domingo, 23 de septiembre de 2012

Libre albedrío

Albedrío

Pero, si tenemos la libertad de escoger, ¿cómo puede Dios ser verdaderamente soberano sobre el curso de la historia? ¡Qué enigma!

Un principio que debe permanecer absolutamente supremo es que la Biblia es nuestra autoridad final, y no la razón. Esto no quiere decir que la posición escritural está en contra de la razón; simplemente es una afirmación de que nuestra razón no logra comprender plenamente a Dios y sus caminos. Tenemos que conformarnos con lo que Él nos dice; toda especulación más allá de eso es meramente ... especulación.

(Del lat. arbítrium) .

Libre albedrío.

Sentencia del juez árbitro. Libertad de resolución. Libre Potestad de obrar por reflexión y elección. Según el gusto o voluntad de la persona de que se trata, sin sujeción o condición alguna.

El tener la capacidad de hacer sin límite no implica que sea compulsivo el uso. En otras palabras Dios puede crear pero no está obligado a hacerlo. Cuando la Biblia dice que Él es quien quita y pone reyes quiere decir que Él puede hacerlo pero no afirma que Él lo haga. En otras palabras no todos los reyes que gobiernan están puestos por Dios. Lo que si esta instituido por Dios es el principio de autoridad.

El libre albedrio es, como dijimos antes, la libre Potestad de obrar por reflexión y elección. Según el gusto o voluntad de la persona.

Siempre llama la atención la conversación que se desarrolló entre Dios y Caín cuando Dios rechazo la ofrenda de éste: Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, (tu voluntad) y tú te enseñorearás de él (Tu podrás dominarla). Génesis 4:7.

Lo primero que tenemos que pensar es que Dios es un ser serio y que nunca engañaría a nadie. En este pasaje le dice claramente a Caín que él es dueño de su voluntad y que tomara la decisión que quisiera.

Además, le explica la situación y le sugiere una salida pero Caín siempre hizo lo que quiso y no fue precisamente lo que Dios quería.

En el caso del apóstol Pablo es curioso observar lo que el dice: Salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que prisiones y tribulaciones me esperan. Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo mi vida preciosa para mí mismo; con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. Hechos 20:23-24

Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy DISPUESTO no sólo a ser atado, más aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús. Hechos 21:13

El Espíritu Santo le estaba dando testimonio, no las malas lenguas, ni el Diablo, y estaba DISPUESTO, en un acto voluntario, a morir.

La historia de la humanidad es un testimonio claro de que el hombre ha ido en contra de la voluntad de Dios.

La Biblia nos enseña que al ser humano le toca tomar la decisión de hacer o no lo que Dios le plantea:

Miren, hoy les doy a elegir entre la vida y el bien, por un lado, y la muerte y el mal, por el otro. Deuteronomio 30:15

Si aceptan ser obedientes, comerán de lo mejor que produce la tierra; pero si insisten en ser rebeldes, morirán sin remedio en la guerra." El Señor mismo lo ha dicho. Isa 1:19 y 20

En el caso de Balaam está claro que Dios no quería que fuese pero Balaam siempre fue en contra de la voluntad de Dios: No vayas con ellos ni maldigas a ese pueblo porque a ese pueblo lo he bendecido yo. Números 22:12. Pero Balaam siempre fue.

Arrepentíos y bautícese cada uno… Hechos 2:38

En el caso de la Salvación, está claro que el arrepentimiento y la creencia son actos voluntarios del ser humano.

Cuando los hermanos de Jerusalén oyeron estas cosas, se callaron y alabaron a Dios, diciendo: -¡De manera que también a los que no son judíos les ha dado Dios la oportunidad de volverse a él  y alcanzar la vida eterna! Hechos 11:18

Este verso no pretende decir que Dios les haya dado la sensación de arrepentimiento ni que se haya arrepentido por ellos. Lo que sí está claro es que los judíos pensaban que los gentiles no tenían oportunidad de salvación y con esta experiencia les quedó claro que la oportunidad era una oportunidad universal.

Así que el hombre es responsable de sus decisiones y tiene que asumir las consecuencias.

