miércoles, 31 de julio de 2024

La importancia del método hermenéutico

Sobre La Hermenéutica Originalista

Por Mark Snoeberger

Dr. Snoeberger is Associate Professor of Systematic Theology at Detroit Baptist Theological Seminary and has served as Director of Library Services since 1997. He received his M.Div. and Th.M. from DBTS and earned a Ph.D. in systematic theology from Baptist Bible Seminary in Clarks Summit, PA. Prior to joining the DBTS staff, he served for three years as an assistant pastor. Dr. Snoeberger also serves as assistant editor of the DBS Journal, provides pulpit supply for area churches, and teaches in the Bible Institute at Inter-City Baptist Church. He is an active member of the Evangelical Theological Society. Dr. Snoeberger and his wife Heather have two sons. When not immersed in a theological book, he enjoys reading books on 19th century history. An avid hunter and hiker, he has backpacked through the Grand Canyon and in the Canadian wilderness with his sons.

Hace unos años propuse que sustituyéramos la etiqueta "traducción literal" por una mejor: originalismo, un término que se ha definido sólidamente al margen de las ideas hermenéuticas que compiten entre sí en el ámbito secular/jurídico.

Durante décadas, el dispensacionalista ha tenido que lidiar con las burlas de los detractores que creen que ser "literalista" significa rechazar todas las figuras o símbolos lingüísticos, y exigir que se asigne un único significado fijo y sencillo a cada lexema para todos sus variados usos a lo largo de la Escritura (siguiendo, a veces, la ampliamente desacreditada "ley de la primera mención"). Así, por ejemplo, cuando Jesús llama a Herodes "zorro", debió pensar que Herodes era un animal rojo y peludo con una cola tupida. Ningún "literalista" dispensacional ha llegado nunca tan lejos, aunque, hay que reconocerlo, algunos antiguos literalistas más rígidos se acercaron ocasionalmente. Afortunadamente, esta extraña idea se extinguió hace unos 30-40 años. Esto no es en absoluto lo que significa el originalismo.

Otra variante del literalismo utilizada por los hermeneutas es la idea del textualismo (también conocido como determinismo lingüístico), una idea defendida por E. D. Hirsch y el juez del Tribunal Supremo Neil Gorsuch. Para ellos, el significado no se encuentra en la intención del autor, sino en las palabras precisas que éste utilizó. Saber que Gorsuch es un textualista es vital para entender por qué se puso del lado de la famosa mayoría liberal en la ampliación de las protecciones del Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964 (Bostock v. Clayton County, 2020). Gorsuch argumentó que la ley de 1964, que prohibía la discriminación "basada en el sexo", debía leerse de forma que incluyera prácticas como la orientación sexual, la identidad, la preferencia y otras similares, porque estas ideas PODÍAN incluirse (por motivos estrictamente semánticos) en la frase "basada en el sexo." A Gorsuch no le importa que los legisladores que redactaron la Ley de 1964 NO tuvieran la intención de incluir estas prácticas sexuales en el Título VII; lo que importa es que estas palabras PODRÍAN utilizarse para incluir estas prácticas sexuales. Si los legisladores de 1964 hubieran querido delimitar la Ley de Derechos Civiles, entonces deberían haber utilizado palabras más precisas.

La minoría originalista (especialmente Alito y Thomas) se opuso, argumentando que, aunque el significado se comunica ciertamente con palabras, las ideas de orientación sexual, identidad, preferencia y similares no formaban parte de la intención original de los legisladores cuando utilizaron las palabras "basado en el sexo". La única manera de ampliar el alcance de la Ley de Derechos Civiles de 1964, opinaron, era mediante una legislación nueva y separada. Por ello, se aferraron a una especie de hermenéutica histórico-gramatical: el significado está contenido en las palabras, sí, pero las sutilezas de la intención deben descubrirse en el contexto histórico en el que escribieron los legisladores originales.

Los dispensacionalistas sostienen el enfoque originalista de la hermenéutica. Creen (1) que el significado está contenido en las palabras, (2) que las palabras pueden tener una amplia gama semántica, (3) que esa gama está limitada en cualquier uso instanciado de esas palabras por el contexto histórico, y (4) que la intención original del autor es tanto fija como impermeable a la evolución. Así, por ejemplo:

· Mientras que el término teológicamente cargado de simiente tiene una amplia gama semántica y puede significar, en diferentes contextos bíblicos, tanto "hijos biológicos" como "hijos espirituales" o "Hijo individual", el significado específico asignado por el autor en su contexto dado es fijo y no puede cambiar después del hecho.

· Aunque el término Israel, de gran carga teológica, tiene una gama semántica y puede significar, en diferentes contextos bíblicos, tanto "israelitas étnicos" como "israelitas creyentes", el significado específico asignado por el autor en su contexto dado es fijo y no puede cambiar después de los hechos, y especialmente no puede adoptar un nuevo significado (por ejemplo, la comunidad de fe étnicamente diversa del Nuevo Testamento) que no es demostrable en ninguna parte del corpus bíblico.

Nunca es aceptable escoger entre las opciones semánticas disponibles una definición que se adapte mejor a las preferencias exegético-teológicas de uno (lo que Carson y Wallace describen como "transferencia ilegítima de la totalidad"); tampoco, y de forma más provocativa, es aceptable plantear métodos hermenéuticos no estándar que permitan significados secretos o adicionales desconocidos por el autor original (sensus plenior), o que permitan que el significado pretendido por el autor progrese con el tiempo hacia un significado totalmente diferente (tipologismo).

El originalismo es una buena idea, tanto si se lee la Constitución como la Biblia


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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
http://adonayrojasortiz.blogspot.com


lunes, 29 de julio de 2024

sobre el reino de Dios

4. ¿QUÉ ES EL REINO DE DIOS?

Benjamin L. Merkle, De La Discontinuidad a La Continuidad: Un Estudio de La Teología Dispensacionalista Y La Teología Del Pacto (Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico, 2020).

El Antiguo Testamento anticipa la venida del reino de Dios. El mensaje de Jesús se centró en el reino. El reino es fundamental para la enseñanza apostólica (Hechos 19:8; 28:23, 31), y Apocalipsis concluye de manera culminante la enseñanza de las Escrituras sobre el reino. Saucy declara: "Todo esto lleva a la conclusión de que el reino de Dios es uno de los grandes temas, si no el tema, de las Escrituras".46 Analizaremos específicamente cómo interpreta cada sistema tanto la (1) inauguración como la 2) consumación del reino de Dios.

Los dispensacionalistas tienden a enfatizar una realización futura del reino de Dios. Primero, tanto los dispensacionalistas clásicos como los revisados visualizan el reino de Dios como completamente futuro. Jesús no marcó el comienzo del reino durante su ministerio terrenal. Se lo ofreció a Israel, pero cuando lo rechazaron, la oferta fue anulada y el reino nunca llegó.47 Algunos dispensacionalistas clásicos mantienen una distinción entre el "reino de Dios" y el "reino de los cielos". C. I. Scofield argumentó que el reino de Dios es unviersal, entró en sólo por un nuevo nacimiento, y principalmente interior y espiritual. El reino de los cielos, sin embargo, es "mesiánico, mediador y davídico, y tiene por objeto el establecimiento del reino de Dios en la tierra (Mateo 3:2; 1 Corintios 15:24, 25)".48 En otra parte, Scofield explica que el reino de los cielos "significa el gobierno mesiánico terrenal de Jesucristo, el Hijo de David".49 Se ocupa principalmente del cumplimiento de las promesas davídicas (2 Sam 7:7–10) al Israel nacional a través del Mesías. Así, el "reino de los cielos" comenzó a aparecer en el ministerio de Jesús, pero al ser rechazado por Israel se pospuso hasta el Milenio. Al final, el reino de Dios y el reino de los cielos se fusionan en el estado eterno. Ryrie, sin embargo, señala que la distinción que algunos hacen entre el reino de los cielos y el reino de Dios es relativamente insignificante y no determina la visión dispensacionalista del reino de Dios.50

