lunes, 21 de marzo de 2016

Introducción a la escatología

Introducción a la escatología

Objetivos del capítulo

Después de estudiar este capítulo debería ser capaz de:

Examinar varios enfoques alternativos al estudio de la escatología que ayudan a entenderla y especialmente a enseñarla y a predicarla.

Clasificar diferentes tipos de escatología empleando siete cuestiones para su evaluación.

Identificar y explicar seis formas diferentes de enfocar la escatología.

Evaluar las nueve conclusiones que pueden extraerse del estudio de la escatología.

Resumen del capítulo

El estudio de la escatología ha provocado una variedad de respuestas entre los creyentes, que van desde evitarla casi del todo a la preocupación total por la doctrina. Ningún extremo es deseable. Defendemos una visión equilibrada. Existen una variedad de sistemas: modernizado, desmodernizado, realizado, existencializado, politizado y sistematizado. Al menos se pueden sacar nueve conclusiones sobre la escatología.

Cuestiones de estudio

1. ¿Qué razones hay para estudiar la escatología?


2. ¿Qué son la "escatomanía" y la "escatofobia"?


3. ¿Cómo nos pueden ayudar las preguntas de clasificación a analizar un sistema escatológico? ¿Qué preguntas hay que hacer?


4. Compare y contraste los seis sistemas escatológicos seleccionados: modernizado, desmodernizado, realizado, existencializado, politizado y sistematizado. Haga un gráfico con tres columnas. Escriba cada sistema en la primera columna. Identifique el exponente principal en la segunda columna. Enumere las ideas principales de cada uno de ellos en la tercera columna. Mire de nuevo el gráfico y trate de exponer sus propias conclusiones.


5. ¿Cómo le ayudarán las conclusiones del final del capítulo a elaborar un enfoque efectivo sobre la escatología?


El estatus de la escatología

Clasificación de las escatologías

Tratamientos modernos de la escatología

El enfoque liberal: la escatología modernizada

Albert Schweitzer: escatología desmodernizada

C. H. Dodd: escatología realizada

Rudolf Bultmann: escatología existencializada

Jürgen Moltmann: escatología politizada

Dispensacionalismo: escatología sistematizada

Conclusiones sobre la escatología

El estatus de la escatología

Como indica la derivación de la palabra, escatología tradicionalmente ha significado el estudio de las últimas cosas. Según esto, trata de cuestiones que tienen que ver con el fin de la historia, la terminación de la obra de Dios en el mundo. En muchos casos también ha sido literariamente el tema final que se ha tratado en los estudios de teología.

La escatología ha tenido diversa fortuna en la historia del cristianismo. Como la teología normalmente se define y se redefine en respuesta a los retos y controversias, y el número de debates importantes sobre escatología han sido pocos, ha permanecido relativamente poco desarrollada en relación con otras doctrinas como la naturaleza de los sacramentos o la persona y la obra de Cristo. Estas doctrinas, al ser más importantes para la fe y la experiencia cristiana, se trataron de forma más extensa en un momento más temprano del tiempo. James Orr observó que a medida que avanzaba la historia de la iglesia, predominaban ciertas doctrinas. El orden normal de los estudios teológicos refleja el orden en que iban predominando las distintas doctrinas. Orr sugiere que en lo que se refiere a esta ciencia, la escatología sería el tema predominante en la teología de la época moderna. Si es el tema más destacado es algo discutible, porque en el siglo xx se le ha prestado mucha atención a la revelación y a la obra del Espíritu Santo. No obstante, es cierto que a finales del xix y durante el siglo xx la escatología ha recibido mayor atención que nunca antes.

Hay varias interpretaciones de la relación de la escatología con otras doctrinas. Algunos teólogos la han considerado simplemente como un apéndice o como la terminación de otras doctrinas. Por ejemplo, a veces se la ha considerado simplemente como parte de la doctrina de la salvación. Cuando se considera esencialmente el estudio de los pasos finales de Cristo estableciendo su gobierno en el mundo, la escatología completa la doctrina de la obra de Cristo.3 También ha estado unida a la doctrina de la iglesia; pensamos, por ejemplo, en la discusión de Agustín sobre el reino y la iglesia. Otros teólogos han considerado la escatología como una doctrina independiente que está a la par de las otras doctrinas importantes.5 También hay otros teólogos que afirman que la escatología es la doctrina suprema: resume todas las demás y las lleva a su cumplimiento. Finalmente, unos pocos han mantenido que la escatología es el conjunto de la teología o, más correctamente, la teología en su conjunto es escatología.7 Hay por lo tanto una amplia variedad de puntos de vista sobre el estatus de la escatología.

Hay una serie de razones para la actual atención a la escatología. Una es el rápido desarrollo de la tecnología y los consiguientes cambios en la cultura en general. Para evitar quedarse obsoletos, es necesario que las corporaciones y las agencias públicas predigan el futuro y se preparen para él. Esto ha dado lugar a toda una nueva disciplina: el "futurismo." La curiosidad por saber cómo serán las casas, los transportes y las comunicaciones en la próxima década o en el próximo siglo se presta para la especulación y después para la investigación. Existe un interés correspondiente en el futuro en un sentido más amplio, en un sentido cósmico. ¿Qué deparará el futuro para la realidad en su conjunto?

