En la versión NVI: "El tramo siguiente, es decir, el sector que va desde la esquina hasta la puerta de la casa del sumo sacerdote Eliasib, lo reconstruyó con entusiasmo Baruc hijo de Zabay".
Una cualidad fundamental para destacarnos es hacer las cosas con fervor, es decir, con entusiasmo.
Se dice que el entusiasmo es un signo de salud espiritual, ya que esta palabra significa 'poseído por Dios'.
El entusiasmo hace que te destaques del resto, ya que las personas que logran resultados extraordinarios son entusiastas en lo que hacen.
El entusiasmo es más que el optimismo, ya que el optimista cree que algo bueno va a ocurrir o está esperando que algo bueno suceda.
El entusiasmo es acción para la transformación de la realidad y de las cosas, y se traduce en nuestra forma de actuar.
No son las cosas que van bien las que producen entusiasmo, sino que es el entusiasmo lo que hace que hagamos bien las cosas.
Entusiasmate para que Dios pueda obrar en vos y, a través de vos, para vencer desafíos, solucionar problemas y crecer en todo lo que hagas en la vida.
Hoy en día la gente tiene tanta falta de entusiasmo que necesita más que nunca ver al Pueblo de Dios viviendo de forma entusiasta.
Recordá que Baruc fue reconocido entre el resto, no por lo que hizo sino por la forma en que lo hizo, o sea, con todo fervor, es decir, con todo entusiasmo.
Cuando vivís con fervor y entusiasmo, el primer bendecido y beneficiado sos vos. Y, además, serás también de bendición para aquellos que te rodean.
Que el fervor y el entusiasmo sean un signo distintivo en el Pueblo de Dios, primeramente para con el Señor, y también para con todo lo que emprendan y desarrollen en la vida. Yo bendigo tu vida con fervor y entusiasmo para que puedas destacarte del resto y ser de inspiración a todos los que te rodean.
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