Os digo: no, antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. Lucas 13:3
Pedro les dijo: -Arrepentíos… Hechos 2:38
INTRODUCCIÓN:
Comúnmente el arrepentimiento se ha descrito como la muerte al pecado y a la naturaleza pecaminosa. El arrepentimiento es necesario para nacer de nuevo. Debe haber una muerte antes de que pueda ocurrir un nuevo nacimiento.
DEFINICIÓN:
Arrepentimiento es volverse del pecado y dedicarse a la enmendadura de la vida; sentir pesar o contrición; cambiar voluntariamente. La palabra griega en el Nuevo Testamento es metanoeo que literalmente significa cambiar de voluntad o propósito. Esta palabra indica siempre un cambio para lo mejor.
ASPECTOS NECESARIOS:
A lo menos hay tres aspectos necesarios en el arrepentimiento:
1. un cambio intelectual (cambio de visión),
2. un cambio emocional (cambio de sentimientos), y
3. un cambio volitivo (cambio voluntario de propósito).
Esto es bíblico: Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.[1] Así que el arrepentimiento viene siendo un cambio de mente, corazón, y voluntad.
En el contexto bíblico, el arrepentimiento es un giro abandonando el pecado y volviéndose hacia Dios. En este sentido, el arrepentimiento es una transformación radical de mente, actitud, convicción y dirección. Es un acto voluntario del hombre en respuesta al llamado de Dios. Denota un giro activo, no sólo un sentimiento de pesar o una disculpa. Es más que una resolución moral o reforma; es una decisión espiritual y un cambio espiritual.
El arrepentimiento es el primer acto de fe, e incluye varios elementos importantes: el reconocimiento de pecado, la confesión de pecado, el remordimiento por el pecado, una decisión para abandonar el pecado, y en la medida de lo posible restituir el daño hecho.
ü Reconocimiento de Pecado: Antes que alguien pueda arrepentirse del pecado debe comprender primero que es un pecador. "Respondiendo Jesús, les dijo: -Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento" (Mr 2:17; Lc 5:32). Todos los hombres han pecado, así que Jesús realmente vino al mundo entero. Sin embargo, su afirmación enseña que Él salvará sólo a aquellos que reconocen sus pecados. "Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos." (Mt 5:3). Todos somos pobres espirituales sin Dios, pero sólo aquellos que reconocen su pobreza buscarán a Dios y hallarán las riquezas celestiales. Muchas personas moralmente buenas y devotamente religiosas encuentran difícil arrepentirse y recibir el Espíritu Santo, porque ellos no reconocen su gran necesidad y no desarrollan un sentido de urgencia. El arrepentimiento tiene lugar sólo cuando el hombre reconoce sus pecados y reconoce su necesidad de Dios.
ü Confesión de Pecado: Una vez que alguien comprende que es un pecador debe confesarlo ante Dios. Dios ya lo sabe todo, pero Él exige una confesión honesta. "El que oculta sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se aparta de ellos alcanzará misericordia." (Prov 28:13). Cuando las personas recibieron "el bautismo de arrepentimiento," de Juan ellos descendían al agua "confesando sus pecados" (Mr 1:4-5). Si uno peca después de la conversión, la confesión es todavía parte del arrepentimiento (I Jn 1:9). Confesamos los pecados directamente a Dios, porque Él es el único que puede perdonarlos (Is 43:25; Mr 2:7). No necesitamos un mediador terrenal porque Jesús como hombre es nuestro mediador y sumo sacerdote (I Ti 2:5; Heb 4:15-16). No obstante puede ser apropiado para alguien confesar su arrepentimiento abiertamente (Hec 19:18; Lc 17:3-4; Stg 5:16). La confesión debe ser tan pública como el pecado. Lo esencial de la confesión es reconocer a sí mismo y ante Dios que uno es un pecador que necesita el perdón de Dios, y pedirle ayuda a Dios para superar en el futuro la lucha contra el pecado.
ü Remordimiento por el Pecado: debe haber remordimiento, un dolor genuino por los pecados cometidos. El haber pecado nos debe causar un sentimiento de pesar -tristeza-, y nuestro corazón se debe quebrantar a consecuencia de los pecados. "Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios." (Sal 51:17). El pecador debe sentir en él un sabor del disgusto de Dios, no sólo un dolor o pesar humano. "La tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de lo cual no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte." (II Cor 7:10). Muchas personas lamentan el haber pecado pero no se han arrepentido auténticamente. Sienten las consecuencias de pecado pero no se vuelven del pecado. A veces el pecado los pone en situaciones terribles y lo sienten e intentan dejarlo pero, cuando hay una oportunidad para escapar de esas situaciones terribles, continuarán viviendo en pecado. Muchas de ellas lloran en el altar porque sienten compasión de ellos mismos y están disgustados por su impotencia, pero no están entregando sus vidas totalmente a Dios. Éstos son ejemplos del dolor mundano que no produce arrepentimiento. El verdadero arrepentimiento es fruto de la tristeza que le causa a una persona el haber pecado, y que decide cambiar su estilo de vida pecador, y no le pesa ni le duele hacer el cambio de vida.
ü Decisión de abandonar el pecado: Prov 28:13 dice que es necesario tanto confesar como apartarse del pecado para obtener misericordia. Debe haber una conversión real del pecado hacia Dios. El arrepentimiento va más allá de un dolor por haber pecado; también incluye una determinación para hacer algo sobre esos pecados. El arrepentimiento va más allá de la confesión de pecados; también incluye el apartarse del pecado por medio de la ayuda de Dios. Juan Bautista hizo énfasis en este elemento del arrepentimiento. (Lc 3:7-8). Él se negó a bautizar a muchos que vinieron a él a menos que mostraran evidencias de su arrepentimiento. Para él, el arrepentimiento era mucho más que una decisión mental; era una decisión espiritual que provocó un cambio de vida. Pablo predicó a los hombres "que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento" (Hec 26:20). El verdadero arrepentimiento causa un cambio real en las acciones de uno.
ü Restitución: Como parte de apartarse del pecado, la persona verdaderamente arrepentida buscará corregir el impacto de sus pecados pasados en los otros a la magnitud posible. Esto se llama restitución. (Lc 19:8). Jesús enseñó, "Por tanto, si traes tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces vuelve y presenta tu ofrenda." (Mt 5:23-24). El plan de Dios de perdón no permite a ningún hombre continuar disfrutando los beneficios terrenales de su pecado sin la restitución, ni elimina la necesidad de buscar perdón de alguien a quien él ha hecho mal.
EL ARREPENTIMIENTO ES MAS QUE SÓLO UNA EMOCIÓN
El arrepentimiento afecta el lado emocional de hombre, pues incluye tristeza, pesar, dolor, remordimiento. Normalmente trae lágrimas y otras demostraciones físicas de esta emoción. Sin embargo, una muestra de emoción no puede sustituir el verdadero arrepentimiento. Algunos responden a la presencia de Dios pero no tienen un arrepentimiento pleno. Dios permite a menudo sentir Su presencia como un medio de conducirnos al arrepentimiento, pero no debemos confundir este sentimiento con el arrepentimiento hacia él.
Cuando alguien se arrepiente, sentirá alegría porque está restaurada la comunión con Dios. También sentirá alivio porque él ha tomado la decisión correcta y ya no tiene que enfrentarse sólo al pecado, el Señor Jesús estará con él. Sin embargo, no debe permitir que esta alegría y ese alivio le impida ir más allá, pues Dios tiene mucho más para él. Dios quiere tratar eternamente con sus pecados pasados a través del bautismo en agua, y Dios quiere darle el Espíritu Santo. Algunas personas no se detienen cuando sienten la alegría de arrepentimiento, sino que proceden al bautismo en agua, otra experiencia jubilosa. Luego alabando a Dios, recibirán el Espíritu Santo y continúan escalando peldaños.
EJEMPLOS DE ARREPENTIMIENTO
1. La parábola del hijo pródigo (Lc 15:11-32).
2. La parábola del fariseo y el publicano (Lc 18:9-14).
3. La oración de David después de su adulterio (Sal 51:1-4, 7, 9-12).
DIOS DA LA ORDEN DE ARREPENTIRSE
Ez 18:30-32; Ez 33:11. Estos pasajes retratan la compasión de Dios, la necesidad de arrepentimiento, y la definición de arrepentimiento como un giro dejando el pecado y volviéndose a Dios. Jesús predicó fuertemente el arrepentimiento Mt 3:1-11; 4:17; Mr 1:4-5, 15;. Lc 13:3, 5. Mientras Cristo estaba en tierra envió a Sus discípulos a que predicaran el arrepentimiento Mr 6:12 y aún antes de Su ascensión Él de nuevo los comisionó a predicar el arrepentimiento Lc 24:47. Pedro predicó arrepentimiento Hec 2:38; 3:19, y Pablo también Hec 17:30; 26:20.
ARREPENTIMIENTO Y CONVERSION
La palabra arrepentimiento viene de varias palabras griegas que significan cambios de miras y propósitos, cambio de corazón, cambio de mente, cambio de vida, transformación, etc. "Deje el impío su camino y el hombre inicuo sus pensamientos y vuélvase a Jehová el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro el cual será amplio en perdonar" (Isaias 55:7, Lucas 13:1-5). El arrepentimiento genuino, es la confesión y abandono de los pecados. Juan el bautista predicó el arrepentimiento, Jesús lo proclamó, y los apóstoles lo enfatizaron, tanto a judíos como a gentiles. Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo (Hechos 2:38 y 17:30).
ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor IPUC
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