[6:45 AM, 2/11/2020] Adonay Rojas Ortiz: Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana Baltimore, MD. Martes 11 de Febrero de 2020
DESDE EL CIELO
Repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios. (Lucas 2:13).
¡Adórenlo todos los ángeles del cielo!
En la visión que tuvo Isaías él vio a los seres angelicales dando voces de alabanza al único Dios que estaba sentado en su trono. Con esa misma actitud de adoración los observa Juan en el libro de Apocalipsis, están alrededor del trono alabando a quien está sentado allí. Estas son visones de adoración celestial, pero lo que estos pastores observan esa noche no es una visión celestial, es una realidad aquí en la tierra, en los campos de Belén hubo un concierto angelical. Los ángeles se regocijaron por el nacimiento del niño, y lo celebraban cantando. Ellos sí conocían bien a quien estaba acostado en la pesebrera. La identidad de Jesús no les era extraña ni misteriosa. Había aparecido en el mundo el redentor de la humanidad y nadie en la tierra se daba por enterado, solo unos humildes pastores, porque desde el cielo les llegó la noticia.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
7869853401
8301 Liberty Rd,
Windsor Mill, MD 21244
Domingos 8 AM Y 2 PM
https://www.facebook.com/pentecostalesdebaltimore/
pentecostalesdebaltimore@gmail.com
-- DESDE EL CIELO
Repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios. (Lucas 2:13).
¡Adórenlo todos los ángeles del cielo!
En la visión que tuvo Isaías él vio a los seres angelicales dando voces de alabanza al único Dios que estaba sentado en su trono. Con esa misma actitud de adoración los observa Juan en el libro de Apocalipsis, están alrededor del trono alabando a quien está sentado allí. Estas son visones de adoración celestial, pero lo que estos pastores observan esa noche no es una visión celestial, es una realidad aquí en la tierra, en los campos de Belén hubo un concierto angelical. Los ángeles se regocijaron por el nacimiento del niño, y lo celebraban cantando. Ellos sí conocían bien a quien estaba acostado en la pesebrera. La identidad de Jesús no les era extraña ni misteriosa. Había aparecido en el mundo el redentor de la humanidad y nadie en la tierra se daba por enterado, solo unos humildes pastores, porque desde el cielo les llegó la noticia.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
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