viernes, 13 de abril de 2018

LUCAS

INTRODUCCIÓN


Jesucristo es el centro y el corazón de la Biblia. La historia de su
vida, su muerte y su resurrección se narra en los cuatro evangelios:
Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Ninguno de los escritos llamados
"evangelios" tuvo un título originalmente, pero cuando se hicieron las
recopilaciones de los libros del Nuevo Testamento, cada uno de ellos
recibió un título.
El título "Evangelio según San Lucas" se encuentra al final de los
papiros griegos más antiguos que existen copiados del texto de Lucas.
Datan de entre el año 175 al 225 d.C. Los primeros escritores
cristianos por lo general referían a Lucas como el autor del tercer
evangelio. Sin embargo, su nombre no aparece en el escrito mismo.
Las tres menciones que se hacen de Lucas en el Nuevo Testamento están
en las cartas de Pablo. En Filemón 24 se menciona a Lucas, junto con
otros tres, como "colaborador". Pablo le envía saludos a la iglesia
cristiana de Colosas de parte de "Lucas, el médico amado" (Colosenses
4:14). Pablo se encontraba en prisión cuando le escribió su segunda
carta a Timoteo. En ella dice que "solo Lucas está conmigo" (2 Timoteo
4:11). Claramente Lucas fue uno de los que trabajó en estrecha
colaboración con Pablo.
Al considerar el asunto del autor del tercer evangelio, se debe tomar
en cuenta el escrito titulado "Hechos de los Apóstoles". Tanto el
evangelio de Lucas como el libro de Hechos le fueron dirigidos a
Teófilo (Lucas 1:3; Hechos 1:1). En el libro de los Hechos hay una
referencia de Lucas que dice "en mi primer escrito", eso sólo se puede
referir al tercer evangelio.
En el libro de los Hechos existe un número de secciones en las que el
autor se incluye a sí mismo a la narración de la historia, son las
secciones bien conocidas como "nosotros" (16:10–17; 20:5–15; 21:1–18;
27:1–28:16). Aquí hay un testigo ocular que relata lo que él
experimentó personalmente con Pablo el apóstol.
Aun así, el escritor del tercer evangelio niega explícitamente que
haya sido testigo ocular de los acontecimientos que narra de la vida
de Jesús (Lucas 1:2). No pudo haber sido uno de los doce apóstoles,
porque sus relatos fueron el resultado de haber "investigado con
diligencia todas las cosas desde su origen" (Lucas 1:3). Pablo estaba
en esa misma situación en cuanto a que había escuchado información de
segunda mano acerca del ministerio terrenal de Jesús.
Juntando estos hechos y aceptando el testimonio universal de la
iglesia antigua, casi no hay duda de que Lucas haya sido el autor del
evangelio que lleva su nombre. También es probable que él haya sido un
gentil, aunque eso no se puede afirmar de manera absoluta. Lucas fue
un hombre de estudios, dotado como escritor, y cuya profesión era la
de doctor en medicina.
No hay duda de que los escritos de Lucas fueron destinados
especialmente para la gente con la que Pablo había hecho contacto en
sus viajes misioneros, que eran en su mayoría gentiles. Algunos eran
bastante adinerados; muchas de esas personas eran mujeres. La iglesia
primitiva por tradición sugiere que Lucas escribió desde la grande e
importante ciudad de Antioquía, lugar que fue la base de operaciones
de Pablo en sus viajes misioneros. Fue en esa ciudad donde a los
discípulos de Jesús se les llamó "cristianos" por primera vez (Hechos
11:26).
Lucas mismo no le da el nombre "evangelio" a su escrito; en su libro
habla de otros que habían "tratado de poner en orden la historia de
las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas" (Lucas 1:1). La
palabra griega que se traduce como "historia" se refiere a varias
clases de escritos, especialmente a la narración de acontecimientos
históricos. La palabra literalmente se refiere a una composición
escrita que "va hasta el fin". Eso es exactamente lo que hace Lucas:
comenzando con el nacimiento de Jesús, avanza hasta el fin, hasta su
muerte y su resurrección.
Note especialmente que Lucas habla de "las cosas que entre nosotros
han sido ciertísimas". Cuando Jesús se les apareció el Domingo de
Pascua a los dos discípulos que iban de camino a Emaús, "les
declaraba, en todas las Escrituras, lo que de él decían" (Lucas
24:27). Después, esa noche Jesús les dijo a los discípulos reunidos
que "era necesario que se cumpliera todo lo que está escrito de mí en
la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos" (24:44). El
propósito de Lucas fue mostrarles a los primeros cristianos que, como
los de Berea andaban "escudriñando cada día las Escrituras" (Hechos
17:11), que Jesucristo fue verdaderamente el cumplimiento del Antiguo
Testamento. Este fue un punto de controversia con los maestros de
religión de los judíos.
Lucas le presenta al mundo romano una persona a la que los cristianos
proclamaban como el Salvador del pecado, y aun así, una persona que
había sido crucificada por orden del gobernador romano Poncio Pilato.
Lucas sostiene que Jesús fue inocente de todo crimen que mereciera la
muerte; y que esa muerte fue el resultado de las artimañas urdidas por
los líderes religiosos judíos. Sin embargo, a fin de cuentas la muerte
de Jesús fue el resultado de "el determinado consejo y anticipado
conocimiento de Dios" (Hechos 2:23). La muerte de Jesús fue
divinamente necesaria "según lo que está determinado" (Lucas 22:22),
aunque había sido ocasionada por seres humanos. El mundo romano
necesitaba conocer la verdadera razón de la muerte de Jesús en una
cruz romana.
Este evangelio fue escrito para una iglesia misionera. Lucas incluye
en su libro muchas de las afirmaciones de Jesús que hablan de las
responsabilidades de los que llevarán a cabo la misión de predicar las
buenas nuevas a todo el mundo. Muchas de las palabras y de los actos
de Jesús fueron dirigidos a sus propios discípulos; su ministerio en
la tierra fue el tiempo en que los capacitó en teología y en la obra
misionera.
En el Evangelio de Lucas abundan las historias familiares que no se
pueden encontrar en ninguna otra parte de las Escrituras: el Buen
Samaritano, el Hijo Pródigo, el Fariseo y el Cobrador de Impuestos,
Zaqueo, y más. Al narrar la historia de Jesús, Lucas hace mención
especial de la importancia de mujeres como: Elisabet, María (la madre
de Jesús), Ana, María y Marta, la viuda de Naín y otras. Los primeros
capítulos resuenan con cantos que la iglesia ha continuado cantando
durante todos estos siglos hasta nuestros días: El Magníficat, el
Benedictus, el Gloria in Excelsis y el Nunc Dimitis.
Al presentar un breve bosquejo del libro, la palabra "siervo" ha sido
escogida para caracterizar toda la vida de Jesús. La noche antes de su
muerte en la cruz Jesús les dijo a sus discípulos: "Yo estoy entre
vosotros como el que sirve" (Lucas 22:27). Jesús preparó a un grupo de
siervos y los envió al mundo como testigos suyos. Todo creyente es un
siervo del más grande de todos los siervos, Jesucristo. La lectura del
Evangelio de Lucas lo ayuda a uno a apreciar de una manera más
completa el servicio que Jesús prestó. Además les ayudará a todos los
que siguen a Jesús a llegar a ser mejores siervos.


Prange, V. H. (1999). Lucas. (R. C. Ehlke, A. J. Panning, & L. A.
Schaller, Eds.) (pp. 1–4). Milwaukee, WI: Editorial Northwestern.

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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
http://adonayrojasortiz.blogspot.com

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