Lo primero que hay que resaltar sobre el tema es la palabra "proceso", este hecho de la canonización de la colección de textos considerados "sagrados", tanto para judíos (nuestro A.T.) como para cristianos (sumando el N.T. al canon hebreo) es consecuencia de un proceso que tardó varios siglos, en ambos casos. Lo segundo es separar la historia del texto (cómo se escribieron los libros) de la historia del canon (cómo esos libros llegaron a considerarse sagrados).
En el caso de las Escrituras en hebreo, es bien conocido que al hacerse la primera traducción al griego de los textos sagrados para los judíos, conocida como la septuaginta (y que también provoca el llamado canon griego del AT) o la versión de los LXX (la carta de Aristea, en el siglo II AC, da luz sobre la formación de la LXX (Lo Mejor de Ireneo de Lyon, pág 379)), ya se está reconociendo implícitamente un canon hebreo, que aunque "oficialmente" se da por cerrado en el sínodo de Jamnia (alrededor del 90 DC, (El Origen de La Biblia pág 64)) es un proceso que había iniciado desde los primeros días en que Moisés comienza a escribir la ley.
Papel preponderante jugó en esta historia el escriba Esdras, quien muy seguramente con ayuda de otros, y aprovechando el exilio en Babilonia se da a la tarea de coleccionar, y quizás también agrupar (Comentario Bı́blico Mundo Hispano Mateo, pág 16), los textos que ya en ese entonces eran considerados como sagrados. Daniel 9.2 (para muestra un botón) es una evidencia de la existencia de una colección de libros sagrados en el exilio.
Lo cierto es que en tiempos de Jesús ya eran muy bien conocidas las tres partes en que está dividida la TaNak (nuestro A.T. -biblia hebrea-).
Del Nuevo Testamento no se puede hablar de un proceso de canonización tan largo como el Antiguo. Los textos neotestamentarios que se terminaron de escribir en el siglo I, muy pronto son reconicidos como inspirados en las primitivas comunidades cristianas, la patristica da testimonio del uso que del evangelio y las epístolas hicieron los escritores cristianos aún antes de que promulgase una lista "oficial" de los textos que ya usaba la Iglesia. El Concilio de Cartago, por ejemplo, en el 397 tocó ese tema de la lista de los 27 libros del N.T. (Wayne Grudem, Teología Sistemática: Una Introducción a La Doctrina Bíblica, pag 64).
Por último quiero resaltar también que el canon no fue una decisión final de un sínodo o concilio, si esto se dio fue más bien para reconocer lo que ya el pueblo de fe practicaba.
Esta es una historia muy humana, sin por ello dajar de ser divina, Dios actuando en lo humano. En el caso del AT, Dios actuando entre los Isarelitas, y en caso del NT, Dios actuando en su Iglesia.
¿La comunidad de fe le otorga el caracter de sagrado al texto o lo descubre? ¿es el texto sagrado per se?
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