sábado, 29 de mayo de 2010

La misión de Dios


La misión de Dios en las Escrituras[1]

 

CONTENIDO:

A.   EL PRINCIPIO SOBRE EL CUAL SE FUNDAMENTA LA HISTORIA DE LA REDENCIÓN ES EL AMOR DE DIOS

1.    LA HISTORIA DE LA REDENCIÓN ES LA HISTORIA DEL AMOR DE DIOS

2.    DIOS TIENE UNA MISIÓN

B.   LA MISIÓN REDENTORA DEL PUEBLO ESCOGIDO DE DIOS

1.    LA PROMESA INTERCULTURAL DEL PACTO ABRAHÁMICO

2.    DIOS ENCARGA A ISRAEL PARTICIPAR EN SU MISIÓN

3.    LA CLAVE DEL ÉXITO DE ISRAEL

4.    LA IGLESIA PARTICIPA DEL MINISTERIO INTERCULTURAL

5.    EL MISTERIO DE LOS SIGLOS REVELADO

6.    LA MISIÓN CENTRÍPETA Y LA MISIÓN CENTRÍFUGA

C.   LA NATURALEZA MISIONERA DE LA IGLESIA

1.    ADMINISTRADORES DE LAS BUENAS NUEVAS

2.    EL PLAN DE ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO EN EL LIBRO DE HECHOS DE LOS APÓSTOLES

 

INTRODUCCIÓN

Sabido es de todos que en la Biblia se narra la historia de amor entre Dios y la humanidad. Dios no dejó a la humanidad abandonada a su suerte sino que se ideó un plan de rescate, solo porque amó al hombre de una manera que no podemos explicar. 

En el Antiguo Testamento Dios trata con el pueblo de Israel de manera particular, sin perder de vista a las demás naciones, y por medio de ellos intenta rescatar al género humano.

Ahora en el Nuevo Testamento Dios obra por medio de su Iglesia, pero también a favor de las demás gentes, siempre procurando que todos sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.[2]

Como Iglesia no podemos ignorar nuestra naturaleza misionera sino que debemos comportarnos en consecuencia a ella.

Vale la pena que analicemos detalladamente en esta semana misionero cuál es la misión de Dios revelada en las Sagradas Escrituras.

 

A.   EL PRINCIPIO SOBRE EL CUAL SE FUNDAMENTA LA HISTORIA DE LA REDENCIÓN ES EL AMOR DE DIOS

Desde el principio Dios tuvo que encarar un dilema en lo que respecta al ser humano. Dios creó al hombre con libre albedrío, esa libertad de escoger refleja la imagen de Dios. Le otorga al hombre el poder de que correspondiendo a su amor agrade a Dios, pero no porque Dios lo obligue a ello.

El vínculo del amor es mucho más fuerte que el poder de la fuerza.

Pero el hombre pecó y cayó en estado de pecado y continua decadencia moral. En ese momento crucial es cuando Dios enfrenta el dilema, ¿Qué va a hacer Dios con el hombre? ¿Destruiría a Satanás, sus seguidores, al hombre y a la tierra de un solo golpe de su justicia? Es ahí cuando vemos que  la única causa de las acciones de Dios a favor de la humanidad es la naturaleza de su carácter, el amor.

 

1.   LA HISTORIA DE LA REDENCIÓN ES LA HISTORIA DEL AMOR DE DIOS

Si Dios hubiese destruido a todos o parte de los rebeldes hubiese sido justo de su parte, pero Dios ya había previsto la posibilidad del pecado del hombre y había previsto un plan para rescatarle.

Ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham.[3]

La solución soberana a ese problema fue la encarnación. En su gran amor por la humanidad, Dios ya había determinado realizar el supremo sacrificio aun antes de la caída del hombre. Dios pagaría personalmente la pena por el pecado del hombre, por medio de su hijo Jesucristo…

según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de él.[4]

Él estaba destinado desde antes de la fundación del mundo, pero ha sido manifestado en los últimos tiempos por amor de vosotros.[5]

Este acto de la gracia divina, único en la historia, ilustra la profundidad y el poder vencedor del amor de Dios.