Si Dios hubiera querido crear un ser que hiciera lo que Él quería así lo hubiera hecho pero escogió soberanamente crear un ser que tuviera la capacidad moral, que dicho seas de paso sin libre albedrio no existe, de decidir o hacer el bien o el mal. La mejor prueba de ello es Adán mismo.

La soberanía y el libre albedrío

Hablamos aquí acerca de la libertad de la voluntad, la capacidad de escoger o determinar las acciones propias sin coerción. Dado que nuestras acciones están tan fuertemente influenciadas por nuestra crianza, creencias religiosas, circunstancias de vida, etc., nuestra situación nunca podrá ser de indeterminación completa. 

Así como leemos que Dios está al control de la historia de su creación a lo largo de las Escrituras, también observamos que las personas hacen elecciones por las que son recompensadas o castigadas. Parece suficientemente claro en la Biblia que podemos hacer elecciones no obligadas.

Jesús lamentó la condición de Jerusalén en su tiempo: ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! (Mateo 23:37). Los judíos son culpados por su elección, o su falta de elección. Hasta se nos ordena que hagamos elecciones: Elijan ustedes mismos a quiénes van a servir, ordenó Josué (Josué 24:15). Jesús nos dijo: ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas! (Marcos 1:15), como si pudiésemos elegir hacerlo. Abraham recibió lo que Dios prometió porque escogió obedecer a Dios:

Llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, y le dijo:

—Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto y no me has rehusado a tu hijo, tu único hijo, de cierto te bendeciré y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; tu descendencia se adueñará de las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz. (Génesis 22:15-18).

¿Qué leemos en la Biblia? Leemos tanto que Dios está al control como que podemos ser hechos legítimamente responsables de nuestras elecciones. ¡Y no tenemos que encontrar un versículo en apoyo de una postura y otro en apoyo de la otra!

En Génesis 50:20, José dijo a sus hermanos, que lo habían vendido como esclavo: "Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente". Pedro reprendió a los judíos en Pentecostés: "Éste [Jesús] fue entregado según el determinado propósito y el previo conocimiento de Dios; y por medio de gente malvada, ustedes lo mataron, clavándolo en la cruz" (Hechos 2:23). Que los verdugos tenían al menos parte de la culpa está claro a partir del hecho de que Jesús pidió el perdón de ellos en la cruz (Lucas 23:34). En Isaías leemos que fue Dios quien envió a los asirios para castigar a Judá, ¡pero luego los castigó a ellos por hacerlo con una actitud incorrecta (Isaías 10:5-15)!

Este problema surge típicamente en discusiones sobre la cuestión de la elección para la salvación. Jesús y los apóstoles hacían la oferta como si los oyentes (o lectores) pudieran aceptarla o rechazarla. Dios no juega juegos; el llamado al arrepentimiento y la salvación se volvería una farsa si nuestra elección no tuviera nada que ver con él. Se nos dice "¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!" (Marcos 1:15). Pero también se nos dice que es Dios quien escoge (ver Juan 15:16; Romanos 9:14-22).

Las personas que pasan demasiado tiempo pensando en este tema tienden a inclinarse más hacia un lado que el otro. Sin embargo, es importante notar que no perdemos un ápice de tensión al enfatizar un aspecto por sobre el otro, sea la soberanía de Dios o la libre voluntad del hombre. Si exageramos la soberanía de Dios, tenemos la dificultad de entender el juicio de Dios contra los que no fueron elegidos. ¿Cómo encaja esto con la enseñanza bíblica de que Dios no muestra favoritismos, o el mandato de amar a todas las personas, aun nuestros enemigos? Por otra parte, si exageramos el libre albedrío del hombre, ¿cómo podrá un hombre ser salvo jamás?

Sin embargo, eso no significa que la cuestión de la soberanía de Dios no sea importante.

¿Cómo conviviré con ambas verdades bíblicas a la vista: que Dios es soberano sobre todo y que yo seré responsabilizado por mis elecciones? Se me ha dado la responsabilidad de obedecer a Dios. ¡Pero estoy agradecido de que la carga final de cumplir su voluntad no descansa en mí! En eso, debo confiar en Él. Este es el punto crucial de la cuestión soberanía-responsabilidad: Si bien tenemos la capacidad y la responsabilidad de elegir, podemos tener confianza en que el plan de Dios será realizado, que sus promesas se cumplirán y que finalmente todo saldrá perfectamente.


Paz de Cristo!

ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia
Calle 30 # 22 61 Cañaveral, Floridablanca
Reuniones Martes, Jueves y Sábado 7 PM. Domingos 8 AM, 10 AM y 5 PM
Le esperamos!

sábado, 22 de septiembre de 2012

no es asunto oficial de la I.P.U.C.

Amados compañeros y hermanos, Dios les bendiga.

Les escribo estas líneas por solicitud y autorización de nuestras autoridades eclesiásticas, los directivos distritales, en cabeza del hermano Héctor Campuzano, supervisor del distrito 2.

Conocido es por todos el repudiante acontecimiento de la semana pasada en la ciudad de Bogotá. Nuestra voz de aliento y condolencia se ha hecho sentir no solo en Colombia sino aún en territorio internacional máxime cuando nuestro apreciado hermano trabajaba en las diligencias consulares de nuestros misioneros extranjeros.

No obstante la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia no está organizando ni promoviendo marchas cívicas como muestras de dolor y de repudio de lo acontecido en ninguna de las ciudades principales de Colombia, ni en ninguna otra parte. 

Nuestros superiores recomiendan abstenerse de participar de este tipo de manifestaciones públicas y de usar en nombre de la Iglesia para ellas, ya que no están promocionadas ni organizadas por la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia.

Agradeciendo la solidaridad de quienes sienten el dolor y la ausencia de nuestro compañero dejamos claro que como Iglesia, no es nuestro proceder ni recomendación las marchas cívicas o manifestaciones públicas por esta causa específica.

De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador y hagan el bien. (1 Pedro 4.19).


Agradecemos nos sirva de eco y comparta esta información.

Paz de Cristo!

ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia
Calle 30 # 22 61 Cañaveral, Floridablanca
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viernes, 21 de septiembre de 2012

Teologia Reformada: ETICA SITUACIONAL “NUEVA MORAL”

Teologia Reformada: ETICA SITUACIONAL “NUEVA MORAL”:   Libro: Siguiendo a Cristo Autor: R. C. Sproul Identificar está teoría con un solo individuo es err...

preocupaciones pastorales

-------- Mensaje original -------- Subject: lo de anoche De: Adonay Rojas Ortiz A: ipuc-virtual@googlegroups.com CC:
Dios les bendiga.

En nuestro de oración y enseñanza de anoche les conté de mi preocupación pastoral y mi constante oración por la congregación en general, analizando tres inconvenientes contextuales a nuestra situación actual. Para que me ayude en oración (no para que afine su defensa) le comparto este bosquejo:

Basado en la filosofía de vida que nuestro Señor nos muestra en Mateo 6: 25 al 34, me atrevo a contarles los tres grandes desafíos que nuestra congregación presenta a quien esté al frente de su perfeccionamiento espiritual:

