En la celebración de la Independencia Nacional y la Batalla de Boyacá, valga un repaso de nuestra historia empezando por los años de “La Patria Boba”, posteriores al 20 de julio de 1810; incluidas las fricciones entre Bolívar y Santander que alcanzaron tal grado que en 1827 Bolívar escribe a Soublette: “Ya no pudiendo soportar más la pérfida ingratitud de Santander, le he escrito hoy que no me escriba más, porque no quiero responderle ni darle el título de amigo.”
Por su parte Santander dice a Bolívar: “no escribiré más a usted, y en este silencio a que me condena la suerte, resignado a todo, espero que en la calma de las pasiones, que son las que han contribuido a desfigurar las cosas, usted ha de desengañarse completamente de que ni he sido pérfido ni inconsecuente… Gané la amistad de usted sin bajezas y sólo por una conducta franca, íntegra y desinteresada; la he perdido por chismes y calumnias fulminadas entre el ruido de los partidos y las rivalidades”.
Los conflictos llevaron al atentado contra Bolívar en septiembre de 1828; conspiración de la cual, entre otros, fue acusado Santander; al no comprobársele su responsabilidad, Bolívar le conmutó la pena de muerte por la del destierro. La situación en algún momento llevó a Bolívar a decir: “el no poder ponernos de acuerdo con Santander nos dañó a todos”.
Aún no había fallecido Santander, 1840, cuando se inicia la secuencia de guerras civiles, ocho conflictos de diferente magnitud entre 1839 y 1902; secuencia que termina con la Guerra de los Mil Días y los tratados de Nerlandia, Wisconsin y Chinácota. Sobre estos acuerdos que dieron al país una paz de 29 años, 1902-31, Carlos Lleras dice: “Paradójicamente, la paz fue en buena parte la obra de quienes lucharon en las contiendas civiles: Herrera, Uribe Uribe, Olaya Herrera, Carlos E. Restrepo, para no citar sino a unos pocos hombres de los dos partidos”.
Premonitorias palabras porque Lleras fue uno de los más aguerridos políticos que, durante la época de la violencia partidista, participó en lo que en Zapatoca interpretaban: “en Bogotá
conservadores y liberales se insultan en público y luego beben whisky en privado, mientras en San Vicente creen que la pelea es en serio y se agarran a machete.” Posteriormente Lleras será uno de los más firmes dirigentes en la construcción del Frente Nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario