Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana Baltimore, MD. Sábado 5 de Septiembre de 2020
VENGAN A COMER
Les dijo Jesús: —Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Tú, quién eres?», sabiendo que era el Señor. (Juan 21.12)
El Señor Jesús se encarga de todos los detalles.
Momentos antes los discípulos le habían respondido con un enfático ¡No!, a quien les había preguntado si tenían algo de comer. Después de pasar toda la noche esforzándose por encontrar algún pez, sin algún resultado satisfactorio, es lógico pensar que estuviesen no solo frustrados, sino además preocupados, y hasta de no muy buen genio. El Señor les da una orden y mientras ellos le obedecen y se acercan a la orilla del lago con esa cantidad de grandes peces, ven fuego en la playa. Alguien se había preocupado por ellos al enterarse que no tenían nada para comer, y ya les tenía preparado un suculento pescado asado, para que se lo comiesen con pan. El texto de hoy dice que nadie se atrevía a preguntarle quién era, pues sabían que era el Señor. ¿Cómo se sentirían los discípulos? ¿Qué pensamientos pasarían por sus mentes en ese momento? Unos tres años atrás a unos de ellos el Maestro les había dicho que los haría pescadores de hombres.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
7869853401
8301 Liberty Rd,
Windsor Mill, MD 21244
Domingos 8 AM Y 2 PM
https://www.facebook.com/pentecostalesdebaltimore/
https://www.youtube.com/c/ipulbaltimore/
pentecostalesdebaltimore@gmail.com
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VENGAN A COMER
Les dijo Jesús: —Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Tú, quién eres?», sabiendo que era el Señor. (Juan 21.12)
El Señor Jesús se encarga de todos los detalles.
Momentos antes los discípulos le habían respondido con un enfático ¡No!, a quien les había preguntado si tenían algo de comer. Después de pasar toda la noche esforzándose por encontrar algún pez, sin algún resultado satisfactorio, es lógico pensar que estuviesen no solo frustrados, sino además preocupados, y hasta de no muy buen genio. El Señor les da una orden y mientras ellos le obedecen y se acercan a la orilla del lago con esa cantidad de grandes peces, ven fuego en la playa. Alguien se había preocupado por ellos al enterarse que no tenían nada para comer, y ya les tenía preparado un suculento pescado asado, para que se lo comiesen con pan. El texto de hoy dice que nadie se atrevía a preguntarle quién era, pues sabían que era el Señor. ¿Cómo se sentirían los discípulos? ¿Qué pensamientos pasarían por sus mentes en ese momento? Unos tres años atrás a unos de ellos el Maestro les había dicho que los haría pescadores de hombres.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
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