Una segunda razón para la prominencia de la escatología es el alzamiento del tercer mundo. Para algunos que viven en los países desarrollados, las actuales tendencias económicas y políticas son negativas y desalentadoras. Sin embargo, para los países del tercer mundo es al contrario. El futuro es muy prometedor para ellos. Como el cristianismo continúa creciendo rápidamente en los países del tercer mundo, desde luego más rápido que en cualquier otra parte, su emoción y anticipación ante el futuro estimula un mayor interés por la escatología que por la historia ya pasada.

Además, la fuerza del comunismo o del materialismo dialéctico en nuestro mundo obligó a los teólogos a centrarse en el futuro. El comunismo tiene una filosofía definida de la historia. Considera que la historia se dirige hacia un objetivo definitivo. A medida que la dialéctica consigue sus propósitos, la historia sigue pasando de una etapa a otra. La obra de Ernst Bloch Das Prinzip Hoffnung (El Principio de la Esperanza), que representa al marxismo como la esperanza del mundo para un futuro mejor, causó un gran impacto en varios teólogos cristianos. Se sintieron impulsados a buscar una base alternativa superior para la esperanza.

Algunas escuelas de psicología han empezado a resaltar la esperanza. Quizá el ejemplo más notable sea la logoterapia de Viktor Frankl, una mezcla de existencialismo y psicoanálisis. De su experiencia en un campo de concentración en la segunda guerra mundial, Frankl concluyó que los humanos necesitan un propósito para vivir. El que tenga esperanza, el que sepa "el 'porqué' de su existencia.… sabrá soportar casi cualquier 'cómo'." En un sentido muy real, el porqué, el propósito de la existencia se relaciona con el futuro, con lo que nosotros anticipamos que ocurrirá.

Finalmente, la amenaza de destrucción nuclear que se ha cernido sobre la raza humana durante algún tiempo ha fomentado el deseo de saber sobre el futuro. Y mientras que el efecto de las crisis ecológicas a las que nos enfrentamos es menos rápida que la nuclear, también pone en peligro el futuro de la raza. Estos hechos, dejan claro que no podemos vivir únicamente en el presente, preocupados por el ahora. Debemos pensar en el futuro.

Cuando examinamos lo que los teólogos y los ministros están haciendo con la escatología, encontramos dos tendencias contrarias. Por una parte, hay una preocupación intensa por la escatología. Los teólogos conservadores han demostrado un gran interés por este tema. Los dispensacionalistas en particular lo han resaltado en sus predicaciones y en sus enseñanzas. Se dice que hay un pastor que predica el libro del Apocalipsis cada domingo ¡desde hace 19 años! Algunas veces se amplían las enseñanzas con esquemas enormes y detallados de los últimos tiempos. Los actuales sucesos políticos y sociales, especialmente los que hacen referencia a la nación de Israel, se identifican con las profecías de las Escrituras. El resultado es que a algunos predicadores se les ha caricaturizado con la Biblia en una mano y con el periódico en la otra. La obra de Hal Lindsey La agonía del gran planeta tierra es un ejemplo a destacar de este tipo de "escatomanía."

Hay otra variedad de escatomanía, muy diferente en orientación y contenido. Es el enfoque que hace que la escatología sea la teología al completo. La fe cristiana se considera tan completamente escatológica que el adjetivo "escatológico" se añade prácticamente a cualquier concepto teológico. La escatología está "hasta debajo de las piedras" en el Nuevo Testamento. Sin embargo, según los que siguen este enfoque el tema central de la escatología no es el futuro, sino la idea de que ha empezado una nueva era. A menudo se resalta la tensión entre lo nuevo y lo viejo; de hecho, la frase "Ya, pero no todavía" se ha convertido en una especie de eslogan.

Lo opuesto a las dos variedades de escatomanía se podrían denominar "escatofobia": miedo o aversión a la escatología, o al menos evitar discutir de ella. En algunos casos, la escatofobia es una reacción en contra de los que tienen una interpretación definida de todo el material profético de la Biblia e identifican todo evento importante de la historia con alguna predicción bíblica. No queriendo que se les identifique con este enfoque sensacionalista de la escatología, algunos predicadores y profesores evitan discutir totalmente del tema. Como resultado, en algunos círculos conservadores casi no existe alternativa alguna al dispensacionalismo. Muchos de los miembros de las iglesias, al no escuchar ningún otro punto de vista distinto, han llegado a pensar que el dispensacionalismo es el único enfoque legítimo que existe sobre la escatología. Es más, en situaciones en las que alguna idea de poca importancia sobre la escatología se ha convertido en una prueba de ortodoxia, los pastores jóvenes tienden a evitar completamente el asunto, tratando de no resultar sospechosos. Y en los casos en los que discutir de escatología se ha convertido en el tema de debate preferido, algunos pastores, para evitar las divisiones, hacen mención escasa o ninguna del milenio y de la gran tribulación. A este respecto, los temas escatológicos no son diferentes a la glosolalia.