De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.[6]

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios[7]

Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.[8]

Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.[9]

El hombre fracasó por su desobediencia y Dios entonces se propuso cimentar el fundamento de la redención enseñándole la importancia de la obediencia a su voluntad. Dios demanda una continua obediencia del pueblo de Israel pero la continua desobediencia de Israel hace que fracase en la misión que Dios le ha encargado y trajo el juicio de Dios sobre la nación entera.

La condena final de Satanás y su reino fue sellada en la muerte y resurrección de Cristo. Y gracias a su victoria Dios busca siempre levantar, redimir y capacitar al hombre para que  sea vencedor sobre el reino de Satanás. Ese Dios de amor interviene a diario en los asuntos humanos para levantar al hombre de su naturaleza caída y capacitarlo para contrarrestar las acciones de Satanás.

 

2.   DIOS TIENE UNA MISIÓN

… el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.[10]

Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.[11]

El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.[12]

Dios ha contado a lo largo de la historia con aquellos que le servían, a ellos los ha hecho partícipes de su misión:

ü  Noé construyó un arca, instrumento de salvación en el diluvio,

ü  Israel fue llamado a ser testimonio de Dios ante las naciones, y

ü  la Iglesia de Jesucristo está llamada a participar también en su misión salvífica.

El amor de Dios no está confinado a ninguna raza, nación, ni grupo cultural. El ama a todos los pueblos. El amor de Dios traspasa todas las fronteras culturales, raciales y lingüísticas. Él quiere que todos tengan una oportunidad de seguir a Jesucristo.

 

 

B.   LA MISIÓN REDENTORA DEL PUEBLO ESCOGIDO DE DIOS

El Señor escogió a los Israelitas para que fuesen participantes especiales en su plan para redimir a todo el género humano.

 

1.   LA PROMESA INTERCULTURAL DEL PACTO ABRAHÁMICO

Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.[13]

Con las promesas que le hace Dios a Abram, comenzó un nuevo capítulo en la historia de la humanidad.

Israel llegó a ser una gran nación no porque fuese descendiente de Abraham sino porque Dios, el único Dios verdadero, escogió ser identificado personalmente con el pueblo judío. Pero aun escogiendo a la nación de Israel Dios estaba dispuesto a alcanzar, levantar y redimir a todos los pueblos de la tierra.

Jesucristo fue el cumplimento directo y final  de las promesas divinas:

Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: «En ti serán benditas todas las naciones».[14]

Haré de ti una nación grande, te bendeciré, engrandeceré tu nombre y serás bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.[15]

Abraham llegaría a ser bendición a todas las familias de la tierra. A nadie le permite Dios que simplemente gaste en sí mismo las bendiciones o promesas divinas. Dios bendijo a Abraham a fin de bendecir a otros y prometió darle su poder protector conforme él cumpliese la misión que Dios le había encargado.

Este modelo de "Yo haré y Tú serás" que Dios usó en su comunicación con Abraham ha sido desde entonces una constante en su comunicación con el hombre. Dios hace para que nosotros seamos. Dios interviene en la historia de la humanidad declarando y demostrando sus propósitos y su voluntad. Luego exige del hombre conforme su voluntad con la de él.

Entonces Dios llama a Abraham y a la nación de Israel con el fin de salvar a todo el género humano, no solamente a una nación.

 

2.   DIOS ENCARGA A ISRAEL PARTICIPAR EN SU MISIÓN

Fue en el Sinaí donde Dios le dio la ley a Moisés y así mismo llamó a Israel para que fuera instrumento de su misión de alcance mundial:

Al tercer mes de haber salido los hijos de Israel de la tierra de Egipto, ese mismo día, llegaron al desierto de Sinaí. Habían salido de Refidim, y al llegar al desierto de Sinaí acamparon en el desierto. Israel acampó allí frente al monte, y Moisés subió a encontrarse con Dios. Jehová lo llamó desde el monte y le dijo: —Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel: "Vosotros visteis lo que hice con los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águila y os he traído a mí. Ahora, pues, si dais oído a mi voz y guardáis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra. Vosotros me seréis un reino de sacerdotes y gente santa". Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.[16]

El hecho de guardar el pacto haría que los Israelitas fuesen joyas preciosas para Dios y así él, que las poseía, las exhibiría a todos. La función principal del pueblo sería actuar como mediadores entre Dios y los hombres.

