jueves, 18 de abril de 2024

Rhema

Logos y rhema

Hay dos términos principales en griego que se traducen al español como "palabra": Logos y rhema. Algunos afirman que en el Nuevo Testamento estas palabras se usan para comunicar conceptos diferentes, los cuales no se pueden discernir tan fácilmente en el español porque solo usamos un término para "palabra". En esta interpretación se asevera que Logos se refiere siempre a la verdad de Dios que no cambia, primordialmente la Biblia. Por otro lado el término rhema se considera una palabra para el momento, una palabra inspirada por el Espíritu Santo que viene del Logos y que trae con ella vida, poder y fe para cumplirla. Esta definición de rhema está vinculada también a la idea de que Dios hoy da revelaciones específicas por medio de profecías inspiradas por el Espíritu Santo. Uno oye también a menudo la crítica de que algunos cristianos se han quedado solo con la Biblia (Logos), pero que eso es solo parte de lo que Dios tiene para nosotros porque también existe la palabra profética para hoy (rhema). Como dice Bill Hammon, uno de los defensores de esta posición:

"Eruditos del griego y teólogos bíblicos han debatido la cuestión de que si estas palabras son sinónimos, pero muchos creen que los autores inspirados de la Biblia eligieron cada una de estas palabras para expresar un diferente sentido".

Un ejemplo del uso de Logos sería: "Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra [Logos] de verdad" (2da Tim. 2:15). Mientras que un ejemplo del uso de rhema sería, "Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra [rhema] de Dios" (Ef. 6:17). Inclusive, el diccionario de Vine afirma:

"El significado de [rhema], en su distinción de logos, queda ejemplificado en la instrucción a tomar 'la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios' (Ef. 6:17); aquí la referencia no es a la Biblia entera como tal, sino al pasaje individual de las Escrituras que el Espíritu trae a nuestra memoria para su utilización en tiempo de necesidad, siendo el prerrequisito de ello la lectura habitual y memorización de las Escrituras".

Otro pasaje que se usa mucho en esta perspectiva es Romanos 10:8: " 'La palabra [rhema] está cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón'. Esta es la palabra [rhema] de fe que predicamos".

Debo notar que ya desde la primera vez que oí esta teoría de Logos y rhema experimenté cierto nivel de escepticismo, y si el lector ha leído el capítulo acerca de palabras ya sabe por qué. Esta descripción del sentido y uso de Logos y rhema me parece un poco demasiado conveniente, parece estar tratando palabras griegas de una manera anormal, dándole demasiado sentido teológico. Pero bueno. Como buenos intérpretes suspenderemos la incredulidad hasta investigar los datos.

El hermano Hammon ha declarado que hay un debate entre eruditos acerca de la cuestión de si estas palabras son sinónimas, pero no es así. Son sinónimos. Eso está establecido. No son palabras que quieren decir exactamente la misma cosa, sino palabras cuyos campos semánticos coinciden en parte. Hay pocas palabras que quieran decir exactamente la misma cosa. Entonces, vamos a usar otra vez el gráfico de los campos semánticos para ilustrar la relación entre estas dos palabras.


Figura: Campos semánticos de 'logos' y 'rhema'.

Como podemos ver, las dos palabras tienen mucho en común y rhema cabe casi completamente dentro del campo semántico de logos. Logos, por otro lado, es una palabra con muchos y diferentes sentidos, y tampoco he listado todos los sentidos posibles. Sería un poco raro pensar que una palabra como Logos, que tiene tantos diferentes sentidos solo se usa en la Biblia para designar "la verdad eterna". No es así. Logos es una palabra importantísima en el idioma griego que tiene muchos diferentes usos y aparece un total de 330 veces en el Nuevo Testamento. También vale notar que los sentidos atribuidos a estas palabras en la teoría logos-rhema no son definiciones de diccionario. Ningún diccionario lista la definición de Logos como la "palabra eterna de Dios, o la Biblia" y la de rhema como la "palabra profética para el momento". Estas definiciones son implicaciones que algunos han derivado de la manera en que los autores de la Biblia usan las palabras, y eso es algo muy diferente. Eso es más interpretación bíblica que semántica. Podemos ilustrar las diferencias entre uso y definición así: si yo digo "me voy al auto" y resulta que mi auto es un Toyota no se puede concluir por esto que para Rob "auto" siempre quiera decir "Toyota" —hasta si se ha documentado que yo dije eso cien veces. Es solo que "auto" es algo general y Toyota es algo más específico bajo ese género. Es la diferencia entre lo que quiere decir la palabra y cómo se usa la palabra.

Lo que sí podemos afirmar, quizás, es que aunque las dos palabras quieren decir "lo que se dice", parece ser que en varias ocasiones un autor bíblico elije la palabra rhema en lugar de Logos para dar énfasis en el aspecto declarativo, resaltando que la palabra está siendo pronunciada.

La palabra rhema se usa 68 veces en el Nuevo Testamento. Si observamos todas las instancias en contexto surgen los siguientes usos o sentidos de la palabra:

33 veces: es una palabra en relación a la acción de hablar (decir, preguntar, oír, etc.).

17 veces: es una palabra sin referencia a la acción de hablar.

9 veces: es una cosa o asunto.

8 veces: es un dicho o afirmación.

Parece confirmar que el uso preferido de rhema está relacionado con la acción de hablar. Por ejemplo, en 1ra Pedro 1:25 dice:

"Y ésta es la palabra [rhema] del evangelio que se les ha anunciado a ustedes".

El contexto mismo señala que estamos hablando de la palabra de Dios en el sentido del evangelio, porque es el evangelio que ha sido anunciado. Pero también es instructivo ver el contexto más amplio porque Pedro se ha referido a "palabra" ya dos otras veces, y este pasaje es en realidad un pasaje acerca de la palabra de Dios:

"23 Pues ustedes han nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente imperecedera, mediante la palabra [Logos] de Dios que vive y permanece. 24 Porque 'todo mortal es como la hierba, y toda su gloria como la flor del campo; la hierba se seca y la flor se cae, pero la palabra [rhema] del Señor permanece para siempre' ".