En segundo lugar, el dispensacionalismo progresivo ve el reino de Dios principalmente como algo futuro, pero permite cierta realización del reino en el presente.51 Propone una imagen unificada del reino de Dios en lugar de reinos separados. Esto difiere del dispensacionalismo clásico y revisado, que tiende a ver dos reinos separados que operan en conjunto y finalmente se fusionan. Los dispensacionalistas progresivos entienden el gobierno unviersal de Dios sobre toda la creación como algo unido y superpuesto con su gobierno sobre Israel dentro del único reino escatológico de Dios. La relación entre el gobierno de Dios sobre toda la creación y sobre Israel se desarrolla a lo largo del desarrollo progresivo de las Escrituras. Se presta especial atención al pacto davídico y los reinados de David y Salomón, que sirven como tipos del reino escatológico venidero.52 El reino se inaugura en esta era presente mediante la venida de Cristo, la morada del Espíritu Santo y el disfrute de la iglesia de las bendiciones espirituales del gobierno de Dios en Cristo.53 Si bien el dispensacionalismo progresivo permite este tipo de cumplimiento presente, el reino de Dios todavía es principalmente futuro y finalmente se realizará a través del reinado milenial de Cristo en la tierra y luego el estado eterno.54

En tercer lugar, casi todos los sistemas no dispensacionales se aferran a un entendimiento del reino de Dios que ya no existe.55 George Ladd ha proporcionado quizás la definición más notable del reino:

Nuestra tesis central es que el Reino de Dios es el reino redentor de Dios dinámicamente activo para establecer su dominio entre los seres humanos, y que este Reino, que aparecerá como un acto apocalíptico al final de los tiempos, ya ha entrado en la historia humana. en la persona y misión de Jesús para vencer el mal, para liberar a las personas de su poder y llevarlas a las bendiciones del reino de Dios. El Reino de Dios involucra dos grandes momentos: cumplimiento dentro de la historia [ya] y consumación al final de la historia [todavía no].56

El pacto progresivo enfatiza el desarrollo progresivo de los pactos bíblicos y su cumplimiento en Jesucristo como algo central para definir el reino como una realidad presente y una esperanza futura.57 La teología del pacto ve la naturaleza del reino que ya no es todavía a través de su tema unificador del pacto de gracia. El reconstruccionismo cristiano considera que el reino de Dios llega en el ministerio de Jesús y se completa a través de la iglesia en esta era presente y culmina con el regreso de Cristo.58 Si bien todavía hay una realización futura del reino para los reconstruccionistas cristianos, el mayor énfasis se pone en su realidad presente. DeMar argumenta: "El reconstruccionista ve el reino como una realidad presente que se manifiesta cuando los pecadores abrazan el evangelio y viven sus nuevas vidas de conformidad con la Biblia. No hay reino que traer, ya que vivimos en el reino".59 La obediencia al pacto y la obra salvadora del Espíritu Santo a través de la iglesia en el mundo caracterizarán la realización actual del reino de Dios.


46 Saucy, The Case for Progressive Dispensationalism, 81.

47 Por ejemplo, véase Stanley D. Toussaint and Jay A. Quine, "No, Not Yet: The Contingency of God's Promised Kingdom," BSAC 164 (2007): 131–47. Estos autores sostienen que "el reino no está presente actualmente, ya que cuando Israel rechazó a Jesús, el reino quedó pospuesto" (131).

48 Scofield, Scofield Reference Bible, 1003 (Mt 6:33).

49 Ibíd., 996 (Mt 3:2).

50 Ryrie, Dispensationalism, 180–81, quien comenta: "Entre las filas de los dispensacionalistas hay quienes defienden la distinción y quienes no. No es en absoluto algo determinante" (180). Más adelante añade que la distinción "es algo menor y carente de importancia" (181).

51 Feinberg notes, "The basic distinction here among dispensationalists is that older ones tended to see the kingdom relegated entirely to the futuro. More contemporary dispensationalists hold that the full realization of the kingdom for Israel and the world awaits the futuro, but certainly spiritual aspects of the kingdom are operative in the church" ("Systems of Discontinuity," 82).

52 Blaising and Bock, Progressive Dispensationalism, 229.

53 Ibíd., 255–62.

54 Darrell L. Bock, "The Reign of the Lord Christ," en Dispensationalism, Israel, and the Church, 57; véase también Blaising and Bock, Progressive Dispensationalism, 268.

55 Michael J. Vlach, "New Covenant Theology Compared with Covenantalism," MSJ 18.1 (2007): 201–19. Vlach sugiere que "la cuestión del reino es algo en lo que los teólogos del nuevo pacto y los teólogos del pacto parecen defender lo mismo. Ningún grupo afirma que su sistema desemboque necesariamente en una postura determinada sobre el milenio. Parece que entre entre los TNP y los TP uno puede ser amilenialista, posmilenialista o premilenialista histórico" (218).

56 George E. Ladd, A Theology of the New Testament, ed. rev. (Grand Rapids: Eerdmans, 1993), 89–90.

57 Gentry and Wellum, Kingdom through Covenant, 648–54, 718–46.

58 Gary DeMar afirma: "Esta visión del 'ya-todavía no' del reino es correcta bíblicamente y ha sido defendida por numerosos eruditos que creen en la autoridad de la Biblia desde diversas perspectivas sobre el milenio" (Gary North and Gary DeMar, Christian Reconstructionism: What It Is and What It Isn't [Tyler, TX: Institution of Christian Economics, 1991], 96).

59 Ibíd., 99.


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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
http://adonayrojasortiz.blogspot.com


sobre la relación entre Israel y la Iglesia

3. ¿CUÁL ES LA RELACIÓN ENTRE ISRAEL Y LA IGLESIA?

Benjamin L. Merkle, De La Discontinuidad a La Continuidad: Un Estudio de La Teología Dispensacionalista Y La Teología Del Pacto (Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico, 2020).

¿Reemplazo, cumplimiento o distinción?

La relación entre Israel y la iglesia es quizás una de las diferencias más definitorias entre la teología dispensacional y la teología del pacto. En primer lugar, los sistemas dispensacionales han enfatizado tradicionalmente la discontinuidad entre Israel y la iglesia. Por lo tanto, existe una distinción entre Israel y la iglesia, en la que cada uno tiene roles específicos en el plan de redención de Dios. En el dispensacionalismo clásico, esta distinción se debe en gran parte a una comprensión dualista de los propósitos redentores de Dios: uno relacionado con la tierra respecto a un pueblo terrenal (Israel) y otro relacionado con el cielo respecto a un pueblo celestial (la iglesia). Debido a que la iglesia es parte del pueblo celestial, los propósitos de Dios para la iglesia se cumplirán separadamente de sus propósitos para su pueblo terrenal (Israel). Por lo tanto, la iglesia no reemplaza a Israel, sino que es algo completamente separado y distinto de Israel.

El dispensacionalismo revisado mantiene esta distinción rígida entre Israel y la iglesia. Charles Ryrie considera esta distinción la sine qua non (es decir, la parte absolutamente indispensable) del dispensacionalismo.38 Argumenta que la iglesia es distinta en su carácter, ya que está compuesta de judíos y gentiles después de la cruz de Cristo; distinto en su tiempo, en que comienza en Pentecostés y se completa con el rapto; y distinto de Israel, en que Israel continúa con sus propias promesas y la iglesia sigue siendo una obra separada de Dios en esta época.39

El dispensacionalismo progresivo ve tanto la discontinuidad como la continuidad entre Israel y la iglesia. Bruce Ware explica: "Entre los dos extremos de una distinción estricta entre Israel y la iglesia … y una identidad estricta de Israel y la iglesia … hay una posición intermedia que sugiere que Israel y la iglesia comparten elementos teológicamente ricos e importantes de elementos comunes. mientras que al mismo tiempo mantiene identidades distintas".40 Los dispensacionalistas progresivos mantienen un futuro distinto para el Israel nacional durante el milenio. Sin embargo, Israel y la iglesia son vistos como el único pueblo de Dios con la iglesia que actualmente experimenta las bendiciones inauguradas de la salvación escatológica que tanto Israel como la iglesia disfrutarán en el futuro.

