Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana Baltimore, MD. Sábado 25 de Enero de 2020
TÚ LO HAS DICHO
Pilato le preguntó: —¿Eres tú el Rey de los judíos? Respondiendo él, le dijo: —Tú lo dices. (Marcos 15:2).
No tanto por lo que hacía o decía, sino por quien era.
Es como si Pilato hubiese preguntado irónicamente: "¿Tú eres el rey de los judíos? ¡Qué ridículo!" Pero al escuchar a Jesús decir: tú lo has dicho, (Que no tiene otro significado más que: "Es tal como tú lo has dicho") debió quedarse muy sorprendido de que una acusación de semejante naturaleza fuese aceptada y confirmada por el acusado. Lo normal en estos casos era que quien estaba acusado se excusara y buscara la forma de convencer al juez de que tal acusación no era cierta, y máxime si la sentencia en juego era la pena de muerte. Pero ya Jesús había reconocido y confesado su verdadera identidad, ante el Sumo Sacerdote, al responderle de forma similar—Tú lo has dicho. Cuando éste le ordenó: —Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios. Sí lo era, y por eso tiene valor su sacrificio.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
7869853401
8301 Liberty Rd,
Windsor Mill, MD 21244
Domingos 8 AM Y 2 PM
https://www.facebook.com/pentecostalesdebaltimore/
pentecostalesdebaltimore@gmail.com
-- TÚ LO HAS DICHO
Pilato le preguntó: —¿Eres tú el Rey de los judíos? Respondiendo él, le dijo: —Tú lo dices. (Marcos 15:2).
No tanto por lo que hacía o decía, sino por quien era.
Es como si Pilato hubiese preguntado irónicamente: "¿Tú eres el rey de los judíos? ¡Qué ridículo!" Pero al escuchar a Jesús decir: tú lo has dicho, (Que no tiene otro significado más que: "Es tal como tú lo has dicho") debió quedarse muy sorprendido de que una acusación de semejante naturaleza fuese aceptada y confirmada por el acusado. Lo normal en estos casos era que quien estaba acusado se excusara y buscara la forma de convencer al juez de que tal acusación no era cierta, y máxime si la sentencia en juego era la pena de muerte. Pero ya Jesús había reconocido y confesado su verdadera identidad, ante el Sumo Sacerdote, al responderle de forma similar—Tú lo has dicho. Cuando éste le ordenó: —Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios. Sí lo era, y por eso tiene valor su sacrificio.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
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