Muchos de los temas de la escatología son confusos y difíciles de tratar. En consecuencia, los profesores y los predicadores simplemente evitan el tema. Ciertos profesores que imparten cursos de doctrina cristiana siempre están retrasados en sus clases. Por lo tanto, nunca tienen tiempo para tratar el tema del milenio y la gran tribulación. De la misma manera a los profesores de estudios del Nuevo Testamento les resulta difícil encontrar tiempo para el libro del Apocalipsis, e incluso algunos profesores de estudios del Antiguo Testamento tienen dificultades para planificar sus calendarios de manera que puedan prestar suficiente atención a los libros proféticos. Quizá sea sólo falta de organización y disciplina, pero más de un instructor ha admitido que la falta de tiempo resulta conveniente.

A mitad de camino entre los dos extremos de preocuparse por la escatología y evitarla debe estar nuestra posición. Porque la escatología no es ni un tema opcional y sin importancia, ni el único objetivo de importancia e interés para el cristiano. Encontraremos una posición intermedia si tenemos en cuenta el verdadero propósito de la escatología. A veces la escatología ha sido tema de debate, que ha ocasionado acusaciones y animosidad entre cristianos. Este no es el propósito para el cual Dios reveló las verdades escatológicas. Pablo indicó en 1 Tesalonicenses 4 su razón para escribir sobre la segunda venida. Algunos creyentes que habían perdido a sus seres queridos estaban experimentando un dolor que, al menos hasta cierto punto, era insano e innecesario. Pablo no quería que estuvieran tristes como los no creyentes, que no tenían esperanza por sus seres queridos (v. 13). Después de describir la segunda venida y asegurar a sus lectores que era cierta, les aconseja: "Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras" (v. 18). A veces es fácil olvidar que las verdades escatológicas en la palabra de Dios, como en el resto de la revelación, intentan consolarnos y animarnos.

Clasificación de las escatologías

Se pueden plantear una serie de cuestiones para ayudarnos a clasificar los distintos puntos de vista sobre la escatología. En algunos casos, una sola pregunta servirá para clasificar el punto de vista a considerar, ya que será la clave para todo el sistema. En otros casos, será necesario realizar varias preguntas si queremos comprender por completo la naturaleza del punto de vista que estamos tratando.

1. ¿Se considera que la escatología hace referencia principalmente al futuro o al presente? Tradicionalmente se ha entendido que la escatología trata del fin de los tiempos, cosas que sucederán en un momento dado del futuro. Sin embargo, algunos teólogos ven la escatología como una descripción de eventos del aquí y ahora. Estamos en una edad nueva y experimentamos una nueva calidad de vida. Otros no obstante consideran la escatología como una descripción de lo que siempre ha sido, es y será la verdad. En otras palabras, tiene un carácter atemporal.

En este punto será útil señalar un sistema que se utiliza para clasificar las distintas interpretaciones del material profético o apocalíptico que hay en las Escrituras. Aunque la mayoría de las veces se utiliza como medio para clasificar la interpretación del libro del Apocalipsis, o de forma más genérica, toda esa literatura profética, el sistema también se puede aplicar para distinguir puntos de vista sobre la escatología:

1. El punto de vista futurista mantiene que la mayoría de los sucesos que se describen están en el futuro. Se cumplirán al final de los tiempos, muchos de ellos probablemente se producirán todos juntos.

2. El punto de vista pretérito mantiene que los sucesos descritos se estaban produciendo en los tiempos del escritor. Como eran actuales para el escritor, ahora son pasado.

3. El punto de vista histórico mantiene que los sucesos descritos estaban en el futuro en el momento de escribirse, pero que hacen referencia a cosas que sucederán a lo largo de la historia de la iglesia. En lugar de mirar únicamente al futuro, debemos de buscar en las páginas de la historia y considerar si alguno de esos sucesos ya se está produciendo ahora mismo.

4. El punto de vista simbólico o idealista mantiene que no hay que pensar que los eventos descritos se van a desarrollar dentro de una secuencia temporal. Hacen referencia a verdades de naturaleza atemporal, y no a sucesos históricos singulares.

2. ¿La idea del futuro de la vida aquí en la tierra es principalmente optimista o pesimista? Algunas escatologías anticipan que va a haber una mejora en las condiciones. Otras vislumbran un empeoramiento de las circunstancias de la existencia humana. Muchos de estos últimos esperan que, bajo el control humano, la situación se irá deteriorando hasta que Dios intervenga y rectifique lo que está ocurriendo.

3. ¿Cuál se cree que será el agente de los sucesos escatológicos: la actividad divina o el esfuerzo humano? Si es la actividad divina, se considerará que estos elementos se realizan de forma sobrenatural; si el esfuerzo es humano, se verán como el resultado de un proceso familiar y natural. La primera perspectiva busca la obra genuinamente trascendente de Dios; la segunda resalta la actividad inmanente de Dios en el mundo.

4. ¿El centro de la creencia escatológica está en este mundo o en el otro? En otras palabras, ¿se espera que las promesas de Dios en su mayor parte se realicen en esta tierra en una continuidad fundamental con la vida tal como la experimentamos ahora, o habrá una liberación de la situación presente y su promesa se cumplirá en el cielo o en un lugar o situación totalmente distinta a la que ahora experimentamos? Las escatologías del primer tipo persiguen unas esperanzas más seculares; las del segundo tipo son de naturaleza más espiritual.

