| 6) Las señales precedentes a la segunda venida de Cristo fueron dadas a Israel, de modo que la nación pudiese mantener la expectativa de la venida del Mesías-Rey. Aunque ellos no podían saber el día ni la hora de la venida del Señor, sí podían saber que su redención estaba cerca, por el cumplimiento de esas señales. Dichas señales no fueron dadas a la Iglesia, pues, a ella se le dice que debe vivir en la luz de la inminente traslación –o arrebatamiento- por el cual el Señor la llevará a Su Presencia. "En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis." (Jn.14:2-3); "He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados." (1ª Cor.15:51-52); "Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo" (Flp.3:20); "Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria." (Col.3:4); "y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera." (1ªTes.1:10); "que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo" (1ªTim.6:14); "Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca." (Sant.5:8); "Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios." (1ªTes.5:6); "aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo" (Tit.2: 13); "Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a que hora vendré sobre ti." (Ap.3: 3). Pasajes como los tres últimos citados aquí, advierten al creyente a que espere al Señor mismo y no señales que preceden a Su venida. Cierto es que los eventos de "La Semana Setenta" se verán presagiados antes del arrebatamiento, pero la atención del creyente debe dirigirse al Señor mismo, nunca a esas señales. (Tomado de LAS SETENTA SEMANAS DE DANIEL Y EL ANTICRISTO –José de la Cruz Rios). Bendiciones. En Cristo Jesús, José de la Cruz Rios. Pastor. |
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