En la primera instancia se usa Logos y este uso coincide con la idea de que Logos es la verdad eterna de Dios: "la palabra de Dios que permanece para siempre". Pero luego Pedro cita un pasaje del Antiguo Testamento para apoyar su afirmación y allí la palabra griega no es la que esperábamos: "La palabra [rhema] de Dios permanece para siempre". Debería haber sido Logos, porque de acuerdo con la teoría la palabra eterna es Logos. Este es un buen pasaje para ilustrar que aunque sí hay sutiles diferencias entre las palabras, estas diferencias no son realmente tan significativas y es difícil creer que los autores bíblicos las usaron tan específicamente como se asevera.

Otro ejemplo significativo de rhema está en Hebreos 11:3 donde se declara que "el universo fue formado por la palabra [rhema] de Dios". Seguramente se usa rhema para dar énfasis en el hecho de que en la narrativa de la creación Dios usó palabras o declaraciones para crear el mundo. Pero afirmar que rhema aquí significa que esta era una palabra "para el momento" sería un poco raro. Obviamente no tiene nada que ver con profecía personal.

Otro pasaje donde se usan las dos palabras nos muestra esta tendencia de usar rhema para describir lo dicho:

"Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra [rhema] ociosa que hayan pronunciado. Porque por tus palabras [Logos] se te absolverá, y por tus palabras [Logos] se te condenará" (Mateo 12:36–37).

La única diferencia de sentido es que en la primera se da énfasis a lo que se ha pronunciado. Los otros usos hablan de palabras abstractas, no del acto de ser pronunciadas. Pero por otro lado, usar rhema para dar énfasis en la palabra dicha no es una regla invariable. En Juan 12:48, se usan las palabras al revés y la teoría de logos-rhema no tiene el más mínimo sentido aquí:

"El que me rechaza y no acepta mis palabras [rhema] tiene quien lo juzgue. La palabra [Logos] que yo he proclamado lo condenará en el día final".

Otro lugar en el que también es al revés es en Hechos 5 donde Ananías y Safira intentan engañar a la Iglesia y al Espíritu Santo. Observen lo que le dice Pedro a Ananías y lo que sucede:

"Ananías —le reclamó Pedro—, ¿cómo es posible que Satanás haya llenado tu corazón para que le mintieras al Espíritu Santo y te quedaras con parte del dinero que recibiste por el terreno? ¿Acaso no era tuyo antes de venderlo? Y una vez vendido, ¿no estaba el dinero en tu poder? ¿Cómo se te ocurrió hacer esto? ¡No has mentido a los hombres sino a Dios!

Al oír estas palabras [Logos], Ananías cayó muerto. Y un gran temor se apoderó de todos los que se enteraron de lo sucedido".

Si este no es un ejemplo de una palabra profética de Dios para el momento y para el individuo en su situación personal ¡no sé qué tipo de declaración lo sería! Pero las palabras de Pedro se denominan Logos no rhema.

Uno de los problemas con esta cuestión es que hay tantos usos de ambas palabras en el Nuevo Testamento, y tantas diferentes traducciones de cada una que la tarea de comparación es monumental. Eso quiere decir que si uno inventa una teoría como la de logos-rhema no será muy difícil encontrar algunos pasajes en que parece tener sentido. Además solo alguien que conoce el griego y tiene el tiempo libre para hacer la investigación podrá negar tal teoría. Para colmo, ¿a quién le interesa oír largas discusiones técnicas acerca de semántica cuando la teoría de logos-rhema ya ha capturado el corazón? Muchas interpretaciones rigen por el mero hecho de ser más interesantes que sus negaciones.

Creo que lo que ha sucedido es que algunos han observado el uso de rhema en instancias donde literalmente se hablan palabras, y se ha interpretado eso como algo mucho más significativo de lo que es. No es nada más que una sutileza del idioma griego que (no siempre, pero a veces) cuando uno describe la acción de decir una palabra se usa el término rhema. Pero no es una regla fija y no significa nada más profundo que eso. No se refiere a enseñanzas, profecías, palabras de conocimiento o revelaciones personales. Para colmo el diccionario de Vine no es fiable en su "definición" de rhema. Como hemos visto, se dice que basado en el sentido de rhema, cuando Pablo habla de la espada del espíritu quiere decir un pasaje bíblico que se nos va a ocurrir en el momento en que lo necesitamos. Pero esto es especulación que va mucho más allá de lo que dice el pasaje. Aún si aceptáramos la teoría logos-rhema esto no implicaría que Pablo está hablando de un pasaje de la Biblia que Dios trae a la mente en el momento oportuno.

¿Por qué usa Pablo rhema aquí cuando todas las otras veces que habla de la palabra de Dios usa Logos? No está claro. Algunos sugieren que es porque se trata de la palabra de Dios como "el evangelio" y eso sería algo proclamado. La otra idea es conectarlo con la respuesta de Jesús al diablo cuando es tentado: "Escrito está: 'No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra [rhema] que sale de la boca de Dios' " (Mateo 4:4).

Pero regresando a Efesios 6, hay otra razón por la que no deberíamos dar demasiado énfasis a rhema en el versículo 17. En el versículo 19 Pablo pide a los lectores de la carta que oren por él para que "cuando hable, Dios me dé las palabras [Logos] para dar a conocer con valor el misterio del evangelio". No se trata de traer pasajes bíblicos a la memoria, sino de la inspiración del Espíritu Santo para compartir el evangelio en el momento preciso. ¡Y para colmo Pablo describe el resultado de esa inspiración con Logos, no rhema!

Después de todo esto, y a pesar de que estoy en desacuerdo con la teoría del logos-rhema, no estoy diciendo que los temas que se han proclamado por medio de esas falsas distinciones son completamente sin mérito. Ya hemos visto en la primera parte del libro una distinción similar a la que se hace con logos-rhema: que por un lado tenemos el canon de las escrituras —cerrado, establecido y finalizado— pero que por otro lado todos los creyentes afirman que Dios todavía se comunica con nosotros de una manera u otra. ¡Si es por palabras de profecía o no es una pregunta en la cual no me voy a meter en este libro!


 Rob Haskell, Hermenéutica: Interpretación Eficaz Hoy (Viladecavalls, Barcelona: Editorial CLIE, 2009), 270–277.