Segundo, la mayoría de los sistemas no dispensacionales han enfatizado tradicionalmente la continuidad entre Israel y la iglesia. Similar al dispensacionalismo progresivo, el pacto progresivo defiende aspectos tanto de continuidad como de discontinuidad. Con respecto a la discontinuidad, Wellum señala: "La iglesia es nueva en ambos sentidos (redentor-histórico) precisamente porque ella es la comunidad del nuevo pacto y por lo tanto diferente de Israel en su naturaleza y estructura".41 En cuanto a la continuidad, la iglesia es vista como el Israel escatológico en virtud de su unión en Cristo. Por lo tanto, White argumenta: "No es que Israel sea igual a la iglesia, como enseña la Teología del Pacto, sino que Jesús es el clímax y el cumplimiento de Israel y la iglesia es el Israel del tiempo del fin porque está unido a Jesús Cristo, su cabeza del pacto".42 En la teología del pacto, el énfasis abrumador está en la continuidad entre Israel y la iglesia. Esta continuidad se basa en una comprensión del pacto de gracia que ve a un pueblo de Dios en todo el Antiguo y Nuevo Testamento. Desde este punto de vista, la iglesia no es el reemplazo de Israel, sino su fruto, basado en el pacto de gracia de Dios que se cumple en Jesucristo.43 El reconstruccionismo cristiano también ve continuidad entre Israel y la iglesia. David Chilton argumenta: "Desde el principio, Dios siempre ha tenido a su único pueblo del pacto. La iglesia del Nuevo Testamento es simplemente la continuación del verdadero 'Israel de Dios' (Gálatas 6:16), después de que el falso Israel había sido cortado".44 Muchos acusan a los teólogos del pacto y a los reconstruccionistas cristianos de sostener una "teología de reemplazo".45 Sin embargo, los representantes de ambos sistemas generalmente niegan este cargo.

Romanos 11:26 y Gálatas 6:16

Para ayudar a comprender mejor cómo cada sistema ve la relación entre Israel y la iglesia, buscaremos mostrar cómo cada sistema maneja algunos de los textos clave relacionados con este tema, especialmente Romanos 11:26 ("Y luego (o: de esta manera) todo Israel será salvo") y Gálatas 6:16 ("Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios").


38 Ryrie, Dispensationalism, 45–48. Dice este autor: "La esencia del dispensaionalismo es, pues, la distinción entre Israel y la iglesia" (48).

39 Ibíd., 144–50.

40 Bruce Ware, "The New Covenant and the People(s) of God," en Dispensationalism, Israel, and the Church, 92.

41 Gentry and Wellum, Kingdom Through Covenant, 801 (énfasis original).

42 A. Blake White, What Is New Covenant Theology? An Introduction (Frederick, MD: New Covenant Media, 2012), 45 (énfasis original).

43 Michael Horton, Introducing Covenant Theology (Grand Rapids: Baker, 2006), 131.44 David Chilton, Paradise Restored: A Biblical Theology of Dominion (Tyler, TX: Dominion Press, 1985), 126.

45 Véase Michael J. Vlach, Has the Church Replaced Israel: A Theological Evaluation (Nashville: B&H, 2010).
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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
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La cuestión de los pactos

2. ¿CUÁL ES LA RELACIÓN ENTRE LOS PACTOS?

Benjamin L. Merkle, De La Discontinuidad a La Continuidad: Un Estudio de La Teología Dispensacionalista Y La Teología Del Pacto (Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico, 2020).

La segunda cuestión esencial para el marco hermenéutico de cada sistema teológico es la relación entre los pactos. Tradicionalmente, los dispensacionalistas se han centrado más en distintas dispensaciones dentro de las Escrituras.30 Si bien estas dispensaciones abarcan muchos de los pactos bíblicos (es decir, el noético, el abrahámico, el mosaico, el davídico y el nuevo), las dispensaciones han servido para proporcionar una imagen más holística de cómo encaja la Biblia. Por otra parte, la teología del pacto hace hincapié en tres pactos teológicos que se derivan de los pactos bíblicos. Hay un pacto de obras o de la creación y un pacto de gracia, que derivan del pacto eterno de la redención. La teología del pacto entiende todos los pactos bíblicos como diferentes expresiones del único pacto de gracia.31 Posturas más recientes, como el dispensacionalismo progresivo y el pactualismo progresivo, han puesto un mayor énfasis en los propios pactos bíblicos.

¿Condicional o incondicional?

Una cuestión importante en lo que respecta a la relación entre los pactos es si ciertos pactos son condicionales o incondicionales. Los pactos bíblicos incluyen: el pacto noético (Gn 6–9), el pacto abrahámico (Gn 12; 15; 17), el pacto mosaico (Ex 19:3b–8, 20–24), el pacto davídico (2 Sm 7; Sal 89), y el nuevo pacto (Jr 31–34; Ez 33:29–39:29). Tanto los dispensacionalistas como los teólogos del pacto han señalado que la mayoría de los pactos bíblicos son incondicionales, mientras que el pacto mosaico es condicional. Cuándo y cómo se cumplen estos pactos depende de si un pacto es condicional o incondicional. Feinberg afirma: "Creo que la diferencia última sobre los pactos entre los sistemas dispensacionales y no dispensacionales no es sólo la condicionalidad vs. la incondicionalidad, sino qué aspecto o aspectos de las promesas del pacto se enfatizan".32 Los dispensacionalistas han tendido a resaltar las promesas veterotestamentarias acerca de la tierra, y los teólogos del pacto han solido destacar los aspectos genealógicos del Antiguo Testamento (es decir, las promesas relativas a los niños).

Además, existe un movimiento creciente que aboga por la interpretación de todos los pactos bíblicos como condicionales e incondicionales. Gentry y Wellum argumentan que el aspecto incondicional de los pactos revela la naturaleza de Dios de hacer y mantener pactos. El aspecto condicional de los pactos revela la necesidad de un compañero de pacto obediente. Wellum afirma: "De hecho, es precisamente debido a esta mezcla que hay una deliberada tensión dentro de los pactos - una tensión que se intensifica a medida que la historia de la Biblia se desarrolla a través de la progresión de los pactos, y que solo se resuelve en Cristo".33 Así, la pregunta se convierte en cómo entiende cada uno de los sistemas teológicos los pactos bíblicos a la luz de Jesucristo. Aunque los dispensacionalistas suelen argumentar que los pactos apuntan a su cumplimiento en Jesucristo, sostienen que muchos aspectos del pacto no se han cumplido en Cristo y aguardan un futuro cumplimiento entre el pueblo de Israel. Los teólogos del pacto tienden a argumentar que los pactos se cumplen en Cristo y las bendiciones prometidas a Israel en el Antiguo Testamento se extienden ahora a la iglesia.

La salvación de los santos del Antiguo Testamento

Dos cuestiones estrechamente ligadas a la relación entre los pactos bíblicos son la naturaleza de la salvación en el Antiguo Testamento y el papel de la ley veterotestamentaria en la vida del creyente del nuevo pacto. En primer lugar, la cuestión de la salvación en el Antiguo Testamento gira en torno a si Dios ha salvado a las personas de manera diferente en diferentes momentos de la historia bíblica. La mayoría de los dispensacionalistas y los teólogos del pacto afirmarían que la salvación es siempre por gracia a través de la fe. Sin embargo, no todos han mantenido esta posición. Algunos críticos señalan que el dispensacionalismo enseña dos formas de salvación, "que durante la era de la ley, la obediencia a ella era una condición para salvarse, mientras que durante la era de la gracia, la salvación viene simplemente a través de la fe en Cristo".34 Por ejemplo, la Biblia de Estudio de Scofield afirma que en la dispensación de la gracia "el punto de la prueba ya no es la obediencia legal como condición de salvación, sino la aceptación o el rechazo de Cristo, con las buenas obras como fruto de la salvación".35 No es sorprendente que la Nueva Biblia de Estudio Scofield aclare e incluso elimine el confuso contenido de esta nota.36 En cambio, el objeto de la fe se convierte en el punto decisivo. Los teólogos del pacto están de acuerdo en que la salvación es por gracia a través de la fe en el Antiguo y Nuevo Testamento. Sin embargo, algunos teólogos del pacto enfatizarían la necesidad de una conciencia de fe en el Mesías prometido o anticipado a favor de los santos del Antiguo Testamento.