1.     El marcado espíritu capitalista que impera en estos altos estratos de la ciudad nos está afectando.
La meta de muchas personas a las cuales, por la gracia de Dios, administro espiritualmente es el obtener cada vez más riqueza, pensando que con ella obtiene una supuesta "estabilidad económica" o que así deparan un mejor futuro para sus familias, cuando no siempre esto es así. Es muy difícil de asimilar en este medio la doctrina bíblica del contentamiento, que termina pareciéndoles a muchos conformismo y falta de visión.
Lo cierto es que en ese desenfreno por su meta en la vida terminan perdiéndola, no tienen tiempo vivir de verdad, para disfrutar con sus familias, y menos para servir a Dios, pues se mira todo en términos de costo y beneficio, pero siempre económico.
La manera como he tratado de enfrentar este gran desafío es compartiendo la Palabra de Dios por medio de enseñanzas sistemáticas acerca del verdadero objetivo de la vida terrenal. He elaborado conferencias y temas sobre administración económica, el manejo que le da la Biblia al tema de las finanzas, y por sobre todo desafiando el pecado de codicia y avaricia. (Una buena vacuna contra ellos es mi fidelidad en la mayordomía económica, entiéndase diezmos, ofrendas y votos).
Yo le recomendaría a un pastor que esté enfrentando ese mismos desafío, que primero se vacune él contra este terrible mal. No hay como dejar todo al cuidado de nuestro amoroso Dios. Si el pastor llega a ser otro capitalista empecinado apague y vámonos, no hay nada que hacer. Echemos toda nuestra ansiedad sobre Dios, él tiene cuidado de nosotros, y con una vida de abnegación y servicio, alejada de toda ambición personal será más fácil ayudar a otros a solventar el problema.
Sé que ese es el sistema imperante en el mundo, pero también sé que el mundo y su sistema está bajo la influencia del diablo, ahí se tiene que notar la diferencia con el hijo de Dios, pues éste último está bajo la influencia del Espíritu Santo que nos lleva a ocuparnos en lo que realmente vale la pena en la vida: Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. (Mt 6.33).
2.    El resquebrajamiento de la relación familiar.
También a causa de tener una meta económica en la vida, la relación familiar es descuidada al impulsar esta forma de vida a los dos padres a trabajar individualmente para acrecentar en ingreso económico familiar. Madres que no educan a sus hijos, pagan para que otros lo hagan; padres que no vieron crecer a sus hijos y se sorprendieron cuando ellos ya estaban crecidos, y sin alguna influencia de parte de sus padres en su educación, abandonan el hogar y también los caminos del evangelio, donde en teoría crecieron, pero pocas veces aparecían por la congregación y en la casa no supieron qué era el cristianismo.
El que dos personas se unan para compartir el resto de sus días pero que en la realidad solo compartan su cama algunas veces, cuando uno de los dos no está viajando, trae por supuesto problemas en la relación conyugal. Ésta no se está fortaleciendo sino todo lo contrario, se va debilitando al transcurrir el tiempo. Además la ausencia de la compañía de parte de su cónyuge hace que el tentador y enemigo de nuestras almas trabaje más fácil en el tratar de destruir una unión sagrada, como lo es el matrimonio, con una infidelidad sexual de parte de los contrayentes.
En esta misma área familiar también hay hogares disfuncionales, en los que una madre cabeza de familia lucha por sacar su hogar adelante.
En la mayoría de hogares de la congregación las familias están compuestas por los padres y un hijo único. La problemática del hijo único es muy particular, pues crece solo, siendo por lo general consentido en todos sus caprichos, sin saber defender sus ideas, no es sociable, entre otros problemas.
Trabajo en el fortalecimiento de la relación familiar con charlas y talleres para parejas cada mes, además de diversas enseñanzas sobre familia, durante los cultos regulares. La visitación a hogares y organización de actividades extraculto, como paseos familiares son un refuerzo y puesta en práctica de las enseñanzas. Lástima que por estar consiguiendo plata muchos de los afectados con este problema no participen en los que se organiza.
A un pastor que esté enfrentando este mismo reto yo le recomendaría que centrara su ministerio en el enfoque a la familia, pues es el centro de nuestra sociedad y de la congregación también. Hogares saludables forman congregaciones saludables y contribuyen a mejorar nuestra sociedad.
3.    ¿Cómo servir a Dios en medio de un mundo ocupado?
Entiéndase servicio a Dios como toda aquella actividad que procura el perfeccionamiento de los santos para la obra del ministerio y la extensión de la obra de Dios en medio de la sociedad en la que vivimos.
Es un reto grande trabajar en medio de una comunidad prospera económicamente, pero estéril espiritualmente hablando. El servicio a Dios es un fruto de la vida cristiana y una persona que una vez salva se conforme con asistir periódicamente a la congregación como espectador y dar sus aportes económicos a la misma, sin comprometerse activamente con el desarrollo de la obra de Dios, no ha entendido el verdadero valor y ejemplo del sacrifico de Cristo en el calvario.
Si el ministerio  de Cristo está en su cuerpo, la Iglesia, y a través de él se desarrolla, entonces una Iglesia que no entienda que debe estar comprometida en el servicio a Dios será una Iglesia estancada que no crecerá al ritmo normal que el Espíritu Santo desea actuar añadiendo a la Iglesia aquellos que han de ser salvos y enviando obreros a la mies.
He procurado enseñar que el servicio a Dios no se limita a lo que se hace en nuestro lugar de predicación desde el púlpito, unos cuantos minutos durante una de nuestras acostumbradas reuniones semanales, sino que el servicio a Dios realmente es un estilo de vida que lleva a toda una vida comprometida con la obra redentora de Cristo. A cada hora en todo lugar entramos en contacto con personas que desearán ver a Jesús en cada uno de nosotros, los miembros de la congregación. Cada hogar cristiano y cada creyente en particular debe procurar convertirse en un templo portátil donde continuamente se manifieste la gloria de Dios.
Además, y por último, el servicio a Dios es un trabajo es más yo diría "el mejor de los trabajos". Si usted entiende esto dejará de excusarse con: "no puedo hermano, estoy trabajando". O como dijo el padre de un hermano: "es que él sí trabaja", faltando al respeto y tratando de vagos sin oficio a quienes dedicamos todo nuestro tiempo y habilidades al servicio a Dios, el perfeccionamiento de los santos para la obra del ministerio y la extensión de la obra de Dios en el mundo entero.