--
ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
http://adonayrojasortiz.blogspot.com


jueves, 4 de abril de 2024

Buscar Refugio


Era el día más importante de mi vida. Aunque han pasado más de 60 años, aún lo recuerdo vívidamente. Mi padre estaba de viaje de negocios, así que mi madre decidió pasar unos días con mis tíos en su granja. Mi hermano y yo dormíamos en una habitación del piso de arriba de su vieja casa de campo cuando, de repente, un rayo iluminó el cielo seguido de un estruendo ensordecedor que hizo temblar las paredes. El viento aullaba como un fantasma, la lluvia golpeaba contra el techo y la ventana, y un rayo tras otro iluminaba la oscuridad mientras los truenos rugían cada vez más fuerte. Presa del pánico, corrí hacia la habitación de mi madre al final del pasillo, buscando refugiarme de mi miedo. Ella estaba despierta, y me arrojé a sus brazos, gritando: "Tengo miedo de morir". Con calma, me explicó que necesitamos refugiarnos en el Señor cuando tenemos miedo. Dijo que no debemos temer nada, ni siquiera la muerte, si Jesús es nuestro Salvador. Después de orar por la protección de Dios, me explicó el evangelio, y esa noche, mientras la tormenta rugía afuera, puse mi fe en Jesús como mi Salvador del pecado.

¿A quién o a qué acudes para refugiarte cuando las tormentas de la vida llegan aullando en forma de tragedia, enfermedad, desilusión y muerte?

David recurrió a la única fuente segura de protección que existe en este mundo caído y peligroso: el Señor. En el Salmo 18:30, David, recordando cómo el Señor lo había protegido de todos sus enemigos, declara: "Él es un escudo para todos los que en él se refugian" (Nueva Traducción Viviente). La palabra hebrea traducida como "refugiarse" es hasah (se pronuncia jásah). Se refiere a buscar protección del peligro. Se usa 36 veces en el Antiguo Testamento, la mayoría en los Salmos (25 veces), donde el Señor es siempre la fuente de protección. Cuatro veces se le compara a un ave madre que refugia a sus crías con sus alas. En el Salmo 57:1, David, mientras se esconde de Saúl en una cueva, ora: "Porque en ti he buscado refugio. A la sombra de tus alas me refugio hasta que pase la calamidad" (Nueva Traducción Viviente).

Si bien esta palabra tiene el significado básico de "buscar refugio", hay mucho más de lo que parece. A dónde recurrimos cuando llegan los problemas dice mucho acerca de dónde radica nuestra lealtad. Refugiarnos en el Señor implica más que buscar protección. Al buscar refugio en Él, demostramos nuestra confianza en su promesa de que nada nos puede separar de su amor en Cristo Jesús nuestro Señor (Romanos 8:39). También demuestra nuestra lealtad a Él como Aquel que puede y cumplirá sus promesas seguras para nosotros. Vemos esto en varios salmos. En el Salmo 5:11, David, dirigiéndose al Señor, equipara a los que se refugian en el Señor con "los que aman tu nombre" (NVI), una expresión que se refiere a la lealtad. En el Salmo 31:19, "los que temen" (NVI) al Señor son los mismos que se refugian en Él. En el Salmo 16, la declaración de David: "En ti he buscado refugio" (v. 1b, NTV), es seguida inmediatamente por una afirmación de lealtad: "Tú eres el Señor, la porción escogida de mi herencia" (v. 2, NTV).

Refugiarse en el Señor también sirve como base para la petición de protección de David. El Salmo 16:1 completo dice: "Protégeme, oh Dios, porque en ti he buscado refugio" (NTV). En el Salmo 25:20 él ora: "Guárdame y líbrame; no permitas que sea avergonzado, porque en ti he buscado refugio" (NTV, ver también Salmos 37:40; 57:1). Al pedir protección, David apela al hecho de que se ha refugiado en el Señor. Esto muestra que lo que es primordial no es el simple acto de refugiarse, sino su significado como demostración de lealtad.

Entonces, a la luz de lo que vemos en estos salmos, todos debemos preguntarnos en tiempos de dificultad: ¿En quién buscaré refugio? ¿Dónde radica mi lealtad?

Robert B. Chisholm, ThD
[Aunque el Dr. Chisholm disfruta enseñando todo el espectro de Estudios del Antiguo Testamento, siente un especial deleite por los libros de Jueces, Samuel, Isaías y Amós. El Dr. Chisholm ha publicado siete libros, y próximamente saldrán comentarios sobre Isaías y 1–2 Samuel. Fue consultor de traducción para la Biblia Internacional para Niños y para la Biblia Cotidiana, y es el editor principal del Antiguo Testamento para la Biblia NET.]
--
ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
http://adonayrojasortiz.blogspot.com


miércoles, 20 de marzo de 2024

Evangelio



"¡Qué buena palabra!" es un devocional mensual que el Seminario Teológico de Dallas ha creado especialmente para ayudarnos a entender una palabra griega o hebrea en mayor profundidad, una palabra que sea relevante en la actualidad. Esperamos que disfrutes de estos correos. 

Puede que haya oído la palabra «evangelio» (euangelionde dos formas distintas. Este término aparece en el Nuevo Testamento y resume el mensaje de salvación como «buenas noticias» (véase Hechos 15:7). También se refiere al género de la Escritura que detalla la historia de la vida y el ministerio terrenal de Jesús (los libros de Mateo, Marcos, Lucas y Juan). Pero ¿está familiarizado con el contexto cultural de esta palabra griega?

En su uso común, la palabra se usaba en anuncios de buenas noticias. Anuncios del cumpleaños del emperador o ascenso al poder, la palabra «evangelio» estaba relacionada con la celebración. Estas «buenas noticias» se anunciaban a través de un mensajero que invitaba a las personas a alegrarse por lo ocurrido. Tiene sentido entonces que el uso de la palabra en la Biblia también sea un acto de celebración.