5. ¿El punto de vista particular habla de esperanza sólo para la iglesia o para la raza humana en general? ¿Los beneficios anticipados son sólo para los creyentes, o las promesas son para todos? Si es esto último, ¿la iglesia es el agente o vehículo de las cosas buenas que vienen para todos?

6. ¿La escatología mantiene que obtendremos los beneficios de la nueva edad individualmente o que su concesión será de carácter cósmico? Si es esto último, es probable que las promesas de Dios se cumplan en un único evento que lo abarque todo. Es más, en ese caso los efectos puede que no incluyan sólo a los seres humanos, sino también a otros sectores de la creación; puede que haya una transformación del orden natural.

7. ¿Hay un lugar especial para los judíos en los sucesos futuros? Como pueblo escogido y como pueblo del pacto en el Antiguo Testamento, ¿siguen teniendo un estatus especial, o son simplemente como el resto de la raza humana?

Tratamientos modernos de la escatología

En muchos aspectos la historia de la escatología guarda paralelismos con la doctrina del Espíritu Santo. En ambos casos se elaboró una posición formal bastante pronto que acabó formando parte de la ortodoxia. Por lo tanto en los círculos ortodoxos la escatología y el Espíritu Santo rara vez resultaban de mucho interés o de objeto principal de preocupación. Fue en las sectas, o en los grupos más radicales donde se tomaron más en serio estas doctrinas y donde se las dio una expresión más dinámica y agresiva. Aunque formaban parte de la creencia tradicional, no se debatían o predicaban demasiado. Sin embargo en el siglo xx, ambas doctrinas se convirtieron en materias de interés y preocupación mucho más general.

El enfoque liberal: la escatología modernizada

El siglo xix fue un tiempo de considerable efervescencia intelectual, y la teología cristiana sintió su fuerza. La teoría de Darwin sobre la evolución, el crecimiento de las ciencias naturales y los estudios críticos sobre la Biblia contribuyeron a un nuevo ambiente. En teología, el liberalismo intentaba retener la fe cristiana a la vez que aportaba el enfoque científico a los temas religiosos. Había confianza en el método histórico como medio para conocer lo que había ocurrido realmente en los tiempos bíblicos. La aplicación de este método al estudio de los evangelios se pasó a conocer como la búsqueda del Jesús histórico. Aunque las conclusiones fueron variadas, hubo algunos acuerdos generales. Uno de ellos fue que Jesús era básicamente un maestro humano cuyo mensaje era principalmente sobre el Padre celestial.

El mensaje de Jesús realmente era bastante simple, según Adolf von Harnack, cuyo pensamiento representó la culminación del liberalismo del siglo xix. Jesús resaltaba la paternidad de Dios, que había creado a todos los seres humanos y que velaba por ellos y los protegía, como hace con todas las partes de su creación. El valor infinito de un alma humana era otra de las enseñanzas importantes de Jesús. Dios ha hecho de los humanos el objeto más alto de su creación y de su amor, por eso deberíamos amar a nuestros semejantes.

El reino de Dios era otro tema básico en las enseñanzas de Jesús. Mientras que este reino tradicionalmente se había entendido como un reinado terrenal futuro de Cristo que se establecería tras su espectacular segunda venida, los liberales resaltan el carácter presente del reino. Señalan que Jesús había dicho a sus discípulos: "En cualquier ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os pongan delante y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: 'Se ha acercado a vosotros el reino de Dios' " (Lc. 10:8–9). El reino pues, no es algo que esté muy alejado, espacial o temporalmente. Es algo cercano, algo en lo que los humanos pueden entrar. No es algo externo impuesto desde fuera. Simplemente es el reino de Dios en los corazones de los hombres cada vez que obedecen a Dios. El papel de los cristianos es extender el reino, que, según Albrecht Ritschl, es un ámbito de justicia y valores éticos.

Para los liberales, Jesús también enseñaba algunas ideas extrañas. Una de estas ideas era la segunda venida, el concepto de que él regresaría corporalmente al final de los tiempos para establecer su reino. Los liberales consideraban esto un vestigio insostenible de una manera pre-científica de entender la realidad. No obstante, también creían que el concepto contenía un mensaje importante. Las enseñanzas sobre la segunda venida corporal son simplemente las hojas que recubren el auténtico mensaje, el grano de maíz. Lo que debemos hacer es pelar las hojas para extraer el grano. El verdadero mensaje de la segunda venida es la victoria de la justicia de Dios sobre el mal en el mundo. Esto es el grano; el segundo advenimiento es simplemente la hoja o el envoltorio. No es necesario que nos quedemos con el envoltorio. Nadie en su sano juicio se come las hojas con el grano.

En el rechazo de la idea de la segunda venida, vemos el profundo aprecio de los liberales por las conclusiones del aprendizaje moderno, que, junto con el método histórico, fue uno de los componentes básicos de su enfoque hacia la Biblia. Destacada en la época más vigorosa del liberalismo fue su idea del progreso. Se estaban haciendo avances científicos, políticos y económicos. La teoría de Darwin sobre la evolución se iba generalizando hasta abarcar toda la realidad. Se consideraba que todo iba creciendo, desarrollándose, progresando, no sólo los organismos biológicos, sino también la personalidad humana y las instituciones. La creencia del triunfo de Dios sobre el mal se mezclaba con esta doctrina del progreso. Se consideraba que una continua cristianización del orden social, incluyendo la economía, sería la ejemplificación actual del significado real de la segunda venida.

Albert Schweitzer: escatología desmodernizada

Sin embargo, algunos teólogos no estaban conformes con las interpretaciones que se hicieron de Jesús en los escritos liberales. No sólo los conservadores, incluso algunos que compartían el enfoque liberal básico sobre la interpretación de la Biblia tenían objeciones que hacer. Uno de los primeros de este grupo fue Johannes Weiss. Su Jesus' Proclamation of the Kingdom of God (Proclamación de Jesús del reino de Dios) supuso un cambio radical para los que aplicaban el método histórico a los evangelios. En lugar de asumir que el reino del que Jesús hablaba era un reino ético presente, Weiss tenía la teoría de que la perspectiva de Jesús era totalmente escatológica, futurista e incluso apocalíptica. Según Weiss, Jesús no buscaba que se extendiese el reino de Dios de forma gradual como un gobierno ético en los corazones de los humanos, sino como un reino futuro que sería introducido mediante la actuación drástica de Dios. Esta hipótesis a Weiss le parecía que encajaba con los datos de la vida y las enseñanzas de Jesús mucho mejor que las conclusiones de las biografías de Jesús.

Lo que había empezado Weiss lo completó Albert Schweitzer. Fue muy crítico con las interpretaciones liberales y las reconstrucciones de la vida de Jesús. Estas concepciones medio históricas, medio modernas eran el producto de imaginaciones muy creativas. Dijo del concepto liberal de Jesús como predicador de un reino ético: "Es una figura diseñada por el racionalismo, a la que le da la vida el liberalismo y vestida por la teología moderna con un traje histórico." En lugar de un Jesús que tiene poco que decir sobre el futuro, Schweitzer encontró un Jesús cuyos pensamientos y acciones estaban empapadas de una escatología radical completa. Schweitzer utilizó la frase "escatología coherente." Un factor clave en el mensaje de Jesús fue su futura venida (Schweitzer prefería este término al de "segunda venida"). No sólo fue esta predicación escatológica básica y central para el ministerio de Jesús; también fue el plan original. Mientras que algunos teólogos consideran el elemento escatológico en la enseñanza de Jesús como un pensamiento tardío adoptado cuando no pudo establecer un reino terrenal, Schweitzer creía que un futuro reino celestial era la base de la predicación de Jesús, incluso desde el principio de su primer ministerio en Galilea.

Jesús predicó un reino futuro que sería radicalmente sobrenatural, repentino en su llegada, y distinto a lo que la sociedad humana había experimentado hasta entonces. Sería introducido por una catástrofe cósmica. Habría que estar preparados mediante el arrepentimiento. Esto es lo que Jesús creía realmente, según Schweitzer; pero, por supuesto, ¡Jesús se equivocó! Al fracasar en su intento de presentar a sus contemporáneos ese reino cósmico, Jesús fue destruido. Jesús murió martirizado. Es este verdadero Jesús histórico al que debemos seguir, no al moderno. Porque a Jesús no se le puede moldear para que se ajuste a nuestros conceptos. Él se revela a sí mismo a aquellos que siguen sus mandamientos y realizan las tareas que él les ha encomendado.20 Aunque Schweitzer no especifica lo que quiere decir esto exactamente o cómo va a producirse la revelación, su obra misionera en Lamberéné evidentemente fue su intento personal por cumplir los mandamientos de Cristo.

C. H. Dodd: escatología realizada

C. H. Dodd dio a la escatología la siguiente orientación más destacada. Su escatología era similar a la de Schweitzer en un aspecto muy importante, pero diametralmente opuesta en otro. En común con Schweitzer tenía la idea de que la escatología es un tema principal que impregna las Escrituras, en particular las enseñanzas de Jesús. Sin embargo, al contrario que Schweitzer, Dodd mantenía que el contenido del mensaje de Jesús no era una futura venida ni un futuro reino; sino que con la venida de Jesús el reino de Dios ya había llegado. Según los cuatro tipos de escatología de los que hablamos anteriormente este sería el enfoque pretérito.

Al formular su escatología, Dodd prestó particular atención a las referencias bíblicas del día del Señor. Mientras que en el Antiguo Testamento el día del Señor se consideraba un asunto futuro, en el Nuevo Testamento se considera un suceso presente. Este concepto mitológico se ha convertido en una realidad histórica definida. La escatología se ha cumplido o se ha realizado. De ahí que el punto de vista de Dodd se haya conocido como "escatología realizada." En lugar de mirar hacia adelante en busca de un futuro cumplimiento de la profecía, deberíamos señalar las maneras en las que ya se ha cumplido. Por ejemplo, el triunfo de Dios fue evidente cuando Jesús vio a Satanás caer de los cielos (Lc. 10:18). Con la venida de Cristo, el juicio ya se ha producido (Jn. 3:19). La vida eterna ya es nuestra (Jn. 5:24). Para Dodd, hay muy pocas dudas de que los escritores del Nuevo Testamento opinaban que el fin de los tiempos ya había llegado. Al sacar esta conclusión, Dodd presta mucha más atención a Pablo de lo que lo hizo Schweitzer o a las biografías liberales de Jesús. El testimonio de Pedro en Pentecostés también es significativo: "Pero esto es lo dicho por el profeta Joel: 'En los postreros días—dice Dios—, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños' " (Hch. 2:16–17). Realmente no es necesario mirar hacia adelante para que se cumplan las profecías de Joel. Ya se han cumplido.

