martes, 31 de marzo de 2015

el escritor a los tesalonicenses

Unos pocos datos sirven para recordar quien fue el escritor. Era de la tribu de Benjamín, y dentro del contexto religioso de su tiempo miembro del grupo de los fariseos (Hch. 23:6; Ro. 11:1; Fil. 3:5). Nacido en Tarso tenía por esa razón la ciudadanía romana (Hch. 16:37; 21:39; 22:25 ss.), lo que lleva consigo que sus padres habían residido en aquella ciudad por bastante tiempo antes del nacimiento de su hijo. Tarso era una ciudad con un alto nivel cultural, por lo que Pablo llegó a conocer bien la filosofía y cultura del mundo greco-romano. Es muy probable que fuese trasladado por sus padres profundamente religiosos a Jerusalén cuando era muy joven para que estudiase las Escrituras con los más cualificados maestros de entonces. Él mismo testifica de haber aprendido con el Rabí Gamaliel (Hch. 22:3). Por el relato general de Hechos se aprecia que Saulo había llegado a ser miembro del Sanedrín con voz y voto en las decisiones de aquel tribunal, posiblemente uno de los miembros más jóvenes, llegando a dar su voto a favor de la muerte de Esteban, y liderando la persecución y muerte de los cristianos (Hch. 26:10). Según ciertas apreciaciones deducidas de sus escritos, su aspecto físico no era destacable, siendo además un orador de discurso pesado (2 Co. 10:10). No hay ninguna evidencia bíblica por la que se pueda afirmar que Pablo hubiese conocido personalmente a Jesús, a pesar de sus palabras en el escrito a los corintios (2 Co. 5:16), que deben entenderse como una consideración de Jesús desde el punto de vista humano. Tal vez Saulo tuvo parientes cristianos (Ro. 16:7), pero, a pesar de ello, su condición anticristiana era evidente. La muerte por lapidación de Esteban, su discurso ante el sanedrín y su aspecto personal en aquella ocasión debieron haber impactado profundamente a Pablo (Hch. 8:1). Sin embargo fue el decisivo encuentro con el Señor resucitado, lo que le llevó a la conversión (Hch. 26:14). Después de esa experiencia pasó un tiempo en algún lugar al este del río Jordán, donde recibió revelaciones directas de Jesús y recicló su teología preparándose para el apostolado al que había sido llamado por elección divina. De ahí pasó al área de Damasco predicando el evangelio (Hch. 9:19 ss; Gá. 1:18). Ante las dificultades de entrar en los grupos cristianos en Jerusalén por su anterior relación como enemigo de la Iglesia, tuvo necesidad de que Bernabé le introdujera levantando toda prevención contra él. Su ministerio en Jerusalén debió ser por poco tiempo, debido a que los judíos helenistas procuraban matarle, por lo que regresó a su ciudad natal de Tarso. También fue Bernabé el que fue a buscarle a ese lugar para que le ayudase en la enseñanza a los creyentes recién convertidos de la iglesia en Antioquía (Hch. 11:25-26). Tiempo después fue llamado por el Espíritu y encomendado por la iglesia antioquena para la obra misionera (Hch. 13:1-3). Su estrategia se convirtió en modelo para las misiones lideradas por él, consistente en predicar en la sinagoga a los judíos para establecer un núcleo de creyentes que fuesen también conocedores de la Escritura. Cada vez que la oposición contra él alcanzó un alto nivel, se volvía directamente a la evangelización de los gentiles (Hch. 13:46 ss.). Los judaizantes fueron sus más firmes enemigos en el ámbito de las iglesias que establecía, visitando las congregaciones para hacer que los cristianos fuesen una extensión del judaísmo, conminándolos a circuncidarse y guardar la ley ceremonial, especialmente la referida a las limitaciones establecidas en ella. Los continuos enfrentamientos con los judaizantes ocasionaron la necesidad de una consulta con los líderes de la iglesia en Jerusalén, en lo que se llamó el primer concilio de la Iglesia. En esa reunión dialogaron con los apóstoles y ancianos sobre el problema, alcanzando un consenso que se hizo extensivo a toda la Iglesia mediante carta circular, en la que las propuestas judaizantes quedaron sin respaldo, afirmándose la libertad de los creyentes con unos limitados mandatos que eran necesarios para mantener la comunión y unidad entre los creyentes de procedencia judía y los de ascendencia gentil (Hch. 15:28-29). En el segundo viaje misionero, Pablo acompañado por Silas y Timoteo recorrió un amplio territorio visitando las principales poblaciones de la zona de Grecia, atendiendo el llamamiento hecho en visión por un varón macedonio que le solicitaba ayuda, por lo que pasaron a Macedonia iniciando la evangelización de Grecia y estableciendo iglesias, entre las cuales estaba la de Tesalónica. Más adelante el apóstol llevó una ofrenda para los pobres de Jerusalén, llegado a la ciudad en Pentecostés (Hch. 21:14 s.). Con mucho tacto observó los ritos del templo. En ese lugar los judíos procedentes de Éfeso lo acusaron de violar la ley que prohibía el acceso al santuario de los gentiles, suponiendo que había introducido en el lugar a compañeros que no eran judíos, incitando a la multitud para que le diesen muerte. Para evitarlo intervinieron los soldados romanos, rescatándolo del gentío, llevándolo a Cesarea donde Félix, el gobernador romano, lo mantuvo en prisión durante dos años (Hch. 23:26). Dada la situación en que se encontraba y las demandas que los judíos hacían al gobernador para que lo llevase a Jerusalén y fuese juzgado allá de lo que le acusaban, Pablo apeló, en su condición de ciudadano romano el tribunal del César, siendo conducido prisionero a oma, donde estuvo en una casa alquilada con la custodia de un soldado romano (Hch. 28:1, 30). Lo más probable es que en el juicio no compareciesen los acusadores por lo que sería puesto en libertad, sobre el año 63. Muy probablemente, según su deseo, visitó España y la región del Egeo antes de ser encarcelado nuevamente por orden de Nerón, quien lo sentenció a muerte, siendo ejecutado en Roma.

