jueves, 26 de mayo de 2011

El llamamiento de Amós

Entonces respondió Amós y dijo a Amasías:

—No soy profeta ni soy hijo de profeta,  sino que soy boyero y recojo  higos silvestres. Y Jehová me tomó de detrás del ganado, y me dijo: "Ve y profetiza a mi pueblo Israel".

Amós 7.14

INTRODUCCIÓN

Planteamiento del problema:

Hay algunos que toman la piedad como fuente de ganancia, y están gobernados por las esperanzas de riqueza y prosperidad,  y estos a su vez son dados a pensar que estas son también las motivaciones más fuertes de los demás que servimos al Señor: esperanzas de riqueza y prosperidad.

El status quo: es una frase latina, que se traduce como «estado del momento actual», que hace referencia al estado global de un asunto en un momento dado. Se puede hablar por ejemplo del status quo del médico, de los gobernantes, o del pastor.

Hoy en día algunos se han equivocado al entremeterse en asuntos divinos, donde no han sido llamados, pero han llegado buscando ese status quo.

Amós es asunto aparte. El llamamiento de Amós era como un fuego en sus huesos: "Jehovah me tomó". Su mensaje era preciso, cortante y reprendía a los que querían mantener el status quo. A pesar del peligro Amós fue fiel a su llamamiento.

EL CONTEXTO HISTÓRICO

Las Escuelas de Profetas:

hijo de profeta—es decir, un discípulo;  pues a los maestros se les llamaba Padre y a los discípulos Hijos.

Las escuelas de profetas se mencionan primeramente en 1 Samuel; en ellas se preparaban jóvenes para servir en la teocracia como instructores públicos. Únicamente en el reino de las diez tribus se menciona la continuación de las escuelas de los profetas.

No se admitían  en ellas sino solamente aquellos a los cuales previamente había sido impartido el Espíritu de Dios. Sus padres espirituales viajaban para visitar estas escuelas de preparación, y cuidaban de los miembros y hasta de las viudas de ellos. Los alumnos tenían su mesa común en las escuelas, y aun después de salir de ellas, seguían siendo miembros. Las ofrendas que en Judá daban los piadosos para los levitas, en Israel se daban para las escuelas de los profetas.

La polémica entre el profeta y el sacerdote Amasías, la máxima autoridad religiosa:

El sumo sacerdote nunca pone en tela de juicio que Amós es un profeta de Dios; su actuación contra el profeta es informarle que tal clase de predicación es prohibida en Betel; representa nada menos que una conspiración contra la casa real. Lejos de ser solamente un sermón, Amós ha conspirado contra el rey y siempre es posible que algunos de la tierra tomaran sus palabras como un llamamiento a organizar una rebelión contra el régimen. Más de una vez los reyes del norte fueron blancos de un complot instigado por un profeta. Amasías pensaba que Amós era una amenaza al orden público.

Con o sin autorización del rey, Amasías identifica a Amós como uno de los videntes profesionales que fueron consultados por reyes y otros sobre asuntos del futuro y que recibieron pago por cada consulta. Amasías no llamó a Amós un profeta falso; solamente le mandó volver a su propia tierra y ganar su dinero de sus compatriotas de Judá. Seguramente el acento de Amós indicó que era natural de Judá. Probablemente Betel tenía su propio grupo de profetas profesionales y ya no hacían falta más.

El sacerdote acusó al profeta de predicar por puro interés económico, para sacar alguna ventaja del rey, como si fuera un mercenario. Ante esta acusación, Amós, como hombre enérgico e independiente que era, afirmó que él no era y nunca había sido "profeta profesional", ni tampoco miembro de un gremio o sindicato de profetas. Él no había escogido ese trabajo ni había sido comisionado por nadie para hacerlo, excepto por el Señor.

Amasías no puede decirle a Amós lo que debiera hacer. Sólo el Señor puede hacer esto, y Él ha mandado a Amós que profetice en el Reino del Norte.

EL LLAMAMIENTO

La razón y el propósito de nuestra vocación

I. El profeta llamado

1. No un profeta profesional:

En respuesta a la insinuación de Amasías de que desempeñaba el oficio profético para ganarse el "pan" (como los profetas mercenarios de Israel.) Lejos de ser recompensados, los profetas de Jehová habían de esperar el encarcelamiento y aun la muerte, como resultado de su misión.

