jueves, 18 de abril de 2024

Rhema

Logos y rhema

Hay dos términos principales en griego que se traducen al español como "palabra": Logos y rhema. Algunos afirman que en el Nuevo Testamento estas palabras se usan para comunicar conceptos diferentes, los cuales no se pueden discernir tan fácilmente en el español porque solo usamos un término para "palabra". En esta interpretación se asevera que Logos se refiere siempre a la verdad de Dios que no cambia, primordialmente la Biblia. Por otro lado el término rhema se considera una palabra para el momento, una palabra inspirada por el Espíritu Santo que viene del Logos y que trae con ella vida, poder y fe para cumplirla. Esta definición de rhema está vinculada también a la idea de que Dios hoy da revelaciones específicas por medio de profecías inspiradas por el Espíritu Santo. Uno oye también a menudo la crítica de que algunos cristianos se han quedado solo con la Biblia (Logos), pero que eso es solo parte de lo que Dios tiene para nosotros porque también existe la palabra profética para hoy (rhema). Como dice Bill Hammon, uno de los defensores de esta posición:

"Eruditos del griego y teólogos bíblicos han debatido la cuestión de que si estas palabras son sinónimos, pero muchos creen que los autores inspirados de la Biblia eligieron cada una de estas palabras para expresar un diferente sentido".

Un ejemplo del uso de Logos sería: "Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra [Logos] de verdad" (2da Tim. 2:15). Mientras que un ejemplo del uso de rhema sería, "Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra [rhema] de Dios" (Ef. 6:17). Inclusive, el diccionario de Vine afirma:

"El significado de [rhema], en su distinción de logos, queda ejemplificado en la instrucción a tomar 'la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios' (Ef. 6:17); aquí la referencia no es a la Biblia entera como tal, sino al pasaje individual de las Escrituras que el Espíritu trae a nuestra memoria para su utilización en tiempo de necesidad, siendo el prerrequisito de ello la lectura habitual y memorización de las Escrituras".

Otro pasaje que se usa mucho en esta perspectiva es Romanos 10:8: " 'La palabra [rhema] está cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón'. Esta es la palabra [rhema] de fe que predicamos".

Debo notar que ya desde la primera vez que oí esta teoría de Logos y rhema experimenté cierto nivel de escepticismo, y si el lector ha leído el capítulo acerca de palabras ya sabe por qué. Esta descripción del sentido y uso de Logos y rhema me parece un poco demasiado conveniente, parece estar tratando palabras griegas de una manera anormal, dándole demasiado sentido teológico. Pero bueno. Como buenos intérpretes suspenderemos la incredulidad hasta investigar los datos.

El hermano Hammon ha declarado que hay un debate entre eruditos acerca de la cuestión de si estas palabras son sinónimas, pero no es así. Son sinónimos. Eso está establecido. No son palabras que quieren decir exactamente la misma cosa, sino palabras cuyos campos semánticos coinciden en parte. Hay pocas palabras que quieran decir exactamente la misma cosa. Entonces, vamos a usar otra vez el gráfico de los campos semánticos para ilustrar la relación entre estas dos palabras.


Figura: Campos semánticos de 'logos' y 'rhema'.

Como podemos ver, las dos palabras tienen mucho en común y rhema cabe casi completamente dentro del campo semántico de logos. Logos, por otro lado, es una palabra con muchos y diferentes sentidos, y tampoco he listado todos los sentidos posibles. Sería un poco raro pensar que una palabra como Logos, que tiene tantos diferentes sentidos solo se usa en la Biblia para designar "la verdad eterna". No es así. Logos es una palabra importantísima en el idioma griego que tiene muchos diferentes usos y aparece un total de 330 veces en el Nuevo Testamento. También vale notar que los sentidos atribuidos a estas palabras en la teoría logos-rhema no son definiciones de diccionario. Ningún diccionario lista la definición de Logos como la "palabra eterna de Dios, o la Biblia" y la de rhema como la "palabra profética para el momento". Estas definiciones son implicaciones que algunos han derivado de la manera en que los autores de la Biblia usan las palabras, y eso es algo muy diferente. Eso es más interpretación bíblica que semántica. Podemos ilustrar las diferencias entre uso y definición así: si yo digo "me voy al auto" y resulta que mi auto es un Toyota no se puede concluir por esto que para Rob "auto" siempre quiera decir "Toyota" —hasta si se ha documentado que yo dije eso cien veces. Es solo que "auto" es algo general y Toyota es algo más específico bajo ese género. Es la diferencia entre lo que quiere decir la palabra y cómo se usa la palabra.

Lo que sí podemos afirmar, quizás, es que aunque las dos palabras quieren decir "lo que se dice", parece ser que en varias ocasiones un autor bíblico elije la palabra rhema en lugar de Logos para dar énfasis en el aspecto declarativo, resaltando que la palabra está siendo pronunciada.

La palabra rhema se usa 68 veces en el Nuevo Testamento. Si observamos todas las instancias en contexto surgen los siguientes usos o sentidos de la palabra:

33 veces: es una palabra en relación a la acción de hablar (decir, preguntar, oír, etc.).

17 veces: es una palabra sin referencia a la acción de hablar.

9 veces: es una cosa o asunto.

8 veces: es un dicho o afirmación.

Parece confirmar que el uso preferido de rhema está relacionado con la acción de hablar. Por ejemplo, en 1ra Pedro 1:25 dice:

"Y ésta es la palabra [rhema] del evangelio que se les ha anunciado a ustedes".

El contexto mismo señala que estamos hablando de la palabra de Dios en el sentido del evangelio, porque es el evangelio que ha sido anunciado. Pero también es instructivo ver el contexto más amplio porque Pedro se ha referido a "palabra" ya dos otras veces, y este pasaje es en realidad un pasaje acerca de la palabra de Dios:

"23 Pues ustedes han nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente imperecedera, mediante la palabra [Logos] de Dios que vive y permanece. 24 Porque 'todo mortal es como la hierba, y toda su gloria como la flor del campo; la hierba se seca y la flor se cae, pero la palabra [rhema] del Señor permanece para siempre' ".

En la primera instancia se usa Logos y este uso coincide con la idea de que Logos es la verdad eterna de Dios: "la palabra de Dios que permanece para siempre". Pero luego Pedro cita un pasaje del Antiguo Testamento para apoyar su afirmación y allí la palabra griega no es la que esperábamos: "La palabra [rhema] de Dios permanece para siempre". Debería haber sido Logos, porque de acuerdo con la teoría la palabra eterna es Logos. Este es un buen pasaje para ilustrar que aunque sí hay sutiles diferencias entre las palabras, estas diferencias no son realmente tan significativas y es difícil creer que los autores bíblicos las usaron tan específicamente como se asevera.

Otro ejemplo significativo de rhema está en Hebreos 11:3 donde se declara que "el universo fue formado por la palabra [rhema] de Dios". Seguramente se usa rhema para dar énfasis en el hecho de que en la narrativa de la creación Dios usó palabras o declaraciones para crear el mundo. Pero afirmar que rhema aquí significa que esta era una palabra "para el momento" sería un poco raro. Obviamente no tiene nada que ver con profecía personal.

Otro pasaje donde se usan las dos palabras nos muestra esta tendencia de usar rhema para describir lo dicho:

"Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra [rhema] ociosa que hayan pronunciado. Porque por tus palabras [Logos] se te absolverá, y por tus palabras [Logos] se te condenará" (Mateo 12:36–37).

La única diferencia de sentido es que en la primera se da énfasis a lo que se ha pronunciado. Los otros usos hablan de palabras abstractas, no del acto de ser pronunciadas. Pero por otro lado, usar rhema para dar énfasis en la palabra dicha no es una regla invariable. En Juan 12:48, se usan las palabras al revés y la teoría de logos-rhema no tiene el más mínimo sentido aquí:

"El que me rechaza y no acepta mis palabras [rhema] tiene quien lo juzgue. La palabra [Logos] que yo he proclamado lo condenará en el día final".

