Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana Baltimore, MD. Martes 20 de Octubre de 2020
NO HAY CONDENA
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. (Romanos 8.34)
Jesús murió, resucitó, y conquistó la posición suprema.
No hay condenación alguna para quien está en Jesús. Si estamos en Jesús es porque hemos recibido el perdón de pecados en su nombre, en el bautismo, identificándonos con su muerte, su sepultura, y su resurrección. Su muerte fue el pago por nuestra justificación, y su resurrección demostró que el sacrifico expiatorio fue efectivo, que sí fue aceptable. Incluso, si después de ser bautizados, llegamos a cometer algún pecado, el sacrificio de Cristo, nuestro abogado, sigue vigente para nosotros, su sangre nos limpia de todo pecado, siempre y cuando andemos sin hipocresía, y confesemos nuestro pecado manteniendo la comunión con la Iglesia. Por último, este verso hace referencia a la mano derecha de Dios, quien es Espíritu y es omnipresente. A lo largo de toda la Biblia la mano derecha es símbolo de preeminencia y de poder; en esa culturas el brazo derecho es fuerza. El sitio de más honor era la silla a la derecha del anfitrión. Por su sacrificio, Cristo Jesús conquistó la posición de supremo poder.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
7869853401
8301 Liberty Rd,
Windsor Mill, MD 21244
Domingos 8 AM Y 2 PM
https://www.facebook.com/pentecostalesdebaltimore/
https://www.youtube.com/c/ipulbaltimore/
pentecostalesdebaltimore@gmail.com
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NO HAY CONDENA
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. (Romanos 8.34)
Jesús murió, resucitó, y conquistó la posición suprema.
No hay condenación alguna para quien está en Jesús. Si estamos en Jesús es porque hemos recibido el perdón de pecados en su nombre, en el bautismo, identificándonos con su muerte, su sepultura, y su resurrección. Su muerte fue el pago por nuestra justificación, y su resurrección demostró que el sacrifico expiatorio fue efectivo, que sí fue aceptable. Incluso, si después de ser bautizados, llegamos a cometer algún pecado, el sacrificio de Cristo, nuestro abogado, sigue vigente para nosotros, su sangre nos limpia de todo pecado, siempre y cuando andemos sin hipocresía, y confesemos nuestro pecado manteniendo la comunión con la Iglesia. Por último, este verso hace referencia a la mano derecha de Dios, quien es Espíritu y es omnipresente. A lo largo de toda la Biblia la mano derecha es símbolo de preeminencia y de poder; en esa culturas el brazo derecho es fuerza. El sitio de más honor era la silla a la derecha del anfitrión. Por su sacrificio, Cristo Jesús conquistó la posición de supremo poder.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
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