Samuel Pérez Millos: comentario-exegetico-al-texto-griego-del-nuevo-testamento-1ª-y-2ª-tesalonicenses


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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor

lunes, 30 de marzo de 2015

La iglesia es guardiana de la sana docrtina - Ayuda Pastoral

La iglesia es guardiana de la sana docrtina - Ayuda Pastoral

Jonathan Edwards sobre el libre albedrío, habilidad natural y habilidad moral - Ayuda Pastoral

Jonathan Edwards sobre el libre albedrío, habilidad natural y habilidad moral - Ayuda Pastoral

[SBC] Devocional: Luz en el camino.- 30 de marzo de 2015


modernidad

¿Una modernidad autoritaria?

Santiago Montenegro

Hasta hace unas pocas décadas en nuestras ciudades existían espacios físicos e instituciones que facilitaban algún grado de convivencia entre personas de diferentes estamentos y grupos sociales.En los cafés de los centros de las ciudades convivían y platicaban políticos, intelectuales, comerciantes y estudiantes universitarios, y algo parecido sucedía en las iglesias, cuando la gente todavía asistía a misa en proporciones elevadas. Los parques, los tranvías y luego las busetas y los buses, antes de que se masificara el automóvil particular, mal que bien también fueron espacios y medios de encuentro entre gentes de orígenes diversos. La universidad pública, aunque tenía una cobertura muy baja, permitió a los estudiantes de provincia interactuar con profesores y estudiantes de las familias más acomodadas de la capital.

Con el paso del tiempo, esos espacios de encuentro y esas instituciones que permitían en alguna forma acercar a unos estamentos sociales con otros han ido desapareciendo o transformándose en forma radical. Los cafés de los centros de las ciudades o desaparecieron o dejaron de ser lugares de encuentro cuando fueron reemplazados por cafés gourmets altamente estratificados. Los parques han sentido la competencia de los centros comerciales, en tanto que la universidad privada fragmentó a la población universitaria, mientras la gente dejó de ir a misa en las proporciones que lo hacía antes. Además, con la masificación del automóvil, muchos estudiantes de los sectores más acomodados dejaron de utilizar el transporte público.

Estos cambios resquebrajaron esos espacios e instituciones en los que los miembros de los distintos grupos sociales podían interactuar y verse a los ojos, pero hubo, al menos, una institución que aguantó las arremetidas de un nuevo mundo moderno: la familia.