El uso de Mateo de «evangelio» está conectado con el reino, el tema principal de la enseñanza de Jesús (Mateo 4:23; 24:14) y describe la llegada de la promesa de Dios de liberación (Marcos 1:15a; Romanos 1:2). La venida de Jesús y Su provisión de vida eterna a través de su muerte expiatoria y resurrección es una «buena noticia» para los pecadores (Marcos 1:1; 1 Corintios 15:3-5). Como tal, el término mira atrás a lo que Jesús ha hecho y mira adelante a lo que hará. El «evangelio» culmina con la salvación de los creyentes y la completa restauración del cosmos a un estado de armonía y paz. ¡Esto es algo que merece la pena celebrar!

Aun así, el evangelio no parece ser «buenas noticias» para algunos. Como el evangelio reta a los pecadores a enfrentarse honestamente a su pecado y les invita a aceptar la salvación de Dios, hay una tensión en cómo se proclama y se recibe el evangelio. La ética de la predicación del evangelio quiere decir que somos llamados a amarnos los unos a los otros (1 Juan 3:11). Es posible que los creyentes se olviden de extender la invitación de Dios de esperanza de una vida nueva si se sienten apasionados por presentar el reto del evangelio. Cuando esto ocurre, se pierde la «buena noticia» del evangelio. 

Es importante recordar que el evangelio es el poder de Dios que permite a los creyentes caminar con Dios (Romanos 1:16). La respuesta adecuada al anuncio del evangelio es arrepentirse, creer en lo que Dios ha hecho y aceptarlo (Marcos 1:15b). En el centro del evangelio se encuentra una celebración de buenas noticias de que, en Jesucristo, el camino a la vida eterna está disponible para los que respondan con fe en Él. Responder a Jesús es responder por el bien del evangelio (Marcos 10:29).

 

Escrito por el Dr. Darrel Bock.

El Dr. Bock ha ganado reconocimiento como académico Humboldt (universidad de Tübingen en Alemania), es el autor de más de 40 libros incluyendo sus comentarios sobre Lucas y Hechos y los estudios sobre el Jesús histórico y su trabajo en compromiso cultural como presentador del podcast del seminario en inglés. Fue presidente de la Sociedad Teológica Evangélica (ETS) en los años 2000-2001, sirvió como editor para Christianity Today y sirve en las juntas de Wheaton College y Chosen People Ministries. Sus artículos aparecen en grandes publicaciones. Suele ayudar a los medios como experto de temas del Nuevo Testamento. El Dr. Bock ha sido autor de best-sellers del New York Times en la categoría de literatura de no ficción y es anciano emérito en la iglesia Trinity Fellowship Church en Dallas. Cuando viaja a otros países, no se pierde los partidos de sus equipos favoritos de Houston aunque sean a altas horas de la noche. Lleva más de 40 años casado con Sally y es padre de dos hijas y un hijo y también es abuelo.

--
ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
http://adonayrojasortiz.blogspot.com


martes, 19 de marzo de 2024

Señor

     ¡Qué buena palabra!

κύριος

         El título "Señor" (κύριος) es bastante inofensivo hoy en día. Usamos este título para cualquier cosa que se asemeje a la autoridad. Los británicos tienen un título formal, "Lord" y una "Casa de los Lores" en su gobierno. Las películas y la cultura popular están llenas de señores y damas, señores oscuros y señores Sith (los principales antagonistas del universo ficticio de Star Wars). Incluso hay una famosa cantante neozelandesa que se hace llamar "Lorde" por su interés en la aristocracia (la "e" se agregó al final para darle un toque más femenino a la palabra).

En los tiempos bíblicos, también era prominente con una gama más amplia de posibles significados. Algunos ejemplos de significados y matices incluyen: mostrar simple respeto (como "señor"; Génesis 19:2) [ Aunque el Antiguo Testamento fue escrito principalmente en hebreo, todas las referencias aquí reflejan la traducción griega a la que se suele llamar Septuaginta. Esta era una fuente común para los autores del Nuevo Testamento. Las referencias de los versículos son las mismas para el hebreo y el inglés.] (esto es probablemente lo que querían decir algunos de los que se dirigieron a Jesús como κύριος al principio de su ministerio, por ejemplo, Juan 4:49), el trato de una esposa a su esposo (Génesis 18:12), el trato de una hija a su padre (Génesis 31:35), dueños de propiedades (Éxodo 21:29), amos de esclavos (Lucas 12:36) y un título para la deidad (Génesis 2:22; Juan 20:28). De hecho, el Antiguo Testamento griego usa κύριος para el nombre de Dios, Yahvé. Los textos no bíblicos muestran que κύριος se aplicaba cada vez más a los emperadores en el primer siglo. (Vea por ejemplo que a Augusto se refieren como "Señor en Arthur S Hunt (ed. and trans.), The Oxyrhynchus Papyri, part 8 (Egypt Exploration Fund, 1911), no. 1143.4) Lo más importante, se aplicó al emperador Nerón, a quien se le llamó "el señor de todo el mundo". (W. Dittenberger (ed.), Sylloge Inscriptionum Graecarum, 3rd ed., vol 2 (Ares, 1915), no. 814.30-31 [A.D. 67].)

Aunque la gama de tipos de referentes era bastante amplia, el contexto ayudaba a delimitar el significado específico. En el contexto del mundo romano, cuando el título se aplicaba a un emperador, sugería un señor supremo. En el mundo romano, el emperador vivo era El Señor.

En el Nuevo Testamento, hay varios lugares donde los escritores agregan modificadores para colocar al Señor Jesús como un desafío directo al Señor César. Esto no es en ningún lugar más explícito que en 1 Corintios 8: 5-6: "Aunque puede que haya dioses en el cielo o en la tierra, como de hecho hay muchos dioses y muchos señores, para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien son todas las cosas y para quien existimos, y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por quien existimos" (NRSV). Pablo mencionó explícitamente a los señores terrenales que incluirían a César. Pero Jesús es superior. Jesús es el único verdadero Señor supremo. Por lo tanto, lo reconozcamos o no, Jesús es el Señor.

Quiero considerar dos observaciones personales más sobre κύριος. Primero, a diferencia de hoy en día, donde el título "Señor" se usa ampliamente y generalmente no es controvertido, para los primeros cristianos, reconocer a Jesús como Señor tenía graves consecuencias. Además de la confesión positiva, ¡significaba ir en contra de la familia, la sociedad y el imperio y confesar que César no era el señor! El padre de la iglesia primitiva Policarpo estaba siendo juzgado por ser cristiano. Para evitar la ejecución, todo lo que tenía que hacer era confesar "César es el Señor" y quemar incienso al emperador; sin embargo, se negó y fue asesinado.

