«Hace mucho tiempo en un reino muy muy lejano...» todos conocemos este comienzo de los cuentos para niños. Al oír estas palabras, sabemos que vamos a escuchar una buena historia, una historia de caballeros y princesas, de magia y de dragones. Nos transportamos a un reino en que gana el bien y se derrota el mal.
En la actualidad, ya no tenemos reinos medievales o de cuentos de hadas, pero los reinos siguen existiendo. No tienen caballeros ni dragones, pero sí tienen gobernantes y poderes políticos. Dios mismo también reina y, a través de Su reino, cumplirá Sus propósitos para la humanidad a través de Cristo, Su Hijo.
La palabra griega para «reino» en el Nuevo Testamento es βασιλεία (basileia), que tiene dos significados parecidos. Por un lado, puede significar «territorio gobernado por un rey», que normalmente se traduce como «reino». Esto es lo que quiere decir la palabra en español. Por otro lado, puede referirse al «acto de gobernar», que se puede traducir por «reinado, gobierno real». (Este significado no se suele relacionar con la palabra en español). El primer significado se centra en la geografía, el área sobre la que el rey ejerce autoridad; el segundo se centra en el poder, el dominio que ejerce el rey.
La Biblia reconoce la realidad de los reinos de esta tierra que ejercen poder sobre un área específica. Los reconocemos como naciones, estados políticos y gobiernos. Esto es lo que Satanás usó para tentar a Jesús cuando le ofreció todos los reinos de la tierra (Mateo 4:8-9; Lucas 4:5-7). Pero el Nuevo Testamento testifica de un reino gobernado por Dios con Cristo como Rey. El libro de Mateo se refiere a esto como reino del cielo (Mateo 4:17) y el resto del Nuevo Testamento se refiere a esto como el reino de Dios (Marcos 1:15). El evangelio, las buenas nuevas de Jesús, proclama el reino de Dios (Mateo 4:23), el cual un día ocupará el mundo entero (Apocalipsis 11:15). No es de extrañar que los creyentes anhelen el regreso de Cristo en el que establecerá ese reino (1 Timoteo 4:8).
El reino de Dios, como testifica el Nuevo Testamento, es la manifestación del gobierno de Dios sobre las personas que ama en Jesucristo. Las enseñanzas de nuestro Señor, sus milagros, su muerte y resurrección lo establecieron como Rey. Ahora reina sobre la iglesia y un día volverá a la tierra para gobernar en la manifestación completa y final del reino de Dios. Y ese reino no es un cuento de hadas. Los creyentes pueden regocijarse sabiendo que nuestro gran Dios reina y podemos confiar en que Jesucristo traerá su reino en su regreso. ¡Esa es una historia que vale la pena contar!
Escrito por Michael Burer, PhD |
Antes de comenzar su servicio como profesor de Dallas Theological Seminary, el Dr. Burer, decano de desarrollo del profesorado y profesor de Nuevo Testamento, trabajó por muchos años con Bible.org como editor y asistente del director de proyectos para la traducción de la Biblia NET Bible. También fue una pieza clave a la hora de completar el New English Translation-Novum Testamentum Graece publicado junto con Bible.org y el Deutsche Bibelgesellschaft de Stuttgart, Alemania. El Dr. Burer es ministro ordenado y sirve como anciano en su iglesia local, también ha servido con Alianza Evangélica en Francia y ha servido como profesor en la universidad Faculté Libre de Théologie Évangélique en Vaux-sur-Seine, Francia. Su investigación y enseñanza son el griego y la exégesis, los evangelios y el estudio de Jesús. |
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