Dios se proponía que todo Israel fuese una nación de sacerdotes para las otras naciones. Sería un pueblo apartado, separado con un propósito específico. Al establecer una correcta relación vertical con Dios, Israel será un brillante ejemplo para todas las demás naciones. Dios quería que la hermosura de la santidad de Israel atrajera el resto de las naciones hacia él.

Así que Israel tenía como misión mostrar el poder, la gloria, el amor y la compasión de Dios a las naciones. La presencia de Dios en medio del pueblo santificaría la nación e Israel reflejaría la santidad de Dios. La sociedad resultante, junto con el poder de Dios que obraba siempre a favor de Israel, actuaría como un poderoso imán que atraería a las naciones hacia Dios. Israel sería de ese modo el principal instrumento de Dios para alcanzar a todos los pueblos de la tierra.

 

3.   LA CLAVE DEL ÉXITO DE ISRAEL

Jehová nos mandó que cumplamos todos estos estatutos, y que temamos a Jehová, nuestro Dios, para que nos vaya bien todos los días y para que nos conserve la vida, como hasta hoy. Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová, nuestro Dios, como él nos ha mandado.[17]

¡Si me hubiera oído mi pueblo! ¡Si en mis caminos hubiera andado Israel![18]

Si hubiese obedecido en todo, Israel hubiese logrado el éxito. La obediencia ha sido siempre el factor clave para alcanzar las promesas de Dios.

Fue la constante obediencia a los mandamientos del Señor lo que le abrió las puertas a Abraham a la ininterrumpida bendición y revelación de Dios.

—Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto y no me has rehusado a tu hijo, tu único hijo, de cierto te bendeciré y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; tu descendencia se adueñará de las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.[19]

La obediencia es la prueba de la fe, obediencia es fe en acción, así como es imposible agradar a Dios sin fe, es imposible agradar a Dios sin obediencia.

A causa de su desobediencia Israel se descalificó constantemente de recibir las bendiciones prometidas de Dios. Hubiese sido luz a las naciones si tan solo hubiese aprendido a obedecer. Pero en lugar de ser testigos justos, los hijos de Israel fueron desobedientes, rebeldes,  se dejaron atrapar de los vicios de las naciones que ellos debían atraer para Dios.

Israel fracasó en su misión por su desobediencia, frustró los propósitos de Dios pero no los cambió. El Señor aún quiere que todas las naciones sean atraídas a la luz. La salvación por medio de Jesucristo es el cumplimiento divino de la promesa hecha a Abraham de bendecir a todas las naciones de la tierra.

Israel fracasó en el ministerio intercultural, pero el manto del ministerio intercultural ha sido transferido de  los hijos de Israel a los hijos de Dios del Nuevo Testamento: ¡La iglesia de Jesucristo!

Ahora es la iglesia la que está llamada a participar con Dios del ministerio intercultural. Usted y yo llevamos la responsabilidad de este mandamiento. ¡Y no debemos fracasar!

 

4.   LA IGLESIA PARTICIPA DEL MINISTERIO INTERCULTURAL

La Iglesia no ha tenido oportunidades más grandes para compartir el evangelio que las que existen hoy. El pueblo de Dios es lo suficientemente grande como para tener por  la causa de Jesucristo un impacto real a nivel mundial.

El número de personas que no conocen de Jesús es también más grande ahora que en cualquier tiempo pasado de la historia. Todo verdadero creyente debe saber qué tan importante es la Iglesia para los propósitos que Dios tiene para con los hombres.

 

5.   EL MISTERIO DE LOS SIGLOS REVELADO

La desobediencia es una forma de egoísmo, no cumplir la misión encomendada es ser egoísta.

Nadie está autorizado por el Señor para amontonar sobre sí mismo las bendiciones y las misericordias de Dios olvidando las responsabilidades que ellas traen. Eso precisamente fue lo que les pasó a los judíos, se olvidaron de cumplir el llamamiento de Dios para el servicio. Pervirtieron la ley que Dios le dio a Moisés y con el tiempo empezaron a sentirse personas muy especiales por derecho propio y llegaron a creerse superiores en todos los sentidos a los gentiles, de tal modo que resultaba casi imposible que los judíos imaginaran que Dios podía recibir a los gentiles sin convertirlos primero al judaísmo.

El pasaje que el apóstol Pablo escribiera a los efesios debió producir un considerable impacto en los judíos que todavía persistían en la vieja actitud de superioridad judaica:

Seguramente habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros, pues por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente. Al leerlo podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, el cual en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio.[20]

El centro de acción de Dios está siendo reubicado. Había sido traspasado de Israel a un nuevo pueblo creado en Cristo Jesús, nuevo pueblo formado tanto de judíos como de gentiles.

Judíos y gentiles se unirían alrededor de la obra de Cristo realizada en la cruz para ser la Iglesia, el nuevo pueblo de Dios. Y precisamente es la Iglesia la que heredaría la promesa de Dios hecha a Abraham en cuanto a que sería bendición a todas las naciones de la tierra. La Iglesia ha reemplazado a Israel como instrumento de Dios para traer a las naciones a sí mismo.

 

6.   LA MISIÓN CENTRÍPETA Y LA MISIÓN CENTRÍFUGA

Toda la legislación judía describía una sociedad ideal, perfecta, así debía ser la sociedad israelita, eso sería un poderoso imán que atraería a Dios a muchas otras naciones. Esa es la naturaleza centrípeta[21] de la misión del pueblo de Israel. Como se ha dicho su eficacia en hacer esto estaba directamente relacionada con su propia obediencia como pueblo de Dios.

La Iglesia también tiene un llamado al ministerio sacerdotal, pero su naturaleza es distinta. La Iglesia tiene una misión centrífuga,[22] se requiere que salga y vaya a los pueblos de la tierra y gane a los pueblos para la causa de Cristo allí donde están. Luego hombres salvos de esos mismos pueblos han de llevar a cabo también misiones centrífugas cumpliendo así el mandamiento del Señor:

Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones.[23]

… pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.[24]

La Iglesia no debe esperar nunca que los inconversos vengan a ella, debe salir de continuo a ellos en círculos concéntricos de influencia cada vez más amplia.

 

C.   LA NATURALEZA MISIONERA DE LA IGLESIA

Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no la dominarán. [25]

Iglesia: quienes seguirían a Jesús a lo largo de todos los siglos.

Los miembros de la Iglesia de Jesucristo reciben individualmente dones espirituales, lo que permite que la Iglesia unida con efectividad para alcanzar propósitos comunes como el cuerpo de Cristo. ¿Cuáles son esos propósitos? ¿Cuál es la naturaleza de la Iglesia?

El Reino de Dios: es el gobierno de Dios en el corazón de los creyentes aquí en la tierra. Esa es la acepción de la frase Reino de Dios que corresponde a la Iglesia.

La Iglesia de Jesucristo está llamada a ser la punta de lanza, del Reino de Dios, que penetre continuamente las tinieblas espirituales de este mundo. Es ella la que debe reflejar y extender el gobierno de Dios en la vida de los seres humanos.

El crecimiento es una característica fundamental de la Iglesia de Jesucristo. A través de parábolas Jesucristo habló y enseñó sobre la naturaleza expansiva de la Iglesia:

·         Una semilla que se esparce para poder recoger una abundante cosecha: Mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino, y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra, y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero cuando salió el sol, se quemó y, como no tenía raíz, se secó. Parte cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta y cuál a treinta por uno.[26]

·         Un grano de mostaza que se siembra y crece y se hace tan grande que sostiene las aves del cielo: «El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo. Ésta es a la verdad la más pequeña de todas las semillas, pero cuando ha crecido es la mayor de las hortalizas y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.»[27]

·         La levadura que se echa en una gran cantidad de harina, pero leuda toda la masa cuando se ha mezclado con ella: «El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo quedó leudado.»[28]

·         Una red que se echa en el mar con el fin de recoger muchos peces: Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red que, echada al mar, recoge toda clase de peces.[29]

«A la verdad la mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.»[30]

¿Qué tipo de Iglesia desea el Señor?  

ü  El Señor quiere un pueblo que esté dispuesto a enviar segadores a un mundo cuya cosecha de almas todavía es abundante.

