lunes, 3 de enero de 2011

MENSAJE DE FIN DE AÑO


DIOS HA SIDO BUENO

Nah.1:2-15.

 José de la Cruz Rios.

Pastor.


No solo está finalizando un año más, el 2010. Está finalizando una década: ¡Diez años! La primera década de un siglo nuevo, distinto. La humanidad en este siglo 21 ha tenido muchos, rápidos y sorprendentes cambios en casi todos los órdenes. La vida humana hoy es diferente. Los conceptos han cambiado: el de la vida y su valor; el de la familia y su importancia a pesar de los esfuerzos que se intentan por hacer ver lo determinante de ella para la sociedad en general; el de la religión aunque hemos venido observando una especie de resurgimiento del interés por lo espiritual pero enfocado en un concepto de prosperidad económica y material con base en una fe que es más bien optimismo disfrazado; el del ser humano individual cuyo valor como tal depende de los bienes y riqueza –dinero- que posee: "dime qué tienes, cómo te vistes, cuánto dinero manejas y te diré si eres alguien"; etc. Somos parte de una nueva civilización, queramos o no admitirlo.

 

Aún así, quiero invitarlos a reflexionar solemnemente acerca de nosotros de manera particular, como hijos de Dios.

 

1. "Servidor, evalúa de la mejor manera tu presente" Rom.8:26-27, "Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos."

 

Reflexionando acerca de la unción del Espíritu Santo, espero con todo mi corazón que haya sido una realidad en tu vida, que hoy puedas contar con que Su obra en ti determina tus acciones y decisiones para fortalecer tu vida: no podemos hacer una proyección efectiva si no existe una verdadera evaluación presente.

 

Esta evaluación debe abarcar interrogantes como: ¿Cómo está mí vida interior, matrimonial, laboral, espiritual, ministerial, en relación a los años anteriores? ¿Ha cambiado mí carácter? ¿Mí estado de ánimo es más estable? ¿Mí relación matrimonial ha empeorado o mejorado? ¿Me he comprometido de mayor y mejor manera con Dios y Su obra? ¿Siento que he madurado un poco más?

 

Estas preguntas sólo son un modelo, a manera de sugerencia, pero tú puedes formularte algunas en relación con tu propia vida. Lo importante está en que evaluemos: ¿Qué hicimos? ¿Cómo estamos?

 

¡SERVIDOR ADELANTE EN CRISTO!

2. Necesitas enterrar algunas cosas de los años ya pasados, incluido este. "Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús" Filip.3:13-14.

 

Mientras organizaba este mensaje especial de fin de año, Dios trajo a mi mente esta frase: "Lo que necesitas dejar enterrado de los años pasados".

 

Sabemos bien y somos conscientes que ha habido cosas todo este tiempo hasta aquí que nos han estorbado en nuestro caminar con el Señor. Sí, eso mismo en que estás pensando en este momento, de eso hablo.

 

La vida que Dios nos ha permitido vivir es así; no todo será victoria, es necesario que haya derrotas para aprender de ellas; pero no es bueno que sigas sin superar esas situaciones que lejos de bendecir tu vida te están causando un gran daño espiritual. Tu nivel espiritual quizás ha bajado a causa de estas situaciones, el sabor de aquello que un día degustabas con exquisitez, ahora ha ido desapareciendo poco a poco, pero es el mismo sentimiento de frustración que hay en tu vida debido a esa situación que aun te está causando daño.

 

Ha habido mucho llanto, lágrimas y sollozos, y la verdad no está mal llorar, pero lo que no está bien, es que sigas sin superar algo de lo cual Dios te quiere restaurar, pero tú sigues arraigado a ese sentimiento de frustración, mientras Dios ha querido hacer cosas preciosas contigo; tú mismo sentimiento de derrota no te ha permitido ver más allá de lo que tus ojos carnales observan.

 

¡Ya Basta! ¿Cuánto más llorarás? ¿Cuánto más te lamentarás?, ¿Cuántos más seguirás pensando que no lo podrás superar? ¿Por qué te das por vencido, cuando ni siquiera lo has intentado?

 

Es hora de enterrar eso que te abate, eso que te quita el sueño, que te roba autoridad de Dios, que elimina la sonrisa de tu rostro; llámalo como quieras: pecado oculto, fracaso sentimental, culpabilidad, falta de perdón, atadura sexual, soledad, como tú quieras llamarlo; pero esa situación tiene que ser enterrada HOY MISMO.

 

Si le pediste perdón a Dios, ¡Él ya te perdonó!; si estás clamando por superar alguna situación, ten por seguro que Dios está trabajando en eso en tu vida; si es algo que tú piensas que no puedes dejar, quiero que sepas que en Dios TODO lo puedes y que Él está dispuesto a restaurar tu vida y devolverte la autoridad que el enemigo te ha robado.