Hasta la llegada de la radio y luego la televisión, la familia fue un lugar de reunión y convivencia por excelencia. Se comía y se rezaba juntos y, sobre todo, se aprendía a hablar y a escuchar mirando a los ojos a los papás y a los hermanos. En alguna medida, la televisión comenzó a quebrantar esta escuela fundamental de convivencia, pero, mal que bien, la convivencia se mantuvo y era posible dialogar.

Pero, con la llegada de la internet, las tabletas y los teléfonos móviles se está rompiendo el papel de la familia como formadora de seres dialogantes, tal como lo ha ilustrado el sociólogo polaco Zygmunt Baumann. En lo que él denomina la "modernidad líquida," la familia ya no come unida, ni reza unida, ni siquiera ve la televisión unida.

Se dirá que ahora hay más parques que antes, que se construyen muchos centros comerciales o que las ciclovías y el Transmilenio son también lugares de convivencia. Esto es cierto, pero también es cierto que por esos espacios transitan, caminan y trotan miles de hombres y mujeres que parecen zombies, con audífonos en los oídos o pegados como autómatas a celulares y tabletas.

Las consecuencias políticas y sociales del uso de todas esas tecnologías son impredecibles. Quizá la más preocupante es que el diálogo, no sólo entre estamentos sociales, sino en el interior de cada estamento y de cada grupo social está desapareciendo y con ello las antiguas formas de solidaridad, convivencia y defensa con que ha contado la sociedad civil.

¿Será que al atomizarse la sociedad estaremos cada vez más expuestos a nuevas formas de dominación por parte de los centros de poder y en particular del Estado?





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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor






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ADONAY ROJAS ORTIZ
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miércoles, 25 de marzo de 2015

obedecer

El compromiso de obedecer Leer | Daniel 1.9-21 25 de marzo de 2015 Hace algunos años, me comprometí a obedecer al Señor sin importar el costo. Como todo el mundo, he cometido errores, pero mi determinación de obedecer a Cristo nunca ha cambiado. Todos enfrentaremos momentos en los que habrá un conflicto entre las cosas de Dios, y las que otros pedirán de nosotros. Tal vez el jefe nos diga que demos una información falsa a los clientes en cuanto a un producto de la compañía. O un amigo pueda presionarnos para que participemos con él en algo incorrecto. O algún miembro de la familia pueda pedirnos que mintamos para protegerle. Negarnos a esas cosas puede ocasionarnos alguna pérdida, el rechazo o incluso el fin de una relación. Pero, por el otro lado, aceptarlas puede dañar nuestro testimonio. Daniel experimentó ese dilema. Él y sus tres amigos tenían la opción de comer lo prohibido para no enfrentar la ira del rey, la prisión o incluso la muerte. Sin embargo, Daniel demostró gran valentía cuando propuso un plan diferente (Dn 1.12). Sus palabras y sus acciones demostraron su fidelidad al Señor. El Señor premió a Daniel y sus amigos por su fe y su compromiso (v. 17). A pesar de sus circunstancias adversas, los cuatro hombres tuvieron confianza en la soberana protección del Señor. La decisión de Daniel dio como resultado el favor del rey. La obediencia del Señor Jesús lo llevó a la cruz y a la glorificación. La confianza de Pablo en Cristo redundó en dificultades. Cuando obedecemos, las consecuencias pueden variar, pero hay algo que nunca cambia: la obediencia glorifica a nuestro Padre celestial, y eso le agrada. Un compromiso incondicional EnContacto.org


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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor

martes, 24 de marzo de 2015

obediencia

La obediencia a Dios

Leer | Daniel 1.1-8

24 de marzo de 2015

La historia de Daniel ilustra algunos elementos clave de la obediencia. Vemos al sabio joven haciendo lo que ordenó el Señor, tanto de la manera correcta como en el momento correcto.

Daniel sabía que la ley de Dios prohibía comer cosas que habían sido ofrecidas a los ídolos. Pero él estaba viviendo en cautiverio en Babilonia, una nación que adoraba a dioses falsos, y pronto enfrentó una situación difícil. El rey Nabucodonosor había ordenado que la comida más exquisita que había sido presentada primero a los ídolos, le fuera enviada después a Daniel. ¿Era mejor obedecer al Señor y arriesgarse a la ira del rey, o desobedecer a Dios y satisfacer al gobernante?

