Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana Baltimore, MD. Viernes 23 de Octubre de 2020
SOBERANÍA
Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. (Romanos 9.16)
No es asunto de deseo, ni de esfuerzo humano.
El que todas las personas tengan la oportunidad de salvación demuestra que ésta no ocurre por lo buena que sea una persona. Tanto buenos como malos están invitados a responder en fe al llamamiento universal que se hace a través del evangelio. ¿Quién se quiere perder perpetuamente en el infierno? Pero no todos se salvarán. Así que el deseo humano no es suficiente. No depende del que quiere. Tampoco se puede salvar alguien por su propio esfuerzo, nadie se gana la salvación. Ni del que corre. Lo que se está resaltando en este capítulo de la Biblia es el tema de la soberanía de Dios: para que la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama. En otras palabras, todo es por la gracia de Dios, y es por eso que a Él debemos darle toda gloria. Pero tengamos en cuenta que la misericordia y la gracia de Dios no excluyen la responsabilidad del ser humano en cuanto a aceptarla o a rechazarla, ni excluye la responsabilidad de vivir, ya salvos, conforme a la voluntad de Dios…
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
7869853401
8301 Liberty Rd,
Windsor Mill, MD 21244
Domingos 8 AM Y 2 PM
https://www.facebook.com/pentecostalesdebaltimore/
https://www.youtube.com/c/ipulbaltimore/
pentecostalesdebaltimore@gmail.com
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SOBERANÍA
Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. (Romanos 9.16)
No es asunto de deseo, ni de esfuerzo humano.
El que todas las personas tengan la oportunidad de salvación demuestra que ésta no ocurre por lo buena que sea una persona. Tanto buenos como malos están invitados a responder en fe al llamamiento universal que se hace a través del evangelio. ¿Quién se quiere perder perpetuamente en el infierno? Pero no todos se salvarán. Así que el deseo humano no es suficiente. No depende del que quiere. Tampoco se puede salvar alguien por su propio esfuerzo, nadie se gana la salvación. Ni del que corre. Lo que se está resaltando en este capítulo de la Biblia es el tema de la soberanía de Dios: para que la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama. En otras palabras, todo es por la gracia de Dios, y es por eso que a Él debemos darle toda gloria. Pero tengamos en cuenta que la misericordia y la gracia de Dios no excluyen la responsabilidad del ser humano en cuanto a aceptarla o a rechazarla, ni excluye la responsabilidad de vivir, ya salvos, conforme a la voluntad de Dios…
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
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