viernes, 27 de febrero de 2015

Su devocional diario

 

El camino estrecho

Leer | Mateo 7.13, 14

27 de febrero de 2015

Al igual que muchas personas hoy, los israelitas del tiempo de Jesús creían que estaban destinados a ir al cielo. Pensaban erróneamente que estar asociados con el pueblo de Dios, hacer buenas obras y tener fe intelectual era todo lo que necesitaban.

Para ayudarnos a entender cómo entrar en el reino de su Padre, el Señor Jesús habló de dos caminos en direcciones opuestas. Uno es un camino ancho por donde viaja la mayoría de las personas. Es un viaje fácil, ya que permite todo tipo de filosofías. Debido a que casi todo es aceptable, cada persona es libre de ser indulgente consigo misma y de elegir lo que le parezca mejor. La senda ancha promete darnos cualquier cosa que deseemos, pero al final no da nada que tenga valor perdurable.

El otro camino es el estrecho. Tiene una entrada pequeña, porque solamente hay una manera de reconciliarse con Dios —que es por medio de la fe en Cristo. Viajar por este camino requiere un compromiso con el Salvador y un estilo de vida de dependencia, sacrificio y fe.

Una vez que pertenecemos a Jesús, el Espíritu Santo nos da el poder para amar a Dios con todo nuestro corazón, amar a nuestros prójimos y cumplir con los propósitos del Señor. En contraste con las desilusiones que se encuentran en el camino ancho, cada promesa divina está garantizada en el camino estrecho.

Cada uno de nosotros tiene que elegir qué camino va a tomar: el ancho que termina en desesperación y separación eterna de Dios, o el estrecho que lleva a la vida eterna.

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jueves, 26 de febrero de 2015

manuscrito de Maros del año 80 por tarde!

Este pedazo de papiro es un hallazgo maravilloso, y parece que ahora es considerado como auténtico. Es un trozo del Evangelio de Marcos de los años 80 a más tardar. Proviene de Egipto y fue fechada científicamente por su estilo de caligrafia, por la prueba carbono-14 y por los otros textos encontrados cerca de él.

He hablado con mis alumnos sobre manuscritos del Nuevo Testamento y generalmente termino con, "Pero encontrarán papiros aún más antiguos y más notables en los próximos años, es seguro."

Y aquí estamos:

Es sólo una pequeña porción de Marcos 5:15-18 (la historia del exorcismo de Legión) y es del tamaño de dos dedos. En la sexta línea se puede ver parte de la palabra para "poseído por el demonio" (δαιμο = …daimo…)

daimo

Es letra tras letra de acuerdo con el texto del Nuevo Testamento crítico o ecléctico – la Nestlé-Aland edición 28 – usado hoy en día en todo el mundo y el cual es la base para las versiones nuevas de la Biblia. Las letras son totalmente claras.

Hay dos lecciones:

Primero que nada, es una evidencia más que el Nuevo Testamento es confiable, y que este pedacito indica que no es verdad que "ellos cambiaron la Biblia", como algunos no creyentes o sectarianos quieren reclamar.

También indica de que el Nuevo Testamente fue, en su forma original, escrito en griego koiné, el idioma común de ese parte del mundo. Una vez más tenemos que hacer la pregunta, Si los apóstoles supuestamente escribieron sus libros en hebreo – una hipótesis sin evidencia que proviene del campo seudo-mesiánico – entonces, ¿dónde está la evidencia?

Más, aunque esta porción pequeña no contiene el nombre o el título de nuestro Señor, las formas que tendría sería griegas:  Iesous/Ιησους (la forma griega de Yeshua y Jesús) y Jristos/Χριστος (la forma griega de Cristos).

mark-manuscript

"El evangelio de Marcos – escrito en griego en el primer siglo," por Gary S. Shogren, Ph. D., Profesor de Nuevo Testamento, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica




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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor

El estado secular, las creencias religiosas y el aborto

Justicia

Uno de los argumentos de aquellos que están a favor del aborto es que el estado no puede basar sus leyes en creencias religiosas. "Debemos mantener a toda costa la separación entre la iglesia y el estado", dicen ellos. Pero es una falacia pretender tratar con aquellos conceptos que servirán de base a la promulgación de las leyes – tales como los valores, la moralidad, el significado de la vida o la identidad humana – desde una postura netamente secular. De una forma u otra todos traerán a la mesa de discusión sus propios conceptos sobre la existencia o inexistencia de Dios o sus propias ideas de lo que constituye el bien mayor para el individuo y para la colectividad.

Es discriminatorio, entonces, tratar de acallar la voz de los cristianos en ese foro público, sobre la premisa de que nuestras opiniones son religiosas, porque a la larga todas las opiniones que se emitan en esa plataforma serán tan esencialmente religiosas como los argumentos religiosos que ellos rechazan.

