, iré a veros. (He. 13:23).

La tradición lo hizo el primer obispo de Éfeso, fue enterrado allí y luego sus restos fueron trasladados a Constantinopla, pero esto como aquello no tiene fuerza histórica.

Timoteo parece haber sido de carácter tímido y físicamente frágil.

porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. (2 Ti. 1:7ss)

Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades. (1 Ti. 5:23)

Pablo le escribe a los corintios, para que él se sienta cómodo y no despreciado:

Si llega Timoteo, procurad que esté con vosotros con tranquilidad, porque él hace la obra del Señor lo mismo que yo. Por tanto, nadie lo tenga en poco, sino encaminadlo en paz para que venga a mí, porque lo espero con los hermanos. (1 Co. 16:10, 11).

Aparentemente la misión de Timoteo a Corinto no tuvo éxito, pero sí la de Tito.

Al acordarme de tus lágrimas, siento deseo de verte, para llenarme de gozo (2 Ti. 1:4)

Era afectuoso o un tanto sentimental, pero no debía dar lugar a los deseos juveniles y no avergonzarse del evangelio.

Huye también de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. (2 Ti. 2:22)

Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios. (2 Ti. 1:8)

Pablo lo elogia por su lealtad más que a ningún otro de sus colaboradores.

Tito

Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes. Preséntate tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza, mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence y no tenga nada malo que decir de vosotros. (Tit. 2:6ss)

Parece ser de la misma edad de Timoteo y es conocido gracias a cuatro epístolas paulinas (Gá., 2 Co., Tit. y 2 Tim.).

Pero ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse. (Gá. 2:3)

Tito era gentil (griego) de nacimiento y fue convertido por Pablo, sin pasar primero por el judaísmo.

A Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo, nuestro Salvador. (Tit. 1:4)

Se lo encuentra por primera vez como miembro de la comunidad de Antioquía y acompañante de Pablo y Bernabé en su viaje al concilio apostólico.

Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también conmigo a Tito. (Gá. 2:1)

De modo que fue colaborador de Pablo antes que Timoteo. Quizá fue acompañante en los restantes viajes, aunque no se lo encuentra hasta el tercer viaje misionero, donde Tito fue quien les llevó a los corintios la "carta severa" y, gracias a su hábil proceder, trajo nuevamente a la obediencia a aquella comunidad casi perdida.

no tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado a mi hermano Tito. Por eso, despidiéndome de ellos, partí para Macedonia. (2 Co. 2:13)

Pero mucho más nos gozamos por el gozo de Tito, que haya sido confortado su espíritu por todos vosotros. Si de algo me he gloriado con él respecto de vosotros, no he sido avergonzado. Al contrario, así como en todo os hemos hablado verdad, también resultó verdad el habernos gloriado con Tito acerca de vosotros. Y su cariño por vosotros es aún más abundante, cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros, de cómo lo recibisteis con temor y temblor. (2 Co. 7:13ss)

de manera que exhortamos a Tito, para que tal como comenzó antes, asimismo acabe también entre vosotros esta obra de gracia. (2 Co. 8:6)

Rogué a Tito, y envié con él al hermano. ¿Os engañó acaso Tito? ¿No hemos procedido con el mismo espíritu? ¿No hemos seguido en las mismas pisadas? (2 Co. 12:18)

Doy gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma preocupación por vosotros, pues a la verdad recibió la exhortación; pero estando también muy solícito, por su propia voluntad partió para ir a vosotros. (2 Co. 8:16 y 17)

En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros de las iglesias y gloria de Cristo. Mostrad, pues, con ellos, ante las iglesias, la prueba de vuestro amor y de nuestro motivo de orgullo respecto de vosotros. (2 Co. 8:23 y 24)

Como portador de la 2 Co. preparó después definitivamente la venida de Pablo. Es evidente que esto lo caracteriza como persona de mucho tacto, y quizá de una personalidad más fuerte que Timoteo.

Si llega Timoteo, procurad que esté con vosotros con tranquilidad, porque él hace la obra del Señor lo mismo que yo. (1 Co. 16:10)

Además, poseía cualidades de administrador. Pablo lo describe como "compañero y colaborador" (2 Co. 8:16ss).

Sólo años más tarde vuelve a encontrárselo en Creta, donde Pablo, después de la libertad del primer encarcelamiento romano, lo había dejado para organizar dicha iglesia, establecer un ministerio digno, vencer la oposición y enseñar sana doctrina.

Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieras lo deficiente y establecieras ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé. (Tit. 1:5ss)

También Pablo le pide que se reúna con él en Nicópolis cuando llegue Artemas o Tíquico.

Cuando te envíe a Artemas o a Tíquico, apresúrate a venir a mí a Nicópolis, porque allí he determinado pasar el invierno. (Tit. 3:12)

Poco antes de la muerte del apóstol marchó a Dalmacia, probablemente por encargo suyo.

Procura venir pronto a verme, porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia. Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráelo contigo, porque me es útil para el ministerio. A Tíquico lo envié a Éfeso. Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos. (2 Ti. 4:10)

Según la tradición murió a los noventa y cuatro años de edad en Gortyna (Creta) siendo obispo de la isla. Algunos eruditos sugieren que podría haber sido pariente de Lucas, razón por la cual éste no lo menciona en Hechos.


 
 
Paz de Cristo!

ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor 
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia 
Reuniones Martes, Jueves y Sábado 7 PM, Domingos 8 AM y 10 AM.
Calle 30 # 22 61, Cañaveral, Floridablanca.
http://adonayrojasortiz.blogspot.com/
 

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