"… habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas" (Heb.1:3). En este otro aspecto, Jesús es nuestro SACERDOTE-REY, lo cual nos da una doble visión de Jesús: 1) Como nuestro SACERDOTE, cuando dice, "habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados"; 2) Como nuestro REY, al decir, "se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas".
1. Jesús, nuestro SACERDOTE. Como tal, es nuestro INTERCESOR. "y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; más este, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos" (Heb.7:23-25).
• Como SACERDOTE, Jesús fue "constituido a favor de los hombres" (Heb.5:1); Él no Se hizo a Sí Mismo SUMO SACERDOTE, pues la Escritura dice; "Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy. Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec… y fue declarado por Dios sum sacerdote según el orden de Melquisedec." (Heb.5:5-6; vs.10). Todo sacerdote debía cumplir la tarea doble de ofrecer sacrificios e interceder por el pueblo, "pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote e los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto Tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención." (Heb.9:11-12).
• Como SACERDOTE, es "hecho mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas" (Heb.8:6), y también "es hecho fiador de un mejor pacto" (Heb.7:22).
¡Esto es el hecho de la redención!, el acto más sublime realizado en la tierra, preparado –planeado- en el Cielo, ¡y expresado en palabras tan sencillas!: "Habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados", y esto, "por medio de sí mismo". ¡Fue la ofrenda del sacrificio de Sí Mismo!, y no de un substituto Suyo, "Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo" (Heb.7:26-27).
Esto es la base de la redención, pues, ni la obra de la revelación de Dios a los hombres ni la de la nueva creación podían realizarse sin antes quitar el gran obstáculo del pecado. La creación estaba manchada, y sólo por la obra del Calvario se podía quitar la mancha, para que luego el SACERDOTE-SIERVO se sentara en triunfo en el PODER DE LA DEIDAD, para perfeccionar eternamente Su obra, por Su victoria triple: sobre el pecado, sobre la muerte, y sobre el diablo. Por tanto, el sacrificio sw Jesús, nuestro SACERDOTE, es más eficaz que cualquier otro, porque el Suyo fue el más grande: ÉL MISMO. Por eso, Juan escribe: "y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo" (1ªJn.2:2).
Es en esta actitud de INTERCESIÓN, como nuestro SACERDOTE, que Jesús aparece como en pie "a la diestra de Dios" (Hch.7:55-56), y como la víctima del sacrificio: "en pie un Cordero como inmolado" (Ap.5:6).
Bendiciones.
En Cristo Jesús.
José de la Cruz Rios.
Pastor.
Paz de Cristo!
1. Jesús, nuestro SACERDOTE. Como tal, es nuestro INTERCESOR. "y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; más este, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos" (Heb.7:23-25).
• Como SACERDOTE, Jesús fue "constituido a favor de los hombres" (Heb.5:1); Él no Se hizo a Sí Mismo SUMO SACERDOTE, pues la Escritura dice; "Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy. Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec… y fue declarado por Dios sum sacerdote según el orden de Melquisedec." (Heb.5:5-6; vs.10). Todo sacerdote debía cumplir la tarea doble de ofrecer sacrificios e interceder por el pueblo, "pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote e los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto Tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención." (Heb.9:11-12).
• Como SACERDOTE, es "hecho mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas" (Heb.8:6), y también "es hecho fiador de un mejor pacto" (Heb.7:22).
¡Esto es el hecho de la redención!, el acto más sublime realizado en la tierra, preparado –planeado- en el Cielo, ¡y expresado en palabras tan sencillas!: "Habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados", y esto, "por medio de sí mismo". ¡Fue la ofrenda del sacrificio de Sí Mismo!, y no de un substituto Suyo, "Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo" (Heb.7:26-27).
Esto es la base de la redención, pues, ni la obra de la revelación de Dios a los hombres ni la de la nueva creación podían realizarse sin antes quitar el gran obstáculo del pecado. La creación estaba manchada, y sólo por la obra del Calvario se podía quitar la mancha, para que luego el SACERDOTE-SIERVO se sentara en triunfo en el PODER DE LA DEIDAD, para perfeccionar eternamente Su obra, por Su victoria triple: sobre el pecado, sobre la muerte, y sobre el diablo. Por tanto, el sacrificio sw Jesús, nuestro SACERDOTE, es más eficaz que cualquier otro, porque el Suyo fue el más grande: ÉL MISMO. Por eso, Juan escribe: "y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo" (1ªJn.2:2).
Es en esta actitud de INTERCESIÓN, como nuestro SACERDOTE, que Jesús aparece como en pie "a la diestra de Dios" (Hch.7:55-56), y como la víctima del sacrificio: "en pie un Cordero como inmolado" (Ap.5:6).
Bendiciones.
En Cristo Jesús.
José de la Cruz Rios.
Pastor.
Paz de Cristo!
ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia
Calle 30 # 22 61 Cañaveral, Floridablanca
Reuniones Martes, Jueves y Sábado 7 PM. Domingos 8 AM, 10 AM y 5 PM
Le esperamos!
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