Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana Baltimore, MD. Viernes 15 de Noviembre de 2019
LA FLORA
Y por el vestido, ¿por qué os angustiáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. (Mt 6:28–29).
El ser humano es más valioso que las plantas.
Detrás de la enseñanza de Jesús en contra de la preocupaciones innecesarias, del afán por satisfacer el ego personal, hay una profunda enseñanza sobre el valor del ser humano a los ojos de Dios. La flora tiene vida y aunque en algunos pasajes bíblicos la vida humana es comparada con la hierba del campo, sin embargo, realmente es mucho más valiosa y larga que la de las flores y la hierba que vemos a diario. Tengamos en cuenta ademas que el hombre no se extingue con la muerte, como sí ocurre con la hierba, sino que el hombre tiene una proyección de vida que va más allá de la muerte física. Y si Dios amó y valoró tanto al ser humano que fue capaz de hacerse hombre y entregar su propia vida por Él, ¿será que va a rehusarle las cosas de menor valor necesarias para su vida física, como el alimento y el vestido? No creo.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
7869853401
8301 Liberty Rd,
Windsor Mill, MD 21244
Miércoles 7 PM
Domingos 8 AM
https://www.facebook.com/pentecostalesdebaltimore/
pentecostalesdebaltimore@gmail.com
LA FLORA
Y por el vestido, ¿por qué os angustiáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. (Mt 6:28–29).
El ser humano es más valioso que las plantas.
Detrás de la enseñanza de Jesús en contra de la preocupaciones innecesarias, del afán por satisfacer el ego personal, hay una profunda enseñanza sobre el valor del ser humano a los ojos de Dios. La flora tiene vida y aunque en algunos pasajes bíblicos la vida humana es comparada con la hierba del campo, sin embargo, realmente es mucho más valiosa y larga que la de las flores y la hierba que vemos a diario. Tengamos en cuenta ademas que el hombre no se extingue con la muerte, como sí ocurre con la hierba, sino que el hombre tiene una proyección de vida que va más allá de la muerte física. Y si Dios amó y valoró tanto al ser humano que fue capaz de hacerse hombre y entregar su propia vida por Él, ¿será que va a rehusarle las cosas de menor valor necesarias para su vida física, como el alimento y el vestido? No creo.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
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