ü  Él quiere una Iglesia que esté interesada no solo en el trigo recogido en el granero, sino también en el trigo que aún está en los campos ya blancos para la siega.

ü  Él quiere una Iglesia que sea centrífuga en su misión.

ü  Quiere una Iglesia que esté constantemente extendiéndose hacia afuera para alcanzar a los perdidos.

ü  El Señor quiere una Iglesia que sea el instrumento de las actividades de Dios aquí en la tierra.

ü  La Iglesia que Jesucristo tuvo en mente cuando dijo las puertas del Hades no la dominarán es una Iglesia que es instrumento de la gracia de Dios en el mundo, una Iglesia siempre en expansión, una Iglesia que crece por su propia naturaleza.

 

1.   ADMINISTRADORES DE LAS BUENAS NUEVAS

La Iglesia heredó de Israel ese privilegio de ser el pueblo de Dios:

… los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio.[31]

Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades (la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas), para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.[32]

La Iglesia no solo ha heredado las bendiciones de Dios sino que también se le ha confiado las responsabilidades inherentes a esas bendiciones.

Por tanto, que los hombres nos consideren como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, lo que se requiere de los administradores es que cada uno sea hallado fiel.[33]

El administrador es un mayordomo, un comisionado, uno a quien se le confiaban valiosos recursos esperando que él tomara esos recursos, los usara según los propósitos de su Señor y volviera con el fruto de sus esfuerzos y los recursos originales para traer renombre a su patrón.

El principio clave de una buena administración es la fidelidad, ella conduce a la productividad.

La Iglesia es la única institución en la tierra encargada de dar a conocer el designio divino, que hay perdón de pecados para todo aquel que acepte a Jesucristo como su Señor. A la Iglesia se le ha encargado la más grande y más importante mayordomía que el mundo haya conocido jamás. Se la ha encargado lo que más necesita el hombre, la salvación.

Ninguna Iglesia local puede darse el lujo de gastarse en sí misma todas las bendiciones de Dios, como lo hizo Israel.

 

2.   EL PLAN DE ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO EN EL LIBRO DE HECHOS DE LOS APÓSTOLES

En su ministerio terrenal Jesús pasó la mayor parte del tiempo enseñando a sus discípulos, preparándolos para un ministerio futuro después que él ascendiese al cielo.

Finalmente les habló del ministerio del Espíritu Santo para con ellos después que él se hubiese ido. Era mejor para ellos que fueran investidos del poder de lo alto. El Espíritu Santo no solo estaría "con" ellos, como Jesús estaba; también estaría "en" ellos. Sería su Consolador, su Guía, su Maestro, constante y siempre presente. El Espíritu Santo les daría poder para continuar el ministerio de Jesús en la tierra.

Cuando Jesús estaba a punto de dejar a sus discípulos, antes de su ascenso a los cielos les dio una instrucción clara:

Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.[34]

Pero les advirtió que esperaran en Jerusalén hasta que recibieran el poder necesario:

Ciertamente, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.[35]

… pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.[36]

Estas últimas palabras describen la misión centrífuga de la Iglesia. Los discípulos de Jesús debían ministrar el evangelio en territorios cada vez más lejanos y a pueblos cada vez más diferentes. Debían continuar ampliando su ministerio hasta que alcanzasen lo último de la tierra.

Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes juntos. De repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablaran.[37]

¿Qué ocurrió realmente ese día en Jerusalén?

Los judíos helenistas: eran un grupo numeroso, de más de 3.5 millones, de judíos que durante dos o tres siglos habían vivido en la dispersión fuera de Judea y de Palestina. La mayoría de ellos se había extendido por las principales ciudades mayormente durante el reinado de los griegos, en los siglos III y II A.C. Habían asimilado parte de la cultura griega y por eso eran llamados helenistas por los judíos de palestina. Ellos manejaban por lo menos tres idiomas el hebreo, el griego koiné, y la lengua vernácula.

Pero los judíos de la diáspora nunca se olvidaron de Israel, la tierra prometida, ni de Jerusalén. En esa época el Templo era una gran atracción, estaba recién terminado, una obra majestuosa de más de cuarenta años de trabajo. Por ellos si los helenistas tenían recursos suficientes para ello regresaban a vivir en la ciudad de Jerusalén.