Yo no era, dice Amós, de la orden de los profetas, ni fuí preparado en las escuelas de ellos, ni recibía una subsistencia del ejercicio de las funciones públicas de profeta. Soy boyero (el término hebreo para boyero, o vaquero, incluye el significado de pastor), de posición humilde, que ni aun pensaba en profetizar, hasta que un llamamiento divino me impulsó a hacerlo.

Esto no es por un lucro económico.

2. Cultivador de higos, ganadero:

No tenía que profetizar para comer; tenía su propia profesión de ganadero, pastor y agricultor. Es interesante notar que los higos silvestres no crecen a la altura de 1.000 m como la altura de Tecoa sino al nivel del mar en un clima más caliente como el del valle del río Jordán. Por lo tanto, podemos deducir que Amós tenía propiedades en por lo menos dos localidades. En el aspecto económico Amós estaba bien ubicado con un ingreso de sus rebaños y sus cosechas.  ¡De ninguna manera era un hombre pobre!

A Cristo se le  estima en nada a menos que se le ame por sobre todo.

—así como David fue tomado de entre el rebaño:

Ahora, pues, dirás así a mi siervo David: 'Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueras príncipe de mi pueblo Israel. 2 Samuel 7:8;

Eligió a David su siervo

y lo tomó de los rebaños de ovejas;

de detrás de las paridas lo trajo,

para que apacentara a Jacob su pueblo,

a Israel su heredad.  Salmo 78:70, 71.

3. Llamado por Dios:

Con palabras ásperas Amós dice que antes vivía tranquilamente y de repente Dios lo tomó físicamente de su trabajo y lo envió al norte a predicar.

No estaba en Betel por iniciativa propia sino por mandato directo de Dios.

Cabe la pregunta: ¿Hubo muchos sacerdotes y profetas en el norte?, ¿por qué no utilizó Dios uno de ellos?

Dios llama a los siervos que él sabe que le pueden ser útiles en cada situación determinada. No importa si son hombres o mujeres, ricos o pobres, bien educados o autodidactas; el llamamiento a servir a Dios es sumamente personal.  Esa es la soberana elección divina.

Sin ninguna preparación, educación ni crianza especial, Amós obedeció el llamado de Dios: «Vé y profetiza a mi pueblo Israel». La obediencia es la prueba de un siervo fiel de Dios. ¿Está usted obedeciendo la Palabra de Dios?

El verdadero profeta no tiene otra alternativa excepto anunciar la Palabra de Dios que Dios mismo le ha dado.

Amós no era un mero predicador, como Amasías lo consideraba. Su palabra era la del Señor  y no podía ser desechada. Cuando ocurre una evasión así, la palabra que podía haber salvado se convierte en una palabra de juicio.

¿Qué llevó a Amós a involucrarse en la aceptación de semejante reto? Indudablemente que Amós no era ajeno a la situación social y espiritual del pueblo en su época.

Una comunión íntima con su Dios.

El respaldo divino. Isaías, Ezequiel y Jeremías, entre los profetas de la antigüedad aceptaron el reto.

APLICACIÓN

Yo no soy profeta ni hijo de profeta; soy ganadero y cultivador de higos silvestres. Pero Jehovah me tomó de detrás del rebaño y me dijo: "Vé y profetiza a mi pueblo Israel".

El que escoge esta profesión sin un llamado por Dios está destinado a fracasar. Esta profesión no se escoge, esta profesión se acepta.

Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón. Hebreos 5.4

Dios llama a alguien hoy

Aún hoy Dios envía su mensaje por su Palabra y sus mensajeros. Hay que escucharlo, tener en cuenta sus advertencias y cumplir en nuestra vida sus enseñanzas.

Si usted acepta este llamado de Dios como lo aceptó Amós, tendrá su garantía en Dios. No debe tener temor de los hombres, Dios, quien lo llamó, lo capacita y lo envía también o fortalecerá, pondrá su rostro como un pedernal y cumplirá el propósito de él con su vida.

El Señor suele escoger lo débil y lo necio del mundo para confundir a lo sabio y poderoso.

 

 

   

 
Paz de Cristo!

ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor 
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia 
Reuniones Martes, Jueves y Sábado 7 PM, Domingos 8 AM y 10 AM.
Calle 30 # 22 61, Cañaveral, Floridablanca.
http://adonayrojasortiz.blogspot.com/
 


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