viernes, 2 de abril de 2021

LA UNIDAD DE LA FE

UNIDAD DE LA FE

un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. (Efesios 4.5)

 

Daremos hoy un paso más en este caminar hacia la unidad.

Vamos a hablar sobre la Unidad de la fe:

  • Veremos inicialmente las varia acepciones que tiene esta palabra en el Nuevo Testamento.
  • Finalmente expondremos brevemente las doctrinas fundamentales que forman parte de los artículos de fe de nuestra Iglesia.

hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios. (Efesios 4.13)


La Unidad de la Fe

 

Lo primero es establecer las verdades, luego ver las diferencias y finalmente analizar cómo se puede alcanzar la unidad.


A la hora de hablar de fe es importante aclarar conceptos, pues hay ya unas corrientes de pensamiento establecidas en el mundo acerca de lo que pueda significar la palabra fe, pero que no pertenecen a lo que la Biblia dice sobre la fe.


Algunos piensan que la fe es innata, otros que la fe es recibida (como los calvinistas), y otros que solo ven un aspecto de la fe, como la capacidad de creer. 


¿Qué es entonces la fe según la Biblia? 


Es necesario saberlo para poder lograr eso de la unidad de la fe. Puntualicemos entonces el concepto de fe, para saber de qué es que estamos hablando.


Pistis: palabra griega que significa: 

  • firme persuasión, 
  • credibilidad, 
  • convicción de verdad o de la veracidad de Dios o de un maestro; 
  • confianza en Cristo para salvación; 
  • constancia en tal profesión; 
  • por extensión, aquello que es creído, el contenido de la fe, el sistema de verdad religiosa, el evangelio en sí mismo. 
  • Fiel, fidelidad, fe, gracia.


Todas las palabras tiene un abanico de significados, no tienen un significado único. 


Hablando estrictamente del Nuevo Testamento, la palabra fe tiene al menos cinco acepciones:


  1. Capacidad de creer
  2. Contenido doctrinal
  3. Fidelidad
  4. Don
  5. Fruto  


Así que la expresión fe cristiana se refiere al cuerpo de doctrinas que la Iglesia cristiana guarda y practica.


A esa acepción de la Palabra es que apunta este tema de la Unidad de la fe, a que creamos lo mismo.


Pero en la Biblia también se hace una definición de la palabra fe como capacidad de creer: 


Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no podamos verlo. [Hebreos 11: 1 BLS] 


La palabra fe entonces no tiene que ver exclusivamente con lo espiritual. Por lo que quien tenga fe no necesariamente agrada a Dios, pero con fe se tiene la posibilidad de agradarle a él: 


Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a los que lo buscan. [Hebreos 1: 6]


Así que una cosa es la capacidad de creer, llamada fe, y otra el contenido de lo que se cree, el sistema de verdad religiosa, también llamado fe, el cuerpo de doctrinas que abrazamos.


La unidad de la fe no hace referencia a tener la misma capacidad de creer, pues cada uno tiene una medida de fe distinta, en ese sentido de fe como capacidad de creer. 


Por ejemplo, la fe como capacidad de creer no es la misma en todas las personas, ya que la medida de la fe, la manera de creer, de cada uno es diferente:  


Entonces Jesús dijo al centurión: 

—Vete, y como creíste te sea hecho. 

Y su criado quedó sano en aquella misma hora. (Mateo 8:13).


Al ver él la fe de ellos, le dijo: 

—Hombre, tus pecados te son perdonados. (Lucas 5:20).


Este oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo a gran voz: 

—¡Levántate derecho sobre tus pies! 

Él saltó y anduvo. (Hechos 14:9–10). 


Esa capacidad de creer es innata, propia del ser, cada uno tiene una capacidad de creer de manera distinta. No es idéntica en todos. Es más, es selectiva. 


Otra cosa es fe como don…


Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno [Romanos 12:3]


Pero ahora, cuando uno cree en Cristo lo que está haciendo es abrazando unas doctrinas acerca de Cristo, es decir se obedece a las explicaciones que se han dado acerca de Jesucristo. 


Amados, por el gran deseo que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros para exhortaros a que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos, (Judas 3). 


La gran comisión nos lleva a predicar el evangelio para que el que lo crea y sea bautizado llegue a ser salvo. Tenemos que obedecer a la explicación que se nos hace de cómo salvarnos.


La fe viene por el oír, esa es una mala traducción de lo que el texto realmente dice. Lo que se escucha nos lleva a creer, el mensaje del evangelio orienta nuestra fe hacia donde la debemos poner.


La fe lleva a la obediencia. La obediencia es el fruto de la comprensión de la explicación de lo que se predica. El hombre obedece lo que se le plantea y lo que se le plantea es el evangelio. 


Pablo a los Efesios nos les dio fe, les dio un contenido, una doctrina en la cual debían creer.


Estamos hablando de dos cosas distintas con la misma palabra, recuérdelo:

1. Capacidad de creer

2. Lo que creo


Ahora bien, Dios no nos llama para que creamos una cosa y al otro día ni nos acordemos, la Biblia insta y enseña que la persona permanezca en lo que ha aprendido. 


¿Fe en qué?


La voluntad de la persona está involucrada en la fe y lleva a que la obedezcamos…


Después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, Iconio y Antioquía, confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándolos a que permanecieran en la fe y diciéndoles: «Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios». (Hechos 14:21–22).


Aquí fe no es la capacidad de creer, sino que es el contenido de lo que se predica.


Hay que permanecer en las cosas que se le han enseñado, en lo que hemos aprendido. Una de los requisitos del ministro es que sea retenedor de la sana doctrina tal como le fue enseñada.  


retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen. [Tito 1:9]


La enseñanza es lo que le da cuerpo a la fe, la soporta, la sustenta para que la fe esté anclada en algo, y eso sobre lo que debe estar anclada la fe no es otra cosa que la poderosa Palabra de Dios. 


Necesitamos tener una posición de firmeza en lo que creemos.


Según el camino que algunos llaman herejía sirvo al Dios de mis padres… 


¿qué es una herejía? Es una forma diferente de explicar una doctrina. 


La diferencia entre creer y lo que se cree. Las dos cosas son fe.


Ha negado la fe y es peor que un incrédulo. Negando la veracidad de lo que se predica, es un cuerpo de creencias, no la capacidad de creer.


Solamente os ruego que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que, sea que vaya a veros o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio. (Filipenses 1:27).


Aquí es defender la doctrina, lo que creemos. 


Compra la verdad y no la vendas; 

y la sabiduría, la enseñanza y la inteligencia. (Proverbios 23:23).


Así que la unidad de la fe se refiere al acuerdo sobre lo que se cree, no sobre lo que sentimos pues eso sí que es muy variado y no se puede unificar por más que uno quiera.


Lo que se nos ha entregado como legado 


Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. (Efesios 4:11–13).


El Señor se buscó un cuerpo de ministros especializados para ayudar al cuerpo a llegar a la unidad.


Finalmente, partimos de la variedad, no de la unanimidad, para alcanzar la unidad.


¿Qué hacemos?


Tenemos mucha heterogeneidad, diferentes edades, diferentes culturas, diferentes idiomas…


Solo lo hace el Espíritu de Dios.


El dogmatismo no es la solución, nunca lleva  a la unidad de la fe.


(de los apuntes del primer seminario teológico que dió el hno Álvaro Torres en Medellín, 2007)


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ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
http://adonayrojasortiz.blogspot.com


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