Aplicación de la ley hoy en día

En segundo lugar, la relación de la ley con el creyente del nuevo pacto está intrínsecamente relacionada con la discusión de los pactos bíblicos. Hay dos formas básicas de entender cómo se ha cumplido la ley y, por lo tanto, es determinante para la relación del creyente del nuevo pacto con la ley. O bien se han cumplido partes de la ley o bien se ha cumplido la totalidad de la ley. Tradicionalmente, los teólogos del pacto consideran que la ley comprende aspectos morales, civiles y ceremoniales. Argumentan que los aspectos cívicos y ceremoniales de la ley se han cumplido tipológicamente en Cristo, mientras que el aspecto moral de la ley permanece intacto para los creyentes del nuevo pacto. Por lo tanto, los creyentes del nuevo pacto están vinculados al aspecto moral de la ley como lo estaban los santos del Antiguo Testamento. Los dispensacionalistas y algunos teólogos del pacto, por su parte, sostienen que la ley debe ser entendida como una unidad. D. A. Carson argumenta: "Aunque esta distinción tripartita es antigua, su uso como base para explicar la relación entre los Testamentos no se deriva de manera demostrable del Nuevo Testamento y probablemente no es anterior a Aquino".37 En tales sistemas, la ley se ha cumplido completamente en la primera venida de Jesucristo (cf. Jr 31:31–34; Mt 5:17–20). Los creyentes del Nuevo Pacto están ahora "en Cristo" y ya no están "bajo la ley" (Gal 5:18) sino que están ligados a la "ley de Cristo" (Gal 6:2). Aun así, hay otros teólogos del pacto (como los reconstruccionistas cristianos) que creen que tanto la ley moral como la civil son vinculantes para los creyentes del nuevo pacto hoy en día.


30 Una dispensación "hace referencia a una forma distintiva en la que Dios administra o dispone la relación de los seres humanos con él" (Blaising and Bock, Progressive Dispensationalism, 11).

31 Poythress, Understanding Dispensationalists, 40.

32 Feinberg, "Systems of Discontinuity," 80.

33 Gentry and Wellum, Kingdom through Covenant, 663–64 (énfasis original).

34 Daniel P. Fuller, "The Hermeneutics of Dispensationalism" (ThD diss., Northern Baptist Theological Seminary, 1957), 144–45.

35 C. I. Scofield, ed., Scofield Reference Bible (New York: Oxford Unviersity Press, 1917), 1115 (Juan 1:17).

36 New Scofield Reference Bible, 1477 (Juan 1:9).

37 37 D. A. Carson, "Matthew," en EBC, ed. rev., ed. Tremper Longman III and David E. Garland, vol. 9 (Grand Rapids: Zondervan, 2010), 174.


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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
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La cuestión hermenéutica

1. ¿CUÁL ES LA HERMENÉUTICA BÁSICA?


Benjamin L. Merkle, De La Discontinuidad a La Continuidad: Un Estudio de La Teología Dispensacionalista Y La Teología Del Pacto (Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico, 2020).


¿Literal o simbólica?

La primera y más amplia cuestión tiene que ver con la aproximación básica a las Escrituras empleada por cada sistema. La división entre dispensacionalistas y teólogos del pacto se ha interpretado generalmente como una cuestión de interpretación literal versus no literal, o espiritual. Vern Poythress sugiere que casi todos los problemas entre estos dos sistemas están relacionados con la cuestión de una interpretación literal.5 John Feinberg, sin embargo, argumenta: "Ambas partes afirman interpretar literalmente, y sin embargo derivan sistemas teológicos diferentes. Esto sugiere que la diferencia no es el literalismo frente al no literalismo, sino distintas maneras de entender lo que constituye una hermenéutica literal".6 Tradicionalmente, los dispensacionalistas han visto la interpretación literal como la interpretación histórico-gramatical. En otras palabras, una interpretación literal tiene como objetivo entender el significado que quiso transmitir el autor tomando el texto a la luz de su contexto histórico y literario. De hecho, los dispensacionalistas tradicionalmente se distinguen por hacer hincapié en su uso sistemático de una interpretación literal.7

Sin embargo, los teólogos del pacto también suelen afirmar que interpretan la Biblia literalmente, es decir, que la interpretan de manera no alegórica y de acuerdo con el significado que quiso darle el autor (lo cual permite la existencia de lenguaje figurado o simbólico). Además, los teólogos del pacto también emplean el principio de la Reforma de la analogía de la fe, a saber, "la Escritura interpreta la Escritura", lo que no se opone a la interpretación histórico-gramatical, sino que más bien subraya la importancia del contexto bíblico completo a la hora de interpretar. Así pues, las partes de la Escritura deben entenderse a la luz del todo y el todo a la luz de las partes. Esta dinámica abre la posibilidad de una interpretación no literal o espiritual, especialmente en lo que respecta a los textos proféticos del Antiguo Testamento.

Si ambos tipos de sistemas afirman seguir una interpretación histórico-gramatical, ¿qué explica las diferencias entre ellos? La respuesta, en parte, es la prioridad que se da al Antiguo Testamento o al Nuevo Testamento. Herbert Bateman explica que "la prioridad del Testamento es una preferencia presuposicional de un testamento sobre el otro que determina el punto de partida hermenéutico histórico-gramatical literal de una persona"8. Feinberg coincide con esta valoración cuando afirma que uno de los temas fundamentales del debate es "la relación del progreso de la revelación con la prioridad de un Testamento sobre el otro".9

Mientras que los dispensacionalistas y los teólogos del pacto están de acuerdo en que el Nuevo Testamento cumple con el Antiguo Testamento, estos últimos tienden a subrayar que el Nuevo Testamento tiene prioridad para la comprensión del Antiguo Testamento, y los primeros empiezan con el Antiguo Testamento y pasan al Nuevo Testamento, pero advierten en contra de la reinterpretación del Antiguo Testamento a la luz del Nuevo Testamento.10 Esta se convierte en la cuestión distintiva en lo que se refiere a la interpretación literal o simbólica de diversos pasajes del Antiguo Testamento, especialmente las profecías sobre la restauración de Israel. Dado que los teólogos del pacto tienden a subrayar la prioridad del Nuevo Testamento, permiten que la revelación posterior influya en su comprensión del Antiguo Testamento. Aunque los teólogos del pacto pueden emplear la misma hermenéutica básica que los dispensacionalistas (interpretación histórico-gramatical), entienden un pasaje determinado a la luz de la revelación más completa de Jesucristo contenida en el Nuevo Testamento. Así pues, el Nuevo Testamento aclara la comprensión adecuada del Antiguo Testamento, y este debe entenderse en relación con su cumplimiento en Jesucristo. Los dispensacionalistas coinciden con esta visión del Nuevo Testamento como cumplimiento del Antiguo. Discrepan, sin embargo, con la conclusión que se extrae. Los dispensacionalistas creen que la hermenéutica básica de una persona debe permanecer anclada en el Antiguo Testamento, y que el cumplimiento neotestamentario del Antiguo Testamento no elimina las promesas o el significado de los textos veterotestamentarios en sus respectivos contextos.

Los sistemas a ambos lados del espectro tratan de determinar la relación entre los Testamentos. Si el Nuevo Testamento tiene una cierta prioridad sobre el Antiguo Testamento, ¿qué sucede con el significado de un texto del Antiguo Testamento cuando es usado por un autor del Nuevo Testamento? ¿Es suficiente una interpretación histórico-gramatical para entender el uso del Antiguo Testamento en el Nuevo? Además, si Jesús es el cumplimiento de todas las promesas del pacto, ¿ven los autores del Nuevo Testamento un futuro cumplimiento para el Israel nacional? Jonathan Lunde argumenta que la pregunta central con respecto al uso del Antiguo Testamento en el Nuevo es: "Cuando los autores del NT apelan a los textos del AT para apoyar o validar sus argumentos, la relación entre sus significados y lo que originalmente pretendían sus antepasados veterotestamentarios se convierte en la pregunta central"11. Para distinguir entre los diversos sistemas, trataré (1) el correcto papel de la tipología y (2) las profecías del Antiguo Testamento sobre la restauración de Israel.