En segundo lugar, "Señor" (κύριος) no es simplemente un título. Representa una relación. Para que uno llame Señor a otro, esa persona está haciendo la confesión de reconocer la superioridad y su sumisión a esa persona. Para que el Señor acepte esto, está aceptando una relación para cuidar a los que lo llaman Señor. Es una relación recíproca.

En una época en la que confesar a Jesús como Señor no es más que una simple declaración verbal, consideremos el contexto en el que vivió nuestro Señor. Aceptar a Jesús como Señor no es un conjunto de palabras, sino un reconocimiento de que Él es supremo sobre todos y que nos sometemos voluntariamente a Él. Esto significa que nadie ni nada más es nuestro Señor. Por lo tanto, podemos entender cómo Pablo puede decir: "Por tanto, quiero que entendáis que ... nadie puede decir 'Jesús es el Señor' excepto por el Espíritu Santo" (1 Cor 12: 3; NRSV). Digámoslo: "¡Jesús es el Señor!"


--
ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
http://adonayrojasortiz.blogspot.com


jueves, 14 de marzo de 2024

PADRENUESTRO

UN PADRENUESTRO
Andrea Alves
Padre nuestro que estás en el cielo, y en mi ciudad convulsionada, y en mi pais ya tan cansado. En mi pequeño barrio de caras conocidas y bajo el viejo árbol de mi patio tranquilo.
Santificado sea tu nombre, tantas veces mal usado, abusado y malgastado. Tu nombre que no sabe de manipulaciones ni de engaños. Tu nombre bendito al que los necios desprecian: tu nombre sagrado al que recurren los hombres que son justos.
Venga a nosotros tu reino... para instalarse en nuestro corazón, para transformar nuestros infernos en paraiso. Para tener la fuerza de cambiar lo que sabemos que hace daño, para mirar con tus ojos — los del Reino a nuestro prójimo y a nosotros mismos.
Que se haga tu voluntad así en la tierra como en el cielo, y no la nuestra tan egoísta y egocéntrica. Ni la voluntad de los que cruelmente deciden quiènes sí y quiénes no tienen derechos. Ni de los que tienen el poder de decidir sobre la gente, o de levantar muros, o declarar una guerra.
Danos hoy nuestro pan de cada día, sencillo pan que alegre la mesa en la familia, generoso pan que podamos compartirlo con el pobre; pan como recompensa segura y justa al que trabaja con honra.
Y perdona nuestras ofensas que ya se han hecho tan comunes y cotidianas. Que faltan el respeto a las que amamos; ofensas con forma de injusticia, olvido e indiferencia.
Así como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden...
¿Así como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden?
Y no nos dejes caer en la tentación de creernos mejores, ni de que tenemos la razón; de creer que a nadie necesitamos, ni de que ya nada tenemos que cambiar. De creer que ya no es necesario contar contigo, o que ya no es preciso erar...
Mas libranos del mal, y de la desesperanza. Mas libranos de olvidarte y prescindir de ri. Libranos del desamor y del desánimo. Libranos de la incredulidad y de la falta de paz en el alma...
Porque tuyo es el reino, y el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén.
[Andrea Alves es de la Ciudad de Córdoba, Argentina Es Profesara de Literatura y Lengua y también se desempeña como Correctora Editorial. Ha desarrollado su ministerio en la Escuela Bíblica de niños y adolescentes. Durante más de 30 años se ha desempeñado como Instructora de maestros cristianos en LAPEN (Liga Argentina Pro Evangelización del Niño), y como autora de materiales para campamentos organizados en dicha entidad. Forma parte del equipo de trabajo de "Ediciones Crecimiento Cristiano", editorial de la ciudad de Villa Nueva, Córdoba.]

--
ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
http://adonayrojasortiz.blogspot.com


viernes, 1 de marzo de 2024

Jonás predicando en Nínive

Un hombre del más allá trae un mensaje a una ciudad condenada

Tomado de "Jonah: dead or alive?" por J. Vernon McGee

"Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches" (Lucas 11:30).

El primer versículo del capítulo tres de Jonás contiene un mensaje alentador para los hombres que tropiezan y fallan. Esta palabra de aliento es la siguiente: "Vino otra vez palabra de Jehová a Jonás." Este versículo nos presenta al Dios de la segunda oportunidad.

Las gigantes corporativas como Standard Oil y General Motors, por nombrar solo dos, probablemente despedirían a cualquier empleado que no siguiera las instrucciones de sus superiores. Los directores de cualquier banco se desharían de un empleado que malversara fondos y lo entregarían a las autoridades pertinentes. Pero Dios tiene una política en la que le da al hombre una segunda oportunidad.

Este enfoque con Jonás no era nuevo, sino que había sido su costumbre en el pasado y sigue siendo su costumbre desde entonces.

Cinco Ejemplos de la Segunda Oportunidad del Hombre

  1. Jacob falló una y otra vez hasta convertirse en una desgracia y una fuente de vergüenza para Dios. Sin embargo, Dios no lo abandonó. Lo abordó directamente en Peniel y lo llevó a un lugar de decisión. Después de esto, Jacob fue diferente. Alegrémonos de que Dios no haya rechazado a Jacob después del primer error, del segundo y del tercero. Él es fiel.
  2. David cometió un pecado terrible y los hombres quisieron apedrearlo por ello. Pero Dios nunca lo abandonó, sino que lo hizo renunciar a sus pecados. David escribió los Salmos 23, 32 y 51 después de su terrible fracaso. ¿No te alegra que Dios no haya rechazado a David?
  3. Pedro tropezó y cayó, ensuciándose, pero se levantó y comenzó de nuevo. Le falló a su Señor, pero su Señor nunca le falló, y Pedro fue restaurado.
  4. Juan Marcos falló en el viaje misionero con Pablo y Bernabé. Incluso Pablo se negó a llevarlo en la siguiente aventura, pero Dios nunca lo rechazó. Leemos que incluso el gran apóstol Pablo cambió de opinión con respecto a Marcos: "Toma a Marcos y tráelo contigo, pues me es útil para el ministerio." Esto aparece en el "canto del cisne" del Apóstol, su última carta a Timoteo, su declaración en el lecho de muerte. Marcos lo hizo bien. Pablo admitió que estaba equivocado - Dios tenía razón.
  5. Para la quinta ilustración de la segunda oportunidad de Dios al hombre, me gustaría contar la historia de un "Jonás" moderno. Un médico en Beverly Hills, habiendo escuchado acerca de la segunda oportunidad dada a Jonás, me escribió una carta muy interesante, contando una historia que se ha repetido al menos mil veces. Este doctor, al igual que Jonás, tropezó y cayó. Había ocupado una posición prominente en una iglesia grande, pero fue destituido apropiadamente de todos los cargos y excluido sin ceremonias de la comunidad de la iglesia. Se le aseguró que estaba acabado, en lo que respecta a su iglesia, y nadie intentó restaurarlo. El doctor aceptó este ultimátum como la decisión del Señor; en consecuencia, se llenó de amargura.