Pensemos en el aborto, por ejemplo. ¿Cómo vamos a determinar la naturaleza del nonato? ¿Quién define el momento en que una vida humana comienza a ser sagrada y digna de protección? O ¿cuáles son los valores que debemos colocar como prioritarios al legislar sobre este asunto, el derecho que tiene la madre a decidir si continúa con el embarazo o el derecho que tiene la criatura en gestación a ser protegida? Cualquiera que sea nuestro proceso de argumentación, será imposible mantenerlo en un terreno netamente secular.

De modo que si los cristianos abogamos por valores morales absolutos de ninguna manera estamos atentando contra la separación de la iglesia y el estado (una idea, por cierto, que surgió dentro del seno del cristianismo). En una democracia liberal se debe permitir en el debate la participación de todos los que tengan algo que aportar, cualquiera que sean sus convicciones religiosas o filosóficas.

Por supuesto, la mayor contribución de la iglesia no es la de tratar de moralizar a la nación, sino la de predicar el mensaje del evangelio, por medio del cual los individuos son reconciliados con Dios a través de la persona y la obra de Cristo, y transformados por el poder del Espíritu Santo. Aunque debemos señalar que la historia ha sido testigo una y otra vez de los beneficios colaterales que han producido los grandes avivamientos del cristianismo a nivel social.

Pero como ciudadanos que somos de la nación, los cristianos no solo tenemos una contribución que hacer en este debate moral, sino que tenemos la obligación de hacerlo por causa del mandato de nuestro Señor Jesucristo de amar a Dios con todos nuestro corazón, con toda nuestra alma y con toda nuestra mente, y amar al prójimo como a nosotros mismos. No es el odio ni la discriminación fanática la que motiva nuestro discurso, sino una genuina preocupación por el bien común.

Por otra parte, aquellos que pretenden mantener la discusión sobre el aborto fuera del marco de toda discusión religiosa, no se dan cuenta de lo peligroso que resulta ese argumento para sí mismos. Si defendemos la vida humana desde su concepción hasta la muerte es porque creemos que el hombre es un ser creado a imagen y semejanza de Dios (Gn. 1:26-289:6). Si echamos a un lado esta premisa "religiosa" ya no tenemos razón alguna para colocar a los seres humanos por encima de los animales. Cuando una sociedad acepta esta cosmovisión, está sembrando la semilla de su propia destrucción.


a propósito mire también el argumento de este columnista:




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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor




respondiendo a un ateo

Respuestas a un ateo
por Lee Stroble

De buenas a primeras calculé que los cristianos habían cometido un error táctico. Otras religiones creen en todo tipo de dioses amorfos e invisibles y eso es difícil de definir de una manera u otra. Pero los cristianos basaban su religión en las supuestas enseñanzas y milagros de alguien que ellos alega- ban que era una persona histórica real, Jesucristo, quienes, según ellos, es Dios.

Pensé que esto era un craso error porque si Jesús realmente había vivido, habría dejado algún tipo de evidencia histórica. Me imaginé que lo único que necesitaba hacer era verificar la verdad histórica acerca de Jesús y descubriría que él era un hombre bueno, quizá una persona muy moral y un maestro excelente, pero sin dudas, nada absolutamente de Dios.

Comencé haciéndome la primera pregunta que hace cualquier buen periodista: «¿Cuántos ojos hay?» En el argot popular el término «ojo» quiere decir «testigo ocular». Todo el mundo sabe cuán convincente puede ser el testimonio de testigos oculares para establecer la veracidad de un suceso. Créeme, he visto a muchos acusados ir a la cárcel por causa del testimonio de testigos oculares.

Así que yo quería saber: «¿Cuántos testigos conocieron a esta persona de nombre Jesús? ¿Cuántos escucharon sus en- señanzas? ¿Cuántos le vieron realizar milagros? ¿Cuántos en realidad lo vieron luego de que, supuestamente, resucitara?»

Me sorprendió descubrir que no solo había un testigo, sino que fueron muchos y el Nuevo Testamento contiene escritos tangibles de varios de ellos. Por ejemplo, están Mateo, Pedro, Juan y Santiago, todos fueron testigos presenciales. Está Mar- cos el historiador, quien cuenta el relato de primera mano de Pedro; está Lucas, un médico que escribió una biografía de Jesús basada en el testimonio de testigos presenciales y está Pablo, cuya vida se viró al revés después que dijo que había encontrado al Cristo resucitado.

