viernes, 14 de julio de 2017

Llamamiento (Por David Hernández Pineda, Misionero)

Iglesia Pentecostal Del Nombre De Jesucristo
Buenos Aires, Argentina.

Por: David Hernández
EL LLAMAMIENTO
Mt. 4:17-21


Introducción:

Kaleo (Καλεο): Significa llamar y aparece con frecuencia en todo el N.
T. especialmente en los escritos del médico Lucas (Hechos y evangelio
según San Lucas); pero es menos frecuente en Marcos y en Juan.

Se traduce siempre por "llamar", pero con frecuencia tiene el matiz
especial del llamamiento o vocación divina.

Puede ser llamamiento a la salvación y también llamamiento divino para
encomendar al hombre la predicación del evangelio.

Así que el origen, naturaleza y destino del llamamiento son
celestiales, con la implicación de ser una invitación de Dios al
hombre para que acepte los beneficios de la salvación, y una vez
salvo, el llamado toma la dirección hacia el servicio.

Llamamiento implica:
Una iniciativa providencial
Una convicción interna del que es llamado
La aprobación de la iglesia.

"Nadie toma para si esta honra, sino el que es llamado por Dios".

Hablando del ministerio profético del antiguo pacto, Dios dijo:

"El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre,
a quien yo no he mandado hablar, o que hablase en nombre de dioses
ajenos el tal profeta morirá." (Jer. 23:30)

No es algo que se tiene por gusto o sentir personal es por que Dios
toma la iniciativa de llamar. Esa iniciativa Divina genera una
convicción interna y el hombre bajo esa convicción quiere renunciar a
todo para obedecer el llamado.

Ejemplo: Eliseo al ser tocado por el manto de Elías.

El llamamiento más que un deseo es una convicción, es casi una "deuda"
que se debe pagar; Pablo dijo:"Soy deudor".

El llamamiento también compromete a la iglesia, hay un apoyo y una
aprobación de parte de ella que está llena del Espíritu Santo. Por esa
razón el que es llamado no puede prescindir de la iglesia en aras de
su llamamiento.

El Señor:
Llamó a Saulo y lo dijo también a Ananías.
Llamó a Bernabé y a Saulo y lo comunicó a la iglesia.

Hay una identidad profunda entre la iglesia y el que es llamado.

I. EL LLAMAMIENTO REQUIERE UNA EXPERIENCIA REAL CON JESÚS (LUCAS 5:1-11)

Al día siguiente del bautismo de JESÚS, Juan Bautista señala al
Cordero de Dios entonces sus discípulos Andrés y Juan siguen a Jesús.

Se quedaron con él: es decir dialogaron y le conocieron.

Al otro día Andrés muy contento al primero que se encontró fue a su
hermano Pedro y le dijo: "Hemos hallado el Mesías".

En el siglo primero era muy significativo hablar del Mesías entre los
judíos, efectivamente se habían levantado hombres diciendo que eran el
Mesías y muchos judíos los siguieron. (Hechos 5: 34-39)

Andrés llevó a Pedro con Jesús, pero Pedro no se nota tan impresionado
por haber conocido a aquel sencillo hombre cuyo hermano dice que es el
Mesías.

Ahora Andrés, Juan y Pedro conocían a Jesús, también otros pescadores
se hicieron sus discípulos ocasionales, pero no existía un compromiso
y un vinculo real con el Señor.

Los días pasaron, Pedro y los demás que ya conocían a Jesús en aquel
gremio de pescadores lo admiraban como un hombre de autoridad pero no
podían reconocer en el un maestro de Israel, por lo tanto cada uno
seguía el rumbo normal de la vida, no estaban dispuestos a seguirle.
El versículo 12 expone la razón por la que Jesús volvió a Galilea, dice:

Cuando oyó que Juan había sido encarcelado, se retiró a Galilea; y
dejando a Nazaret, fue y habitó en Cafarnaúm, la de junto al mar, en
los confines de Zabulón y de Neftalí…

Ya en Galilea el Señor primero fue a Nazaret, a su antiguo hogar, pero
fue rechazado allí. (Lc. 4:16-31) Así que Jesús fijó su residencia en
Cafarnaúm, un populoso y bullicioso puerto pesquero en la costa
nor-oriental del mar de galilea. En Cafarnaúm Jesús se encontró en una
ciudad grande uno de los centros de la vida política y comercial de
Galilea, una lonja pesquera a donde acudían muchos gentiles. Aquí el
mensaje del reino tendía mejores posibilidades que en Jerusalén, con
su orgullo religioso, o en Nazaret con sus celos locales. Así que
Jesús hizo su hogar allí.

Los Evangelios Sinópticos pasan de la tentación de Jesús de manera
inmediata a su ministerio en Galilea, pero desde la tentación de Jesús
hasta el comienzo de su ministerio en Galilea hay un año entero. La
obra de Cristo en Galilea comenzó al concluir el ministerio activo de
Juan el Bautista, que permaneció en la cárcel algo más de un año.

