Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana Baltimore, MD. Sábado 20 de Julio de 2019
No es solo oír
A cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca. (Mateo 7.24).
La clave de todo está en la obediencia.
Al final del sermón del monte, y como aplicación del mismo, Jesús invita a sus oyentes a poner en práctica lo que acaban de escuchar. El hombre sabio es el que oyó y obedeció, realmente tanto el necio como el sabio compartieron ciertas circunstancias de la vida, los dos oyeron el mensaje, los dos lo entendieron, a los dos les pareció buen sermón, los dos construyeron su casa, a los dos les llovió, la tempestad golpeó igual de fuerte para ambos, pero lo que marcó la diferencia, e hizo que el desenlace de la historia fuera distinto para los dos fue que el sabio cavó, ahondó y puso su fundamento sobre la roca. El Señor Jesucristo dijo Todo aquel que viene a mí y oye mis palabras y las obedece es como el sabio, mientras que el que las oyó y no las obedeció es semejante al necio, al final será grande su ruina. Seamos oidores y hacedores.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
7869853401
8301 Liberty Rd,
Windsor Mill, MD 21244
Miércoles 7 PM
Domingos 8 AM
https://www.facebook.com/pentecostalesdebaltimore/
pentecostalesdebaltimore@gmail.com
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No es solo oír
A cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca. (Mateo 7.24).
La clave de todo está en la obediencia.
Al final del sermón del monte, y como aplicación del mismo, Jesús invita a sus oyentes a poner en práctica lo que acaban de escuchar. El hombre sabio es el que oyó y obedeció, realmente tanto el necio como el sabio compartieron ciertas circunstancias de la vida, los dos oyeron el mensaje, los dos lo entendieron, a los dos les pareció buen sermón, los dos construyeron su casa, a los dos les llovió, la tempestad golpeó igual de fuerte para ambos, pero lo que marcó la diferencia, e hizo que el desenlace de la historia fuera distinto para los dos fue que el sabio cavó, ahondó y puso su fundamento sobre la roca. El Señor Jesucristo dijo Todo aquel que viene a mí y oye mis palabras y las obedece es como el sabio, mientras que el que las oyó y no las obedeció es semejante al necio, al final será grande su ruina. Seamos oidores y hacedores.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
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