 

Es momento de determinarse a sacar de la vida definitivamente TODO lo que nos ha estado causando daño, y decirle al Señor: "Padre Celestial, aquí está mi corazón, mi mente y todo mi ser dispuesto a ser renovado en Tu Presencia, porque este nuevo año que viene sé que volveré a sonreír bajo Tus alas"

 

No vale la pena estar recordando mas todo aquello que te dañó e hizo que bajaras tu nivel espiritual; es mejor observar todo lo bueno que Dios tiene para ti y los planes hermosos que están trazados para el 2011 en adelante, especialmente para tu vida.

 

3. ¿Ya le entregaste todas las llaves? "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo." Ap.3:20.

 

En los años que han pasado hasta aquí hemos experimentado tanto derrotas como victorias y es bueno e importante en lo personal reflexionar sobre lo que ha sido este tiempo para cada uno y en lo que Dios quiere que mejoremos para el próximo año o la década que viene.  

Es innegable que Dios nos habla a diario insistiéndonos en que lo busquemos, que nos acerquemos más a Él, que confiemos en Él, que dependamos totalmente de Él. Quizás Dios te ha estado hablando específicamente sobre alguna área de tu vida. Tal vez Él te ha estado insistiendo una y otra vez que la única forma de superar ese obstáculo que se interpone entre tú y Él es entregándote completamente a Él.

 

Pasa que muchas veces al abrir el corazón al Señor no Le damos todas las llaves de las habitaciones de nuestra vida. Pareciera que en ocasiones guardamos llaves de habitaciones que creemos que no tenemos que entregar al Señor y por eso no prosperamos en nuestra vida espiritual.

 

Cuando Jesús entró a tu corazón fue para ser Dueño y Señor de tu vida, lo cual significa permitirle entrar en cualquier área o habitación de nuestra vida para que Él haga como bien Le parezca, pues es la única forma de poder experimentar un cambio total en nosotros y de poner en orden todo lo que hasta el momento había estado desordenado.

 

Frente a esto la pregunta es: ¿Le has entregado todas las llaves de tu vida en este año al Señor?, ¿Has permitido realmente que Él sea el Dueño y Señor de tu vida? O, ¿hay habitaciones ocultas de las cuales aun tienes las llaves tú?

 

Puede ser que hasta aquí no te haya ido tan bien, pero de aquí en adelante quizás sea tu tiempo, si tan solo entregas TODAS LAS LLAVES de tu vida al Señor y le dices: "Dios mío, sé Tu el Dueño y Señor de mi vida".

 

¿Quieres terminar este año en victoria y comenzar el mejor año de tu vida? Entonces: ¡Entrégale todas las llaves de tu vida al Señor!

 

4. Auto evalúate. "Examina la senda de tus pies, Y todos tus caminos sean rectos. No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pié del mal."  Prov.4:26-27.

 

El año que termina y con él la década, quizá para algunos sea inolvidable y para otros sea un año para el olvido; pero de una u otra forma es un tiempo irrepetible. Hubo experiencias buenas o malas, pero todas tuvieron que haber servido para algo.

 

Ahora bien, evaluemos por un momento este año que está por terminar a través de algunas preguntas que deberíamos contestar con sinceridad delante de Dios, solo tú y Él: ¿Hubo alguna área de tu vida que te afectara espiritualmente? ¿Qué hiciste para superarla? ¿Cómo estuvo tu comunión con el Señor? ¿Cuánto tiempo en el día le dedicaste al Señor? ¿Te gozaste alabando al Señor en algún momento del año? ¿Le hablaste a alguien de Cristo durante este año? ¿Leíste un libro completo de la Biblia y te edificaste durante este año? ¿Crees que agradaste a Dios con tu forma de vivir durante este año? ¿Tomaste en cuenta a Dios en tus decisiones durante este año? ¿Serviste a Dios como Él se lo merecía? ¿Cumpliste las metas que te propusiste al comenzar este año?

 

Estas y muchas más preguntas son las que tienes que responderte sinceramente delante de Dios.

 

A lo mejor en algunas de ellas fallamos y en otras quedamos a medias, pero tenemos que entender algo: yo no puedo seguir a Dios a medias ni llevar una vida cristiana a medias; la pereza espiritual no ayuda para nada a nuestra vida.

 

Que este año nos sirva de reflexión para tratar de mejorar muchas cosas en nosotros.

 

Sé que este año nunca lo volveré a vivir, pero que las cosas que hice me llenen de satisfacción y no de vergüenza delante de Dios.

 

Que Dios derrame de Su gracia y Su sabiduría sobre tu vida en este fin de año para que el próximo pueda ser un año de éxito rotundo.

 

5. ¿Cómo está el inventario de tu vida? "Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; examina mis íntimos pensamientos y mi corazón." Sal.26:2.

 

La mayoría de empresas realizan sus inventarios a fin de año y otros al iniciar el nuevo año, pero te invito a que realices un inventario espiritual, para saber si tienes existencias de buenas cosas en tu vida, ¿Te dispones a realizarlo conmigo? Bueno, comencemos.

 

Esta es la lista de las existencias que tenemos que tener en nuestra vida espiritual y si algo hace falta te invito a investigar el por qué de esos faltantes:

1. Amor y Pasión por Cristo.

2. Deseo ferviente de orar.

3. Interés de leer Su Palabra: oír Su voz.

4. Espíritu de servicio.

5. Humildad en todo ámbito.

6. Gozo al alabarlo.

7. Quebrantamiento al adorarlo.

8. Inquietud por hablar de Cristo a todo el mundo.

9. Responsabilidad de poner el Nombre de Cristo en alto.

10. Preocupación por dar un buen testimonio.

11. Amor por el perdido.

12. Respeto a las autoridades espirituales y terrenales.

13. Llenura del Espíritu Santo.

14. Disposición de aprender cada día más.

15. Tener claro que mi objetivo es alcanzar la Gloria Eterna.

 

Seguramente hay muchas más existencias que inventariar, pero busca cada una de estas en tu vida y si todas están en ti, ¡felicitaciones!, porque estás agradando en gran manera al Señor. Pero ¿Qué de aquellos que al hacer este inventario descubren que tienen muchos faltantes?

 

Es momento de investigar y revisar nuestra vida para ver cada movimiento que realizamos en este año y lo que nos esté causando problemas en nuestro inventario; es momento de ponernos al día para tratar de mantener nuestro inventario espiritual en orden, como a Dios le agrada.

 

Hermano(a), no pierdas el sabor del evangelio, que tu objetivo número uno sea agradar a Dios y que jamás olvides que tienes que alcanzar la Gloria Eterna.

 

6. Prosigo a la meta. "Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús." Filip.3:13-14.

 

Este año probablemente experimentamos momentos desagradables, pero aun en medio de esos momentos malos, Dios estuvo ahí para sacarnos adelante.

 

¿Cuál es tu meta? La mía se llama Cristo y con Él la vida eterna por heredar. Las cosas que a veces nos pasan en la vida no deben ser un obstáculo para alcanzar la gloria eterna, sino más bien un estímulo, un motivante más para que nuestra fe se fortalezca en el Señor.

 

Posiblemente lloraste mucho al encontrarte en esa situación desagradable; por momentos quizá pensaste que no podías más; quizás estuviste en tu cama llorando de tristeza al sentirte solo; pero eso jamás será un obstáculo para alcanzar tu meta que es Cristo: conquistar el corazón de Jesús, y cuando tu decidiste entregarle tu vida comenzaste a conquistarlo. Al enemigo de nuestras almas no le gusta ver en ti la imagen de Cristo reflejado y tratará por todos los medios de destruirte, pero qué precioso es saber que Jesús está contigo y quien está en Sus manos nadie ni nada lo puede arrebatar.

 

El apóstol Pablo dijo: "olvidando ciertamente lo que queda atrás", unas palabras que al meditarlas te pueden llevar a una victoria segura; lo pasado, pasado; no lo puedes cambiar por más que quieras y llores o te desesperes, eso seguirá igual. ¿Cuántos de nosotros hubiésemos querido cambiar momentos desagradables de nuestra vida? Creo que todos; pero eso no se puede cambiar; eso ya pasó, ya sucedió, no puedes hacer nada por cambiarlo; por esa razón el apóstol dijo: "olvidando… lo que queda atrás". Es hora de olvidar esos momentos, ¿Sabes por qué? Porque tienes que extenderte a lo que está delante; lo pasado es pasado; a Dios Le importa tu presente y tu futuro; tú eres el arquitecto de tu futuro; las decisiones que hoy tomes te darán un futuro excelente si son adecuadas y conformes a la voluntad de Dios para tu vida. Es hora de ver que lo que esta adelante es más hermoso que lo que quedó atrás; y atrás está el lloro, el sentimiento de soledad, la decepción, la depresión y todo lo que no nos permite disfrutar de la vida en Cristo.

 

Adelante se encuentra la vida eterna por heredar, muchos privilegios que Dios quiere darte, muchas áreas en las cuales te quiere usar si tan solo dispones tu corazón para ser usado. Sin lugar a dudas el futuro que Dios tiene preparado para ti es mucho mejor que cualquier momento desagradable del pasado. Dios quiere darte un presente lleno de bendiciones y un futuro lleno de Gloria eterna.

