domingo, 4 de septiembre de 2011

Proclamando entre las naciones su gloria!

PROCLAMANDO ENTRE LAS NACIONES SU GLORIA

Cantad a Jehová, bendecid su nombre.

Anunciad de día en día su salvación;

proclamad entre las naciones su gloria,

en todos los pueblos sus maravillas.

(Sal 96.2–3)

Introducción

(Descripción del problema)

Donde la pasión por Dios es débil, el celo por las misiones será débil. Las iglesias que no están centradas en la exaltación de la majestad y la belleza de Dios, escasamente encenderán un deseo ardiente para "proclamar entre las naciones su gloria".

Para quienes se asombran frente a la magnitud indescriptible de lo que Dios ha hecho, sin mencionar la infinita grandeza de Aquel quien lo creó, mucho de lo que sucede en un culto de adoración normal carece de sentido.

Algunos científicos han dicho: Si hay un Dios personal como dicen los cristianos, quién constituyó este universo con tan solo una voz de mando, entonces habría que percibir un cierto respeto, reverencia, asombro y temor cuando se habla de Él, y cuando se le adora.

Desarrollo

(Análisis Bíblico)

    Voz de Jehová que desgaja las encinas

     y desnuda los bosques.

     En su Templo todo proclama su gloria. (Sal 29.9)

¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo. Levantad en alto vuestros ojos y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres y ninguna faltará. ¡Tal es la grandeza de su fuerza y el poder de su dominio! Isaías 40:25–26

¡Y estas cosas no son más que los bordes del camino, apenas el leve susurro que oímos de él! (Job 26:14).

Por eso exclamamos: ¡Exaltado seas, Dios, sobre los cielos! (Salmo 57:5).

Saborear la visión de Dios en la adoración, antecede a difundir el mensaje de Dios en misión.

Isaías 6.

El corazón más apasionado por la glorificación de Dios es el corazón de Dios mismo:

Por amor de mi nombre contendré mi ira, y para alabanza mía la reprimiré para no destruirte. He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción. Por mí, por amor de mí mismo lo haré, para que no sea profanado mi nombre, y mi honra no la daré a otro. Isaías 48:9–11

1.      Por amor de mi nombre

2.      Para alabanza mía

3.      Por mí

4.      Por amor de mí mismo

5.      Para que no sea profanado mi nombre

6.      Mi honra no la daré a otro.

Textos Bíblicos para Mostrar El Celo de Dios por Su Propia Gloria:

Dios escogió a su pueblo para su gloria:

Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad, para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su Amado. Efesios 1:4–6.

Dios nos creó para su gloria:

Diré al norte: Da acá, y al sur: "¡No los retengas; trae de lejos a mis hijos, y a mis hijas de los confines de la tierra, a todos los llamados de mi nombre, que para gloria mía los he creado, los formé y los hice." Isaías 43:6–7

Dios llamó a Israel para su gloria:

Me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré. (Isaías 49:3)

Dios rescató a Israel de Egipto para su gloria:

Nuestros padres, en Egipto, no entendieron tus maravillas…sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo. Pero él los salvó por amor de su nombre, para hacer notorio su poder. Salmo 106:7–8

Dios levantó a Faraón para mostrar su poder y glorificar su nombre:

Porque la Escritura dice al faraón: «Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. Romanos 9:17

Dios derrotó a Faraón en el Mar Rojo para mostrar su gloria:

Yo endureceré el corazón del faraón, para que los siga; entonces seré glorificado en el faraón y en todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Jehová…y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando me glorifique en el faraón, en sus carros y en su gente de a caballo. Éxodo 14:4, 18;

Dios salvó a Israel en el desierto para la gloria de su nombre:

Pero actué a causa de mi nombre, para que no fuera profanado a la vista de las naciones ante cuyos ojos los había sacado. Ezequiel 20:14

Dios libró a Jerusalén de ataque para gloria de su nombre:

Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y por amor a David, mi siervo. 2 Reyes 19:34

Dios restauró a Israel del exilio para la gloria de su nombre:

Así ha dicho Jehová, el Señor: No lo hago por vosotros, casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre…Santificaré mi gran nombre…Y sabrán las naciones que yo soy Jehová. Ezequiel 36:22–23;

Como siervo, Jesús buscó la gloria del que lo envió en todo lo que hizo:

El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que lo envió, este es verdadero y no hay en él injusticia. Juan 7:18

Jesús nos mandó a hacer buenas obras para glorificar a Dios.

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:16;

Jesús dijo que Él responde a la oración para que Dios sea glorificado:

Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Juan 14:13

Jesús soportó sus últimas horas de sufrimiento para la gloria de Dios:

Ahora está turbada mi alma, ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Pero para esto he llegado a esta hora. Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez. Juan 12:27–28

Dios perdona nuestros pecados por amor propio.

Yo, yo soy quien borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados. Isaías 43:25

El ministerio del Espíritu Santo es para glorificar a Dios.

Él me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber. Juan 16:14

Dios nos enseña a hacerlo todo para su gloria:

Si, pues, coméis o bebéis o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. 1 Corintios 10:31

Dios nos dirige a que le sirvamos de tal manera que le glorifiquemos:

Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén. 1 Pedro 4:11

Jesús nos llenará con frutos de justicia para la gloria de Dios:

Y esto pido en oración:…que seáis…llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios. Filipenses 1:9, 11

Herodes muere porque no le dio la gloria a Dios:

Al momento, un ángel del Señor lo hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios. Hechos 12:23

Jesús viene otra vez para la gloria de Dios:

Estos sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron. 2 Tesalonicenses 1:9–10

El propósito final de Jesús para nosotros es que veamos y disfrutemos su gloria.

Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo esté, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado, pues me has amado desde antes de la fundación del mundo. Juan 17:24

El plan de Dios es llenar la tierra con el conocimiento de su gloria:

Porque la tierra se llenará del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar. Habacuc 2:14

Todo lo que sucede redunda para la gloria de Dios:

Porque de él, por él y para él son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. Romanos 11:36

En la nueva Jerusalén la gloria de Dios reemplaza al sol:

La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lumbrera. Apocalipsis 21:23

Aplicación

(Solución del problema)

¿Cómo se atreve a servir de embajador a este Dios sublime quien no se haya estremecido ante Él en gozoso asombro?

Si usted no está asombrado por la grandeza de Dios, ¿Cómo puede ser enviada con el mensaje resonante: Grande es Jehová y digno de suprema alabanza; temible sobre todos los dioses (Salmo 96:4)?

Alabad a Jehová, naciones todas; pueblos todos, alabadle! (Salmo 117:1). Si esta es la meta de Dios, debe ser a su vez nuestra meta.

El celo por la gloria de Dios motiva a las misiones mundiales.

Un espíritu de siervo y un corazón de misericordia motiva a las misiones mundiales.

Cuando la gloria misma de nuestro Dios sature nuestra predicación, nuestra enseñanza, nuestra conversación, nuestro trabajo, y cuando Él predomine por encima de nuestra enseñanza acerca de los métodos y estrategias, las novedades psicológicas del día, así como sobre las innovaciones culturales, entonces, la gente podrá saber y sentir que Él es la realidad central de sus vidas, y que el ensanchamiento de su gloria es más importante que todas sus posesiones y todos sus planes.      

Proclamemos su gloria entre las naciones!

 

Escuela Dominical Misionera, en Cañaveral!
 
 
Paz de Cristo!

ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor 
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia 
Reuniones Martes, Jueves y Sábado 7 PM, Domingos 8 AM y 10 AM.
Calle 30 # 22 61, Cañaveral, Floridablanca.
http://adonayrojasortiz.blogspot.com/
 

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