"¡Qué buena palabra!" es un devocional mensual que el Seminario Teológico de Dallas ha creado especialmente para ayudarnos a entender una palabra griega o hebrea en mayor profundidad, una palabra que sea relevante en la actualidad. Esperamos que disfrutes de estos correos.
Puedes ver este devocional y todos los anteriores en este enlace: https://lps.dts.edu/que-buena-palabra |
A principios del siglo XX, el panorama del cristianismo se vio sacudido por la polémica fundamentalista moderna. Los modernistas quisieron seguir la enseñanza ética de Jesús destacando la labor social del evangelio y dejaron de aceptar lo que tradicionalmente se había enseñado de Jesús. Por otro lado, los fundamentalistas, quienes estaban lidiando con problemas sociales complejos de su época, decidieron centrarse exclusivamente en los aspectos espirituales del evangelio. Sin embargo, tanto los modernistas como los fundamentalistas crearon una dicotomía falsa entre la fe y la práctica, lo cual la Biblia rechaza.
Por ejemplo: el término hebreo tsédeq ("justicia") se refiere a ambas cosas. El término tsédeq no concibe la justicia solamente en el sentido abstracto de la palabra, sino que describe los actos y comportamientos prácticos que cumplen con las exigencias que Dios considera aceptables. Dios consideró a Abraham justo (tsědāqāh) por su fe (Gen. 15:6), pero Dios también lo llamó a él y a sus descendientes a caminar en los caminos de Jehová "haciendo" justicia (tsědāqāh) (Génesis 18:19). Moisés explicó que Dios consideraría justos (tsědāqāh) a los israelitas si creían en Jehová y se comportaban según el estándar ético de la Torá (Deuteronomio 6:25). Y Moisés enfatizó que no era un estándar imposible (Deuteronomio 30:11-14). El tipo de justicia que Dios requiere es tan práctico como tratar a los pobres con compasión (Deuteronomio 24:13; cf. Mateo 25:34-40).
Las Escrituras hebreas enfatizan que tsédeq ("justicia") debería abarcar todos los aspectos de nuestras vidas incluyendo el ámbito moral, ético, social y personal. La justicia debe impactar cómo gestionamos transacciones económicas con los demás: Dios pidió a los comerciantes israelitas que usaran pesos y medidas correctas al vender y comprar productos como granos y trigo. La justicia debe impactar cómo tratan los que se encuentran en posiciones de poder a las personas que son fáciles de abusar. Dios pidió a los gobernantes israelitas que promovieran la justicia social protegiendo a los vulnerables. La justicia debe influir la forma en que los jueces se comprometen a dar resoluciones justas e imparciales. Dios exigió que los jueces israelitas no mostraran favoritismo hacia los ricos ni mostraran mayor favor a los ciudadanos nativos que a los extranjeros. De la misma forma, Dios exigía que los testigos de un juzgado contaran la verdad y no cometieran perjurio. La justicia debe influir la vida cristiana. Dios llama a los que confían en Él para salvación a buscar la justicia moral y ética en lo que hacemos a diario.
El Salmo 15 da una voz poética a la integración de la creencia con el comportamiento. El salmo, que imita la liturgia de la entrada del templo, comienza con una secuencia de preguntas y respuestas que los israelitas se hacían al acercarse a alabar a Jehová en el monte Sion: "Señor, ¿quién habitará en Tu tabernáculo? ¿Quién morará en Tu santo monte? El que anda en integridad y obra justicia, (pō ʿēl tsédeq) y habla verdad en su corazón." (vv. 1-2). De hecho, David explica que el tipo de "invitado" que Dios invita a su "tabernáculo" son aquellos cuyas vidas están marcadas por la justicia ética. Isaías hizo eco del mismo sentimiento: "Ni el ojo había visto a un Dios fuera de Ti que obrara a favor del que esperaba en Él. Sales al encuentro del que se regocija en practicar la justicia (ʿēśēh tsédeq)" (Isa. 64:4-5).
Por tanto, David e Isaías están de acuerdo con Abraham y Moisés: nunca debemos separar el comportamiento ético (ortopraxis) de la creencia teológica (ortodoxia). Aunque la gracia de Dios da al creyente una justicia posicional, también se debe integrar una fe salvífica genuina con una justicia ética y debe demostrarse en la práctica de la vida diaria.
(1) Levítico 19:36; Deuteronomio 25:15; Ezequiel 45:10 |
Dr. Gordon Johnston
El Dr. Johnston es conocido por su investigación y meticulosidad, se deleita en ayudar a los estudiantes a ver los temas que conectan las Escrituras. Tiene estudios en griego clásico, hebreo bíblico y en las lenguas semíticas, además de estudios postdoctorales en el idioma hitita como profesor visitante de investigación en la Universidad de Chicago (2010-2011). Sus intereses de enseñanza e investigación incluyen la literatura de los libros de sabiduría y la teología bíblica. El Dr. Johnston ha publicado varios artículos en revistas académicas, ha contribuido a la versión de la Biblia NET en inglés y ha sido coautor de una monografía titulada Jesús el Mesías. Gordon y el amor de su vida, su esposa Danielle, han sido bendecidos con tres hijos. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario