jueves, 30 de enero de 2014

El pan de Vida

1. EL PAN DE VIDA

Jesús les respondió: —Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed jamás.

Juan 6: 35

Este es el primero de los siete Yo soy de Jesús, que sólo aparecen en el Evangelio de Juan.

Jesús les respondió: —Yo soy

Hay un paralelo significativo entre esta expresión y el nombre del Dios del pacto (Jehová), por el cual Él mismo se reveló a Moisés en Éxodo 3.14: «Yo soy el que soy». Yo soy el que tiene existencia en sí mismo. Yo soy el eterno. Jesús se está identificando acá con el Dios del antiguo testamento. Jesús es Jehová manifestado en carne. Jesús es la manifestación en carne del Dios que mostró su poder en el éxodo del pueblo de Israel de la tierra de Egipto a la tierra prometida. Cuarenta años los guió por el desierto, y los sustentó hasta meterlos en la tierra de Canaán..

Dios diseñó una dieta especial para su pueblo, una dieta que era la que ellos necesitaban, no hay mejor nutricionista que nuestro Señor: Pan y Agua.

       Los sustentaría Dios con lo mejor del trigo,
y con miel de la peña los saciaría. [1]

El maná.

Cuando los Israelitas andaban por el desierto, el cielo se abrió y les llovió pan en el desierto.

Jehová dijo a Moisés:

—Mira, yo os haré llover pan del cielo. El pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. Pero en el sexto día se prepararán para guardar el doble de lo que suelen recoger cada día. [2]

       Sin embargo, mandó a las nubes de arriba,
abrió las puertas de los cielos
         e hizo llover sobre ellos maná para que comieran,
y les dio trigo de los cielos.
         Pan de nobles comió el hombre;

      les envió comida hasta saciarlos. [3]

Era una ración diaria, no podían guardar para el otro día porque se llenaba de gusanos. Todos los día debían salir a buscar su ración. Había suficiente para todos.

Lo medían por gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer. [4]

Era un alimento delicioso, tenía buen sabor y se podía preparar de varias formas.

La casa de Israel lo llamó «maná»; era como una semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel. [5]

El maná era como semilla de culantro, y su color como color de bedelio. El pueblo se esparcía y lo recogía, lo molía en molinos o lo majaba en morteros, y lo cocía en caldera o hacía de él tortas. Su sabor era como sabor de aceite nuevo.[6]

En el desierto no había menú a la carta. Algunos se fastidiaron de ese alimento celestial y deseaban comer otra cosa, y pidieron su propio menú. Pero quienes pidieron a carta murieron.

La gente extranjera que se mezcló con ellos se dejó llevar por el hambre, y los hijos de Israel también volvieron a sus llantos, diciendo: «¡Quién nos diera a comer carne! Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos. ¡Ahora nuestra alma se seca, pues nada sino este maná ven nuestros ojos!»[7]

Entonces Jehová envió un viento que trajo codornices del mar y las dejó sobre el campamento, un día de camino de un lado y un día de camino del otro lado, alrededor del campamento, y casi dos codos sobre la superficie de la tierra. El pueblo estuvo levantado todo aquel día y toda la noche y todo el día siguiente, recogiendo codornices. El que menos, recogió diez montones, y las tendieron a secar alrededor de todo el campamento. Aún tenían la carne entre sus dientes, antes de haberla masticado, cuando la ira de Jehová se encendió contra el pueblo, y lo hirió Jehová con una plaga muy grande. Y llamaron a aquel lugar Kibrot-hataava, por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso. [8]

Yo mejor me como lo que Dios me ponga a la mesa. No hay codornices de vida, hay pan de vida.

Se cansaron de ese delicioso y nutritivo alimento, y Dios les envió serpientes venenosas.

Después partieron del monte Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom. Pero se desanimó el pueblo por el camino y comenzó a hablar contra Dios y contra Moisés:

«¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y estamos cansados de este pan tan liviano».[9]

Pero fíjese que al final, quienes siguieron el menú que les preparó el Señor, quienes se sometieron a su dieta nutricional, llegaron a la tierra prometida. Los demás quedaron tirados en el desierto.

Así comieron los hijos de Israel maná durante cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán[10]

No llegaron desnutridos a la tierra prometida, cuando llegaron a Jericó tenían energías suficientes para darle vueltas a esa ciudad durante siete días.

el pan de vida.

La gente se alimenta para saciar su hambre física y para mantener su vida física.  

Ese mismo Yo Soy que alimentó al pueblo en el desierto, apareció en las tierras de Israel y dio de comer a una multitud de miles de personas, confirmando con éstos hechos que definitivamente él era el mismo del Antiguo Testamento. Pero el pueblo no le reconoció.

Jesús acaba de alimentar gratis a más de cinco mil personas. Al siguiente día después de esa señal la gente corre a buscar a Jesús, entonces él les enfrenta:

Respondió Jesús y les dijo:

—De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna, la cual os dará el Hijo del hombre, porque a este señaló Dios, el Padre. [11]

La multitud le cuestiona y trata de presionarlo para que les de pan gratis de nuevo, recordando que sus antepasados habían comido maná en el desierto:

—¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos y te creamos? ¿Qué obra haces? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: "Les dio a comer pan del cielo".[12]

Entonces Jesús comienza a explicarles:

—De cierto, de cierto os digo: Moisés no os dio el pan del cielo, pero mi Padre os da el verdadero pan del cielo, porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. [13]

La gente sigue penando en el pan material y entonces quieren comer, y si es gratis mucho mejor:

—Señor, danos siempre este pan.

Entonces viene esa magnífica declaración de Jesús:

Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed jamás.[14]

Jesús proclamó tres veces: «Yo soy el pan de vida» (vv. 35, 48, 51).

Es una respuesta directa a la demanda de pan de la gente, porque era necesario que entendieran que Jesús estaba hablando de pan espiritual y no físico.

Él es el «verdadero» pan celestial, el poder sustentador de la vida; cualquier otra cosa, no importa su significado religioso en el pasado o el presente, incluso hasta en el fututo, es un sustituto inadecuado. La vida espiritual solo la encontramos en Jesucristo el Señor.

El significado de la frase pan de vida es el de un pan que da vida, que genera vida:

 porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.[15]

El pan físico nutre sólo por los poderes del cuerpo vivo, pero Cristo mismo es el Pan vivo y nutre por su propio poder.

El que a mí viene nunca tendrá hambre

Podemos saciar el hambre y mantener la vida espiritual únicamente mediante una adecuada relación con Jesucristo. Él es el pan de vida, es el pan que da vida.

Así como el pan debe comerse para mantener la vida, a Cristo debe invitarse a entrar a nuestro diario andar para mantener la vida espiritual. Tenemos que estar en él para vivir. Sin él no somos nada.

Jesucristo es para el alma lo que el alimento es para el cuerpo, nutre y sustenta da vida espiritual. Es el Pan de Dios. El pan que da el Padre, el pan que está hecho para alimento y sustento de nuestras almas.

Pero ese pan sólo lo pueden obtener aquellos que creen en Jesús, una condición que aquellos primeros oyentes no habían cumplido. Ni cumplieron porque se fueron a sus casas defraudados.

y el que en mí cree no tendrá sed jamás.

Se escandalizaron y quizás hasta pensaron que ellos no eran caníbales:

—¿Cómo puede este darnos a comer su carne?

Pero es que ni escuchaban bien lo que Jesús decía, el les dijo el que viene y el que cree. Esa es la manera como podemos alimentarnos de su carne y de su sangre. Creyendo en él, es decir por Fe.

Pan y Agua. Ese es el menú del cielo para darnos vida

Jesús dijo a la samaritana: "el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás."

Quien pruebe de este pan y esta agua quedará satisfecho, vivirá tan saciado que jamás pensará en cambiar de menú y comer a la carta.

 

Digamos, con inteligencia y fervor: ¡Señor, danos siempre este Pan!

¿Somos imitadores de esa multitud que seguía a Jesús, sólo por el pan material?

¿Qué estamos haciendo por nuestra salvación?

¿Estamos a listos para recibir este Pan de vida?

¿Cree usted en Jesús el Seño?

Permitamos que sea el Señor de la Vida el que ingrese a nuestras vidas y nos haga disfrutar de esa nueva vida que nos tiene preparada a cada uno de nosotros.



[1] Salmo 81.16

[2] Éxodo 16.4–5

[3] Salmo 78.23–25

[4] Éxodo16.18

[5] Éxodo 16.31

[6] Números 11.7–8

[7] Números 11.4–6

[8] Números 11.31–34

[9] Números 21.4–5

[10] Éxodo 16.35

[11] Juan 6.26–27

[12] Juan 6.30–31

[13] Juan 6.32–33

[14] Reina Valera Revisada (1995). (1998). (Jn 6.35). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.

[15] Juan 6.33

Muchas gracias.

Paz de Cristo!



ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor




lunes, 27 de enero de 2014

¿SOMOS LOS PENTECOSTALES UNA SECTA?

SOMOS LOS PENTECOSTALES UNA SECTA?

Respuesta a la Acusación de que los Pentecostales del Nombre de Jesús Somos una Secta

Por David K. Bernard
Apéndice C. Libro: "Historia de la Doctrina Cristiana" Vol. III.


En los últimos años un pequeño pero influyente grupo de opositores del mensaje del nombre de Jesús, ha tratado de etiquetar a los Pentecostales Apostólicos como una secta. ¿Cómo podemos responder a esta acusación?

1. Esta acusación se deriva de un pequeño segmento de la comunidad evangélica, que está inspirada por "ministerios" que se ganan el apoyo financiero al hacer inculpaciones de esta naturaleza y que toman como insignia al fallecido Walter Martin, fundador del Instituto Cristiano de Investigación y autodenominado "La Biblia Responde al hombre". En muchos casos la acusación es repetida por personas que no han tenido conocimiento personal o que nunca han estado en contacto con los Pentecostales del Nombre de Jesús y por lo tanto tienen una idea inexacta de sus creencias. Esta acusación no proviene de ninguna organización cristiana de largo recorrido, ni es una posición oficial de alguna denominación evangélica. Los grupos pentecostales trinitarios, quienes han tenido mayor contacto con nosotros, afirman que nuestras opiniones sobre Dios son erróneas, pero aún así nos consideran salvos.

La Televisión Religiosa Nacional (en Estados Unidos), que es un apéndice de la Asociación Nacional de Evangélicos, ha aceptado como miembros a algunos individuos y grupos de Pentecostales Unicitarios. La Sociedad de Estudios Pentecostales, que es una organización interdenominacional de académicos pentecostales y carismáticos, también acepta como miembros a los creyentes de la Unicidad, y recientemente un pentecostal del nombre de Jesús, se desempeñó como su presidente. Muchos evangélicos y editores carismáticos, publican y comercializan libros y música de Pentecostales del Nombre de Jesús. En todo el mundo, de forma rutinaria, estaciones de radio evangélicas transmiten programas de Pentecostales Apostólicos, incluyendo Tiempo de Cosecha, la emisión de la radio oficial de la Iglesia Pentecostal Unida Internacional.

2. Etiquetarnos como una secta es una táctica desleal. Dicho estigma está diseñado para que la gente tenga prejuicios contra nosotros, pero no para abrir el diálogo sobre la verdad de las Escrituras. Para el público en general, la palabra secta significa un grupo que es sociológicamente aberrante e incluso peligroso, por lo general caracterizado por un liderazgo autoritario, creencias exóticas, métodos de manipulación, explotación financiera, control mental y rebelión contra el gobierno. Nuestros críticos no utilizan dicha palabra en ese sentido, pues sociológica y organizacionalmente somos muy similares a la mayoría de las iglesias evangélicas y pentecostales. Lo que ellos quieren decir, es que difieren con nosotros teológicamente. Para ser honestos y justos, deberían explicar las diferencias de interpretación bíblica que tienen con nosotros, y dejar que la gente examine el problema por sí misma.

Terry Muck, en la edición del 5 de febrero 1990 de la revista evangélica Cristianismo de Hoy, dio tres razones del por qué los cristianos no deben usar el sentido peyorativo de la etiqueta de secta: (1) "El espíritu del juego limpio sugiere que es mejor referirse a los grupos de personas tal como ellos se refieren a sí mismos". (2) "Hay también una razón teológica para evitar" dicha etiqueta, pues indebidamente implica que algunos pecadores "son lo peor". (3) "Simplemente no funciona bien el uso de términos despectivos para describir a personas a las que esperamos llevar a la fe en Cristo. … De hecho, se nos manda a amarlos como a nosotros mismos". 

La revista Carisma en su edición de agosto de 1993, reprendió específicamente a Hank Hanegraaff, el sucesor de Walter Martin como presidente del Instituto de Investigación Cristiana y "La Biblia Responde al Hombre". El redactor y editor Stephen Strang, dijo: "Los cazadores de herejes están todavía entre nosotros. Sólo que ahora, utilizan sus libros y programas de radio para destruir a los que consideran herejes… Me preocupa que la caza de herejes pueda convertirse en leucemia, ya que algunos de los cazadores de sectas parecen más interesados en la destrucción de las partes del cuerpo que en la curación del cuerpo… Hanegraaff va demasiado lejos [en el ataque a carismáticos independientes]… Es hora de que muestre tanto respeto a sus compañeros cristianos con los que no está de acuerdo, como lo hace para con los que están por fuera la fe".

3. Los críticos se basan en la autoridad del "cristianismo histórico" u "ortodoxia" en lugar de la Biblia, incluso a pesar de que afirman que la Biblia es su autoridad única y denuncian el uso de autoridades extrabíblicas como distintivos de las sectas. Por ejemplo, dicen que somos una secta porque no aceptamos la doctrina de la Trinidad, tal como se define en los credos desarrollados entre los siglos IV al VIII. Si "ortodoxia" significa nada más que las doctrinas de la Biblia, entonces ellos tienen autoridades extrabíblicas. Sin embargo, si no quieren decir nada más de lo que dice la Biblia, ¿Por qué simplemente no apelan a la Escritura?

Por otra parte, son incoherentes y selectivos en lo que catalogan como "ortodoxia histórica". Por ejemplo, denuncian nuestra enseñanza de que el bautismo es parte de la experiencia de salvación, aunque esta siempre ha sido la opinión mayoritaria que se ha profesado en el cristianismo. No sólo la tienen los católicos romanos y los ortodoxos orientales, sino que los teólogos de los primeros cinco siglos reiteraron este punto de vista, y el fundador del protestantismo, Martín Lutero, también lo creyó. Sin embargo, estos críticos que son protestantes, no catalogan a Lutero como un sectario. El credo de Nicea, al que suelen apelar para su doctrina de la Trinidad, también proclama que hay "un solo bautismo para el perdón de los pecados"; sin embargo, rechazan la doctrina sobre este tema.

Cuando se trata de demostrar que su doctrina de la Trinidad es sólo su punto de vista "ortodoxo" de la historia, aquellos críticos citan a los escritores de los primeros siglos tales como Justino, Tertuliano y Orígenes. Sin embargo, la definición que aquellos escritores dan sobre la Trinidad, es considerada herética por los trinitarios ortodoxos de hoy, porque subordina a la segunda y a la tercera personas de la Trinidad a la primera. Irónicamente, Walter Martin era herético de acuerdo con las creencias antiguas, porque aquellas negaban la generación eterna del Hijo. En resumen, nuestros críticos determinan lo que es "ortodoxo" no por la Biblia, ni siquiera incluso por los credos históricos, sino por sus teologías subjetivas.

4. Muchos cristianos en las denominaciones más importantes, ofrecen similares o nuestras mismas opiniones. Frank Stagg, profesor del Seminario Bautista del Sur, enseñó una doctrina de Dios que él reconoce que es esencialmente la misma que la Unicidad. W. A. Criswell, ex presidente de la Convención Bautista del Sur, declaró en su Comentario sobre el Apocalipsis, que el único Dios que veremos es Jesús, y describe Padre, Hijo y Espíritu Santo de la misma manera en que lo hacen los creyentes de la Unicidad.

Calvin Beisner, un aliado de Walter Martin, admitió en su libro: Dios en tres personas, que el "monarquianismo está representado hoy por los Pentecostales Unidos ('Sólo Jesús')… Como las diferencias entre el modalismo y el trinitarismo puro son más bien mínimas, no es sorprendente que un gran número de cristianos en denominaciones tradicionales como el catolicismo romano, celebren una concepción modalista de la Trinidad, al menos inconscientemente" (p. 18). Tomo nota del teólogo católico Karl Rahner quien hizo similares declaraciones sobre la Trinidad: "A pesar de su confesión ortodoxa de la Trinidad, los cristianos son, en su vida práctica, meros "Monoteístas" (p. 10). Muchos ministros y laicos de varias denominaciones trinitarias también han hecho declaraciones similares a los Pentecostales Unidos y aceptan la opinión de la Unicidad en la Deidad.

Un número de académicos carismáticos, incluyendo a Larry Christenson, Kilian McDonnell y David Pawson, enseñan que el bautismo en agua y el bautismo del Espíritu Santo, son parte de La iniciación cristiana y no posterior a ella. Escritores evangélicos como Leighton Ford y James Dunn han argumentado esencialmente la misma cosa, pero sin asociar el bautismo del Espíritu Santo con las lenguas. Muchos pentecostales y carismáticos trinitarios, están de acuerdo en que el bautismo en agua se debe realizar en el nombre de Jesús. Muchos teólogos y expertos, incluyendo a Martín Lutero y F. F. Bruce, han reconocido que esta era la fórmula de los apóstoles.

Nuestros críticos no atacan a estos maestros, porque pertenecen a las principales denominaciones o porque usan la terminología teológica tradicional. No es justo, sin embargo, discriminarnos por opiniones que otros cristianos también profesan, porque hemos formado nuestros propios grupos o porque nos negamos a utilizar la terminología no bíblica que muchos atesoran.

5. El ataque contra nosotros es incompatible con la doctrina de salvación de nuestros críticos. Ellos suelen decir que creen en la salvación "solo por gracia, solo mediante la fe, en Cristo solamente". ¿Cómo desfiguran ellos la experiencia típica de salvación de los Pentecostales del Nombre conversos? La mayoría de los Pentecostales del Nombre de Jesús, no deciden unirse a la Iglesia después de un estudio intelectual de la doctrina de la Unicidad. Muchos vienen a Dios como niños. Muchos no vienen de ningún trasfondo eclesial o de alguna iglesia nominal. Por lo general ellos escuchan un simple mensaje evangelístico acerca de la muerte, la sepultura y la resurrección de Jesucristo, creen que Jesús es el Salvador, deciden aceptar la oferta de la salvación y llegan al altar por medio del arrepentimiento.

Por ejemplo, me arrepentí de mis pecados, creí en el Señor Jesucristo y recibí el Espíritu Santo a los siete años. En esa edad no podía debatir la Unicidad contra el trinitarismo, pero yo sabía que Jesús era Dios manifestado en la carne como mi Salvador, que Él me amaba, que debía confiar en Él para mi salvación, y que estaba aceptándole como mi Señor dedicándole mi vida.

Si alguien diera una respuesta idéntica en una iglesia Bautista, nuestros críticos no dudarían en pronunciar que fue salvo, y muchos asegurarían que no podría perder esta salvación bajo ninguna circunstancia. Entonces, ¿cómo podría mi subsiguiente bautismo en el nombre de Jesús, mi recepción del Espíritu Santo, y mi aceptación de la doctrina de la Unicidad anular esta experiencia genuina con Dios?

Si alguien profesa creer en la salvación por gracia a través de la fe, pero niega que los conversos sean salvos, entonces realmente debe creer en la salvación por la fe, además de un credo, de una denominación o del intelectualismo. Esa posición es más exclusiva que la de los Pentecostales Apostólicos, ya que reconocemos que las personas de varias denominaciones pueden tener una genuina fe en Dios y una auténtica relación con Dios, incluso antes de recibir la plena experiencia de Hechos 2:38.

Por otra parte, si nuestros críticos nos conceden que somos salvos, ¿Qué justificación tienen para atacarnos con tanta vehemencia y tan poca caridad?

Hace varios años, Robert Bowman, uno de los investigadores principales de Walter Martin, reconoció en una conversación telefónica que tuvimos, que la mayoría de los Pentecostales Apostólicos conversos, realmente tienen fe en Cristo y reciben la salvación, pero sostuvo que cuando avanzan en el estudio doctrinal y conscientemente aceptan la doctrina de la Unicidad, pierden la salvación. Dijo que se trata de un insólito hecho que lleva a la gente a la salvación, pero luego poco a poco se las quita ¿Diría lo mismo de cualquier otro grupo que considerara una secta, tales como los mormones o los Testigos de Jehová?

Martín no sólo cree que algunos miembros de las Iglesias Pentecostales Apostólicas son salvos, sino también que una vez que una persona es salva nunca puede perder su salvación. Esto significa que él atacó a los que consideraba cristianos y trató de destruir sus iglesias. Sería más apropiado para él, dejar que el Señor de estas personas decidiera la forma de juzgar a estas iglesias y tratar con ellos bajo su voluntad, en lugar de adjudicarse a sí mismo ese papel. "¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme" (Romanos 14:4).

6. Los críticos no reconocen que estamos involucrados en el ministerio. Mientras que nuestros críticos recaudan dinero por atacarnos y sienten que su "ministerio" debe etiquetarnos, nuestros ministros e iglesias son personas activas que conducen a la salvación y a la transformación de la relación con Jesucristo. Estamos restaurando matrimonios y hogares destruidos, fortaleciendo familias, liberando a las personas de los hábitos pecaminosos y adicciones, formando a la gente en la moralidad, y ayudando a que se conviertan en ciudadanos productivos y santos. No cumplimos con nuestro ministerio por medio de insultos, denuncias y anatemas, pero procuramos compartir el gran don de Dios para el mundo, la salvación que Él ha hecho disponible en Jesucristo.

Invitamos a todos a abrir sus corazones y sus Biblias, porque creemos que la verdad es apropiadamente su mejor defensa. El ejemplo de los de Berea, es el "más noble" curso de acción. "Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. "(Hechos 17:11).

Con el apóstol Pablo, decimos: "Pero esto te confieso, que según el Camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas" (Hechos 24:14). Recordemos que Jesús dijo, " Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre…" (Mateo 10:22). Sin embargo, como los apóstoles podemos seguir nuestro camino "gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre" (Hechos 5:41). Pese a la oposición injusta y las acusaciones injustas, nos alegramos con gozo inefable y glorioso" (1. Pedro 1:8).

sábado, 11 de enero de 2014

UNA VIDA SOLITARIA

Nació en un pueblo escondido, hijo de una pobre mujer.

Creció en otro pueblo donde trabajó en una carpintería hasta los treinta años.

Después se convirtió en un predicador itinerante durante tres años.

Nunca escribió un libro.

Nunca montó una oficina.

Nunca tuvo una familia.

Nunca fue propietario de una casa.

Nunca fue a la universidad.

Nunca viajó a más de 200 millas de su lugar de nacimiento.

No hizo ninguna de las cosas que normalmente asociamos a la grandeza.

Tenía sólo treinta y tres años cuando todo el peso de la opinión pública se le vino encima.

Sus amigos huyeron.

Le consideraron un enemigo.

Soportó una parodia de juicio.

Fue clavado en una cruz entre dos ladrones, mientras sus verdugos se sorteaban sus ropas, sus únicas posesiones en la tierra.

Y, cuando hubo muerto, fue abandonado en un sepulcro prestado.

Han transcurrido diecinueve siglos, pero el mundo continúa cautivado por él.

Todos los ejércitos que a lo largo de los siglos han desfilado.

Todas las fuerzas armadas que a lo largo de los siglos han navegado.

Todos los parlamentos que a lo largo de los siglos han deliberado.

Todos los reyes que a lo largo de los siglos han gobernado.

Todos juntos no han causado un efecto en la vida del hombre sobre la tierra como el producido por aquella ÚNICA VIDA SOLITARIA.[1]

 



[1] Clements, R. (1992). La Iglesia que transformó al mundo (pp. 13–14). Barcelona: Publicaciones Andamio.

Muchas gracias.

Paz de Cristo!



ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor




domingo, 5 de enero de 2014

MEJOR CALLA Y ESPERA

Los desacuerdos son una parte natural de trabajar juntos, y los diferentes puntos de vista son cruciales para la creatividad y los procesos de resolver problemas.  Con todo, la fricción originada cuando surgen diferentes opiniones  pueden  causar  dolor innecesario y pérdida valiosa de tiempo y energía.

A veces, la mejor manera de convencer a alguien a su punto de vista, mientras se mantienen abiertas las líneas de comunicación, es con el simple silencio y empezar a enyesar.

refle-callar07Benjamín Franklin aprendió que esparcir yeso en los campos haría crecer las cosas. Se lo dijo a sus vecinos, pero no le creyeron, argumentando que el yeso no ayudaría para nada al crecimiento del pasto ni del trigo.

Pasado un tiempo, que ya se habían olvidado del asunto, se fue al campo temprano en la siguiente primavera y sembró trigo.  Cerca del camino, por donde los vecinos pasaban, trazó algunas letras con su dedo y puso yeso en ellas.

Al cabo de una o dos semanas, la semilla brotó.  Sus vecinos, al pasar por allí, se quedaron boquiabiertos cuando lo vieron.  De un verde más brillante que todo el resto del campo, brotó el mensaje sembrado de Franklin en letras grandes:  A esto se le echó yeso.

¡A Benjamín Franklin ya no le hacía falta discutir con sus vecinos sobre los beneficios del yeso!

La respuesta  a ciertos desacuerdos  quizá esté en dejar de hablar y probar juntos varias soluciones, medirlas y compararlas con las normas, y luego resumir el proceso de selección. Mientras tanto, los temperamentos se enfrían, la objetividad vuelve y pueden surgir nuevas opciones.


La mejor manera de que alguien te agarre por el cuello es que mantengas la boca cerrada.  Anónimo.

Proverbios 15:23
El hombre se alegra con la respuesta de su boca; y la palabra a su tiempo, ¡Cuán buena es!

Generalidades de la Escatología Bíblica

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