4. LA IGLESIA PARTICIPA DEL MINISTERIO INTERCULTURAL
La Iglesia no ha tenido oportunidades más grandes para compartir el evangelio que las que existen hoy. El pueblo de Dios es lo suficientemente grande como para tener por la causa de Jesucristo un impacto real a nivel mundial.
El número de personas que no conocen de Jesús es también más grande ahora que en cualquier tiempo pasado de la historia. Todo verdadero creyente debe saber qué tan importante es la Iglesia para los propósitos que Dios tiene para con los hombres.
5. EL MISTERIO DE LOS SIGLOS REVELADO
La desobediencia es una forma de egoísmo, no cumplir la misión encomendada es ser egoísta. Nadie está autorizado por el Señor para amontonar sobre sí mismo las bendiciones y las misericordias de Dios olvidando las responsabilidades que ellas traen. Eso precisamente fue lo que les pasó a los judíos, se olvidaron de cumplir el llamamiento de Dios para el servicio. Pervirtieron la ley que Dios le dio a Moisés y con el tiempo empezaron a sentirse personas muy especiales por derecho propio y llegaron a creerse superiores en todos los sentidos a los gentiles, de tal modo que resultaba casi imposible que los judíos imaginaran que Dios podía recibir a los gentiles sin convertirlos primero al judaísmo.
El pasaje que el apóstol Pablo escribiera a los efesios debió producir un considerable impacto en los judíos que todavía persistían en la vieja actitud de superioridad judaica: Seguramente habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros, pues por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente. Al leerlo podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, el cual en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio.[1]
El centro de acción de Dios está siendo reubicado. Había sido traspasado de Israel a un nuevo pueblo creado en Cristo Jesús, nuevo pueblo formado tanto de judíos como de gentiles.
Judíos y gentiles se unirían alrededor de la obra de Cristo realizada en la cruz para ser la Iglesia, el nuevo pueblo de Dios. Y precisamente es la Iglesia la que heredaría la promesa de Dios hecha a Abraham en cuanto a que sería bendición a todas las naciones de la tierra. La Iglesia ha reemplazado a Israel como instrumento de Dios para traer a las naciones a sí mismo.
[1] Efesios 2: 3 -6
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