sábado, 24 de marzo de 2012

LA ÚLTIMA PALABRA DE DIOS

LA ÚLTIMA PALABRA DE DIOS

D. K. Bernard.

 

Como todos sabemos estamos en medio de la temporada de navidad. Celebramos un suceso que ha transformado el mundo hasta el tiempo final, porque Dios se ha manifestado a sí mismo en la carne. Es maravilloso: El Dios que nunca cambia de alguna manera se hizo algo que nunca había sido antes. Se identificó con nosotros, vino en carne. Y él es por siempre uno de nosotros. A la vez que sigue siendo quién es, se ha convertido en uno de nosotros, y cambió nuestro destino.

 

(NOTA: La iglesia, en Estados Unidos celebra la navidad. El 24 predican acerca de Jesús. Entre otras cosas, argumentan que aunque originalmente estas fechas comenzaron como fiestas paganas los cristianos veían que de todas maneras tenían un tiempo libre, pues incluían días festivos. Así que, comenzaron a pensar que podían aprovechar la ocasión para celebrar al Dios verdadero.

 

Personalmente creo que son cuestiones culturales que no estamos obligados a imitar, pero tampoco debemos condenar.)

 

Hebreos 1.1-2 (RVR60)

1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;

 

El Hijo de Dios

 

Este pasaje de la Escritura habla acerca del Hijo de Dios. Un concepto maravilloso que deberíamos celebrar y celebramos, particularmente en esta época del año. Lo que necesitamos entender sin hacer un estudio bíblico extenso, pero para valorar plenamente el significado de este pasaje de la Escritura. Necesitamos entender que mirando toda la Biblia Dios es uno, un ser espiritual único, absolutamente uno. Pero como dije al comienzo, de alguna manera, Dios, sin cambiar su identidad, sin cambiar lo que fue, es y será, fue capaz de expresarse a sí mismo en una nueva dimensión. Y no solamente mediante alguna clase de visión o manifestación temporal, sino a través de una encarnación definitiva, viniendo en y como un ser humano genuino, con la misma clase de identidad que nosotros tenemos, sólo que sin pecado.

 

Así que el término Hijo de Dios es el término bíblico utilizado para expresar lo que Dios ha hecho. No debemos pensar en el "Hijo de Dios" como un segundo Dios o una segunda persona o, de alguna manera, distinto al Dios de la Biblia que nosotros siempre hemos conocido.

 

Pero cuando leemos acerca de Dios como el Padre, nos referimos a Dios en su trascendencia. Dios sobre nosotros, y más allá de nosotros. Más allá de nuestro entendimiento, más allá de nuestra existencia. Quién nos creó y nos ama.

 

Pero cuando hablamos del Hijo. La Biblia no usa el término "Dios el Hijo", pero sí muchas veces utiliza el término "El Hijo de Dios". Un término bíblico muy importante. Se refiere a Dios encarnado, Dios viniendo en carne como uno  de nosotros.

 

Así que estos términos Padre e Hijo son usados para hacer una distinción conceptual, no una distinción de personas, sino una distinción conceptual, de la forma de pensar, que podamos entender que Dios pudo de alguna manera seguir siendo trascendente, por encima y más allá de nosotros, y aún al mismo tiempo de alguna manera Dios bajó y entró a nuestro mundo y se hizo uno con nosotros.

 

Así que el término "Hijo de Dios" declara fuertemente y subraya la genuina identidad humana de Jesucristo. Con el fin de que nosotros no veamos a Jesús sólo como un hombre, ni tampoco lo consideremos solamente como Dios usando una caparazón o un abrigo, pero para que veamos a Dios como realmente entrando en nuestra existencia. Naciendo como uno de nosotros, creciendo como un niño, como un adolescente, como un adulto joven, como uno de nosotros. En otras palabras identificándose con cada aspecto de la existencia humana.

 

El mensaje de la navidad no es solamente que Jesús murió por nuestros pecados y resucitó, ese es el mensaje de la semana santa (Easter en inglés). Si todo lo que él iba a hacer era morir, podía haber venido con una edad de 33 años o cualquier edad que hubiera escogido. Presentarse en las calles de Jerusalén y decir: Aquí estoy. Crucifíquenme.

 

Pero el mensaje de la navidad es que de alguna manera Dios quería identificarse con nosotros en cada paso de la existencia humana. Desde estar en el vientre de una madre humana, nacer como un bebé, estar en brazos, crecer como un niño, ir al colegio como un adolescente, forjando su propia identidad humana aparte de su familia. Y luego como un hombre joven, trabajando para subsistir, apoyando económicamente a su familia, y al fin predicando el Evangelio y dando su vida.