Rudolf Bultmann: escatología existencializada

Rudolf Bultmann planteó un enfoque más a la escatología. Su manera de ver la escatología simplemente forma parte de su mucho más amplio programa de desmitologización, que ya hemos examinado con anterioridad. Resumiendo, Bultmann decía que mucho del Nuevo Testamento tiene forma de mitología. Los escritores expresaban su forma de entender la vida de la manera que era común en los tiempos del Nuevo Testamento. Lo que recogieron no se debe considerar como un relato objetivo de lo que sucedió o como una explicación literal del cosmos. Si se toma de esta manera, el Nuevo Testamento parece ridículo. La idea de que Jesús ascendió a los cielos, por ejemplo, y que las enfermedades están causadas por los demonios que viven en los humanos son tan insostenibles como innecesarias. En su lugar, debemos entender que los escritores del Nuevo Testamento utilizaron los mitos que tomaron prestados del gnosticismo, del judaísmo y de otras fuentes para dar expresión a lo que les había sucedido existencialmente.

Bultmann aportó el existencialismo de Martin Heidegger a su interpretación del Nuevo Testamento. Como el mensaje del Nuevo Testamento es existencial y no histórico (o sea, no nos dice lo que sucedió realmente), ¿no sería lógico interpretarlo utilizando la filosofía existencial? Bultmann considera el pensamiento de Heidegger una versión filosófica secularizada de la visión del Nuevo Testamento sobre la existencia humana.

Como el elemento histórico en el Nuevo Testamento no nos habla principalmente sobre situaciones específicas, sino sobre la naturaleza misma de la existencia, debemos considerarla esencialmente atemporal. Lo mismo ocurre con la escatología, que no hace referencia a los sucesos literales que ocurrirán en el futuro. Pablo en particular escribe sobre la experiencia actual y no sobre sucesos futuros. Cree que la salvación tiene que ver con la existencia presente: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas" (2 Co. 5:17). La resurrección también es una experiencia presente: "Sorbida es la muerte en victoria" (1 Co. 15:54). Juan nos dice que Jesús habló del juicio como un fenómeno presente también: "Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera" (Jn. 12:31). De la misma manera Juan cuenta palabras similares de Jesús sobre la vida eterna y la resurrección: "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que se niega a creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él" (Jn. 3:36); "De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán" (Jn. 5:25). Bultmann comenta: "Para Juan, la resurrección de Jesús, Pentecostés y la parousia de Jesús son una y la misma cosa, y los que creen ya tienen la vida eterna." Incluso un suceso puramente escatológico como la venida del espíritu del anticristo es existencialmente cierta en todos los tiempos: "y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del Anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo" (1 Jn. 4:3). El siguiente versículo declara que los hijos de Dios han vencido a estos espíritus. Las realidades escatológicas como la resurrección, la vida eterna y la venida del espíritu del anticristo, por tanto, no dependen de si un evento en particular ya ha sucedido, porque son verdaderos en un sentido existencial atemporal.

Jürgen Moltmann: escatología politizada

La teología de la esperanza considera que la escatología no es simplemente una parte más, o una doctrina de la teología, sino más bien la teología en su conjunto. Hasta un punto inusual, la inspiración para esta teología surge de las experiencias personales de un hombre: Jürgen Moltmann. Moltmann fue prisionero de guerra en un campo británico hasta 1948. Vio el derrumbamiento de su Alemania natal y de todas sus instituciones. Como algunos otros autores de memorias de campos de prisión, señaló que, por regla general, los prisioneros con esperanza tenían más posibilidades de sobrevivir. Cuando regresó a Alemania y empezó a estudiar teología, sus ideas maduraron. En particular, su contacto con el pensamiento del filósofo marxista Ernst Bloch intensificó su interés por el tema de la esperanza. No podía entender por qué la teología cristiana había permitido que este tema, que le pertenecía por derecho propio, se le escapara de las manos. A medida que el ateísmo marxista tomaba y explotaba el tema de la esperanza, el cristianismo se hacía cada vez más irrelevante. Por una parte, el cristianismo tenía un Dios pero no tenía futuro, y por la otra, el marxismo tenía futuro pero carecía de Dios.26 Moltmann pedía a los cristianos que se acordasen del "Dios de la esperanza" del que da testimonio tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento; reclamando el tema de la esperanza, deberían "empezar a asumir la responsabilidad por los problemas personales, sociales y políticos del presente."