Considera lo que te digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.

Paz de Cristo!
ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia
Calle 30 # 22 61 Cañaveral, Floridablanca
Reuniones Martes, Jueves y Sábado 7 PM. Domingos 8 AM, 10 AM y 5 PM
http://adonayrojasortiz.blogspot.com/
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domingo, 16 de septiembre de 2012

VOLUNTAD DIVINA

Voluntad Divina

En palabras de Pablo (Ef 1:11 ), Dios hace todas las cosas según el designio de su voluntad. Dios se presenta en toda la Biblia como ejerciendo siempre su voluntad. Todas sus acciones y todos sus propósitos son según el puro afecto de su voluntad (Ef 1:5).    ¡Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho! (Sal 115: 3)

¿Qué es voluntad?

1. f. Facultad de decidir y ordenar la propia conducta.

2. f. Acto con que la potencia volitiva admite o rehúye una cosa, queriéndola, o aborreciéndola y repugnándola.

3. f. Libre albedrío o libre determinación.

4. f. Elección de algo sin precepto o impulso externo que a ello obligue.

5. f. Intención, ánimo o resolución de hacer algo.

6. f. Amor, cariño, afición, benevolencia o afecto.

7. f. Gana o deseo de hacer algo.

8. f. Disposición, precepto o mandato de alguien.

9. f. Elección hecha por el propio dictamen o gusto, sin atención a otro respeto o reparo. Propia voluntad

10. f. Consentimiento, asentimiento, aquiescencia.

Es más hay una acepción especial para la voluntad divina según el diccionario de la real academia de la lengua:  Poder atribuido a la divinidad, cuya Providencia determina los acontecimientos naturales sustraídos al control humano.

Pero ya hemos estudiado que no necesariamente Dios "determina" lo que él, gracias a su presciencia, ya sabe que ocurrirá. Así que llegamos a la categórica afirmación que: La Voluntad De Dios No Es Inexorable.

El pensar que Dios impone su voluntad de forma inapelable nos llevaría a un fatalismo cruel en el que estaríamos a merced de un ser arbitrario y la existencia del mundo sería una simple pantomima en la que los hombre serian muñecos y el futuro no lo seria sino solo la ejecución de un guíon pre-establecido.

Si la voluntad de Dios fuera inexorable habría versos como: 1 Timoteo 2:4: el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad, que perderían su razón de ser pues está claro en las escrituras que no todos serán salvos, aunque Dios si quiere que lo sean.

Solo basta examinar las escrituras para darnos cuenta que a través de toda la historia el hombre no ha hecho la voluntad expresa de Dios. Si fuera así la desobediencia no existiría. Así que eso nos lleva a el libre albedrio, tema que estudiaremos más adelante.

