Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana, Baltimore, MD. Martes 26 de Febrero de 2019.
PERDÓN
Mi pecado te declaré y no encubrí mi iniquidad. Dije: «Confesaré mis rebeliones a Jehová», y tú perdonaste la maldad de mi pecado. (Salmo 32.5 RV95).
¡Qué dicha saber que hemos sido perdonados!
Al leer este salmo puede uno imaginarse la angustia que sentía el salmista al saber que sí había pecado en su vida, pero sin querer confesarlo. Esa actitud de encubrimiento lo llevó hasta la enfermedad. El poeta describe su condición como grave, pues la mano del Señor—es decir, su juicio—, se manifestó sobre él de forma continua. Dios tratando de hacer entrar en razón al ser humano. La vida de este hombre se va transformando de verdor a sequedad, que son imágenes que describen la transformación negativa de su vida. Pero al fin reacciona y decide declarar su pecado y al confesar sus rebeliones, y experimentó la dicha perdón divino. El silencio del salmista trajo dolor y angustias; pero su confesión propició la misericordia del Señor. Supremamente feliz aquel a quien el Señor no culpa de iniquidad y puede andar con la cabeza en alto. DLB.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
¡Gracia y Paz!
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
7869853401
8301 Liberty Rd,
Windsor Mill, MD 21244
Miércoles 7 PM
Domingos 8 AM
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