El correcto papel de la tipología

La tipología es un factor clave para determinar las diferencias entre los diversos sistemas en el espectro de la discontinuidad a la continuidad. Mark Karlberg sostiene que "la resolución de las persistentes diferencias de interpretación entre los evangélicos depende, en gran medida, de una evaluación adecuada de la naturaleza y función de la tipología del Antiguo Testamento".12 Poythress llega a sugerir que un mayor debate sobre este tema puede tener la capacidad de acercar a los dispensacionalistas y a los teólogos del pacto.13

En su mayoría, los dispensacionalistas tienden a descartar o minimizar el papel de la tipología en la hermenéutica bíblica. El problema que ven con la tipología es la posibilidad de cambiar o eliminar el significado del tipo en su contexto veterotestamentario después de su cumplimiento en el antitipo del Nuevo Testamento. Tal enfoque comprometería la prioridad del Antiguo Testamento y violaría el énfasis en el uso de una hermenéutica sistemáticamente literal o histórico-gramatical.14 Para algunos, esto significa negar cualquier papel de la tipología en su interpretación, mientras que para otros significa una comprensión muy controlada de la tipología, limitada a las formas en que los autores neotestamentarios identifican los tipos del Antiguo Testamento.15 Detrás de esta postura también se encuentra la convicción de que Israel no es un tipo de la iglesia y que la iglesia no cumple o experimenta las bendiciones del pacto prometidas a Israel en el Antiguo Testamento. Por ejemplo, muchos dispensacionalistas clásicos y revisados ven las bendiciones del nuevo pacto que la iglesia disfruta como el resultado de un pacto independiente del nuevo pacto establecido con Israel en Jr 31:31–34 y Ez 36:24–28.

Sin embargo, algunos dispensacionalistas y la mayoría de los teólogos del pacto ven un mayor papel para la tipología en la comprensión de cómo el Nuevo Testamento utiliza el Antiguo. David Baker define la tipología como "el estudio de los tipos y las correspondencias históricas y teológicas entre ellos"16. Además, define un tipo como "un evento, persona o institución bíblicos que sirve de ejemplo o patrón para otros eventos, personas o instituciones"17. Baker considera que hay dos principios que sustentan la tipología: (1) es histórica, y (2) implica una correspondencia real. Edward Glenny identifica cuatro criterios necesarios para establecer tales conexiones tipológico-proféticas entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento: (1) el tipo debe estar vinculado a un hecho histórico (personas, acciones, eventos, instituciones); (2) el vínculo con el antitipo debe ser identificable dentro de las Escrituras; (3) debe existir un patrón entre el tipo y el antitipo; y (4) debe haber una escalada o progresión del tipo al antitipo.18

Los dispensacionalistas progresivos consideran la tipología como un aspecto de la interpretación histórico-literaria, ya que "se refiere a los patrones de semejanza entre las personas y los acontecimientos de la historia anterior con las personas y los acontecimientos de la historia posterior".19 Darrell Bock aboga por una hermenéutica complementaria, lo que significa que la revelación anterior puede tener un significado añadido o ampliado si es un complemento del significado original. El significado del Nuevo Testamento puede desarrollar o complementar el significado del Antiguo Testamento, pero no de manera que niegue lo que el autor del Antiguo Testamento quiso decir originalmente.20 En otras palabras, el antitipo del Nuevo Testamento no contradice el significado del tipo del Antiguo Testamento en su contexto, sino que lo desarrolla o amplía a la luz de la revelación progresiva. Por consiguiente, esta hermenéutica incluye tanto una lectura "histórico-exegética" como una lectura "teológico-canónica" de cualquier texto dado. La primera se ocupa de comprender el mensaje del autor original a su público inmediato en su contexto histórico concreto. La segunda intenta comprender un texto a la luz de la revelación posterior.

Mientras que los dispensacionalistas progresivos dan cabida a un cumplimiento parcial de algunas promesas del pacto veterotestamentario dentro de Cristo y la iglesia, no creen que tales conexiones agoten o cumplan completamente esas promesas del pacto del Antiguo Testamento. Feinberg argumenta: "Si el antitipo del NT cancela el significado del tipo del AT, el NT debe decírnoslo. Las reinterpretaciones neotestamentarias de los pasajes del AT no son cancelaciones explícitas ni implícitas del significado del AT. De la misma manera, los antitipos del NT no cancelan explícita ni implícitamente el significado de los tipos del AT. Pensar que puedan hacerlo es malinterpretar la tipología".21

Los teólogos del pacto admiten que la revelación posterior puede proporcionar una mayor claridad a la revelación anterior, lo que abre la posibilidad de un significado desarrollado o ampliado más allá de lo que el autor original pudo haber percibido. Los pactualistas progresivos Gentry y Wellum abogan, por tanto, por la lectura de las Escrituras a la luz de tres contextos: textual (el contexto inmediato), histórico (el contexto precedente) y canónico (el canon completo).22 Los teólogos del pacto también entienden los tipos veterotestamentarios como sombras que apuntan divinamente hacia adelante a las realidades tipológicas que culminan en Jesucristo y el nuevo pacto.23 Así pues, los tipos del Antiguo Testamento dan paso al antitipo del Nuevo Testamento. Las diferentes comprensiones de la tipología en estos sistemas pueden verse mejor quizás en la forma en que interpretan las profecías del Antiguo Testamento sobre la restauración de Israel.

Las profecías del Antiguo Testamento sobre la restauración de Israel

Una cuestión clave que influye en la comprensión de la tipología es la forma en que cada sistema interpreta las profecías veterotestamentarias sobre la restauración de Israel. Tal vez el texto más conocido, o al menos más discutido, de las profecías de restauración del Antiguo Testamento sea Amos 9:11–15 y su posterior uso en Hechos 15:14–18. Saucy señala, "La cita de Santiago de la profecía de Amós para apoyar a los gentiles en la iglesia (Hch 15:13–18) es otro texto crucial en la discusión entre los dispensacionalistas tradicionales y los no dispensacionalistas".24 En Amós 9:11–15 Dios promete la futura restauración del pueblo de Israel en términos muy concretos y geográficos (por ejemplo, tierra, muros, cultivos, derrota de enemigos, etc.). En Hechos 15:14–18 la iglesia de Jerusalén se enfrentó a la cuestión de cómo incorporar a los gentiles creyentes en la iglesia. El apóstol Santiago ve la salvación de los gentiles y su incorporación al pueblo de Dios como algo que concuerda con o cumple lo prometido en Amós 9:11–12.

Los dispensacionalistas tradicionales (clásicos y revisados) creen que Hechos 15:16–17 confirma la profecía veterotestamentaria de restauración al pueblo de Israel. La Nueva Biblia de Estudio de Scofield afirma, "Santiago declara que Amós 9:12 muestra que, al regreso de Cristo, no sólo habrá creyentes judíos… sino también creyentes gentiles 'que son llamados por mi nombre' ".25 La lógica aquí es que como habrá gentiles junto a los creyentes judíos cuando Cristo regrese, la iglesia no debe hacer que los creyentes gentiles se conviertan en prosélitos judíos por medio de la circuncisión. En otras palabras, la referencia de Santiago a Amós 9:11–12 en Hechos 15:16–17 está confirmando la realidad futura de la inclusión de los gentiles durante el reino milenial pero no aborda específicamente la situación actual, aparte de afirmar que Dios está llamando ahora a un pueblo gentil para sí mismo. Puesto que Amós 9:11–12 va dirigido a la nación de Israel, no puede encontrar su cumplimiento en la iglesia. Además, el uso de una hermenéutica histórico-gramatical enfatiza que se debe permitir que tanto el contexto del Antiguo Testamento como el del Nuevo mantengan su propio significado sin que una revelación posterior cambie o anule una revelación anterior.

Los dispensacionalistas progresivos creen que Hechos 15:16–17 introduce un cumplimiento ya-todavía no de la profecía de restauración del Antiguo Testamento. Kenneth Barker afirma, "Lo que sucedió en Hechos 15 constituye una etapa en el cumplimiento progresivo de toda la profecía en Amos 9 (cf. Hechos 15:12–15). Es un caso de cumplimiento directo, pero no de cumplimiento final y completo, como indican claramente los versículos siguientes en Amós (9:13–15)".26 El dispensacionalismo progresivo afirma que Amós 9:11–12 se ha cumplido parcialmente a través de la inclusión de los gentiles en la iglesia. Sin embargo, esto no niega su futuro, el cumplimiento más completo para el Israel nacional en el reino milenial. Al igual que los dispensacionalistas tradicionales, los dispensacionalistas progresivos mantienen una clara distinción entre Israel y la iglesia. Dado que Amós registra promesas específicas para el Israel nacional, los dispensacionalistas progresivos no ven ninguna razón para descartar estas promesas para el Israel nacional.27 Sin embargo, su hermenéutica complementaria permite un cumplimiento parcial de Amós 9:11–12 en cuanto a la inclusión de los gentiles en la iglesia debido al reino inaugurado de Jesús (cf. Hch 2:29–36). Bock sostiene que este tipo de hermenéutica "defiende que debemos seguir leyendo el Antiguo Testamento como si nos dijera algo sobre Israel en el plan de Dios, al tiempo que somos sensibles a cómo el Nuevo Testamento complementa esa esperanza expresando el cumplimiento actual en Cristo".28