Por ahora dediquemos a este asunto particular de la Voluntad Divina.

¿Esto tenía que pasar o se puede cambiar el presente?

Juan Calvino, ilustre predicador suizo del s. XVI arregló el asunto con la explicación de la doctrina de la predestinación del ser humano, para salvación o para condenación. Insistió tanto en la doctrina de la soberanía de Dios insistiendo en que todo está predeterminado por él y que entonces el hombre viene a ser un agente pasivo del destino sin poder para cambiar lo que Dios ya ha decidido con relación al destino de la humanidad. La asimilación de esa doctrina errónea en el seno del cristianismo lo llevó a la ausencia de evangelización por más de dos siglos, hasta que en inglés William Carey, el padre de las misiones modernas, se rebeló contra esa enseñanza y empezó a predicar el evangelio con la firme covicción de que el hombre sí podía decidir por sí mismo acerca de su destino, pues esa era la voluntad divina, que el hombre decidiera por sí mismo.

Jacobo Arminio, holandés que nació cuando Calvino estaba ya en su ocaso de vida, comenzó a enseñar haciendo énfasis en el libre albedrío del ser humano y su responsabilidad a la hora de elegir si peca o no. El ser humano es personalmente responsable por sus acciones pues tiene la libertad de decidir. Esta doctrina del arminianisno, como se ha conocido, fue acagida por los teólogos más liberales de su época y proclamada en siglo XVIII por Juan Wesley, quien predicaba al aire libre.

Los calvinistas centran toda reponsabilidad en Dios, y los arminianistas en el ser humano. Ambos extremos son erróneos y perjudiciales, la verdad está en el equilibrio entre las dos corrientes. El ser humano es responsable en su condenación y Dios es responsable en su salvación.

¿Cómo puede Dios ser soberano y a la vez darle al hombre la libertad para tomar sus propias decisones a sabiendas de que muchas de ellas irán en contra de su voluntad?

La doctrina de la voluntad permisiva de Dios se confirma explícitamente por el apóstol Pablo en su discusión de la actitud de Dios hacia el pecado de Faraón en el capítulo 9 de Romanos. Después de indicar que no tenemos derecho a discutir con Dios aunque no entendamos sus decretos, somos barro en las manos del alfarero, Pablo sugiere: ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder [para salvar], soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria? (Ro 9:22, 23). La palabra «soportó», enegken, claramente enseña que Dios por su propia voluntad eligió permitir el pecado para sacar bien de él.

La interpretación de José del pecado de sus hermanos, es una de las declaraciones más iluminantes en toda la Biblia sobre la voluntad permisiva de Dios. Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación. Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador de toda la tierra de Egipto…. Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. (Gn 45:7, 8; 50:20).

Ahora bien, el asunto de la voluntad de Dios es tan amplio como específico, y eso genera conflictos en algunos.

La voluntad «general» de Dios se revela claramente en las Escrituras. Si deseamos conocer la voluntad general de Dios, debemos estudiar las Escrituras de forma sistemática, organizada. Algunas personas se preocupan por saber si están viviendo dentro de la voluntad de Dios. Si uno es un estudiante fiel de la Biblia y vive de acuerdo con la luz que ha recibido, estoy, en la práctica, viviendo dentro de la voluntad de Dios. La lectura bíblica regular desarrolla nuestro entendimiento de la voluntad general de Dios para nuestra vida. Su contenido se relaciona con la moral, la devoción, la alabanza, el servicio y la comunión.

Pablo cita en 1 Tesalonicenses, por ejemplo, una revelación inspirada que dicta la voluntad general de Dios para la moral cristiana: Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación que os apartéis de fornicación (1 Ts 4.3). En otras palabras, no hace falta preguntarle a Dios si uno puede ser infiel a su pacto matrimonial; la Biblia responde este tema en «general» y esta generalidad abarca todos los aspectos particulares de la fornicación.

Otro ejemplo: La voluntad general de Dios, como lo definen las Escrituras, responde de una vez y por todas, cuál debería ser la actitud del creyente con relación al gobierno instituido por los hombres: Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea el rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por El enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos (1 P 2.13–15).

