Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana Baltimore, MD. Domingo 2 de Junio de 2019
¡VEN!
El Espíritu y la Esposa dicen: «¡Ven!». El que oye, diga: «¡Ven!». Y el que tiene sed, venga. El que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida. (Apocalipsis 22.17 RVR95).
Jesús es manantial de agua viva y gratuita.
Algunos toman todo este verso como dirigido a los pecadores. Sin embargo, los que hemos sido redimidos por la sangre de Cristo anhelamos nuestro definitivo encuentro con Él. El Espíritu Santo, protagonista y motor de la Iglesia, es quien produce en ella ese deseo de salir ya de este mundo a encontrarse con su Redentor. Como una novia bien preparada espera deseosa el encuentro con su futuro esposo a quien ama, así es la Iglesia que al final del texto termina diciendo ¡Sí, ven Señor Jesús! La última parte del versículo sí es obvio que no va dirigida a otros más que a quienes aun están perdidos y no forman parte de la Iglesia, aún hay oportunidad, entretanto que viene el Esposo. Esta es una invitación final que resalta la gracia de Dios, quien se acerca a la necesidad espiritual del ser humano y le ofrece la salvación por gracia. Tómala.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
7869853401
8301 Liberty Rd,
Windsor Mill, MD 21244
Miércoles 7 PM
Domingos 8 AM
https://www.facebook.com/pentecostalesdebaltimore/
pentecostalesdebaltimore@gmail.com
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¡VEN!
El Espíritu y la Esposa dicen: «¡Ven!». El que oye, diga: «¡Ven!». Y el que tiene sed, venga. El que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida. (Apocalipsis 22.17 RVR95).
Jesús es manantial de agua viva y gratuita.
Algunos toman todo este verso como dirigido a los pecadores. Sin embargo, los que hemos sido redimidos por la sangre de Cristo anhelamos nuestro definitivo encuentro con Él. El Espíritu Santo, protagonista y motor de la Iglesia, es quien produce en ella ese deseo de salir ya de este mundo a encontrarse con su Redentor. Como una novia bien preparada espera deseosa el encuentro con su futuro esposo a quien ama, así es la Iglesia que al final del texto termina diciendo ¡Sí, ven Señor Jesús! La última parte del versículo sí es obvio que no va dirigida a otros más que a quienes aun están perdidos y no forman parte de la Iglesia, aún hay oportunidad, entretanto que viene el Esposo. Esta es una invitación final que resalta la gracia de Dios, quien se acerca a la necesidad espiritual del ser humano y le ofrece la salvación por gracia. Tómala.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
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