Los teólogos del pacto arguyen que Hechos 15:16–17 debe tomarse como el cumplimiento de Amos 9:11–12. Lehrer argumenta: "La restauración de la nación de Israel en Amós 9 es interpretada por Dios en Hechos 15 para referirse a la reunión de los elegidos de Dios, tanto judíos como gentiles, para ser salvos y reunidos en la iglesia".29 Los teólogos del pacto argumentan que el trono de David ha sido restaurado en la resurrección de Jesús y su ascensión a la diestra del Padre (cf. Sal 110:1; Hch 2:29–36) y que el reino de Dios ha sido ahora inaugurado en Jesucristo. Sobre esta base, los teólogos del pacto ven la promesa de restauración a Israel en Amós 9:11–12 como cumplida en Jesucristo a través de la inclusión tanto de judíos como de gentiles en la iglesia. Mientras que existen diferencias entre ellos sobre cómo llegan a esta conclusión, las razones más influyentes por las que lo hacen son (1) su hermenéutica da prioridad al Nuevo Testamento, (2) la naturaleza del género profético, y (3) su comprensión del cumplimiento de las promesas del pacto de Israel en Cristo y la iglesia.




26 Kenneth Barker, "The Scope and Center of Old and New Testament Theology and Hope," en Dispensationalism, Israel, and the Church, 327.

27 Sobre las promesas al Israel nacional, véase Amos 9:11: "Levantaré el tabernáculo caído de David … cerraré sus portillos … levantaré sus ruinas … lo edificaré".

28 Darrell Bock, "Hermeneutics of Progressive Dispensationalism," en Three Central Issues in Contemporary Dispensationalism, 92–93.

29 Steve Lehrer, New Covenant Theology: Questions Answered (n.c.: Steve Lehrer, 2006), 88.


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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
http://adonayrojasortiz.blogspot.com


sábado, 27 de julio de 2024

Por qué murió Jesús


¿Por qué tuvo que morir Jesús?

- Josh McDowell

 "Dígame, ¿Por qué Jesús tuvo que morir?"

Las respuestas son estas:

-"Pues, murió por mi."

"Si, pero ¿por quien más?" -"Pues, por todos."

"Si, el murió por todos, pero ¿por quien más?" -"El murió por los pecadores."

"Si, El murió por los pecadores, pero ¿por quien más?" -"El murió por los elegidos."

"Si, El murió por los elegidos." -"Pues, ¡El murió por toda la humanidad!"

"Si, el murió por toda la humanidad, pero ¿por quien más?"

Y normalmente después de 2 ó 3 minutos, alguien responde, -"¡Por el Padre!"

"Es correcto."

La mayoría de la gente piensa que Jesús murió por nosotros. Y así como El murió por nosotros, también murió por el Padre.

Y a menos de que usted acepte esto; su concepto de quien es Dios, la obra que hizo a través de su Hijo en la cruz y todo lo demás será en vano.

"Dios tenía un dilema," dirá usted.

Si, Dios nos había creado para tener una relación con nosotros.

El dijo: "No adores a ningún otro dios, porque el SEÑOR, cuyo nombre es Celoso, es Dios celoso de su relación contigo"

He aquí el dilema: Dios se acercaría a nosotros por su gran amor para salvarnos.

Pero Dios no es sólo un Dios de amor; Él es un Dios Santo, Justo y de equidad y por esta razón tenía que destruirnos.

Como usted verá el hombre estaba en problemas. Dios nos había creado con el deseo interno de conocerlo, Y por eso nosotros venimos a Él por medio de la salvación, pero en su naturaleza – porque Él es un Dios justo, de equidad, un Dios Santo; Él debía destruirnos. Dios. Y la respuesta a este dilema es un punto crítico.

¿Cómo resolvió Dios este Dilema?

Si usted es un cristiano, seguramente se ha hecho esta pregunta: "Si Dios es amor, ¿Por qué mandaría a alguien al infierno?"

"Vamos Josh, si Dios es tan amoroso, entonces ¿por qué enviaría a un pecador al infierno? ¿Por qué usted mandaría al infierno al alguien? Yo no serviría a un Dios así."

¿Y sabe que es aún más interesante?

Que en casi 50 años nunca nadie me ha preguntado esto, tal vez usted se lo haya preguntado. En vez de decir, "Si Dios es amor, ¿Por qué mandaría a alguien al infierno?" Nunca nadie me ha hecho esta pregunta: "Si Dios es Santo, ¿Por qué permitiría a un pecador en su presencia?"

Esta pregunta es tan justificable como la anterior, y nunca nadie la ha hecho.

¿Y sabe por qué? La mayoría de las personas en el mundo, aun los cristianos, tienen un conocimiento antropocéntrico de Dios. Antropo –Hombre. Céntrico – centrado. Estamos en el centro de todo. Como puede darse cuenta la teología de muchos es enfocada en el ser humano. Yo, yo, mío, mío. Cuando en realidad, debería ser Teocéntrica. Teo –Dios. Céntrico – centrada. Deberíamos tener a Dios en el centro de todo.

Siempre vemos la obra de Dios en la cruz como algo para los hombres, casi nunca lo vemos como algo para Dios.

Y si usted tiene una teología antropocéntrica, le aseguro que usted va a tener muchos conceptos anti-bíblicos que afectarán su relación y caminar con Dios.

¿Cuál es la idea que debemos tener de Dios? ¿Quién es Dios?

Usted podría ir ahora mismo a una plaza, a un centro comercial, o a cualquier lugar;

y podría hablar con 20 personas y obtener 20 opiniones diferentes sobre quien es Dios.

Probablemente 18 de esas personas podrían ser cristianas, y aun así obtendría opiniones diferentes de quién es Dios.

Mi gran temor es que la mayoría de creyentes alrededor del mundo no están adorando al Único y Dios verdadero; sino más bien, están adorando a un producto de su imaginación. A esto le llamo una teología de cafetería. Como en una cafetería: me gusta aquello, me gusta lo otro.

La mayoría de la gente no está adorando al único y verdadero Dios; más bien, están adorando a un producto de su imaginación. Y usted dice, "no le puedo creer lo que está diciendo." Compruébelo usted mismo.

Cuando yo voy a conferencias, observo a jóvenes y a viejos con sus manos levantadas, otros de rodillas adorando y alabando a Dios, y muy respetuosamente me acerco a unos de ellos (y esto lo he hecho por más de 10 años), me acerco y les pregunto, "¿Usted sabe quién es Dios?"

Nadie me ha dado, o ha estado cerca de darme una respuesta. Mas sin embargo están alabando y adorando a Dios.

¿Cómo puede usted adorar y alabar a Dios sin siquiera saber quién es Él? Por esta razón, estoy convencido que aquellos que dirigen alabanza y adoración, necesitan entender el contexto de sus canciones. Ya que muchos interpretan las letras a su manera, y no dentro de un contexto bíblico.

Si nosotros no sabemos quién es Dios, entonces es difícil entender por qué murió Cristo, por qué necesitamos ser salvos, o cómo adorar a Dios.

¿Quien es Dios?

Necesitamos conocer a Dios por medio de sus atributos, es necesario que Él sea revelado a nosotros, ya que su grandeza es infinita y nuestras mentes finitas. Y Dios se ha revelado a través de Las Escrituras, La Palabra de Dios, La Biblia.

Y también se ha revelado a través de sus atributos  "Dios es amor", esto es un atributo de Dios. Dios es verdad. Dios es santo. Dios es justo. Dios es poderoso. Dios es omnipotente y omnisciente. Dios es puro.  Todos estos son atributos de Dios.

Cuando yo fui a estudiar al seminario, era un nuevo creyente y lo todo lo cuestionaba.

Y desde entonces me di cuenta de este problema: La mayoría de las personas alrededor del mundo creen que al sumar todos los atributos de Dios, el resultado es Dios. Eso no es cierto.

Muchos ven los atributos de Dios como partes de Dios; y no es así. "Dios es amor." No decimos que Dios es en parte amor. Decimos "Dios es santo"; no decimos que Dios es en parte santo, o en parte verdadero.

Así que usted no puede decir que la suma total de todos los atributos de Dios, le da Dios como resultado.

¿Quién es Dios, y qué es un atributo?

Esta definición me ayudó mucho. Atributo es una característica de la naturaleza básica de Dios. Cuando decimos amor, no significa que Dios es en parte amor; lo que significa es que esto es una característica verdadera de la naturaleza de Dios.

Así pues, cada atributo es algo verdadero acerca de Dios.

Entonces, es imposible que la suma de los atributos de Dios, lo den a Él como resultado, ya que cada atributo es una característica verdadera de su propia naturaleza.

¿Hay algo demasiado grande que Dios no pueda hacer? ¿Alguna vez alguien le ha hecho esta pregunta?  ¿Podría el construir una roca enorme que ni siquiera Él pueda moverla?" Le apuesto a que nunca se ha preguntado esto.

Él es todopoderoso."

Los atributos son las características de quien es Dios. Y yo digo que hay muchas cosas que Dios no puede hacer. "¿Cómo? ¿está limitando a Dios?"

En un debate con el Dr. Ahmed Deedat, director del centro de propagación islámico, en África; yo hice esta declaración y la multitud por poco explota, pero después de darles mi respuesta se calmaron. Les dije, "Existen muchas cosas que Dios no puede hacer." Ellos dijeron, "No." Y les dije, "Si."

Escuche con cuidado, Dios no puede actuar en contra de su naturaleza básica. Es decir, Dios no puede odiar. ¿Por qué? Porque Dios es amor, Él no puede dejar algunos atributos a un lado y ejercer otros. Él no puede ejercer su santidad sin ejercer su amor. Él no puede ejercer su poder sin ejercer su justicia.

Así que, usted puede decir que Dios es limitado por su propia naturaleza, y esto lo ha revelado Él de sí mismo a través de su Palabra. Él no puede actuar en contra de su naturaleza básica. Por esto hay muchas cosas que Dios no puede hacer, ya que Él no puede ser incongruente con su naturaleza básica.

¿Quién es Dios? ¿Por qué Jesús tuvo que morir?

Para responder estas preguntas, necesito darle el trasfondo bíblico, en La Palabra de Dios, en el libro a los Romanos.

Es en Romanos 3:21-26, desde Génesis hasta Apocalipsis, para mí, este pasaje es uno de los más significativos.

"Pero ahora, aparte de la Ley, se ha manifestado la justicia de Dios."

Dese cuenta que no dice "contraria a la Ley." No existe un conflicto entre la Ley y la justicia de Dios o la gracia de Dios.

"Pero ahora, aparte de la Ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la Ley y por los Profetas."

Ahora, esto es importante: La Ley no es contradictoria, sino que es un testigo de la justicia de Dios.

Y continúa, "la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo"

Nosotros necesitamos de esa justicia de Dios para poder tener una relación con Él.

Dios dijo que Él nos ha creado y está apasionado por tener una relación con nosotros.

Y para tener dicha relación, tenemos que obtener esa justicia de parte de Dios.

¿Y cómo obtenemos su justicia?

Dice: "la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él, porque no hay diferencia."

Ahora bien, esta justicia de Dios –la salvación- no es por fe. Por favor escúcheme con cuidado, no vaya a ser que piense que estoy siendo un hereje.

Usted no puede ser salvo por fe.

¡Eso si que es una herejía! Si usted pudiese ser salvo por fe, no necesitaría a Cristo;

ya que usted podría construir su propia fe y salvarse.

¿Qué nos salva? Somos salvos por medio de la fe en Jesucristo. Somos salvos por la gracia de Dios, por gracia por medio de la fe en Cristo:

Por medio de su sacrificio en la cruz – su gracia. Su muerte en la cruz, su sepultura, resurrección, ascensión al cielo, el bautismo del Espíritu Santo.

Fe es simplemente el brazo que recibe lo que Jesús hizo. Si Cristo no fuese el Verdadero Hijo de Dios, entonces nuestra fe sería en vano. Así usted tuviese toda la fe del mundo esto no le serviría de mucho; ya que el valor de la fe no está en quien lo cree, sino en quien se ha creído.

Es decir, la validez de la fe, depende en la validez de su objeto.

Por esta razón es sumamente importante entender que Jesucristo es el Mesías, el Verdadero, Santo Hijo de Dios quien murió en la cruz por nuestros pecados.

Y dice: "Nosotros obtenemos esta justicia de Dios por medio de la fe," no por fe, "por medio de la fe en Jesús."

Y si usted remueve "en Jesucristo," entonces no podría tener la salvación o la justicia de Dios.

Y dice, "para todos los que creen en él." Es decir, se trata de una fe que se cree.

Y en ella no hay distinción – no importa cuál sea su raza o trasfondo religioso,

obtenemos la justicia de Dios por medio de la fe en Jesús.

Y dice ahora, "Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios."

Y añade, "…y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús."

¿Qué significa 'justificados'?

Esta palabra es un término legal, está ligado a la ley, y significa lo siguiente: Haber sido declarado justo, en este contexto, a la luz de la ley. Haber sido declarado justo. Cuando alguien es justificado, es declarado justo como Cristo lo es, mas no hecho justo.

¿Cuál es el término que emplea La Biblia, y por el cual somos hechos justos? La santificación. Justificación significa que hemos sido declarados justos; santificación que somos hechos justos.

Es decir, cuando Dios nos declara justos como Cristo mismo a la luz de la ley, es porque Dios quiere que vivamos esa justicia en nuestras vidas a través de una relación con El.

La Palabra dice, "mediante la redención que es en Cristo Jesús." Subraye redención. La explicaré en un momento. "…a quien Dios puso como propiciación" Ahora subraye propiciación. Redención, propiciación. Estudiaremos estos dos conceptos y cómo estos explican por qué Jesús tuvo que morir.

"…como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con miras a manifestar en este tiempo su justicia."

Y he aquí el dilema en el que Dios estaba.

"A fin de que él sea el justo y el que justifica al que es de la fe de Jesús."

He aquí el dilema. ¿Cómo Dios siendo justo, puede a la vez, perdonar a un pecador el cual es menos justo que Él mismo? En otras palabras: ¿Cómo Dios siendo justo puede justificar al impío?

La respuesta a esto es el por qué Jesús tenía que morir.

¿Por qué Jesús tuvo que morir?

Leímos en Las Escrituras en Romanos 3:21-26, allí había dos palabras claves: Redención y Propiciación.

Voy a explicar estos dos conceptos.

Primero, la palabra Redención, es un término de negocios, comúnmente usado en la plaza de mercado, y a menudo en el mercado de esclavos.

Y existen varias connotaciones de la palabra redención en el Nuevo Testamento de Dios.

La primera es esta: "comprar a un esclavo fuera del mercado". Cuando usted redime a alguien, es porque lo ha comprado fuera de la esclavitud.

La segunda connotación tiene un énfasis en el precio que usted paga. En otras palabras, no tanto la compra, sino el precio que usted paga.

Ahora, la tercera connotación utilizada en el Nuevo Testamento es esta: el precio que usted ha pagado en el mercado por un esclavo, es tan grande, que el esclavo no puede jamás ser revendido a esclavitud. Y esa es la forma como se utiliza aquí.

Es decir, el precio que Dios pagó por nosotros al comprarnos fuera de la esclavitud del pecado, es tan grande, que no podremos ser revendidos como esclavos jamás – fue un precio enorme.

Visualice esto conmigo: la redención es el sacrificio de Cristo en la cruz por el hombre.

¿Entiende? El sacrificio de Cristo en la cruz es para nosotros. Cristo pagó un precio enorme a través de su muerte en la cruz para comprarnos fuera de la esclavitud del pecado, y nunca jamás seremos revendidos.

Redención, es el sacrificio de Cristo en la cruz por la humanidad;

pagando un alto precio para comprarnos fuera del la esclavitud del pecado, y fue tan grande el precio que nunca más podremos ser revendidos.

Alguna vez estaba leyendo el periódico y encontré una historia, la cual me aclaró el significado de redención.

Esta historia se desarrolla en un pueblo, creo que en Misisipi, a lo largo del rio Misisipi.

Había una vez un niño, de unos 7 u 8 años de edad, a quien le encantaba jugar en la ribera del rio. El pasaba mucho tiempo jugando con un barco, el cual era su orgullo ya que él mismo lo había construido. Y para él, este era el barco más hermoso de todo el mundo.

Unos días después el puso su barco a navegar, y ya fuera llevado por la corriente o por el viento, el barco salió a la deriva y se fue hacia el centro del rio. El niño al no poder alcanzar su barco se puso a llorar y a dar señales.

Su padre vio a su hijo sollozando y corriendo a lo largo de la ribera del rio tratando de alcanzar su barco. El barco impulsado por la corriente se fue rio abajo. El niño estaba devastado.

Tres meses después el padre del muchacho se encontraba con su hijo, 35 millas rio abajo, haciendo algunos negocios.

Al caminar por la calle principal del pueblo costero, pasaron por una tienda, más conocida como una casa de empeño.

Esto es una tienda en donde usted puede llevar algo de valor y obtener dinero por ello,

y si usted no puede comprarlo de nuevo, pasa a ser propiedad de la tienda y como tal a ser vendido.

Al pasar por la casa de empeño el muchacho miró a la ventana, y para su sorpresa, vio su barco en venta.

El niño se puso tan feliz, que tomó la mano del padre, corrió hacia el dueño de la casa de empeño y dijo: "Ese es mi barco, yo lo quiero." Y el dueño respondió: "No, ese es mi barco, yo lo compré." El niño dijo, "No, ese es mi barco, yo lo hice." El dueño le dijo, "Pues si lo quiere, tendrá que comprarlo."

El pobre niño se puso tan triste, pues no tenía dinero. El padre, al ver este dilema, le dio dinero al niño para que comprara el barco.

Lo significativo de esta historia, y lo cual fue documentado, es lo siguiente. Al salir de la casa de empeño, el niño estaba hablando con su barco, y esto fue lo que el padre le oyó decir: "te hice una vez, y una vez te compré," le dijo el niño al barco.

Y yo dije, "Vaya, eso es redención." Dios nos creó a su imagen, Dios nos hizo una vez y luego nosotros caímos en el pecado, y Dios nos compró fuera del pecado a través de la muerte de su Hijo.

Cada vez que Dios lo mira Él dice, "Te creé una vez, y una vez te compré." Eso es redención. El sacrificio de Cristo en la cruz fue para el hombre.

Entonces, ¿qué es propiciación?

Ya vimos como Jesús no sólo murió para redimirnos, sino que también murió para satisfacer al Padre –para propiciar su santa, justa y verdadera naturaleza.

Redención, es el sacrificio de Cristo en la cruz por el hombre. Propiciación, es el sacrificio de Cristo en la cruz por el Padre. A esto lo llamo satisfacción.

Romanos 3 también habla de propiciación.

En cuanto a la palabra propiciación, creo que la palabra que más se relaciona conmigo, o con la mayoría de las personas, y la cual no le quita su significado propio, es satisfacción. Es decir, cuando dice que Él fue la propiciación por nuestros pecados, usted puede decir que Jesús fue la satisfacción de nuestros pecados ante Dios.

¿Y eso que quiere decir? El sacrificio de Cristo en la cruz por la humanidad, es redención.

El sacrificio de Cristo en la cruz hacia Dios, es propiciación, o satisfacción. "¿Cómo? No entiendo," dirá usted.

Cuando Jesús dijo, "consumado es" su muerte en la cruz pagó el precio total para propiciar, o satisfacer la santa, justa y verdadera naturaleza de Dios. Y esto para que Dios pudiera ejercer su amor sin dejar a un lado su santidad, y su justicia; ya que había sido satisfecho.

Humanamente hablando, usted podría decir que cuando Jesús murió en la cruz,

pagó el precio por nuestros pecados satisfaciendo así la santa, justa y verdadera naturaleza de Dios. Humanamente hablando, usted podría decir que Dios fue hecho libre para lidiar con nosotros en amor. ¿Por qué? Porque Cristo murió para ello, pagó por ello.

Así resolviendo el dilema de Dios para que El pudiese acercarse con su amor y salvarnos. ¿Por qué? Porque su propia naturaleza, santa justa y verdadera fue satisfecha a través de la muerte de Cristo en la cruz.

Entonces, ¿por qué tuvo que morir Jesús?

Jesús tuvo que morir para propiciar, o satisfacer la santa, justa y verdadera naturaleza de Dios. Él tuvo que morir para pagar el precio y comprarnos fuera de la esclavitud del pecado.

Esta historia fue publicada en un periódico de Los Ángeles, California, y sucedió hace algunos años.

Al norte de L.A. hay un pueblo a lo largo de una autopista, allí son muy estrictos con el límite de velocidad, y esto les trae muchas ganancias.

Una vez, una joven de unos 18-19 años fue detenida por exceso de velocidad.

Y si usted es detenido por exceso de velocidad en esa ruta, no le dan una multa solamente, sino que también es llevado a la corte, la cual se encuentra en sesión las 24 horas del día, todos los días de la semana. Así que la joven fue llevada a la corte.

Ella se sentó en la corte durante un buen rato mientras esperaba su turno. Cuando la llamaron ella se puso de pie delante del juez.

El juez leyó la citación y preguntó: "¿Culpable, o inocente?" Bueno, ella había sido sorprendida infraganti. Así que ella respondió, "Culpable." Y el juez hizo caer el mazo y dijo, "La declaro culpable."

No sé exactamente que pasó en ese entonces, pero era algo como pagar una multa de $100 dólares, o unas horas de cárcel.

El juez golpeó con el mazo.

Más algo maravilloso sucedió, algo que probablemente nunca antes había sucedido, tal vez una o dos veces, en toda la historia de las cortes estadounidenses: El juez levantándose, se quitó su manto de juez, lo puso en el espaldar de su silla, caminó hacia el frente y se puso de pie al lado de la joven, sacó su billetera y pagó la multa.

La corte entera quedo atónita.

¿Qué explicación tenía esto? El juez era el padre de la joven.

Y he aquí el escenario; el padre amaba a su hija, seguramente, más que a nadie en el mundo, pero él era el juez. Él era un juez justo, medite en esto: un juez justo.

Y por esta razón no podía decirle, "Yo te amo, y sé que no tenías intención de hacerlo. Y estás perdonada por esta vez."

¿Hubiera protestado la corte? Yo hubiese protestado, "Queremos justicia."

Así que no importaba cuanto el juez pudiera amar a su hija, ya que él era un juez justo y su hija tendría que pagar la multa de $100 dólares o pasar un día encarcelada.

Pero fue tanto su amor por ella que el prefirió poner a un lado su manto de juez,

caminar hacia el frente y ponerse de pie al lado de su hija y pagar su falta; más que sentarse en frente de ella como su juez

Y así nadie podría decir, "Queremos justicia." El requerimiento de la ley había sido cumplido.

Usted podría decir que fue traído delante de Dios y el dejó caer su mazo y dijo, "Culpable, o inocente." Y usted respondió, "Soy un pecador, soy culpable."

Y Dios dejó caer su mazo de nuevo y dijo, "Le declaro culpable – y la multa por el pecado es la muerte."

Pero Dios tuvo gran amor por nosotros, y usted puede decir que él se despojó de sus vestiduras de rey, las puso en el espaldar de la silla, caminó hacia el frente en la forma de su Hijo Jesucristo, y en vez de estar en frente de nosotros como un juez, Él se puso de pie a nuestro lado como nuestro Salvador. Y él tomó el castigo sobre sí mismo. Él tomó la santa, justa y verdadera ira de Dios sobre sí mismo.

Y cuando Jesús dijo, "consumado es" todos los requisitos de la ley y la naturaleza de Dios fueron satisfechos; haciendo libre a Dios para lidiar con nosotros en amor.

Esta, es tal vez, una de las mejores ilustraciones que demuestran el significado de propiciación; la satisfacción de la santa, justa y verdadera naturaleza de Dios al Jesús pagar el precio.

¿Por qué Jesús tenía que morir?

Porque Dios es un Dios santo, justo, verdadero y amoroso.

¿Por quién murió Jesús?

Si, el murió por usted, por mi, por todos, por los elegidos, pero el también murió por el Padre.

Y si usted no puede entender este concepto, usted siempre justificará su pecado. Usted nunca mirará al pecado como algo verdaderamente pecaminoso, y esto afectará casi toda decisión que usted tome en su vida.

Dios le ama en gran medida, y por eso hizo algo al respecto.

 

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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
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Generalidades de la Escatología Bíblica

NO DEJE DE LEERLO