A primera vista, el conflicto de Daniel se debía a si la comida era o no aceptable. Pero, en realidad, era un asunto de fidelidad a Dios. Él podía haber dado razones convincentes para violar el mandamiento divino, diciéndose a sí mismo que era un siervo y que no tenía otra opción. Pero Daniel resolvió no comer la comida del rey, y buscó la manera de honrar al Señor y acatar su ley.

Hoy, muchas cosas que nuestro mundo considera aceptables se encuentran fuera de lo que Dios quiere para sus hijos. Algunas no son buenas para nosotros, mientras que otras no le honran. Nuestro deseo debe ser obedecer al Señor, pues la obediencia a Dios es siempre la mejor opción.

Para llegar a ser como Daniel, debemos comprometernos a obedecer al Señor y a valernos siempre de la Palabra de Dios para tomar decisiones. Después, cuando vengan los desafíos, tendremos valentía para obedecer los preceptos del Señor

Este correo electrónico fue enviado por Ministerios En Contacto: 3836 DeKalb Technology Parkway
Atlanta, Georgia 30340-3604 | Tel: 1-800-303-0033


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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor




[SBC] Devocional: Luz en el camino.- 24 de marzo de 2015



miércoles, 18 de marzo de 2015

Trabajo en equipo


Trabajar juntos precede a triunfar juntos
por John C. Maxwell
Los grandes desafíos demandan un gran trabajo de equipo y la cualidad que más se necesita entre los compañeros de equipo en medio de la presión de un reto difícil es la colaboración. Note que no dije «cooperación» porque la colaboración es más que eso. Cooperación es trabajar juntos placenteramente. Colaboración es trabajar juntos agresivamente. Los miembros colaboradores de un equipo hacen más que sim- plemente trabajar unos con otros. Cada persona trae algo a la mesa que añade valor a la relación y sinergia al equipo. La suma de un trabajo de equipo hecho realmente en colaboración es siempre mayor que sus partes.
Convertirse en un jugador que colabore con el equipo requiere un cambio de enfoque en cuatro áreas:
1. Percepción: Vea a sus compañeros como colaboradores, no como competidores
Fíjese en cualquier equipo y podrá ver el potencial para la competencia. Los hermanos se pelean por conseguir la atención paterna. Los trabajadores compiten por aumentos de sueldo y ascensos. Los jugadores se esfuerzan por comenzar el juego y no quedarse en la banca porque todos tienen esperan- zas, metas y sueños que quieren alcanzar. Pero para los miembros que colaboran, ayudarse unos a otros es más importante que competir unos contra otros. Se conciben como una unidad trabajando juntos y no permiten que la competencia entre ellos dañe al equipo entero.
2. Actitud: Apoye a sus compañeros en lugar de sospechar de ellos
Hay personas que se preocupan tanto por sus intereses que sospechan de todo el mundo, incluyendo sus compañeros de equipo. Pero adoptar la actitud de completar la tarea y no competir con sus compañeros es posible sólo si deja de sospechar de los demás y se transforma en alguien que apoye.
Es cuestión de actitud. Esto significa asumir que los motivos de las demás personas son buenos mientras no se pruebe lo contrario. Si usted confía en la gente, los va a tratar mejor, y si los trata mejor, ambos estarán en mejores condiciones de crear una relación de colaboración.
3. Enfoque: Concéntrese en el equipo, no en usted
Como parte de un equipo, por lo general hará una de dos preguntas cuando ocurra algo: «¿Cómo me beneficia esto?» o «¿Cómo beneficia esto a mi equipo?» Donde ponga su atención dirá mucho sobre si compite con otros o los complementa. El escritor Cavett Roberts lo dice de esta manera: «El verdadero progreso en cualquier campo es una carrera de relevo y no una carrera individual».
Si se enfoca en el equipo y no sólo en usted, podrá pasar el batón cuando sea necesario en lugar de tratar de comple- tar la carrera solo.
4. Resultados: Cree la victoria a través de la multiplicación
Cuando trabaja junto a sus compañeros de equipo puede hacer cosas muy importantes. Si trabaja solo, se le quedan muchas victorias sobre la mesa. La colaboración tiene un efecto multiplicador en todo lo que hace porque libera y perfecciona no sólo sus habilidades sino las de los miembros de su equipo.
¿Es usted una persona colaboradora? Quizás no esté traba- jando contra el equipo, pero eso no significa necesariamente que esté trabajando para él. ¿Aporta colaboración y añade va- lor a sus compañeros de equipo aun cuando sean personas que no le simpatizan totalmente? ¿Ayuda a multiplicar los esfuerzos de los demás? ¿O el equipo se hace lento y menos eficaz cuando usted participa? Si no está seguro de las respuestas, hable con sus compañeros de equipo.
Extracto del libro 17 Cualidades esenciales de un jugador de equipo que están por John C. Maxwell (9780881137378 ) ©2008 por Grupo Nelson. Usado con permiso de Grupo Nelson.