Aunque muchas veces deseó fervientemente volver al Señor, no sabía cómo hacerlo. Cuando le hablé del hijo pródigo que regresaba a casa confesando y que el método de Dios para que un hijo pecador regrese a casa se encuentra en 1 Juan 1:9: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad" - él escribió que prácticamente corrió de regreso a los brazos de Jesús en confesión, indicando también que Jonás 3:1 se había convertido en el versículo más importante de la Biblia para él.



Si Jonás se hubiera negado a ir a Nínive por segunda vez, ¿qué habría pasado?

La pregunta se ha hecho de manera lógica: "Si Jonás se hubiera negado a ir por segunda vez, ¿qué habría pasado?"

La respuesta, creemos, es obvia. Habría habido otra experiencia dentro de un pez. Si Jonás hubiera comprado un segundo pasaje a Tarsis, habría habido otro pez preparado para recibirlo. Dios se habría asegurado de que su siervo no fuera a Tarsis.

Hay otro elemento involucrado aquí. El propósito de gracia de Dios no puede ser frustrado. Si hubiera alguna posibilidad de que Nínive se volviera a Dios, entonces Dios se aseguraría de que Nínive escuchara el mensaje. Si Jonás no iba, entonces se levantaría otro mensajero para ir. Si nosotros, en el presente, no predicamos el Evangelio hasta los confines de la tierra, entonces Dios levantará otro instrumento. Dios no está, y no estaba en los días de Jonás, limitado por la falta de visión o la dureza de corazón de su mensajero elegido.


"Nínive, la Gran Ciudad"

En el versículo 2 de nuestro capítulo, encontramos nuevamente esta característica distintiva de Nínive: "aquella gran ciudad". Esta es la segunda vez que aparece esta expresión en el libro de Jonás, siendo la primera en el versículo 2 del capítulo 1. En el versículo 3 del capítulo 3, se amplía esta característica: "Nínive era una ciudad sumamente grande, que requería tres días para recorrerla."

Hubo un tiempo en que los burladores ridiculizaban esta afirmación tanto como la del pez, aunque en este caso se le dio menos importancia y se enfatizó más el pez. La razón del ridículo por parte de los críticos es que las ciudades del mundo antiguo no se caracterizaban por su amplitud y tamaño, ya que el objetivo principal era la protección. En consecuencia, los muros se construían para encerrar el espacio más pequeño posible, subordinando todo lo demás a esta prioridad. Los críticos acusaban a Jonás de usar licencia poética al describir a Nínive como "una ciudad sumamente grande".

Sin embargo, todo esto ha cambiado gracias a la arqueología. La pala y el pico han sido los faros utilizados para penetrar la oscuridad en torno a la antigua Nínive.

Layard, el francés, fue el primero en examinar las ruinas en 1845; él y George Smith excavaron la antigua ciudad de Nínive. La Nínive propiamente dicha se encontraba al otro lado del Tigris de la ciudad moderna de Mosul y tenía la forma de un trapecio de aproximadamente dos millas y media de largo por una milla y un tercio de ancho. Como se puede deducir, esto no cumple con las dimensiones descritas en el libro de Jonás.

Pero la Nínive que se encuentra en una llanura estaba casi enteramente rodeada por ríos y era fácilmente fortificable. Había varias ciudades importantes dentro de este recinto natural: Khorsabad estaba al noreste de la Nínive propiamente dicha, a unas doce millas; Calah, o la antigua Nimrud, estaba a más de dieciocho millas al sureste de la Nínive propiamente dicha, cerca de la unión del río Zab con el Tigris. Calah parece haber sido la primera ciudad en importancia, cronológicamente, luego Khorsabad y finalmente la Nínive propiamente dicha.

El nombre "Nínive" que aparece en el libro de Jonás abarca todo el grupo de ciudades y el territorio intermedio. Un antiguo escritor llamado Ctesias describe a Nínive como una ciudad con una circunferencia de cuatrocientas ochenta estadios. Esto significaría que tenía una extensión de más de veintisiete millas. En relación con esto, hay una declaración notable en Génesis 10:11-12: "De aquella tierra salió Asur, y edificó Nínive, y la ciudad de Rehobot, y Calah, y Resen entre Nínive y Calah: la misma es una gran ciudad". Todos estos lugares juntos se llamaban "una gran ciudad".

El sur de California probablemente ofrece la mejor ilustración de una comparación sorprendente con Nínive. Cualquiera que vaya de Pasadena a Long Beach pasa por numerosos pueblos y ciudades, pero nunca es consciente de pasar de uno a otro. Lo mismo ocurre al ir de Pomona a Santa Monica. Es difícil separar una ciudad de otra, y sería imposible si no fuera por los marcadores. Toda esta sección lleva el nombre del área de Los Ángeles.

De manera similar, el nombre de Nínive se aplicaba a toda esa sección, y es una afirmación conservadora afirmar que tenía "tres días de viaje" de extensión. Si un hombre llamado Jones empezara a predicar al entrar en Pasadena y continuara hacia el sur hasta llegar a Long Beach, deteniéndose en cada esquina o donde se reuniera la gente, ¿me pregunto cuánto tiempo le tomaría hacer el viaje? ¿Me pregunto cuánto tiempo le tomó realmente a Jonás? ¿Casi cuarenta días (3:4)?