Según la historia judía para la época de Hechos 2 había por lo menos 450 sinagogas helenistas en la ciudad de Jerusalén. Eso nos da una idea de la cantidad de judíos helenistas que habían regresado a la ciudad.

La ley judía demandaba una peregrinación a Jerusalén en tres fechas especiales de celebración en el calendario hebreo. Los que vivían en los lugares más remotos hacían el esfuerzo de viajar al menos una vez. La Fiesta de Pentecostés, que era la segunda del año, era una buena fecha para viajar, el mar Mediterráneo estaba calmado y los judíos helenistas convergían a Jerusalén procedentes de todas partes del vasto imperio Romano. Así que el día de Pentecostés la ciudad estaba atestada de peregrinos.

A las nueve de la mañana cuando ocurrió el estruendo en el aposento alto en las calles había gente por todas partes. Al cercarse a ver lo sucedido la sorpresa fue mayor. Helenistas procedentes de por lo menos quince regiones del Imperio Romano estaban oyendo glorificar a Dios en sus propias lenguas maternas. ¡Quienes hablaban eran unos Galileos, sin títulos universitarios, de manera milagrosa estaban hablando las maravillas de Dios en por lo menos quince idiomas distintos!

Vivían entonces en Jerusalén judíos piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Al oír este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Estaban atónitos y admirados, diciendo: —Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?¿Cómo, pues, los oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto y Asia, Frigia y Panfilia, Egipto y las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, los oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.

Estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: —¿Qué quiere decir esto?

Pero otros, burlándose, decían: —Están borrachos.[38]

a.   El verdadero significado de Pentecostés

Dios estaba inaugurando su nuevo centro de acción, la Iglesia de Jesucristo. Ésta Iglesia llena del poder del Espíritu Santo será capaz de atravesar cualquier frontera cultural, racial o lingüística en la tierra para penetrar la idiosincrasia de cada pueblo con el poder transformador del evangelio de Jesucristo. Y el mensaje se llevaría en la lengua materna, en el idioma íntimo de cada pueblo.

El plan de acción del Espíritu Santo en la Iglesia de Jesucristo sería establecer Iglesias en medio de cada grupo de personas en la tierra.

b.   Superación del prejuicio judaico.

Los judíos tenían un gran prejuicio racial, religioso y cultural contra los gentiles. ¡Y sobre este pueblo llenó de prejuicios fue que Dios derramó de su Espíritu Santo!

Una cosa era esperar que ellos evangelizaran a su propia nación, pero otra muy distinta era enviarlos a evangelizar a los gentiles. Así que el Espíritu Santo obró de manera poderosa en la Iglesia judía para que ella llevara a cabo  eficazmente el propósito misionero de Dios.

Ese día después de la primera predicación de Pedro se bautizaron tres mil personas. Con toda seguridad la mayoría de ellas eran helenistas que habían venido a la fiesta en Jerusalén. Rápidamente el número creció y no mucho tiempo después ya eran aproximadamente 25.000 creyentes en la ciudad.

Los judíos castizos que habían crecido en Judea menospreciaban a los helenistas, los consideraban como mestizos culturales y por lo tanto inferiores. Pronto esa dificultad se vio también en la Iglesia:

En aquellos días, como crecía el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria.[39]

Rápidamente los apóstoles se percataron que el problema estaba en que los helenistas no tenían representación entre los directivos así que sabiamente dijeron:

Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete hombres de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.[40]

Esos hombres eran realmente apóstoles entre los creyentes helenistas. Como dato curioso aparece entre ellos un prosélito, Nicanor. Esos hombres no solo administraban la obra social de la Iglesia. Tenían dones ministeriales que los pusieron al servicio de la Iglesia.

·         Esteban fue el primer mártir de la Iglesia primitiva al ser apedreado, no precisamente por atender a las viudas griegas,

·         Felipe comenzó un tremendo avivamiento en Samaria pero no atendiendo a las mesas.

Una vez que los judíos helenistas, quienes no tenían tantos prejuicios como los judíos castizos, comenzaron a predicar, su influencia creció.