Sin embargo, conociendo la voluntad general de Dios nos enfrentamos con casos que necesitan su dirección específica. La voluntad específica de Dios se refiere a nuestras decisiones y opciones, como a qué escuela ir, con quién casarse, qué profesión seguir, dónde vivir, en qué iglesia reunirse, qué personas tener como compañía cercana, qué aficiones tener si es que tiene alguna, qué servicio cristiano elegir, cuánto tiempo dedicarle a esa actividad, cuántos niños tener, cómo administrar el tiempo entre el trabajo, el hogar, la iglesia, la comunidad, etc. La voluntad específica de Dios se ilustra en este pasaje tomado de Romanos: Rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros (Ro 1.10).

Conocer la voluntad de Dios para nuestras vidas es importante. El apóstol Pablo lo manifiesta claramente en Efesios 5.15–17: Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cual sea la voluntad del Señor. Si hemos de andar con diligencia, aprovechando bien el tiempo, es esencial que conozcamos la voluntad de Dios para nuestras vidas.

El conocimiento de la voluntad de Dios adquirió importancia para Pablo por el mensaje de Ananías, a quien Dios eligió para darle entendimiento a Pablo acerca de su milagrosa conversión y destino divino: Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca (Hch 22.14).

Es mucho más fácil descubrir la voluntad de Dios cuando vencemos la conformidad con los patrones del mundo: No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Ro 12.2). Cuando nos entregamos de lleno a la consagración a Dios, caminando en el modelo de Jesús, ponemos en práctica la perfecta voluntad de Dios.

Cuando vivimos como siervos sinceros del Señor y no de los hombres, nos encontramos haciendo la voluntad del Señor, no por la fuerza, sino por amor: No sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios (Ef 6.6).

Podemos ayudarnos unos a otros a conocer y obedecer la voluntad de Dios mediante la intercesión de los unos por los otros sobre este tema: Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual (Col 1.9).

ALGO MÁS SOBRE LA VOLUNTAD DE DIOS

A. El primerísimo paso esencial en el aprendizaje de la voluntad de Dios en cualquier situación es tener la disposición de hacer lo que Dios mande. Él no nos va a mostrar su voluntad para meditarla. Si uno no está dispuesto a hacer cualquier cosa que Dios mande, la búsqueda del conocimiento de su voluntad será un esfuerzo vano. Debemos orar: «Señor, muéstrame tu voluntad para que pueda hacerla», y nunca orar así: «Muéstrame tu voluntad para que la pueda considerar». La sumisión total es el primer paso hacia el descubrimiento del centro de la voluntad de Dios.

Jesús abundó acerca de este principio con los líderes religiosos de su época, quienes deliberaban sobre cuál era la voluntad de Dios. Él les declaró esta gran verdad: El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta (Jn 7.17). Al hablar de «doctrina» Jesús no se refiere a la teología formal, sino a Su enseñanza y estilo de vida: Su enseñanza y conducta eran la voluntad de Dios. Decía que sólo los que obedecen sus enseñanzas las entienden. Los fariseos no deseaban obedecer su verdad; por lo tanto, no la podían entender. No podían conocer la voluntad de Dios, porque no les interesaba obedecerla.

B. El Espíritu Santo es el guía fiel en la vida de los creyentes; sin embargo, habrá ocasiones en que parecerá que procedemos en base a «razonamiento santificado». Los cristianos maduros desarrollan sensibilidad e inteligencia espiritual y de ellas dependen para ser guiados hacia el centro de la voluntad del Señor. Pablo describe este razonamiento maduro así: Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios (Flp 3.13–15). Vea cómo se combina la sabiduría del Espíritu Santo cuando se aplica al pensamiento lleno del Espíritu: pues ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias… (Hch 15. 28).

C. Otro par de instrumentos que nos ayudarán en la voluntad de Dios son la «experiencia» y la «circunstancia». Cuanto más experimentemos la voluntad de Dios en nuestra conducta o en nuestras decisiones, más fácil será encontrar la norma en la obra de Dios. Luego, en algunos casos, nuestras «circunstancias» indicarán la voluntad de Dios. Habrá momentos en que nuestras circunstancias se cerrarán de modo que sólo tenemos un camino a seguir. Si ese camino no esta fuera de la voluntad general de Dios, puede tener un grado elevado de seguridad de que ciertas circunstancias han sido ordenadas providencialmente por Dios.