El mensaje de resurrección de Jonás a Nínive

Jonás entró en la ciudad de Nínive y comenzó a dar la sorprendente noticia: "Dentro de cuarenta días, Nínive será derribada." ¿Cómo llegó a los oídos de la gente? ¿Por qué el rey en el trono escuchó y obedeció el mensaje?

Evidentemente, la extraña apariencia personal de Jonás facilitó su acercamiento. Este profeta de Dios había pasado tres días y tres noches más allá del esófago de un pez, y los jugos gástricos se habían derramado profusamente sobre este profeta descarriado mientras el pez intentaba "soportarlo". El efecto sobre la epidermis del profeta fue terrible.

Si retrocede a la Lección II del relato del Dr. Harry Rimmer sobre el hombre que conoció en 1926 que fue tragado por un tiburón y recuperado a las cuarenta y ocho horas, y que vivió para contar la historia, encontrará allí el efecto sobre la apariencia externa de la víctima. El cuerpo de este hombre estaba desprovisto de cabello y tenía parches de color marrón amarillento por toda la piel. Jonás debió ser un espectáculo extraño. Posiblemente, había perdido el cabello y su epidermis adquirió un color extraño que no se había visto ni en la tierra ni en el mar.

Francamente, era un "desastre". Cuando se detenía en las esquinas de las calles de Nínive, las multitudes se reunían, intrigadas por su extraña apariencia. Entonces, Jonás podía lanzar su mensaje; podía decir con sinceridad que era un hombre que había regresado de la muerte para contarle a la ciudad condenada de Nínive lo que Dios quería que la gente supiera: el juicio era inminente debido a sus pecados.

El mensaje que Nínive escuchó fue uno de resurrección. Dios envió a un hombre de regreso de la tumba para salvar a una multitud de personas. Esta es la historia del Evangelio trazada en un esbozo borroso, ya que Dios trajo a Jesús de entre los muertos para salvar a aquellos que creen en Él. Todo lo que Nínive tenía que hacer era creer el mensaje de resurrección para ser salvada. No hay mucho que agregar al mensaje.

Escuche a Pablo hablar del Señor Jesucristo: "El cual fue entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificación" (Romanos 4:25). Nínive creyó en un hombre que volvió de entre los muertos y la ciudad fue liberada.

Jonás caminó por las calles de Nínive predicando un mensaje de Dios, pero también era un mensaje para los ninivitas.

Lucas, capítulo 11, registra las palabras de Jesús al respecto: "Porque como Jonas fue señal a los ninivitas, así también lo será el Hijo del Hombre a esta generación." Jonás era una señal; no solo dio un mensaje, sino que él era el mensaje. La señal era la resurrección. Él era el hombre que regresó de la tumba. Él fue el hombre que gritó: "Sin embargo, has sacado mi vida de la corrupción, oh SEÑOR mi Dios." Sigamos con el registro de Lucas en el versículo 32: "Porque ellos [los ninivitas] se arrepintieron a la predicación de Jonás; y he aquí, uno mayor que Jonás está aquí." El Señor Jesús dijo en otra ocasión: "Si no creéis que yo soy él, moriréis en vuestros pecados."

Aparentemente, Nínive creyó que Jonás había vuelto de entre los muertos y que a través de su mensaje había liberación del juicio inminente. Ciertamente, este es el anticipo del Evangelio.

La Respuesta de Nínive al Mensaje de Jonás

Otra característica notable del libro de Jonás, que trasciende el episodio de Jonás en el pez, es la respuesta de Nínive al mensaje de Jonás. "Se arrepintieron a la predicación de Jonás" es el comentario incisivo de Cristo.

El registro de Jonás dice: "Y creyó el pueblo de Nínive a Dios" (3:5). Aquí está el registro del avivamiento más poderoso hasta la fecha. La palabra avivamiento se usa en su sentido popular. Es un coloquialismo común que se refiere a una profunda convicción de pecado y un volverse a Dios. Este volverse a Dios revela nuevas creaciones de Dios con las cosas viejas pasadas. El avivamiento, en su sentido restrictivo, solo puede aplicarse a un movimiento espiritual entre aquellos que ya son el pueblo de Dios.

Pero, adoptando el idioma de la época, Nínive tuvo el mayor avivamiento de la historia. No hay registro de nada parecido.

Vale la pena señalar en este momento que el mayor avivamiento de la historia tuvo lugar antes de que la Iglesia existiera. Ni siquiera el gran Apóstol Pablo experimentó algo comparable a lo que vio Jonás. Pablo nunca vio una ciudad entera volverse a Dios. De hecho, nunca esperó hacerlo, si aceptamos su propia estimación de su predicación: "Me hago todo a todos para que de todos modos salve a algunos." Aquí es donde podría haber dicho que salvaría a todos, porque usó la palabra "todos" tres veces en esta breve oración. Sin embargo, solo esperaba salvar a algunos. No ha habido ningún lugar donde se haya predicado el Evangelio donde haya habido una conversión del 100%.

El punto de vista personal del escritor es que el mayor avivamiento aún está en el futuro, donde literalmente millones se volverán a Dios y serán salvos. Esto, creemos, ocurrirá después de que la Iglesia sea quitada. Las naciones son llevadas al Milenio, y muchos de estos millones se convertirán individualmente durante los mil años. Evidentemente, también habrá un gran avivamiento durante la Gran Tribulación.

La idea de un avivamiento en el que la Iglesia no figure no es apreciada por aquellos que albergan la ingenua noción de que la Iglesia tiene el contrato para erigir el Reino de los Cielos en la tierra. No es aceptable para aquellos que tienen ideas grandiosas del propósito de la Iglesia y su misión en términos de lo gigantesco y estupendo. La Iglesia no es llamada por Dios para establecer el Milenio en la tierra, ni tampoco es el instrumento para producir y cultivar una sociedad redimida que sea mundial. La Iglesia necesita volver al humilde papel que el Salvador señaló con Su propio ejemplo. Él no desafió al César, ni buscó reformar el Imperio Romano. Murió en una cruz romana y fue enterrado en terreno gravado por Roma. Cuando Sus mensajeros caminaron en la simplicidad del Evangelio sin ambición de suplantar al Imperio Romano, el mensaje trajo esperanza y vida a multitudes y los mensajeros asistieron al funeral del Imperio Romano. El poder de la Iglesia no radica en la conquista del mundo sino en la evangelización mundial. La Iglesia no ha sido llamada a ser la arquitecta de una nueva sociedad, sino a predicar el Evangelio a toda criatura. Dios salvará a algunos.

Esto parece demasiado trivial para algunos y aborrecible para aquellos con los planos para un nuevo mundo.

Jonás tuvo la experiencia de ver a toda una ciudad arrepentirse y volverse a Dios. Ningún siervo de Dios ha podido aún entregar un informe tan optimista. Las estadísticas de ningún evangelista han presentado todavía un color tan optimista. Nínive era el centro y la capital de la potencia mundial de la época. Su prestigio no puede ser sobreestimado. El Imperio Asirio era el miedo y el terror del mundo antiguo. La conversión total de esta ciudad inicua y brutal tuvo repercusiones en todo el mundo entonces conocido. Multitudes en otros lugares deben haber escuchado la noticia y seguido el ejemplo de Nínive. No minimicemos el mensaje de Jonás que sacudió el mundo. El efecto sobre Nínive fue lo suficientemente sorprendente. La ciudad clamó a Dios, se vistió de saco y ceniza y se apartó de sus malos caminos.

Esto es asombroso porque fue un tiempo de examen de conciencia inspirado por Dios que produjo un giro hacia Dios que fue total y completo en su alcance y amplitud.

Dios perdonó a Nínive

Una última palabra antes de dejar este capítulo. En el último versículo hay una referencia a las acciones extrañas de Dios. El registro dice: "Y Dios se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo".

Esta no es la única referencia donde se dice que Dios se arrepiente.

¿Qué se implica cuando se registra que Dios se arrepintió? ¿Realmente Dios se quebró y derramó lágrimas por su decisión de destruir Nínive? ¿Renunció a su acción original porque descubrió que estaba mal?

Entendamos, en primer lugar, que el arrepentimiento tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento significa principalmente un cambio de opinión. En la Septuaginta (la traducción griega del Antiguo Testamento), la palabra para arrepentimiento es metanoesen, que simplemente denota un cambio de opinión. Sin embargo, puede estar acompañado de una gran experiencia emocional que se expresa en llanto y otras manifestaciones externas. También afecta la voluntad de la persona involucrada y conduce a una inversión de la acción. Hay un cambio correcto en la conducta. El arrepentimiento es producido por nueva información para la mente y una convicción de conciencia que afecta la personalidad total del individuo.

Ahora bien, es obvio que estas experiencias humanas no se pueden atribuir a Dios. Dios no recibe nueva información, ni experimenta un pinchazo de conciencia. Cuando el arrepentimiento se le imputa a Dios, se le están atribuyendo características que pertenecen a la humanidad. Las acciones de Dios se traducen a términos de la experiencia humana para que la mente humana pueda comprenderlas. Hay muchas expresiones de este tipo que se etiquetan como términos antropomorfos.

Se dice que Dios tiene ojos y brazos. En realidad, ninguno de nosotros cree que Dios tenga ojos y brazos como nosotros, porque Dios es Espíritu, pero el que hizo el ojo puede ver y el que hizo el brazo puede hacer lo que el brazo hace, y cuando se dice que Él tiene ojos, simplemente significa que Él ve. Este es el único método para transmitir el significado en un lenguaje que podamos entender.

Ahora bien, Dios no se arrepiente como el hombre. Dios dijo que destruiría Nínive por su pecado, pero no lo hizo. Parece que Dios cambió de opinión. ¿Qué pasó en realidad?

Si un individuo, una ciudad o una nación se aparta del pecado y se vuelve a Dios, Él siempre salva. Esto es tan cierto de Dios como la declaración de que Dios destruiría Nínive por su pecado.

Si Nínive hubiera continuado en su carrera temeraria de pecado, Dios habría destruido la ciudad. El hecho es que más de un siglo después, otro profeta llamado Nahum anunció la condenación de esta ciudad y Dios la destruyó.

Pero en esta ocasión, Nínive se volvió a Dios, y dado que Dios nunca cambia ni se arrepiente en realidad, sino que siempre salva a los que se vuelven a Él, salvó a Nínive.

Aunque parecía que Dios se había arrepentido porque no destruyó Nínive, Dios nunca cambia, y eso explica su aparente arrepentimiento con respecto a Nínive. La inmutabilidad de Dios es el terror de los impíos. Dios castiga el pecado; el infierno es una realidad terrible. Dios no sigue los patrones de pensamiento de esta era moderna relegando el infierno al limbo de la edad oscura. Dios no ha cambiado en relación con el castigo del pecado en la actualidad, y el pensamiento del futuro no agregará nada a Su información que lo haga arrepentirse.

Aquí está el lenguaje preciso de las Escrituras: "No es Dios hombre para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. ¿Ha dicho él, y no lo hará? ¿Ha hablado, y no lo cumplirá?" (Números 23:19).

"Toda dádiva buena y todo don perfecto descienden de lo alto, del Padre de las luces, en quien no hay mudanza ni sombra de variación" (Santiago 1:17).

Dios dijo que iba a destruir Nínive porque castiga el pecado. Dios perdonó a Nínive porque Nínive se volvió a Dios, porque Dios perdona a cualquier pecador que se vuelve a Él. Dios no había cambiado; Nínive sí. Nínive se arrepintió.

Aunque parecía como si Dios hubiera cambiado de opinión, no lo había hecho.

Es verdad hoy en día que "la paga del pecado es muerte", pero todo pecador que se vuelve a Cristo no recibe la muerte, sino que recibe la vida. Puede parecer como si Dios se hubiera arrepentido. Pero en realidad, el pecador se ha arrepentido, porque Dios siempre extiende misericordia a aquellos que se vuelven a Cristo


--
ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
http://adonayrojasortiz.blogspot.com


Generalidades de la Escatología Bíblica

NO DEJE DE LEERLO