 

Así que es la totalidad de la existencia humana a la que nosotros nos referimos como el Hijo de Dios. Nos estamos diciendo a nosotros mismos: Dios nos amó tanto que encontró la manera, sin comprometer su santidad, sin comprometer su calidad de trascendente, aún así encontró la manera de volverse como uno de nosotros y redimirnos de nuestros pecados.

 

Muchas veces y de muchas maneras

 

Así que Hebreos habla de Dios. Cómo él se ha revelado a sí mismo de muchas maneras distintas en épocas pasadas. Él se revela a sí mismo en la creación. Cuando estudiamos la magnífica creación vemos una gran cantidad de información acerca de quién es Dios. De alguna manera, los científicos nos han dicho, en las últimas dos semanas, que ellos consideran que el número de estrellas en el universo ahora es el triple de lo que se había estimado. Es incluso difícil comprender esas cifras que ellos han sugerido. Pero aún así, eso habla hasta cierto punto de quién es Dios.

 

El libro de Romanos capítulo uno dice que Dios se revela a sí mismo en la creación. Romanos capítulo dos dice que Dios se revela a sí mismo en la conciencia de los hombres. Cada ser humano tiene un testimonio dentro de sí de lo que es bueno y de lo que es malo. Éste no proviene de la ciencia, ni de la evolución, ni de ninguna forma de vida conocida por la humanidad, sino de Dios mismo.

 

Y luego, Dios empezó a hablar por varios profetas. Profetas de los que no tenemos un registro escrito, pero personas como Enoc[1]. Y luego profetas de los que sí tenemos un registro escrito, tales como Moisés  y avanzando en el tiempo, usted puede estudiar a Elías, Eliseo, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel y muchos otros.

 

Nos ha hablado por el Hijo

 

Pero en estos postreros días o días finales. Y estos son los últimos días porque no habrá otra época en que haya una nueva y más grande revelación. No esperamos otro testimonio, no esperamos otro evangelio, no esperamos otro Mesías. Este es el mensaje del tiempo del fin. Y en estos últimos días Dios nos ha hablado por su Hijo.

 

El Hijo de Dios es, por lo tanto, la última y más grande revelación de quién es Dios. De hecho si usted avanza y lee el versículo 3, allí describe al Hijo como el resplandor de su gloria, y la imagen expresa de su persona (Como dice la versión New King James)

 

Hebreos 1.3 (NVI)

3 El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas.

 

Por eso le decía que no pensara de ninguna manera en el Hijo como un Dios diferente. Porque el Hijo es el resplandor de la gloria del Padre. El resplandor de la gloria de Dios. La imagen expresa de su persona. No una persona diferente, sino la representación exacta de la misma persona de Dios, de la única persona de Dios en la carne.

 

Si usted piensa en Dios como Espíritu. Cómo puede manifestarse un Espíritu. Cómo puede un Espíritu ser visible. Cómo puede un Espíritu derramar sangre. Cómo puede un Espíritu morir en una cruz. Ser sepultado en una tumba. Ser resucitado, corporalmente, glorificado, para ser un ejemplo de victoria para nosotros.

 

La única manera… De algún modo, Dios tenía que venir en carne. Así que esa identidad humana es la representación exacta de Dios en esta nueva presentación, en esta nueva dimensión. Eso es lo que es el Hijo.

 

El versículo sigue diciendo: "Quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder". Esto debería darle a usted una comprensión de su verdadera identidad. El Hijo es realmente Dios mismo revelado en la carne. El mismo Dios; que, desde el principio, ha sustentado todas las cosas con la palabra de su poder. Todas las cosas son mantenidas en existencia, todas las cosas son mantenidas juntas, por Dios manifestado en carne, como el Hijo de Dios.

 

Y explicaré un poco más cómo puede ser esto. Pero a lo que me refiero es que cuando Dios nos habla por su Hijo, éste es más que un profeta. Jesús fue un profeta, pero más que un profeta. Jesús fue un apóstol, pero más que un apóstol. Jesús fue un Maestro, pero más que un maestro. Qué maestro sustenta todas las cosas en el universo, por la palabra de su propio poder. Ningún maestro humano puede hacer algo semejante. Jesús fue un mártir por causa de la verdad. Pero mucho más que un mártir por causa de la verdad. De hecho, esto puede parecer paradójico pero lo que estoy diciendo es que ese niño que nació de María era más que un niño. Ese hijo que creció en el taller de carpintería de José era más que un hijo. Pero como dice el profeta Isaías

 

Isaías 9.6 (RVR60)

6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, -y ponga atención- y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

 

El niño y el hijo es el Dios Fuerte, el Padre Eterno.