Moltmann en consecuencia ha pedido a la iglesia que sea mediadora de la presencia de Cristo, que a su vez será mediadora del futuro de Dios. Sin embargo, la esperanza cristiana no se realizará simplemente esperando de forma pasiva. Porque "somos obreros de la construcción y no simples intérpretes del futuro cuyo poder en la esperanza al igual que en la realización es Dios. Esto significa que la esperanza cristiana es una esperanza militante y creativa en la historia. El horizonte de la expectación escatológica produce aquí un horizonte de instituciones éticas que, a su vez, proporcionan significado a las iniciativas históricas concretas."

Dirigido a la consecución de la esperanza cristiana, Moltmann había desarrollado una teología política para transformar el mundo. No obstante el futuro no se podrá conseguir principalmente mediante nuestro trabajo. Básicamente será obra de Dios. Conseguir ese futuro (nuestra esperanza) requiere acción, no explicación teológica. En contraste con las teologías anteriores, que intentaban tratar el problema del mal en el mundo ofreciendo una teodicea (una defensa de la justicia de Dios), la teología de la esperanza, en lugar de preguntar por qué Dios no hace algo con el mal en el mundo, actúa para transformar ese mal. Por lo tanto la fe se ha convertido en acción, que a su vez ayudará a conseguir el objeto de esa fe.

Dispensacionalismo: escatología sistematizada

Una escuela adicional de escatología, aunque relativamente nueva en lo que se refiere a teologías ortodoxas, ha ejercido una influencia considerable en los círculos conservadores. Este movimiento, que se ha venido a conocer como dispensacionalismo, es un esquema interpretativo unificado. Es decir, cada parte específica o principio está conectado de forma vital con los demás. Por tanto, cuando hablamos de sistematizar la escatología, tenemos en mente no sólo que los datos estén organizados para facilitar la comprensión, sino también que las conclusiones en algunas áreas automáticamente surjan de los principios de otras. La persona que desarrolló el dispensacionalismo fue John Nelson Darby (1800–1882). Era también el organizador del movimiento Plymouth Brethren. El dispensacionalismo se popularizó a través de la Biblia de referencia Scofield y de conferencias sobre profecía bíblica realizadas por pastores y personas que no lo eran que habían estudiado en institutos bíblicos donde el dispensacionalismo era prácticamente la posición oficial.

El dispensacionalismo suele pensar que su sistema es primero y ante todo un método de interpretar las Escrituras. En su centro está la convicción de que hay que interpretar las Escrituras de forma literal. Esto no significa que haya que tomar de forma literal los pasajes que son obviamente metafóricos, pero si el significado normal tiene sentido, no hay que ir más allá. La aplicación de este principio conduce al rechazo de las interpretaciones alegóricas y de los intentos liberales por desmentir los elementos sobrenaturales de las Escrituras, por ejemplo, los milagros. También significa que la profecía es interpretada de forma muy literal y a menudo con un detalle considerable. Específicamente "Israel" se entiende que siempre hace referencia al Israel nacional o étnico, no a la iglesia. Sin embargo, a pesar del énfasis que se pone en la interpretación literal también hay una tendencia hacia una comprensión tipológica de ciertas porciones narrativas o poéticas que a veces se acercan al viejo método de la alegoría. Un ejemplo es la explicación frecuente del Cantar de los cantares como una imagen del amor de Cristo por su iglesia, a pesar del hecho de que el libro no dice nada explícito sobre Cristo o la iglesia.

El dispensacionalismo encuentra en la Palabra de Dios la evidencia de una serie de "dispensaciones" o economías bajo las cuales él ha dirigido el mundo. Estas dispensaciones son etapas sucesivas en la revelación de los propósitos de Dios. No implican diferentes maneras de salvación, porque los medios de salvación han sido los mismos en todos los periodos de tiempo, o sea, la gracia mediante la fe. Hay cierto desacuerdo en cuanto al número de dispensaciones, pero el más común es el de siete. Por tanto, la humanidad primero estuvo en la dispensación de la inocencia. Después vino la dispensación de la conciencia (desde la caída hasta el diluvio), el gobierno del hombre (desde el diluvio hasta el llamamiento a Abraham), promesa, ley y gracia. La séptima está por llegar. Muchos dispensacionalistas resaltan que reconocer a qué dispensación hace referencia un pasaje dado de las Escrituras es crucial. No deberíamos intentar gobernar nuestras vidas mediante preceptos establecidos, por ejemplo, para el milenio.

Los dispensacionalistas también resaltan mucho la distinción entre Israel y la iglesia. Algunos, de hecho, consideran esta distinción fundamental para entender las Escrituras y organizar la escatología. Según su punto de vista, Dios hizo un pacto incondicional con Israel; es decir sus promesas para con ellos no dependen de que cumplan ciertos requisitos. Seguirán siendo su pueblo especial y al final recibirán su bendición. El Israel étnico, nacional y político nunca se debe confundir con la iglesia. Son dos entidades separadas. Dios, por así decirlo, ha interrumpido su trato especial con Israel, pero lo iniciará de nuevo en algún momento del futuro. Las profecías no cumplidas sobre Israel se cumplirán dentro de la nación misma, no dentro de la iglesia. Es más, la iglesia no se menciona en las profecías del Antiguo Testamento. Prácticamente es un paréntesis dentro del plan general de Dios para Israel. Por tanto, debemos ser cuidadosos y no confundir los dos reinos divinos que se mencionan en las Escrituras. El reino de los cielos es judío, davídico y mesiánico. Cuando fue rechazado por el Israel nacional durante el ministerio de Jesús, su aparición en la tierra se pospuso. El reino de Dios, por su parte, es más inclusivo. Incluye a todas las inteligencias morales que obedecen la voluntad de Dios: los ángeles y los santos de todos los periodos de tiempo.

