Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana Baltimore, MD. Sábado 21 de Marzo de 2020
GUERRA CIVIL
Los hijos de Rubén y los hijos de Gad pusieron al altar el nombre de Ed, porque dijeron: «Testimonio es entre nosotros de que Jehová es Dios». (Josué 23.34)
La falsa doctrina siempre crea una separación.
En la historia de casi todas las naciones se ha producido alguna guerra civil después de lograr su independencia o conquista. Israel, en este asunto, no fue la excepción. Pero no ocurrió en el contexto histórico en el que leemos este verso, sino que lo que pasó aquí fue que se evitó una guerra. Las tribus del este del Jordán levantaron un altar y las del occidente del Jordan pensaron que se habían desviado del culto al verdadero Dios, así que marcharon contra ellas. Pero hubo un diálogo previo que evitó la catástrofe. Las cosas se aclaran cuando se habla entre las partes. Dios nos quiere unidos, pero a veces nuestra propia forma de interpretar las cosas nos lleva a decisiones equivocadas. No es la voluntad de Dios que vayamos en contra del cuerpo de Cristo, ni que seamos obstinados en nuestra propia perspectiva, mejor hablemos.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
7869853401
8301 Liberty Rd,
Windsor Mill, MD 21244
Domingos 8 AM Y 2 PM
https://www.facebook.com/pentecostalesdebaltimore/
pentecostalesdebaltimore@gmail.com
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GUERRA CIVIL
Los hijos de Rubén y los hijos de Gad pusieron al altar el nombre de Ed, porque dijeron: «Testimonio es entre nosotros de que Jehová es Dios». (Josué 23.34)
La falsa doctrina siempre crea una separación.
En la historia de casi todas las naciones se ha producido alguna guerra civil después de lograr su independencia o conquista. Israel, en este asunto, no fue la excepción. Pero no ocurrió en el contexto histórico en el que leemos este verso, sino que lo que pasó aquí fue que se evitó una guerra. Las tribus del este del Jordán levantaron un altar y las del occidente del Jordan pensaron que se habían desviado del culto al verdadero Dios, así que marcharon contra ellas. Pero hubo un diálogo previo que evitó la catástrofe. Las cosas se aclaran cuando se habla entre las partes. Dios nos quiere unidos, pero a veces nuestra propia forma de interpretar las cosas nos lleva a decisiones equivocadas. No es la voluntad de Dios que vayamos en contra del cuerpo de Cristo, ni que seamos obstinados en nuestra propia perspectiva, mejor hablemos.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
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