 

Así que estoy afirmando que el Hijo es la revelación más grande de Dios. Necesitamos escuchar a Jesús él es la última palabra de Dios para nosotros.

Ha hablado acerca de nosotros

 

No sólo Dios ha hablado a nosotros por el Hijo, sino que ha hablado acerca de nosotros por el hijo. Usted se da cuenta que Jesucristo el Hijo de Dios fue la representación perfecta de lo que se supone que debería ser un ser humano, según el plan original de Dios.

 

Cuando Dios creó a Adán y Eva los creó en inocencia, no en pecado. Los creó para llegar a ser lo que desde el principio tenía pensado para ellos. Parece que ellos iban a vivir en la tierra por una cierta cantidad de tiempo y posteriormente serían glorificados según el plan de Dios y tener una vida inmortal en la presencia de Dios por siempre. Con la familia humana que provendría de ellos. Pero ese plan fue truncado por el pecado. Cuando Adán y Eva pecaron desfiguraron la imagen que Dios había creado. Y el plan de Dios aparentemente se frustró. Toda la raza humana soporta el pecado. El mundo no ha sido manejado en la forma que Dios quería. Todas las maravillas de la naturaleza algunas veces se salen de curso. Y en vez de ser creativas se vuelven destructivas. Las cosas en el cuerpo humano. El cuerpo si usted lo estudia ha sido hecho de una forma asombrosa. El cerebro humano tiene un diseño increíble. Muy complejo. Sin embargo los componentes del cuerpo algunas veces se salen de curso y no trabajan de la forma que Dios originalmente lo planificó.

 

Pero cuando llegamos a Jesús. Vemos un ser humano como Dios quería que fuera un ser humano. Un humano que no pecó. Que es perfectamente obediente a la voluntad de Dios. Que murió por nuestros pecados, pero luego Dios lo levantó de los muertos, Dios lo glorificó. Así que ese hombre ahora tiene un cuerpo glorificado, vive en el cielo, donde sea que quede el cielo. Y es la representación exacta de lo que nosotros vamos a ser en el plan de Dios.

 

Es por eso que Romanos capítulo 5 puede hablar de él… Adán fue creado en la imagen o como tipo de aquel que había de venir.  Cuando Adán fue creado, había la expectativa de que lograra lo que Cristo es de acuerdo a la carne.

 

Romanos 5.14 (RVR60)

14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.

 

Por eso es que Romanos 8.29 puede decir que el plan de Dios para todos nosotros es que seamos conformados a la imagen de su Hijo. Ahora mismo estamos siendo moldeados para llegar a ser como Jesús.

 

Romanos 8.29 (RVR60)

29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

 

Un día seremos exactamente como Jesús es. No en el sentido de Dios manifestado en carne. Pero de acuerdo a la carne, seremos como él. Porque le veremos tal como él es.

 

No habrá más dolor, ni más sufrimiento, ni más enfermedad, ni más muerte, ni más tentación, ni más pecado. Pero seremos seres humanos completos como Dios lo ha diseñado.

 

Es por eso que 1 Corintios 15.45 hablando de la resurrección se refiere a Jesús como el postrer Adán.

 

1 Corintios 15.45 (RVR60)

45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.

 

Si usted quiere saber lo que se supone que deberían ser los seres humanos y lo que los seres humanos redimidos serán mire a Jesús.

 

Él no sólo es la última palabra de Dios a nosotros, sino que es la última palabra de Dios acerca de nosotros.

 

No mire sus imperfecciones o a las imperfecciones de otros. Mire a la última palabra de Dios. Acerca de lo que se supone que usted debe ser.

 

No mire el cuadro que dibuja el diablo de la raza humana. O incluso el cuadro del diablo de la iglesia. O el cuadro del diablo de la gente de la iglesia. Mire a Jesús. Él es la última palabra de Dios acerca de la iglesia. Él es la última palabra de Dios acerca de usted y de mí.

 

Sabe usted la gente que ventila las faltas y fracasos de otros probablemente no se dan cuenta que realmente está colaborando al diablo con su trabajo. Porque Apocalipsis habla del diablo como el acusador de los hermanos, el difamador.

 

Apocalipsis 12.10 (RVR60)

10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

 

Si usted va al Facebook y difama a alguien o ventila algún asunto bochornoso o que rebaje a alguien aunque tenga algo de verdad, pero es destructivo, al hablar con malicia de alguien a otros. Entonces, el que así hace cae en la categoría de difamador o acusador de los hermanos.