 

Es hora de levantarte y sacudirte el polvo, puesto que las caídas que sufriste en este año, solo servirán como aliento para demostrarle al enemigo que eres llamado de Dios para heredar la Gloria eterna. Todo lo que pasaste te servirá de experiencia en el año que viene para poder ayudar a otros. Dios te lo dice en esta hora.

 

Olvida lo que quedó atrás y observa el futuro Glorioso que Dios tiene delante de ti.  

7. Preséntate aprobado delante de Dios. "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad." 2ªTim.2:15.

 

En esos momentos cuando quisimos "tirar la toalla", Dios siempre estuvo ahí para fortalecer nuestra vida y darnos una nueva oportunidad. Así es nuestro Dios, tan lleno de misericordia y gracia.

 

Por un momento te invito a que hagas un auto análisis de cómo has sido para Dios. Ciertamente Dios ha sido grande en misericordia y gracia, pero, ¿cómo has sido tú para con Él? A lo mejor algunos hayan tenido momentos de enorme vergüenza delante de Él, ya sea por alguna situación en que le fallaron o por algún pecado oculto que la gente que nos rodea no ve, pero que Dios si conoce.

 

Este es un tiempo en el que puedes reflexionar sobre cómo has vivido delante de Dios. ¿Cómo ha sido tu relación personal con Él en este año? ¿Realmente estarás aprobado por Él? O, ¿quizá saldríamos reprobados?

 

No se trata de juzgar ni reprocharte nada, sino llevarte a una auto evaluación para tratar de mejorar en el año que viene. No es posible que mientras Dios esté derramando Su gran misericordia y gracia sobre nuestra vida, nosotros estemos siendo unos obreros malos, aprovechándonos de mala manera de esa gracia.

 

Es momento de evaluar cómo sostuve mi intimidad con Dios en este año que está terminando, rescatar lo bueno y desechar lo malo y sobre todo tratar de ser aprobado delante de nuestro Padre Celestial.

 

¿Será que en el examen de este año estamos totalmente aprobados delante de Dios? O, ¿habrá ciertas áreas de nuestra vida en las que estamos totalmente reprobados? Si es así, es hora de despertar y darnos cuenta que este nuevo año que vamos a comenzar, tiene que servirnos para tratar de mejorar delante de Dios, para que no haya nada de lo que nos podamos avergonzar.

 

8. Dios ha sido Bueno. "Bueno es el Señor; es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en él confían." Nah.1:7 (Nueva Versión Internacional).

 

Hay algo que no podemos negar y es que DIOS HA SIDO BUENO. Estamos finalizando una década durante la cual estoy seguro que Dios ha tratado con nosotros de una u otra forma y en medio de todo ese trato hemos podido constatar que DIOS HA SIDO BUENO.

 

Personalmente estoy muy feliz de terminar este año y década en que Dios sin duda ha cuidado mi vida de maneras sorprendentes; en que he vivido una serie de experiencias que al final me han ayudado a crecer y madurar en la vida diaria y en el Señor. He tenido momentos de fracaso como cualquiera de ustedes; he tenido momentos de debilidad como muchos otros, momentos de cuestionamientos y hasta momentos en los que he reclamado a Dios una que otra cosa; pero también he tenido momentos hermosos en Su Presencia, vivencias de la vida diaria que me han mostrado Su amor eterno, anécdotas que me han dejado enseñanzas preciosas y sobre todo, ahora puedo ver que soy mejor creyente que hace un año.

 

A veces somos tan duros con nosotros mismos y hasta con Dios, viendo o poniendo atención solo a las cosas malas, a lo negativo, sin darnos cuenta que en medio de todo eso, Dios siempre saca lo mejor para nuestro bienestar.

 

Hoy, a pocas horas de terminar este año y década, puedo decir con completa libertad y convicción: DIOS HA SIDO BUENO.

 

Él ha sido bueno en mis momentos de escasez, en mis momentos de enfermedad, en mis momentos de conflictos internos, cuidando a mi familia, en medio de mis debilidades, en el Ministerio que me ha otorgado. ¡Él ha sido BUENO porque es el AUTOR DE TODO!

 

Estoy seguro que pese a los momentos que puedas estar pasando, hay una cosa que debes reconocer: ¡DIOS HA SIDO BUENO!

 

Levanta la voz delante del Señor, no para pedirle algo, sino para pronunciar palabras de agradecimiento por Su Bondad, Su Misericordia hacia tu vida, Su Gracia que ha sobreabundado sobre ti y sobre todo porque ¡ÉL HA SIDO BUENO!

 

¡Señor las palabras no alcanzan para agradecerte lo bueno que Has sido durante todo este tiempo!

 

No me queda más que decir: ¡Gracias Señor porque Has sido Bueno!


No hay comentarios:

Generalidades de la Escatología Bíblica

NO DEJE DE LEERLO