Otro lugar en el que también es al revés es en Hechos 5 donde Ananías y Safira intentan engañar a la Iglesia y al Espíritu Santo. Observen lo que le dice Pedro a Ananías y lo que sucede:

"Ananías —le reclamó Pedro—, ¿cómo es posible que Satanás haya llenado tu corazón para que le mintieras al Espíritu Santo y te quedaras con parte del dinero que recibiste por el terreno? ¿Acaso no era tuyo antes de venderlo? Y una vez vendido, ¿no estaba el dinero en tu poder? ¿Cómo se te ocurrió hacer esto? ¡No has mentido a los hombres sino a Dios!

Al oír estas palabras [Logos], Ananías cayó muerto. Y un gran temor se apoderó de todos los que se enteraron de lo sucedido".

Si este no es un ejemplo de una palabra profética de Dios para el momento y para el individuo en su situación personal ¡no sé qué tipo de declaración lo sería! Pero las palabras de Pedro se denominan Logos no rhema.

Uno de los problemas con esta cuestión es que hay tantos usos de ambas palabras en el Nuevo Testamento, y tantas diferentes traducciones de cada una que la tarea de comparación es monumental. Eso quiere decir que si uno inventa una teoría como la de logos-rhema no será muy difícil encontrar algunos pasajes en que parece tener sentido. Además solo alguien que conoce el griego y tiene el tiempo libre para hacer la investigación podrá negar tal teoría. Para colmo, ¿a quién le interesa oír largas discusiones técnicas acerca de semántica cuando la teoría de logos-rhema ya ha capturado el corazón? Muchas interpretaciones rigen por el mero hecho de ser más interesantes que sus negaciones.

Creo que lo que ha sucedido es que algunos han observado el uso de rhema en instancias donde literalmente se hablan palabras, y se ha interpretado eso como algo mucho más significativo de lo que es. No es nada más que una sutileza del idioma griego que (no siempre, pero a veces) cuando uno describe la acción de decir una palabra se usa el término rhema. Pero no es una regla fija y no significa nada más profundo que eso. No se refiere a enseñanzas, profecías, palabras de conocimiento o revelaciones personales. Para colmo el diccionario de Vine no es fiable en su "definición" de rhema. Como hemos visto, se dice que basado en el sentido de rhema, cuando Pablo habla de la espada del espíritu quiere decir un pasaje bíblico que se nos va a ocurrir en el momento en que lo necesitamos. Pero esto es especulación que va mucho más allá de lo que dice el pasaje. Aún si aceptáramos la teoría logos-rhema esto no implicaría que Pablo está hablando de un pasaje de la Biblia que Dios trae a la mente en el momento oportuno.

¿Por qué usa Pablo rhema aquí cuando todas las otras veces que habla de la palabra de Dios usa Logos? No está claro. Algunos sugieren que es porque se trata de la palabra de Dios como "el evangelio" y eso sería algo proclamado. La otra idea es conectarlo con la respuesta de Jesús al diablo cuando es tentado: "Escrito está: 'No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra [rhema] que sale de la boca de Dios' " (Mateo 4:4).

Pero regresando a Efesios 6, hay otra razón por la que no deberíamos dar demasiado énfasis a rhema en el versículo 17. En el versículo 19 Pablo pide a los lectores de la carta que oren por él para que "cuando hable, Dios me dé las palabras [Logos] para dar a conocer con valor el misterio del evangelio". No se trata de traer pasajes bíblicos a la memoria, sino de la inspiración del Espíritu Santo para compartir el evangelio en el momento preciso. ¡Y para colmo Pablo describe el resultado de esa inspiración con Logos, no rhema!

Después de todo esto, y a pesar de que estoy en desacuerdo con la teoría del logos-rhema, no estoy diciendo que los temas que se han proclamado por medio de esas falsas distinciones son completamente sin mérito. Ya hemos visto en la primera parte del libro una distinción similar a la que se hace con logos-rhema: que por un lado tenemos el canon de las escrituras —cerrado, establecido y finalizado— pero que por otro lado todos los creyentes afirman que Dios todavía se comunica con nosotros de una manera u otra. ¡Si es por palabras de profecía o no es una pregunta en la cual no me voy a meter en este libro!


 Rob Haskell, Hermenéutica: Interpretación Eficaz Hoy (Viladecavalls, Barcelona: Editorial CLIE, 2009), 270–277.


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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
http://adonayrojasortiz.blogspot.com


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