martes, 4 de octubre de 2016
¿Leyendo autores seculares?
“Los creyentes tenemos el privilegio de conocer la revelación de Dios y, aun más importante, de conocer al Dios de la revelación. Pero no tenemos el monopolio de la verdad. Aun el más incrédulo de los hombres posee dones y capacidades que —sin que él lo sepa— proceden de Dios. La capacidad de análisis, de estudio, de creatividad, de entendimiento de ciertos aspectos de la naturaleza o del mismo ser humano, todas estas cosas las hallamos en nuestros prójimos, aun en los más ateos. El estudio de la literatura universal nos proporciona grandes enseñanzas y percepciones acerca de la condición humana, a veces más profundas y acertadas que las que encontramos en autores cristianos. El estudio de la literatura de una cultura determinada nos ayuda a discernir la idiosincrasia de aquel pueblo y a prepararnos para una presentación más atinada del evangelio.
Por supuesto, como creyentes, tenemos que leer cualquier obra con precaución, ya profese el autor ser creyente o no. Debemos utilizar el discernimiento que Dios nos ha dado para examinarlo todo y retener lo bueno (1 Tesalonicenses 5:21). Pero somos necios si nos negamos a aprovechar el discernimiento de los mejores autores seculares por el solo hecho de que sus premisas no son las de un creyente. El ejemplo del apóstol señala la dirección contraria.”
http://ref.ly/o/porquepastor/297185 via the Logos Bible Android app.
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