 

No sea parte de eso y no escuche ese tipo de cosas. No permita que afecten su fe o su pensamiento. Lo que usted necesita hacer es escuchar la última palabra de Dios. La última palabra de Dios acerca de la iglesia es Jesús. No se enfoque en los problemas, sino en las soluciones.

 

Hebreos 2.8 habla acerca de cómo Dios nos da la victoria en Cristo, pero dice que todavía no vemos todas las cosas estén debajo de nuestros pies. Pero luego el verso nueve nos da la solución. Pero vemos a Jesús.  

 

Hebreos 2.8-9 (RVR60)

8 Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas. 9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.

 

Usted dice: Hay problemas en la iglesia. Tiene razón. Pero nosotros miramos a Jesús.

 

Usted dice: Tal persona no hizo lo que tenía que haber hecho. Bueno, no todo funciona a la perfección todavía. No vemos que haya perfección en el Pastor, ni en los creyentes, ni en el coro. Vemos un grupo de personas que por la gracia de Dios están avanzando hacia esa meta. Pero más importante que eso: Miramos a Jesús. Él es la última palabra de Dios acerca de la iglesia.

 

Mire a Jesús, nuestro ejemplo perfecto. El cuadro de la victoria final. La última palabra de Dios acerca de nosotros.

 

Ha hablado a favor de nosotros

 

Y también en el Hijo, Dios ha hablado a favor de nosotros. El Hijo es la última palabra de Dios a favor nuestro.

 

Hebreos 1.2, el texto que leí, dice que el Hijo es el heredero de todas las cosas.

 

La característica de un hijo es que hereda del padre. Jesucristo como el hijo de Abraham, como el hijo de David heredó todas las promesas que Dios les dio a aquellos patriarcas. Y nosotros en la medida en que creemos en Jesús nos ubicamos en esa misma posición. Podemos heredar todas las cosas en Cristo.

 

Todo lo que Adán y Eva perdieron en el pecado podemos recuperarlo en Jesús. Y aun más que eso. Podemos heredar el plan original de Dios.

 

Verá usted, en Cristo, Dios pagó por nuestros pecados y nos reconcilió consigo mismo.

 

2 Corintios 5.19 (RVR60)

19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.

 

Hebreos 1.3 dice que él se hizo el sacrificio por nuestros pecados. Por su sangre purgó, o limpió, o purificó nuestros pecados. Y luego dice que se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.

 

Hebreos 1.3 (RVR60)

3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,

 

Cuando habla de Jesús sentándose… Y a propósito, no tenga una interpretación literal exagerada de este pasaje. Dios es un Espíritu. Él llena el universo. Realmente no creo que Jesús está sentado en una esquina por dos mil años esperando para levantarse. Pero lo que creo que está pasando cuando dice que se sentó significa: La obra está terminada. Nada más necesita ser hecho. En la cruz, él pagó el precio máximo. Cuando se levantó de la tumba, él ganó la victoria total. Así que desde un punto de vista humano, su obra está hecha, su trabajo está realizado. Como él dijo en la cruz: Consumado es. Él se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.

 

La diestra en la Biblia. Nuevamente, no piense en la interpretación literal referente a la posición de varios cuerpos. La diestra en la Biblia representa poder.

 

Lo que está diciendo es ese hombre (Cristo)… no deje que la forma humana lo engañe. Si usted lo ve caminando por los caminos de Galilea, puede que no entienda el significado. Si usted lo ve gravemente herido por la golpiza en Jerusalén, usted puede no darse cuenta del significado. Si usted lo ve sometiéndose en Getsemaní, puede que no entienda quién es él realmente.

 

Pero ese hombre no es sólo un hombre. Pero él está a la diestra de la Majestad y del poder. Ese humano ha sido exaltado con toda la gloria y el poder del Espíritu invisible de Dios. Él está en una posición de máxima autoridad y gobierno.

 

Así que el humano Hijo de Dios está investido con toda la gloria y el poder divinos como Dios, para siempre, manifestado en la carne. El trabajo será terminado después del Juicio Final. No habrá más necesidad de un sacrificio expiatorio, no habrá nadie más que necesite arrepentirse, no habrá nadie más para juzgar. Pero aun así, Dios todavía será Dios manifestado en carne. Aun después del Juicio Final Dios será el todo en todo, Dios será quién era desde la eternidad pasada, aunque una nueva expresión permanecerá por siempre.

 

En Apocalipsis 22 vemos el trono de Dios y del Cordero.

