Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana Baltimore, MD. Jueves 8 de Octubre de 2020
PAGA VS. REGALO
porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. (Romanos 6.23)
Pecado versus Dios, y muerte versus vida eterna.
Continúa Pablo usando los contrastes en este verso en el que se resume apropiadamente todo el argumento del capítulo. Se contrasta el señor a quien se le sirve, bien sea el pecado o Dios, a uno de los dos se le está sirviendo. También se contrasta la consecuencia de dicho servicio, muerte, por un lado, y vida eterna, por el otro. Y además se contrastan también los medios a través de los cuales se obtiene dicha consecuencia, un paga ganada merecidamente frente a una dádiva recibida gratuitamente. La vida eterna que gozamos quienes hemos puesto nuestra fe y esperanza en Cristo Jesús, nuestro Señor, no es un mérito nuestro. Eso se define claramente con la palabra Gracia, un regalo inmerecido. No se habla del salario o la paga de Dios, sino de su regalo. La conclusión es bien sencilla: Al cielo se va por gracia: don de Dios. Al infierno se va por méritos propios: paga del pecado. Servimos a Dios porque somos salvos, no para serlo.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
7869853401
8301 Liberty Rd,
Windsor Mill, MD 21244
Domingos 8 AM Y 2 PM
https://www.facebook.com/pentecostalesdebaltimore/
https://www.youtube.com/c/ipulbaltimore/
pentecostalesdebaltimore@gmail.com
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PAGA VS. REGALO
porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. (Romanos 6.23)
Pecado versus Dios, y muerte versus vida eterna.
Continúa Pablo usando los contrastes en este verso en el que se resume apropiadamente todo el argumento del capítulo. Se contrasta el señor a quien se le sirve, bien sea el pecado o Dios, a uno de los dos se le está sirviendo. También se contrasta la consecuencia de dicho servicio, muerte, por un lado, y vida eterna, por el otro. Y además se contrastan también los medios a través de los cuales se obtiene dicha consecuencia, un paga ganada merecidamente frente a una dádiva recibida gratuitamente. La vida eterna que gozamos quienes hemos puesto nuestra fe y esperanza en Cristo Jesús, nuestro Señor, no es un mérito nuestro. Eso se define claramente con la palabra Gracia, un regalo inmerecido. No se habla del salario o la paga de Dios, sino de su regalo. La conclusión es bien sencilla: Al cielo se va por gracia: don de Dios. Al infierno se va por méritos propios: paga del pecado. Servimos a Dios porque somos salvos, no para serlo.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
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