La palabra del Señor crecía y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.[41]

Con razón se desató la persecución pues la existencia misma de las numerosas sinagogas helenistas en la ciudad se vio amenazada, una de ellas se incomodó a tal punto que apunta de falsos testimonios llevó al martirio a Esteban:

Entonces algunos de la sinagoga llamada «de los libertos», y los de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de Asia, se levantaron para discutir con Esteban. Pero no podían resistir la sabiduría y el Espíritu con que hablaba. Entonces sobornaron a unos para que dijeran que lo habían oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios. Y alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas; y arremetiendo, lo arrebataron y lo trajeron al Concilio.[42]

Las persecuciones arreciaron después de la muerte de Esteban, especialmente contra los creyentes helenistas quienes se vieron obligados a huir:

En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén, y todos, salvo los apóstoles, fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria.[43]

Pero la mano de Dios estaba con ellos y por donde pasaban y encada sitio donde se radicaban fundaban Iglesias entre otros judíos helenistas, como ellos mismos:

Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio.[44]

Felipe rompe un prejuicio más al predicar el evangelio entre los Samaritanos, recuerde que éste es Felipe el diácono, el helenista, también llamado el evangelista, no Felipe el apóstol quien se había quedado en Jerusalén:

Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.[45]

Y Felipe no solo se atrevió a establecer una iglesia en Samaria, sino que también osó predicarle y bautizar en el nombre de Jesucristo a un eunuco etíope:

Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace, reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros y había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado en su carro, leyendo al profeta Isaías.

El Espíritu dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro.»[46]

Entonces Felipe, abriendo su boca y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Yendo por el camino llegaron a un lugar donde había agua, y dijo el eunuco: —Aquí hay agua, ¿qué impide que yo sea bautizado?

Felipe dijo: —Si crees de todo corazón, bien puedes.

Él respondiendo, dijo: —Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.

Mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y lo bautizó.[47]

Felipe estaba en el propósito de Dios, libre de prejuicios entiende que la salvación es para todos los seres humanos.

Pedro tiene un tratamiento especial para dejar a un lado sus prejuicios raciales y religiosos y poder declarar luego:

En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que lo teme y hace justicia.[48]

Cornelio era un oficial romano, un hombre gentil, pero luego que el Señor les llenó con el poder del Espíritu Santo mientras oían la predicación de Pedro, éste a su vez no tiene nada más que decir:

¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?

Y mandó bautizarlos en el nombre del Señor Jesús.[49]

Pero no solo Felipe y Pedro, también algunos hermanos judíos helenistas se atrevieron a hablar de Jesucristo entre los gentiles:

Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que hubo con motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin hablar a nadie la palabra, sino sólo a los judíos. Pero había entre ellos unos de Chipre y de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús. [50]

Y lo sorprendente es que de manera prodigiosa se estaba cumpliendo el propósito misionero de Dios de salvar a todos los hombres:

Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor.[51]

Por lo menos unos quince años le tomó a la Iglesia de Jerusalén entender que también los gentiles debían tener una congregación.

¿Cuánto tiempo debe pasar para que la Iglesia lleve a cabo el plan de acción del Espíritu Santo?

Dios comenzó a moverse de manera extraordinaria entre los creyentes griegos no judíos de la ciudad de Antioquía. Y los hermanos de Jerusalén enviaron a Bernabé para que investigara bien el asunto. ¡Aún no podían creer los hermanos en Jerusalén que los gentiles podían servir a Dios sin convertirse al judaísmo!

Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén, y enviaron a Bernabé para que fuera hasta Antioquía.[52]

Bernabé, que era otro hombre lleno del Espíritu Santo, reconoció inmediatamente la mano de Dios entre los hermanos griegos. Dio su aprobación y ello estimuló aún más el avivamiento en Antioquía.

Este, cuando llegó y vio la gracia de Dios, se regocijó y exhortó a todos a que con propósito de corazón permanecieran fieles al Señor. Era un varón bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.[53]

Bernabé pensó entonces en Saulo, quien llevaba como unos diez años en Tarso, pues él había dicho que Dios lo había llamado a  ser apóstol a los gentiles[54] y fue a buscarlo para traerlo a Antioquía:

Después fue Bernabé a Tarso en busca de Saulo; y cuando lo halló, lo llevó a Antioquía.[55]

Se estaba conformando el primer equipo de evangelismo intercultural, que luego sería enviado por el Espíritu Santo a evangelizar a los gentiles:

Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Níger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. Ministrando estos al Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: «Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.»

Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.[56]

Estamos convencidos que no fue el único equipo misionero, pero sí fue pionero y modelo del ministerio intercultural, misionero, que establecería Iglesias en ciudades y poblaciones a lo largo del Imperio Romano. Fueron tan eficientes que el apóstol Pablo dice:

… desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo.[57]

También los opositores del evangelio en Tesalónica gritan:

Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá[58]

La última orden de Jesús describe el mandato al ministerio intercultural:

… me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.[59]

 

El ministerio intercultural es el plan de acción del Espíritu Santo para salvar la humanidad a través del actuar de la Iglesia, debe ser un ministerio central y fundamental en el seno de la Iglesia.

Necesitamos evangelistas interculturales que vayan a todos los pueblos de la tierra y trastornen el mundo entero con el poder transformador del evangelio del Reino de Dios y el nombre de Jesucristo.

Dios quiere que toda la Iglesia en general y cada congregación en particular esté comprometida en forma continua y vital en la misiones (el evangelismo intercultural) y el establecimiento de Iglesias en todas las etnias.

Con demasiada frecuencia nuestros hermanos sufren del mismo síndrome de exclusivismo judío.

Dejemos a un lado los prejuicios a favor de nuestro propio pueblo y en contra de los otros pueblos y escuchemos la voz del Espíritu Santo que todavía hoy nos dice ¡Vayan!

—Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.[60]



[1] Basado en el capítulo 1 de "Misionología: nuestro cometido transcultural" de Larry D. Pate

[2] 1 Timoteo 2: 4

[3] Hebreos 2: 16

[4] Efesios 1: 4

[5] 1 Pedro 1: 20

[6] Juan 3.16

[7] 1 Juan 3.1

[8] Romanos 5.8

[9] Romanos 8: 37

[10] Lucas 19: 10

[11] Juan 3.17

[12] 2 Pedro 3: 9

[13] Génesis 12: 3

[14] Gálatas 3: 8

[15] Génesis  12: 2 y 3

[16] Éxodo 19: 1 -6

[17] Deuteronomio 6: 24 y 25

[18] Salmo 81: 13

[19] Génesis 22. 16 -18

[20] Efesios 3: 2 -6

[21] Que se mueve hacia el centro o atrae hacia él. DRAE

[22] Que se aleja del centro o tiende a alejar de él. DRAE

[23] Mateo 28: 19

[24] Hechos 1: 8

[25] Mateo 16.18-19

[26] Mateo 13.4-8

[27] Mateo 13.31-32

[28] Mateo 13.33

[29] Mateo 13.47

[30]Mateo 9.37-38

[31] Efesios 3.6

[32] Efesios 2.14-16

[33] 1 Corintios 4.1 y 2

[34] Marcos 16.15

[35]Lucas 24.49

[36] Hechos 1.8

[37] Hechos 2.1-4

[38] Hechos 2.5-13

[39] Hechos 6.1

[40] Hechos 6.3

[41]Hechos 6.7

[42]Hechos 6.9-12

[43]Hechos 8.1

[44]Hechos  8.4

[45]Hechos  8.5

[46]Hechos  8.27-30

[47]Hechos  8.35-39

[48]Hechos  10.34-35

[49]Hechos  10.47-48

[50]Hechos  11.19-21

[51]Hechos 11.21

[52]Hechos 11.22

[53]Hechos 11.22-24

[54] Romanos 11. 13

[55]Hechos 11.25

[56]Hechos 13.1-3

[57] Romanos 15.19

[58]Hechos 17.6

[59]Hechos 1.8

[60] Marcos 16: 15

 
 
Paz de Cristo!

ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor 
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia 
Reuniones Martes, Jueves y Sábado 7 PM, Domingos 8 AM y 10 AM.
Calle 30 # 22 61, Cañaveral, Floridablanca.
http://adonayrojasortiz.blogspot.com/
 




Generalidades de la Escatología Bíblica

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