Gracias... 

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ADONAY ROJAS ORTIZ 
Pastor 

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EL NOMBRE

 

EL NOMBRE DE DIOS 
Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna. 
1 Juan 5: 20 
INTRODUCCION: 
Hasta ahora hemos demostrado filosóficamente la existencia de Dios, sabemos que la Biblia es un libro monoteísta, por lo que concluimos que sólo existe un Dios, tal y como ella así lo enseña. Estudiamos en la Biblia algunas características propias de Dios, sus atributos, trataremos de descubrir ahora ¿quién es el Dios de la Biblia?   
DESARROLLO: 
La revelación de Dios ha sido progresiva en las Sagradas Escrituras, Dios ha mostrado poco a poco algunas de sus características, los hombres le han puesto nombres (aunque sería mejor decir "Títulos") de acuerdo a ellas, pero al final él nos dio a conocer su nombre propio. 
No tenemos un Dios anónimo en la Biblia, tenemos a un Dios conocido, un Dios que se ha revelado. 
ALGUNOS TERMINOS HEBREOS EMPLEADOS EN LA BIBLIA PARA REFERIRSE A DIOS 
1. Elohim: Dios, Génesis 1:1 
2. El: Dios, fuerza, potente, omnipotente, Génesis 14:18 
3. Eloah: Dios, Nehemías 9:17 
4. Elah: Dios (forma Aramea), Daniel 2:18 
5. YHWH: Jehová (Yahvé), Génesis 15:2 
6. YH (Yah): JAH, Salmo 68:4 
7. Adon: gobernador, maestro, o Señor, Josué 3:11 
8. Adonay: Señor, Génesis 15:2 
9. Eheyeh: YO SOY, Exodo 3:14 
10. Eheyeh asher Eheyeh: YO SOY EL QUE SOY, Exodo 3:14 
11. El-Elyon: Dios Altísimo, Génesis 14:18 
12. El-Roiy: Dios que ve, Génesis 16:13 
13. El-Shaddai: Dios Todopoderoso, Génesis 17:1 
14. El-Olam: Dios Eterno, Génesis 21:33 
YAHVÉ (JEHOVÁ) 
Como el hebreo antiguo no usaba vocales escritas y ya que los judíos dejaron de pronunciar el nombre sagrado, por miedo a invocarlo en vano, nadie sabe exactamente cuál era la pronunciación original de YHWH. Todo lo que tenemos son las cuatro letras hebreas (tetragrámaton) que son comúnmente transliteradas como YHWH o JHVH y pronunciados Yahvé (hebreo) o Jehová (español).  
YHWH es el nombre redentor de Dios en el Antiguo Testamento: 
Yo soy Jehová. Yo me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, pero con mi nombre Jehová no me di a conocer a ellos. También establecí mi pacto con ellos, para darles la tierra de Canaán, la tierra en que fueron forasteros y en la cual habitaron. Asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes hacen servir los egipcios, y me he acordado de mi pacto. Por tanto, dirás a los hijos de Israel: "Yo soy Jehová. Yo os sacaré de debajo de las pesadas tareas de Egipto, os libraré de su servidumbre y os redimiré con brazo extendido y con gran justicia. Os tomaré como mi pueblo y seré vuestro Dios. Así sabréis que yo soy Jehová, vuestro Dios, que os sacó de debajo de las pesadas tareas de Egipto. Os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob. Yo os la daré por heredad. Yo soy Jehová". (Éxodo 6:3-8)  
Yahvé es el único nombre por el cual el único Dios verdadero se distinguió a Sí mismo en el Antiguo Testamento: 
¡Yo, Jehová, este es mi nombre! A ningún otro daré mi gloria, ni a los ídolos mi alabanza. (Isaías 42:8)  
Jehová o Yahvé significa "el Auto-Existente" o "el Eterno." Este concepto también aparece en las frases "YO SOY EL QUE SOY" y "YO SOY" usadas por Dios acerca de Sí mismo.  
Yahvé es la forma conjugada en presente de la tercera persona del verbo "ser" en hebreo. Así que Yahvé significa "El es".  
Cuando es usado por Dios, la forma del verbo ser está en presente de la primera persona, "Yo Soy". En otros términos, Yahvé y "Yo Soy" son diferentes formas del mismo verbo. Además, ambos implican una existencia activa (posiblemente causante o creativa). 
El Nuevo Testamento usa la palabra griega kurios, Señor, al citar escrituras del Antiguo Testamento que contienen YHWH:  
«Voz del que clama en el desierto: ¡Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas!». (Mateo 3:3) 
 Jesús le dijo: —Escrito está también: "No tentarás al Señor tu Dios". (Mateo 4:7) 
Sin embargo el nombre JHVH  no revela todo lo que Dios es en sí, por lo que él mismo promete revelar su nombre, un nombre que sería la culminación de todos los nombres o títulos con los que él era conocido en el Antiguo Testamento. El nombre más alto y exaltado que jamás ha sido revelado a la humanidad. Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre. (Isaías 52:6) 
LOS NOMBRES O TÍTULOS COMPUESTOS DE DIOS 
1. Jehová-jire Génesis 22:14 Jehová verá o proveerá. 
2. Jehová-rapha Exodo 15:26 Jehová que sana. 
3. Jehová-nisi Exodo 17:15 Jehová nuestra bandera o victoria. 
4. Jehová-m'kades Exodo 31:13 Jehová que santifica. 
5. Jehová-salom Jueces 6:24 Jehová nuestra paz. 
6. Jehová-sabaot Samuel 1:3 Jehová de los ejércitos u omnipotente. 
7. Jehová-elyón Salmo 7:17 Jehová el altísimo. 
8. Jehová--a Salmo 23:1 Jehová mi pastor. 
9. Jehová-hoseenu Salmo 95:6 Jehová nuestro hacedor. 
10. Jehová-sidkenu Jeremías 23:6 Jehová nuestra justicia. 
11. Jehová-sama Ezequiel 48:35 Jehová está presente.  
LA REVELACIÓN PROGRESIVA DEL NOMBRE 
Hallamos que en el Antiguo Testamento Dios progresivamente dio a conocer más acerca de Sí mismo al surgir necesidades diversas en las vidas de los hombres, y usó nombres o títulos compuestos para expresar esta revelación personal.  
Así que cuando Abraham necesitó un cordero para sacrificar, Dios se reveló como Jehová-jireel Dios que provee. Cuando Israel necesitaba liberación, Dios reveló que Su nombre Jehová tenía una importancia anteriormente desconocida respecto a liberación y salvación (Exodo 6:3-8). Cuando Israel necesitaba protección de la enfermedad, Dios se reveló como Jehová-rafa, el Dios que sana. Cuando Israel necesitaba victoria sobre los enemigos, Dios se reveló como Jehová-nisiel Dios que nos da la victoria.  
De este modo los nombres y los títulos descritos dan a conocer sobre todo aspectos importantes acerca de la naturaleza de Dios. Sin embargo, ninguno de ellos es una revelación completa de la naturaleza de Dios.  
Muchos hombres santos del Antiguo Testamento se dieron cuenta de esto; ellos desearon saber más de Dios y expresaron su deseo en pedir saber Su nombre:  
  • Cuando Jacob luchó con el hombre en Peniel (una manifestación de Dios), él pidió, Declárame ahora tu nombre. Dios no le dio a conocer Su nombre, pero sí le bendijo (Génesis 32:29).  
  • Manoa, el padre de Sansón, le preguntó al ángel de Jehová cuál era su nombre y recibió esta respuesta: ¿Por qué preguntas por mi nombre, que es admirable? (Jueces 13:18).  
  • El profeta Agur preguntó acerca de Dios, ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes? (Proverbios 30:4). El miraba al futuro, tratando de ver con qué nombre Dios se daría a conocer cuando Él apareciera como el Hijo.  
  • Zacarías profetizó que un tiempo vendría cuando Jehová sería el rey sobre toda la tierra, y En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre. (Zacarías 14:9). 
EL NOMBRE DE JESÚS 
Cuando llegó el cumplimiento del tiempo, Dios sí satisfizo los anhelos de su pueblo y se reveló en todo su poder y gloria mediante el nombre JesúsJesús es el equivalente griego del nombre hebreo diversamente traducido como Jesúa (Esdras 2:2), o Josué (Éxodo 17:9). 
Tanto Hechos 7:45 como Hebreos 4:8 demuestran que Jesús es el mismo nombre que  Josué, en estos textos el nombre griego usado para José es igual al que se usa para Jesús. Jesús significa Jehová-Salvador, Jehová nuestra Salvación, o Jehová es Salvación. 