Pedro fue categórico al decir que estaba contando informa- ción exacta de primera mano. «Cuando les dimos a conocer la venida de nuestro Señor Jesucristo en todo su poder, no estábamos siguiendo sutiles cuentos supersticiosos», escribió,

«sino dando testimonio de su grandeza, que vimos con nuestros propios ojos».(3)

Juan dijo que estaba escribiendo acerca de «lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado, lo que hemos tocado con las manos». (4)

Tomado del libro Como piensan los incrédulos por Lee Stroble . ISBN: 978-0-8297-4610-5 ©2006 por Lee Stroble. Usado con permiso de Editorial Vida.

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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor

resistir

¿Cómo ser resistentes a pesar de nuestras debilidades?
por John MacArthur

Aunque las vasijas de barro son baratas, ordinarias y desechables también son sorprendentemente duraderas. Pueden aguantar una enorme cantidad de tensión y maltrato. Aun astilladas todavía pueden ser útiles. Uno las puede restregar todo lo que quiera y no se desgastan. El calor prolongado de un horno no las daña. Por supuesto, pueden romperse, pero además de eso no hay muchas cosas que puedan arruinar a una vasija de barro.

El liderazgo de Pablo tenía esas mismas características. Él describió su vida de constantes pruebas en 2 Corintios 4. 8-9: «Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos».

Sí, él era una vasija de barro, de alguna forma frágil, rompible, reemplazable, sin valor. Pero no lo subestime tampoco. Él era una vasija de barro fuerte, no una porcelana frágil. Esta cualidad es absolutamente esencial para cualquiera en el liderazgo: El líder es resistente.

Eso es un verdadero compañero de la virtud de la humildad. El líder, aunque conoce sus propias debilidades, debe ser fuerte y robusto.

Los líderes siempre tienen pruebas. Después de todo, el liderazgo tiene que ver con las personas y estas causan problemas. Algunas de ellas son los problemas. El líder, aunque sepa de su propia fragilidad, debe encontrar fuerzas para aguantar cualquier tipo de prueba incluyendo la presión, la perplejidad, la persecución y el dolor. Observe que Pablo habla de las pruebas en una serie de cuatro contrastes vívidos (atribulados, no angustiados; en apuros, no desesperados; perseguidos, no desamparados; derribados, no destruidos).

Para aquellos que acusaban que las debilidades de Pablo invalidaban su ministerio, les respondió que había sido lo suficientemente fuerte para aguantar cada una de las terribles experiencias que enfrentó. Lo que no lo podía matar lo hacía más fuerte. Pablo (igual que una vasija de barro) era humilde, pero duradero. Estaba muy consciente de todas sus debilidades. Pero al mismo tiempo, era fuerte en esas debilidades (2 Corintios 12.10).

No hay nada más cercano a Cristo que esa clase de fuerza en la debilidad: «Porque aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros» (2 Corintios 13.4). Una vez más vemos que la fortaleza detrás de nuestra resistencia es el poder de Dios. Aquel líder que es llamado, capacitado por Dios y depende totalmente de Dios para obtener su fuerza tiene recursos infinitos. ¿Resistente? Ese líder es prácticamente invencible.

Pablo no era de la clase de alfarería decorativa que se pone en un estante en algún lugar. Era una vasija creada sin misericordia. Había sido maltratado por personas que estarían felices de verlo romperse en miles de pedazos. Las circunstancias de su vida y su ministerio pasajero le aña- dieron también muchos obstáculos además de la tensión de tratar con las personas.

Pablo escribió: «Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo», en 2 Corintios 1.5; «pues fuimos abrumados so- bremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida. Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte» (vv. 8-9). «Antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos» (6.4-5).

Esto no era nada nuevo para él. En su epístola anterior a la iglesia de Corinto, escribió: «Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija. Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la soportamos. Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos» (1 Corintios 4.11-13).

Tomado del libro Llamado a Liderar © 2011 por John MacArthur. ISBN 978-1-60255-437-5. Usado con permiso de Grupo Nelson.

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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor

miércoles, 25 de febrero de 2015

La Tormenta

El mensaje en la tormenta

Leer | Salmo 62.1-8

25 de febrero de 2015

Una de las cosas más difíciles que debemos hacer como cristianos es "[esperar en Dios] en silencio" (Sal 62.1 LBLA), pues tendemos a pensar que esperar es no hacer nada.

Pero en este salmo, la palabra esperar tiene un significado diferente; tiene la connotación de "hacer una pausa para recibir más instrucciones". En vez de optar por la pasividad, debemos elegir cesar en nuestras acciones y escuchar la instrucción de Dios. A veces, el Señor guarda silencio por un tiempo, pero siempre con un propósito. Conoce el momento perfecto para que actuemos, y hasta que llegue ese momento tenemos que esperar. Se necesita más fortaleza para estar quietos en medio de una tormenta, que para buscar una solución.

Puedo decirle que a mí, también, algunas veces me impacienta la espera. Cuando eso sucede, puedo ponerme nervioso y cuestionar a Dios o quejarme. Pero esas reacciones no se ajustan a lo que somos como cristianos. Pablo nos dice claramente: "Por nada estéis afanosos" (Fil 4.6); nos pide en vez de eso que oremos al Señor, quien ofrece paz. Debemos esperar en silencio sin quejarnos, lo que significa que debemos tener paciencia. Para ello, tenemos que confiar en la sabiduría, el amor, el poder y el tiempo de Dios. Es imposible tomar el camino equivocado cuando somos obedientes al Señor.

La clave para tener paz en la tormenta es esperar en Dios solamente. Si nos negamos a hacerlo, nos volvemos más propensos a tomar malas decisiones. Él escucha cada oración, pero debemos estar dispuestos a esperar en silencio para escuchar su respuesta...


Mensaje de Charles Stanley "En Contacto..."




Gracias!

Bendiciones...



ADONAY ROJAS ORTIZ

lunes, 16 de febrero de 2015

Ah!

"El Señor me ha hospedado en este mundo
hecho por sus propias manos.
Ha puesto un fino aire transparente para que yo pueda
Respirarlo y ver al mismo tiempo a través de él los
hermosos paisajes, los rostros amados, el cielo azul.
El Señor ha puesto el sol que alumbra mis pasos en el día,
y la luz mitigada de las estrellas que vela mi sueño por
las noches. Ha sujetado el mar a mis pies con una cinta
de arena y la montaña con una raíz de flor.

El Señor ha soltado, en cambio, los ríos y los pájaros
que refrescan y alegran el mundo que me ha dado, y ha hecho crecer también la blanda hierba, los flexibles arbustos, los buenos árboles, prendiéndoles collares de rocío, racimos de frutas, manojos de flores, para regalo de mis labios y mis ojos.

Todo esto ha hecho el Señor. Y, sin embargo, Yo, como huésped rústico,
me muevo con torpeza y con desgana, sigo extrañando vagamente otras cosas…
No sé qué intimidad, qué vieja casa mía…" (Dulce María Loynaz)

miércoles, 11 de febrero de 2015

Antonio Machado




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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor




Cómo estudiar el Antiguo Testamento - Edesio Sanchez Cetina

jueves, 5 de febrero de 2015

por John Stott

El peligro de ver al liderazgo en términos de proyectos y programas
por John Stott

El «liderazgo» es un concepto que comparten la iglesia y el mundo. Sin embargo, no debemos pre- suponer que tanto los cristianos como los no cristianos lo entiendan de la misma forma. Ni debemos adoptar modelos de administración del mundo secular sin someterlos primero a un escrutinio cristiano crítico. Jesús introdujo en el mundo un nuevo estilo de liderazgo. Él expresó la diferencia entre lo viejo y lo nuevo en estos términos:

Así que Jesús los llamó y les dijo: «Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos. Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos». Marcos 10:42-45

Por eso, entre los seguidores de Jesús, el liderazgo no es sinónimo de señorío. Nuestro llamado es a servir, no a mandar; a ser esclavos, no amos. Sí, es verdad que hasta cierto grado cada líder tiene autoridad, de otra manera el liderazgo sería imposible. Jesús les dio autoridad a los apóstoles y la ejercieron tanto en la enseñanza como en la disciplina de la iglesia. Incluso los pastores de hoy, aunque no son apóstoles y no poseen la autoridad apostólica, se deben «respetar» por su posición «sobre» la congregación (ver 1 Tesalonicenses 5:12ss), y hasta se deben «obedecer» (Hebreos 13:17). No obstante, el énfasis de Jesús no radicaba en la autoridad de un líder-gobernante sino en la humildad de un líder-siervo. La autoridad por la cual dirige el líder cristiano no es el poder sino el amor, no la fuerza sino el ejemplo, no es coerción sino persuasión razonada. Los líderes tienen poder, pero el poder es seguro solo en las manos de los que se humillan para servir.

¿Cuál es el motivo del énfasis de Jesús en el servicio del líder? Por una parte, no hay duda, porque el principal riesgo del oficio de liderazgo es el orgullo. El modelo de los fariseos no concordaba con la nueva comunidad que Jesús estaba construyendo. A los fariseos les encantaban los títulos diferenciales como «Padre», «Maestro», «Rabí», pero esto era tanto una ofensa para Dios a quien le pertenecen estos títulos, como perjudicial para la hermandad cristiana (Mateo 23:1-12).

Sin embargo, la razón principal que tuvo Jesús para hacer énfasis en el rol de un siervo líder es que sin dudas el servicio a otros es un reconocimiento tácito del valor de las personas a quienes sirve. Últimamente me ha preocupado observar que el mundo está tomando prestado el modelo del «servicio» del liderazgo y lo está elogiando por razones incorrectas. Robert K. Greenleaf, por ejemplo, especialista en el campo de la investigación y la educación gerencial, en 1977 escribió un largo libro titulado Servant Leadership [Liderazgo del siervo], al que le colocó un subtítulo intrigante: «Un recorrido por la naturaleza del poder legítimo y la grandeza». Él cuenta que el concepto de «el siervo como líder» lo tomó del libro de Hermann Hesse El viaje a Oriente, en el cual Leo, el siervo insignificante de un grupo de viajeros, al final resultó ser su líder. El «principio moral» que el Sr. Greenleaf saca de esto es que «el gran líder se ve primero como siervo». O, expresándolo en una forma todavía más completa: «La única autoridad que merece la lealtad de uno es aquella que los seguidores otorgan al líder con libertad y conciencia como respuesta y en proporción a la evidente talla de siervo en el líder. Los que eligen seguir este principio … responderán libremente solo a aquellos que han sido escogidos como líderes porque ya son siervos probados y confiables».24 No niego la verdad de esto, que los líderes tiene que mostrar primero su valía mediante el servicio. Pero el peligro del principio como él describe es que el servicio es solo el medio para lograr el fin (en otras palabras, calificarlo a uno como líder), y por lo tanto solo lo elogia por su utilidad pragmática. Sin embargo, esto no es lo que Jesús enseñó. Para él el servicio era un fin en sí mismo. T.W. Manson expresó está diferencia en una forma preciosa cuando escribió: «En el reino de Dios el servicio no es una manera de adquirir nobleza: es nobleza, la única clase de nobleza que se reconoce».25

Entonces, ¿por qué Jesús lo comparó con el más grande? ¿No debe relacionarse nuestra respuesta con el valor intrínseco del ser humano, que era la presunción tras su propio ministerio de amor desinteresado y que es el elemento esencial de la perspectiva cristiana? Si los seres humanos son hechos a la imagen de Dios, entonces se les debe servir y no explotar, respetar y no manipular. Como Oswald Sanders lo expresó: «La verdadera grandeza, el verdadero liderazgo, no se logra reduciendo a los hombres al servicio de uno sino entregándose uno al servicio desinteresado de ellos».26 Aquí yace también el peligro de ver al liderazgo en términos de proyectos y programas. El liderazgo indefectiblemente implicará el desarrollo de estos, pero las personas tienen prioridad sobre los proyectos. Y no se deben «manipular» ni siquiera «manejar». Aunque esto último es menos degradante para los seres humanos que lo primero, ambas palabras se derivan de manus, que significa mano, y ambas expresan «el manejo» de las personas como si fueran artículos de consumo en vez de personas.

Así que, de hecho, los líderes cristianos sirven, no a sus propios intereses sino a los intereses de los demás (Filipenses 2:4). Este simple principio saca al líder del individualismo excesivo, del aislamiento extremo y del egoísmo que intenta crear un imperio propio, porque los que sirven a otros, sirven mejor en grupo. El liderazgo en equipo es más saludable que el liderazgo en solitario, por varias razones. Primero, los miembros de un equipo se complementan unos a otros, se apoyan unos a otros con sus talentos y se compensan unos a otro en sus debilidades. Ningún líder tiene todos los dones, ningún líder debe tener todo el control del liderazgo en sus manos. Segundo, los miembros del equipo se animan unos a otros, identificando los dones de cada uno y motivándose unos a otros para desarrollarlos y usarlos. Como Max Warren decía: «El liderazgo cristiano no tiene nada que ver con la auto afirmación, pero sí tiene que ver con animar a la gente a que se afirmen a sí mismos».27 Tercero, los miembros del equipo se rinden cuentas unos a otros. El trabajo compartido significa compartir las responsabilidades. Entonces, nos escuchamos el uno al otro y aprendemos el uno del otro. Tanto la familia humana como la familia divina (el cuerpo de Cristo) son contextos de solidaridad en los cuales cualquier ilusión incipiente de grandeza se disipa con rapidez. «Al necio le parece bien lo que emprende, pero el sabio atiende al consejo» (Proverbios 12:15).

En todo este énfasis cristiano sobre el servicio, el discípulo solo busca seguir y reflejar a su maestro. Aunque él fue Señor de todos, Jesús se hizo siervo de todos. Colocándose el delantal de servidumbre, se arrodilló para lavar los pies de los apóstoles. Ahora él nos dice que hagamos cómo él hizo, que nos vistamos con humildad y que en amor nos sirvamos los unos a los otros (Juan 13:12-17; 1 Pedro 5:5; Gálatas 5:13). Ningún liderazgo es auténticamente como el de Cristo si no está marcado por el espíritu de servir con humildad y gozo.

Tomado del libro Oportunidades y retos sociales por John Stott. ISBN 9780829761993 Usado con permiso de Editorial Vidal.

24.  Greenleaf, Servant Leadership, pp. 7-10.

25.  Manson, T.W., The Church's Ministry [El ministerio de la iglesia], Hodder & Stoughton, 1948, p. 27. Ver también John Stott, Calling Christian Leaders [Llamado a los líderes cristianos], InterVarsity Press, Leicester, 2002.

26  Sanders, Spiritual Leadership [Liderazgo espiritual], p. 13.

27  Warren, M.A.C., Crowded Canvas [Lienzo lleno], Hodder & Stoughton, Londres, 1974, p. 44.


martes, 3 de febrero de 2015

LA OFRENDA MISIONERA

LA OFRENDA MISIONERA

En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro interés por mí; ciertamente lo teníais, pero os faltaba la oportunidad para manifestarlo. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros únicamente, pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. No es que busque donativos, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. Pero todo lo he recibido y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis, olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. 
Filipenses 4: 10 al 20

Es común escuchar textos sacados de sus respectivos contextos. Algunas veces nosotros que sabemos esto, lo admitimos, porque los resultados que se nos prometen son alentadores e interesantes. Y uno de esos textos es el que dice: 

"Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús." 
Filipenses 4:19



La ofrenda misionera responde a toda una estructura y a todo un concepto de lo que son las misiones. No es una añadidura ni una carga para la Iglesia local. La ofrenda misionera es una gran bendición tanto para la obra como para quienes partimos de ella.

En principio debemos entender que este texto no es una promesa general, sino una promesa dirigida a los filipenses que habían hecho algo muy loable al contribuir en la obra de Dios en particular con el apóstol Pablo. 

Esta iglesia había sido la única, como el mismo Pablo explica, que había sostenido financieramente la labor evangelizadora y cubierto especialmente las necesidades de Pablo. Ninguna otra iglesia lo había hecho. Y tiempo antes de escribir esta carta, había llegado Epafrodito con la contribución de los filipenses. 

Naturalmente, Pablo estaba agradecido, porque en este sostenimiento para el misionero, él veía el cuidado que ellos tenían del apóstol.

En todo este pasaje de las ofrendas para sostener a Pablo, hay algunas cosas que debemos notar:

1. En primer lugar el lenguaje sacrificial que utiliza el apóstol: 

"fragante aroma, sacrificios aceptable, agradable a Dios"

La ofrenda que ellos habían dado la está definiendo como un sacrificio espiritual hecho por los filipenses. A la luz de los términos que utiliza esta "ofrenda misionera", como la llamaríamos hoy, es una "ofrenda de olor grato", como lo llamaría el Antiguo Testamento. Recordemos que nosotros, como cristianos somos sacerdotes y, como tales, estamos llamados a presentar…

"sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo" 
1 P. 2:5 

Y las ofrendas en general, y el sostén misionero en particular, son unos de los tantos "sacrificios espirituales".

Si bien el sacrificio personal lo recibe un hombre, la ofrenda como tal la recibe Dios, y él se agrada en ello. El proverbio dice que "el que al pobre da, a Jehová presta" (Pr. 19:17), y Dios no es deudor de nadie. 

Al sostener al siervo en su labor misionera uno está proveyendo para que el evangelio siga extendiéndose, lo cual es la voluntad de Dios. Y como estamos en el mundo y las cosas de este mundo cuestan, la labor evangelístico-misionera debe ser costeada. 

En este sentido, el Señor había tocado los corazones de los filipenses, y ellos habían sido sensibles a esta necesidad; al obedecer ofrecían este sacrificio espiritual, que obviamente Dios aceptaba.

Pablo estaba ahora bien abastecido, tenía para desenvolverse, aunque momentáneamente estaba en prisión.

2. Lo segundo que es importante recalcar es que Pablo no buscaba el sostén en sí, sino fruto que abundara en la cuenta de los filipenses (4:17). 

Él sabía que este sacrificio espiritual que ellos estaban haciendo al sostenerlo iría a redundar en cierto beneficio para ellos. 

Muy probablemente él había enseñado al respecto y ellos entendieron este tema.

3. Lo tercero es la actitud de Pablo. 

Él sabe vivir de cualquier forma, sea en escasez o en abundancia. Ha sido probado en todo, y su desenvolvimiento en la vida y en el ministerio no dependen primariamente de los recursos financieros. 

En otros lugares él tuvo que hacer tiendas para no ser gravoso a nadie, y aun así predicaba y enseñaba. 

Él vivía lo que en otro lado enseña: el contentamiento con lo que tenía. Sabía que él estaba en las manos de Dios, él lo había comisionado, y él sostendría su vida y ministerio. No estaba desesperado ni temeroso por lo que sucedería.

4.Y lo cuarto es la promesa que a todos nos gusta: 

"Mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús." 

Dios no se olvidaría de ese sacrificio espiritual que hicieron, sino que lo recordaría, porque lo recibió. Y así como los filipenses proveyeron para las necesidades de Pablo, Dios proveería para las necesidades de ellos y lo haría en abundancia

Lo triste del caso es que muchas veces sacamos esta última promesa del contexto en que se la presenta y gozosamente esperamos una fantasía. 

Porque los filipenses iban a recibir la provisión de Dios, porque ellos previamente habían provisto, y por un buen tiempo, para la obra misionera y, en particular, para el sostén del apóstol. 

Algunas veces nosotros queremos recibir la provisión abundante de Dios, pero sin anteriormente proveer a nadie, sin contribuir al sostén de ningún misionero, sin pensar en la obra de Dios. Esto simplemente es pura fantasía; no es lo que está diciendo el texto.

Aquí como en otros lugares, Pablo enseña el ser dadivosos para la extensión del evangelio, no pensando en lo que vamos a recibir de vuelta, sino en lo que otros van a recibir al tener un encuentro con el Señor. 

Tener la visión de la extensión del evangelio, de la salvación de numerosas vidas. Lo que antes llegó a nosotros y nos restauró en múltiples formas, ahora también podría llegar a otros. Como gratitud por lo que hizo el Señor por nosotros, queremos que así otros tengan la misma bendición. 

Y Dios recompensará en abundancia nuestra actitud.

El secreto de nuestro gozo en el Señor es saber que Dios es fiel a lo que prometió. Sabemos que él cumple. 

Quizá nosotros entendemos algo que se llama "abundancia" y que tiene que llegar de una determinada manera y llega de otra, y nos desilusionamos o no lo vemos. No estamos viviendo con "contentamiento"; estamos insatisfechos, y estamos ignorando que aun lo que tenemos, aunque sea poco, ha sido provisto por Dios y él no nos ha abandonado.

Quizá nos falte la otra parte: no la de los filipenses, sino la de Pablo. "Sé vivir en pobreza y sé vivir en prosperidad." Y a continuación pone el otro texto favorito: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece." 

Nosotros cambiamos los verbos y los tiempos: "Tuve que vivir en pobreza y quiero vivir en prosperidad"

Independientemente de las circunstancias materiales y financieras, Pablo podía estar gozoso y hacer su labor. Su gozo no dependía de lo engrosado de sus bolsillos y bienes materiales, sino de saber que el favor de Dios reposaba sobre su vida, que la misión seguía adelante, que la gente se convertía, que el infierno se vaciaba, y que había constante gozo en los cielos.

Poderlo todo en Cristo cuando uno nada en la superabundancia no tiene mucha gracia. ¿Así quién no? 

El texto más se aplica cuando hay escasez de todo y no obstante "todo lo puedo en Cristo". 

El Señor nos fortalece en nuestras debilidades, y aun en debilidades económicas. 

Saber vivir gozosamente, independientemente de las condiciones económicas es algo que nosotros debemos aprender, máxime en estos tiempos donde tanto materialismo ha engrosado las filas cristianas.

Aplicación

La Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana es una Iglesia misionera y la ofrenda misionera tiene su base en eso, somos misioneros.

El papel de la Iglesia local es cumplir el propósito de Dios. 

Mateo 16.18

La Iglesia tiene un propósito, no es estática, se va moviendo sin que haya quien la detenga. Va trabajando, derribando barreras.

Antes que nada el trabajo misionero es un trabajo espiritual, ¿para qué llamó Dios a Pablo?

Pero levántate y ponte sobre tus pies, porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto y de aquellas en que me apareceré a ti, librándote de tu pueblo y de los gentiles, a quienes ahora te envío para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.
Hechos 26. 16 al 18

La responsabilidad de la Iglesia local es con todo el mundo. Hemos recibido la responsabilidad de evangelizar el mundo. Si todos funcionamos como un revoltijo, las cosas funcionarán bien. Que nos sintamos responsables de llevar el evangelio no solo a Jerusalén, sino a Judea, a Samaria y hasta lo último de la tierra!

pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra
Hechos 1.8

Mientras más corta tengamos la visión más limitados seremos para trabajar. Hemos recibido la orden de evangelizar el mundo…

Y les dijo: 
—Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado, será salvo; pero el que no crea, será condenado. Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán serpientes en las manos y, aunque beban cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. 
Marcos 16. 15 al 18

¿En cuantos pasajes se da la gran comisión en la Biblia?

Tenemos el poder del Espíritu Santo,

La Iglesia de Antioquía es un excelente ejemplo misionero:

Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que hubo con motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin hablar a nadie la palabra, sino solo a los judíos. Pero había entre ellos unos de Chipre y de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús. Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor. 
 Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén, y enviaron a Bernabé para que fuera hasta Antioquía. Este, cuando llegó y vio la gracia de Dios, se regocijó y exhortó a todos a que con propósito de corazón permanecieran fieles al Señor. Era un varón bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor. 
 Después fue Bernabé a Tarso en busca de Saulo; y cuando lo halló, lo llevó a Antioquía. Se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente. A los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía. 
Hechos 11. 19 al 26

Los que creen no se limitan a predicar a los judíos, solo a un pueblo, sino a todos, sin excepción de etnias. Y no estaban lejos, estaban ahí a la vuelta de la esquina.

La visión para predicar a todos los pueblos debe estar ahí en la Iglesia local. Si tenemos visión y predicamos la Iglesia crece.

Ésta es una ciudad cosmopolita. Aquí usted puede hacer misiones.

"gran numero creyó y se convirtió al Señor"

Las misiones son el medio reproductivo de la Iglesia.

No por dar ofrenda para las misiones a Iglesia local dejará de crecer. Todos lo contrario.

Bernabé y Saulo forman un equipo. En una Iglesia misionera se desarrollan los ministerios. Lea los capítulos 12 y 13, se habían desarrollado los ministerios locales. Los hermanos se van involucrando en el servicio a Dios.

Si hay visión por la obra misionera, seremos sensibles a la voz de Dios, y daremos lo mejor para las misiones.

¿Qué tenemos para dar a las misiones? Demos lo mejor, no lo que sobra, no lo que nos sirve.

La Iglesia en Antioquía es tan particular y especial que fue allí donde se les llamó cristianos a los hermanos por primera vez.

¿De dónde salieron los viajes misioneros de Pablo?

Las misiones son la razón de ser de la Iglesia.

Las misiones son un trabajo integral, no es solo recibir una ofrenda. Hay muchas herramientas para enseñar a la Iglesia sobre las misiones; pero también tenemos cantos, enseñanzas, decoración, oraciones, informes, evangelismo, etc.

¿Qué de más estamos haciendo por las misiones? 

¡Qué bueno que pudiéramos no solo sostener al pastor local, sino tambien a otro o a otros que hacen misiones!

La ofrenda misionera no es un concepto aislado en la Iglesia de Jesucristo…

La ofrenda misionera tiene dos caras, la de quien la recibe y la de quien la da.

El misionero depende  de Dios y está contento con la provisión de Dios, pero aún así el misionero Pablo que depende de Dios, agradece por lo que ha recibido, da gracias a Dios por la bondad y generosidad de la ofrenda…

"Sin embargo, bien hicisteis… una y otra vez para mis necesidades"

El que recibe la ofrenda misionera esta feliz con lo que Dios le provee, es el misionero, le trabaja a  Dios y de él depende su sustento. Pero qué bueno que dé gracias a Dios por nosotros!

Pablo destaca la participación de la Iglesia en la obra misionera. Cuando la Iglesia participa de corazón en esta labor, Dios se agrada.
El día misionero es una fiesta!!

No es que busque donativos, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.

¿Para quienes es esa promesa? Para quienes damos ofrenda misionera. 

Pero todo lo he recibido y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis, olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. 

Dios ama al dador alegre! Dar para las misiones es una bendición. No tengas temor en comprometerte con las misiones.

 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

¡Qué promesa! y Dios es fiel… Aprendamos a depender de Dios, no de nuestro bolsillo.

Alegría, generosidad, con propósito, conforme Dios nos haya prosperado, así debemos ofrendar.

¡¡Agarra la cuerda que se ahoga el rescatista!!



Bibliografía:

Piccardo, H. R. (2006). Introducción al cuerpo epistolar del Nuevo Testamento : Tomo 2 (1–45). Buenos Aires, Argentina: Ediciones del centro.

Forero, Celestino. Conferencia: La ofrenda misionera. Taller para misioneros, Pereira, COL. 2013.


(Por favor me confirma si lee este correo electrónico)

Muchas gracias.

Paz de Cristo!



ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor




Generalidades de la Escatología Bíblica

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