D. Otra de las guías a la voluntad de Dios en algún tema es el consejo de otros creyentes.    Donde no hay dirección sabia, el pueblo cae; la seguridad está en los muchos consejeros…           Los pensamientos se frustran donde falta el consejo, pero se afirman con los muchos consejeros. Proverbios 11.14 y 15.22.

Si varias personas maduras con experiencia nos dan el mismo consejo en una situación que nos concierne, podemos estar bastante seguros de que el consejo es bueno. En la iglesia primitiva Dios revelaba a menudo su consejo mediante su cuerpo: La Iglesia. (Hch 13; 15).


Paz de Cristo!

ADONAY ROJAS ORTIZ
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PRESCIENCIA DIVINA

Presciencia

Es la virtud divina de conocer las cosas antes que acontezcan. El término griego es prognosis.

El Señor Jesús fue entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios (Hch. 2:23).

Los creyentes son elegidos según la presciencia de Dios Padre (1 P. 1:2).

Esto permite a Dios llamar las cosas que no son, como si fuesen (Ro. 4:17).

El Nuevo Testamento también usa el verbo proginosko (saber de antemano). Así, se nos dice que a los que antes conoció, también los predestinó (Ro. 8:29). Para ello hizo una provisión en Cristo, quien fue ya destinado desde antes de la fundación del mundo (1 P. 1:20).

Pablo también utiliza el término para señalar que Dios, habiendo conocido desde antes a su pueblo, no lo iba a abandonar (No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció [Ro. 11:2]). Las Escrituras enseñan, sin embargo, que el hecho de que Dios puede conocer todas las cosas que sucederán no afecta en nada la responsabilidad moral del hombre, que tiene que dar cuenta de sus hechos.

Obviamente que Dios sabe todas las cosas, presentes, pasadas y futuras pero no las determina. Es decir, que Dios no obligara a nadie a actuar en contra de su voluntad solo porque Él sabe de todos modos lo que va a suceder en el futuro. Tampoco pasa juicios anticipados por el hecho de conocer el futuro.

Nos cuenta la Biblia de la experiencia de Abraham y de la actitud de Dios con las naciones paganas:

A la caída del sol cayó sobre Abram un profundo sopor, y el temor de una gran oscuridad cayó sobre él.

Entonces Jehová le dijo: —Ten por cierto que tu descendencia habitará en tierra ajena, será esclava allí y será oprimida cuatrocientos años. Pero también a la nación a la cual servirán juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza. Tú, en tanto, te reunirás en paz con tus padres y serás sepultado en buena vejez. Y tus descendientes volverán acá en la cuarta generación, porque hasta entonces no habrá llegado a su colmo la maldad del amorreo. Génesis 15:12-16.

En el caso de la profecía Dios no puede fallar porque conoce lo que será, pero no necesariamente determina lo que sucederá. Sin que esto quiera decir que Dios no es capaz de hacerlo suceder sobre todo cuando se refiere a juicios merecidos por el hombre.

La presciencia de Dios no debe Plantearnos Problemas.

Todo es un eterno «ahora» para Dios, pues el tiempo es una propiedad de la creación finita y Dios no está sujeto a ella:

Ciertamente mil años delante de tus ojos

son como el día de ayer, que pasó,

y como una de las vigilias de la noche. Sal 90.4;

Porque así dijo el Alto y Sublime,

el que habita la eternidad

y cuyo nombre es el Santo. Is 57.15;

Pero, amados, no ignoréis que, para el Señor, un día es como mil años y mil años como un día. 2 P 3.8


Paz de Cristo!

ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia
Calle 30 # 22 61 Cañaveral, Floridablanca
Reuniones Martes, Jueves y Sábado 7 PM. Domingos 8 AM, 10 AM y 5 PM
Le esperamos!

Generalidades de la Escatología Bíblica

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