Es por eso que el ángel dijo: Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESUS, porque El salvará a su pueblo de sus pecados. (Mateo 1:21).  
La identificación del nombre de Jesús con la salvación es particularmente evidente porque la palabra hebrea para Jesúa es prácticamente idéntica a la palabra hebrea para salvación, especialmente ya que el antiguo hebreo no usaba vocales escritas, era un idioma consonántico. De hecho, la Concordancia Exhaustiva de la Biblia de Strong traduce literalmente a Jesúa como Yeshuwa y la palabra hebrea para la salvación como Yeshuwah 
Aunque otros hombres han llevado el nombre Josué o Jesús, el Señor Jesucristo es el único quien realmente ha alcanzado las implicaciones de aquel nombre. Él es el único que es realmente lo que aquel nombre significa. 
El nombre de Jesús es el nombre de Dios que Él prometió dar a conocer es el único nombre de Zacarías 14:9 que comprende e incluye todos los otros nombres de Dios dentro de su significado.  
La iglesia del Nuevo Testamento es identificada por el nombre de Jesús.  
Jesús dijo que nosotros seríamos aborrecidos por todos por causa de Su nombre (Mateo 10:22).  
La Iglesia primitiva fue perseguida por el nombre de Jesús (Hechos 5:28, 9:21, 15:26), y ellos lo consideraban como un privilegio ser tenidos por dignos de sufrir por Su nombre (Hechos 5:41).  
Pedro declaró que el hombre cojo en la puerta Hermosa fue sanado por el nombre de Jesucristo de Nazaret (Hechos 4:10). Pedro en ese momento histórico explicó la supremacía y la esencialidad de este nombre en cuanto a recibir la salvación se refiereY en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:12).  
El Apóstol Pablo escribió: Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra. (Filipenses 2:9-10).  
A causa de la posición exaltada de este nombre, se nos exhorta a depender del nombre de Jesús en todo lo que hacemos o decimos: Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús. (Colosenses 3:17).  
Nosotros enseñamos y predicamos en el nombre de Jesús (Hechos 4:17-l8; 5:28).  
Echamos fuera demonios, hablamos en lenguas, recibimos protección y poder sobrenatural, y oramos por los enfermos—todo en el nombre de Jesús (Marco 16:17- 18; Santiago 5:14).  
Señales y maravillas son hechas por el nombre de Jesús (Hechos 4:30).  
Oramos y hacemos conocer las peticiones a Dios en el nombre de Jesús (Juan 14:13-14; 16:23).  
Nos reunimos en el nombre de Jesús (Mateo 18:20).  
Bautizamos en el nombre de Jesús (Hechos 2:38). 
CONCLUSIÓN 
En la Biblia un nombre era, más que una identificación; describía perfectamente a quien lo llevaba, muchas veces revelando alguna característica del carácter de la persona. Siendo que el nombre Jesús representa al Señor que existe por sí mismo hecho salvación.  Es natural que el diablo odie el Nombre y a los que lo invocamos. 
La primera orden que dio el diablo contra la Iglesia fue la de intentar detener la divulgación de este poderoso Nombre: ( 
Sin embargo, para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémoslos para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este nombre. Entonces los llamaron y les ordenaron que en ninguna manera hablaran ni enseñaran en el nombre de Jesús. (Hechos 4.17) 
Pero las puertas del infierno no han prevalecido contra la Iglesia, que seguirá invocando el Nombre y triunfando sobre el mal hasta la venida de Nuestro Gran Dios y Salvador Jesucristo.


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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor




Generalidades de la Escatología Bíblica

NO DEJE DE LEERLO