Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana Baltimore, MD. Jueves 11 de Julio de 2019
SIN HIPOCRESÍA
Acerquémonos, pues, con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia y lavados los cuerpos con agua pura. (Hebreos 10.22).
Tanto en el corazón, como en el cuerpo
Corazones purificados y cuerpos lavados. Lo interno y lo externo es necesario para con Dios. Si bien es cierto que nuestro Dios mira el corazón, y es lo que nos pide, dame hijo mío tu corazón. Y en ese sentido eso es lo primero que Dios nos arregla, nuestro interior, cambiándonos por dentro cuando nacemos de nuevo por la poderosa Palabra de Dios; también es cierto que esa transformación interna se revela externamente, el cuerpo es la expresión visible de la condición del corazón. Nuestra nueva posición de santidad en Cristo nos lleva a una vida de santidad práctica que por supuesto se tendrá que notar. El verso de hoy nos invita a hacer uso del privilegio que tenemos, disfrutar de la exquisita presencia de Dios, pero a hacerlo con sinceridad, con un corazón que no oculte nada delante de Dios. Él nos habilita para eso.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
7869853401
8301 Liberty Rd,
Windsor Mill, MD 21244
Miércoles 7 PM
Domingos 8 AM
https://www.facebook.com/pentecostalesdebaltimore/
pentecostalesdebaltimore@gmail.com
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SIN HIPOCRESÍA
Acerquémonos, pues, con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia y lavados los cuerpos con agua pura. (Hebreos 10.22).
Tanto en el corazón, como en el cuerpo
Corazones purificados y cuerpos lavados. Lo interno y lo externo es necesario para con Dios. Si bien es cierto que nuestro Dios mira el corazón, y es lo que nos pide, dame hijo mío tu corazón. Y en ese sentido eso es lo primero que Dios nos arregla, nuestro interior, cambiándonos por dentro cuando nacemos de nuevo por la poderosa Palabra de Dios; también es cierto que esa transformación interna se revela externamente, el cuerpo es la expresión visible de la condición del corazón. Nuestra nueva posición de santidad en Cristo nos lleva a una vida de santidad práctica que por supuesto se tendrá que notar. El verso de hoy nos invita a hacer uso del privilegio que tenemos, disfrutar de la exquisita presencia de Dios, pero a hacerlo con sinceridad, con un corazón que no oculte nada delante de Dios. Él nos habilita para eso.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
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