Finalmente, el milenio asume una importancia especial en el dispensacionalismo. En ese tiempo Dios reanudará su trato con Israel, ya que la iglesia ha sido rescatada del mundo o "arrebatada" algún tiempo antes (justo antes de la gran tribulación). El milenio por tanto tendrá un marcado carácter judío. Las profecías incumplidas sobre Israel se verán realizadas en ese momento. Aquí vemos la naturaleza orgánica del dispensacionalismo, la interconexión entre sus principios. Siguiendo con el principio de la interpretación literal, los dispensacionalistas dan mucha importancia a la distinción entre Israel y la iglesia.

Conclusiones sobre la escatología

1. La escatología es un tema destacado de la teología sistemática. Por tanto, no debemos descuidarlo a la hora de construir nuestra teología. Por otra parte, no es más que otra doctrina entre muchas, no es la teología en su conjunto. No debemos convertir todo nuestro sistema doctrinal en escatología, ni permitir que nuestra teología se distorsione poniendo un énfasis indebido en ella.

2. Las verdades sobre la escatología merecen una atención y un estudio cuidadoso, intenso y completo. Al mismo tiempo, debemos estar atentos y evitar explorar estas materias sólo por mera curiosidad. Y cuando tratemos de entender el significado de partes de la Palabra de Dios que resulten oscuras o difíciles, también debemos evitar especular de forma indebida y reconocer que como las fuentes bíblicas varían en claridad, nuestras conclusiones variarán en el grado de certeza.

3. Tenemos que reconocer que la escatología no pertenece exclusivamente al futuro. Jesús introdujo una nueva era, y la victoria sobre los poderes del mal ya se ha conseguido, aunque la lucha todavía se está llevando a cabo dentro de la historia.

4. Debemos unir a la perspectiva anterior la verdad de que hay elementos de profecía predictiva, incluso en el ministerio de Jesús, que no se pueden considerar cumplidos. Debemos vivir abiertos al futuro y esperando por él.

5. Los pasajes bíblicos sobre los sucesos escatológicos son mucho más que descripciones existenciales de la vida. Desde luego tienen importancia existencial, pero esa importancia depende de la veracidad de los sucesos descritos y de la aplicación de los mismos. Realmente ocurrirán.

6. Nosotros como humanos tenemos la responsabilidad de cumplir con nuestro papel para que estos sucesos escatológicos ocurran aquí en la tierra y dentro de la historia. Algunos consideran esta responsabilidad en forma de evangelización; otras en forma de acción social. Sin embargo, a la vez que llevamos a cabo nuestro papel, debemos ser conscientes de que la escatología pertenece principalmente a un ámbito nuevo que va más allá del espacio y del tiempo, un nuevo cielo y una nueva tierra. Este reino irá precedido por la obra sobrenatural de Dios; no puede ser conseguido por medios humanos.

7. Las verdades sobre escatología deberían hacer que estemos vigilantes y alertas ante lo que nos depara el futuro. Pero prepararnos para lo que va a suceder también implica diligencia en las actividades que el Señor nos ha asignado. No debemos ser impacientes ni abandonar prematuramente nuestras tareas. Deberíamos estudiar las Escrituras de forma intensa y vigilar el desarrollo de nuestro mundo con cuidado, para que podamos discernir la obra de Dios y no ser engañados. Sin embargo, no debemos ser tan imprudentes como para identificar dogmáticamente algunos sucesos históricos específicos con profecías bíblicas o predecir cuándo sucederán ciertos sucesos escatológicos.

8. Tan importante como es tener convicciones sobre escatología, es tener en cuenta que su importancia varía. Es esencial el acuerdo en materias básicas como la segunda venida de Cristo o la vida después de la muerte. Por otra parte, mantener una posición específica en temas menos importantes o que se han explicado menos, como el del milenio o el de la tribulación, no debería considerarse como una prueba de ortodoxia o una condición para la comunión o la unidad cristiana. El énfasis debería ponerse en los puntos en los que se está de acuerdo, no en los que se está en desacuerdo.

9. Cuando estudiamos las doctrinas de la escatología, deberíamos resaltar la importancia espiritual y la aplicación práctica. Son incentivos para la pureza de la vida, la diligencia en el servicio y la esperanza en el futuro. Tienen que considerarse como recursos para el ministerio, no como temas de debate.


 Erickson, M. J. (2008). Teología sistemática. (J. Haley, Ed., B. Fernández, Trans.) (Segunda Edición, pp. 1151–1167). Viladecavalls, Barcelona: Editorial Clie.


--
ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor IPUC
http://adonayrojasortiz.blogspot.com

No hay comentarios:

Generalidades de la Escatología Bíblica

NO DEJE DE LEERLO