 

Apocalipsis 22.3-4 (RVR60)

3 Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, 4 y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.

 

Sus siervos verán su rostro. Su nombre estará en sus frentes. Él por siempre será identificado como el crucificado, como el cordero sacrificado por los pecadores, como el Hijo de Dios, Dios manifestado en la carne.

 

Así que lo que estoy afirmando es que en el Hijo Dios ha hablado a favor nuestro. Verá usted, el diablo habla condenación. El diablo dice que usted es un pecador sin esperanza. El diablo dice que usted es un santo vuelto atrás. Y ¿sabe qué? Él puede estar cierto en su diagnóstico del problema. Pero el trata de imponerte tu problema como tu identidad permanente. Todo lo que el diablo sabe hablar es condenación. Pero donde el diablo dice condenación, Dios, en Cristo; Dios, por su Hijo, dice justificación. Voy a tratarlo a usted como si nunca hubiera pecado.

 

El diablo habla de derrota; pero Dios, en Cristo, habla de victoria. El diablo dice la muerte es el final. Nadie se escapa de la muerte. Dios, en Cristo, dice: Bueno, tienes media verdad. Todos pasan por la muerte, pero yo ya he mostrado que la muerte sólo es una puerta. La muerte no es un destino, pero la muerte es una puerta a través de la cual tú puedes pasar a la vida eterna. Dios, en Cristo, dice vida resucitada, vida eterna. El diablo dice que tú no puedes. Dios, en Jesucristo, dice que sí puedes. Él lo logró. Tú también lo puedes lograr.

 

De esta manera Pablo afirma con toda confianza: Puedo hacer todas las cosas por medio de Cristo que me fortalece (Versión New King James. Filipenses 4.13).

 

El diablo dice que tú no puedes. Dios dice que sí puedes. Cuando Dios nos habló por medio de su Hijo, él dijo: Tú puedes lograrlo, tú puedes soportar, tú puedes ser victoriosos, tú puedes vencer, tú puedes pasar por pruebas y salir al otro lado, tú puedes pasar por enfermedad y aflicción y salir al otro lado, tú puedes pasar por la muerte misma y aún puedes salir al otro lado. No hay pecado tan grande, que Jesús no pueda perdonar, no hay hábito de pecado tan fuerte que Cristo no te pueda liberar de él, no hay prueba tan grande que Dios no pueda ayudarnos a soportar.

 

Estoy aquí para decir cualquier cosa que el diablo diga que tú no puedes, Dios dice que sí puedes. Dios nos ha hablado en su Hijo. Lo que él habla es victoria, lo que él habla es sanidad, lo que él habla es libertad, lo que él habla es salvación.

 

En conclusión, yo le digo: Cree en Jesús, nuestro Salvador, nuestro Libertador, nuestra victoria, nuestro rey que está próximo a venir. La última palabra de Dios a favor de nosotros.

 

Por eso es que Hebreos 12.2 dice: Mira a Jesús, el autor y perfeccionador de nuestra fe. Todo comienza y termina en Jesús. Con él el mundo empezó. El texto que leímos dice que Dios creó los mundos por medio del Hijo. No refiriéndose a un ayudante, sino diciendo que desde el principio Dios sabía lo que el diablo trataría de hacer y lo que el pecado trataría de hacer. Así que Dios dijo: Voy a  tener un plan que va a funcionar a pesar de todo. Y creó el universo entero con el Calvario en mente, con el Hijo en mente. Él dijo: Cualquier cosa que falle, ya tengo un plan para arreglarlo. Cualquier cosa que fracase, tengo un plan para redimirlo, cualquier cosa que traiga el pecado, para echar a perder mi creación, ya tengo la redención en mente. Voy a crear todo por medio del Hijo. Ninguna cosa va a quedar por fuera del ámbito de la redención por medio del Hijo.

 

De todos los miles de millones de personas del planeta tierra ni una sola persona ha quedado por fuera de la vista de Dios. Todo fue creado con el Hijo en mente. Esto significa que antes de que tú nacieras, había un plan para tu redención; antes de que tú nacieras la sangre del Calvario corrió para ti.

 

Primero, en el plan de Dios. Luego, en el momento histórico la última palabra de Dios hacia ti, acerca de ti, y a favor tuyo es Jesucristo, el Hijo de Dios.



[1] Judas 14


Paz de Cristo!

ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia
Calle 30 # 22 61 Cañaveral, Floridablanca
Reuniones Martes, Jueves y Sábado 7 PM. Domingos 8 AM, 10 AM y 5 PM
Le esperamos!

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