Una mañana muy temprano Jesús se acercó a la playa del lago de
Genesaret y la multitud se agolpó sobre el para oír la palabra.

Él estaba en pie junto al lago observando algo, al fin vio dos barcas
ancladas a orillas del lago y los pescadores estaban lavando las
redes, eran Pedro y Andrés.

La red que lavaban era una Jabega de considerable valor y muy grande,
lo cual indica que no eran pescadores ocasionales sino que formaban
parte de una empresa organizada.

Jesús se subió en una de esas barcas que estaba sola. Preciso era la
de Simón Pedro. Le rogó a Simón que la alejara un poco de la orilla, y
sentado enseñaba a las multitudes desde la barca.

Cuando terminó de hablar dijo a Simón: "Boga hacia lo hondo, y echad
abajo vuestras redes para una captura".

Simón le dijo: "Maestro". Aquí Simón no uso el término arameo Rabbei
(mi maestro) que de forma respetuosa usaban para dirigirse a los
maestro judíos; sino que utilizó otro típicamente helénico: "Epistata"
que denota un jefe o un comandante. Esta expresión utilizada por
Simón es más en reconocimiento de la autoridad de Jesús, que de su
instrucción. Es claro que Pedro pensaba que Jesús no tenía nada que
enseñarle respecto a la pesca.

"Maestro, durante toda la noche después de bregar nada pescamos; mas
sobre tu palabra echaré abajo las redes."

Es decir: "No jefe, después de bregar toda la noche nada pescamos" era
la forma de hacerle caer en cuanta que ellos sabían de eso, que sobre
pesca nada tenía que enseñarles a ellos, eran conocedores en ese
asunto de la pesca.

Jesús de pescar no sabía nada, en el concepto de Simón Pedro; así que
con cierto escepticismo le dice: "bueno pero si usted lo dice,
nosotros echamos la red abajo". Cuando lo hicieron: ¡Sorpresa!
Encerraron gran cantidad de peces y la red comenzó a romperse por el
peso.

Hicieron señas al los socios de la otra barca para que vivieran a
ayudarles y fueron llenas ambas barcas al punto que parecían hundirse.

Al ver Simón Pedro lo sucedido tuvo una reacción en la que demuestra
su reconocimiento de quien es Jesús, esa experiencia le cambio la
vida.

"Cayo junto a las rodillas de Jesús; diciendo: ¡Señor, Apártate de mi,
pues varón pecador soy! Porque el asombro se apoderó de el y de todos
los que estaban con el por la captura de los peces que recogieron, e
igualmente también de Jacobo y de Juan, hijos de Zebedeo, que eran
socios de Simón."

Ahora le dice: "Señor" (Kirios: κιριοσ). Pedro estaba avergonzado
porque lo había tratado con demasiada confianza y sin reconocimiento
de lo que realmente era; en otras palabras lo había menospreciado,
pero ahora lo reconoce como Señor.

"Jesús le dijo a Pedro: no sigas temiendo; desde ahora estarás
pescando a hombres vivos. Y después de arrimar las barcas a la tierra,
dejando todas las cosas le siguieron"

Se nota con claridad que solo después de esa importante experiencia de
Pedro con Jesús, en la que le reconoce como Mesías, es que Pedro fue
llamado.

II. EL LLAMAMIENTO IMPLICA:

Mt. 4:17-21

El ejemplo bíblico que escogimos nos ilustra varios aspectos del llamado.

Una respuesta a la necesidad del género humano. (Mt 4:12-17)

Jesús había iniciado ya su ministerio y en su predicación decía:
"Arrepentíos, Porque el reino de los cielos se ha acercado"

Eran Multitudes que lo asediaban, lo oprimían por querían tocarlo. Así
que el buscó una barca para que no lo opriman y desde allí les
predicaba.

El miraba las multitudes y "se le enternecían la entrañas", porque las
veía extenuadas o esquilmadas. Eran ovejas dispersas que carecían de
un pastor.

Jesús estaba solo haciendo su trabajo, hacia poco tiempo había
iniciado su ministerio y multitudes le seguían, pero aun no había
llamado a ninguno para ser su colaborador en la obra. Jesús necesitaba
quien le ayudara en la tarea de atender aquellas multitudes
necesitadas y por eso llamó a los discípulos.

Lucas 6:12-19. En este texto se nota claramente la razón del llamamiento.
Mt. 9: 35-38. La mies es mucha y los obreros son pocos.

Jesús llama personalísimamente a sus obreros.

Vr. 18 y 19 "Andando Jesús… vio a dos hermanos… y les dijo…"

El padre de familia salio cinco veces a buscar obreros y todas ellas
lo hizo de manera personal, no delegó a nadie para esa búsqueda.

Jesús llama hombres del vulgo para que sean sus obreros

VR. 18 "Junto al mar de galilea…"

Los criterios de Dios a la hora de escoger obreros son diferentes a
los humanos; estos últimos al buscar obreros piden sus credenciales
para saber si los contratan o no. Pero Jesús no ascendió al cielo a
buscar obreros entre los ángeles perfectos, no fue a las escuelas de
los rabinos de Israel, ni a las escuelas de filosofía griega de la
época, se fue al mar de galilea a buscar entre pescadores.

Jesús Elige en su soberanía a los que llama.

Vr. 18 "vio…"
Vr. 21 "vio a otros dos…"

Aunque le seguía una multitud no escogió a todos, sino que el fijo sus
ojos en estos. El decide en su soberanía a quienes llamar para que
sean sus obreros.

Mr. 3:13. "Después subió al monte, y llamó a sí a los que el quiso; y
vinieron a él.
El llamar de Dios en sentido del "llamamiento" es exclusivo de él.

Jesús conoce a los que llama.

Vr. 18 "Junto al mar de Galilea…dos hermanos…Simón…Andrés…echaban la
red…eran pescadores"

Junto al mar de Galilea: Sabe que lugares frecuentan.
Dos hermanos: Conoce sus relaciones de parentesco, su origen de
familia, su linaje.
Simón y Andrés: Conoce su identidad, Llama por nombre propio, para
evitar equívocos.
Echaban la red: Estaban ocupados cuando decidió llamarlos.
Eran pescadores: conocía su profesión, su formación, su preparación,
sabia que eran pescadores, no rabinos, ni filósofos. No se equivocó,
él los conocía.

Lucas 2:24, declara que Jesús conoce a todos los Hombres.

1 Samuel 16:7, expone el criterio de Dios al escoger sus obreros.

Algunos como Moisés (Éxodo 4:10-16), o Gedeón (Jueces 6:11-16), al ser
elegidos por Dios creyeron que Dios se había equivocado; el primero
por su incapacidad al hablar y el segundo por su origen de familia
poco importante, y le expusieron a Dios sus incapacidades.

Dios conoce las fortalezas y las falencias de quienes el llama. Pero
para el no es problema, pues tiene poder para capacitar a sus
obreros.

Jesús de manera personal forma a los que llama.

Vr. 19 "Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres"

Cuando se acercaron a la orilla todos estaban asombrados, Jesús lo
había convencido con argumentos de poder.

No les ofreció nada, les mostró con hechos categóricos quien era él,
Pedro lloraba como un niño.

Les dijo: "Venid en pos de mí". Era la voz del Señor de la mies
llamando obreros. Esas palabras: "venid en pos de mí" resonaron en su
mente y cobraron sentido en ellos.

Era un llamado para seguirlo a él, era cambiar todas las prioridades
de ellos; era un cambio total, era una renuncia a sus proyectos
personales, era asumir el propósito divino.

Vr. 19 ¡Os haré pescadores de hombres!

"Os haré" implica que el personalmente les enseñaría a pescar hombres
para el reino de Dios.

Ellos sabían sacar peces muertos del agua para su sustento familiar,
pero Jesús les dijo en Lucas 5: "desde ahora estarás pescando a
hombres vivos". Era una labor diferente y difícil: no peces, sino
Hombres; no muertos, sino vivos, no era para el mantenimiento de la
familia, era para salvar a otros de la condenación.

Era un compromiso personal de formarlos y capacitarlos para hacer la
obra a la que los llamó. La formación toma tiempo, y Él, forma sus
obreros en la cotidianidad.

Entre el llamamiento y el ser enviados, hay un tiempo de preparación,
de formación; por eso no se debe apresurar el que tiene el llamado,
sino que debe esperar el tiempo adecuado de ser enviado.

Jesús espera un respuesta del que es llamado:

Lucas 5:11 "Y después de arrimar las barcas a la tierra, dejando todas
las cosas le siguieron".

Mt 4:20. "Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron"

Vr. 22. "Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron."

Habla de:

Ellos: es decir los que fueron llamados, y no otros son los que deben responder
Dejar. Es decir abandonar sus prioridades personales para asumir las
prioridades de Jesús. ¿Qué dejaron? ¿Qué les representaba lo que
dejaron?
Al Instante: De inmediato, no medió argumento alguno. El llamó y
ellos respondieron sin pensarlo dos veces.
Le siguieron: es la respuesta absoluta al llamado. Eso es lo que él espera.

Jesús continúa la búsqueda de obreros

Vr. 21 "Pasando de allí, vio otros dos…"

Aun Hoy Jesús continúa buscando obreros.

El padre de familia al ver que la cosecha era mucha salió a la última
hora del día a buscar obreros. Hoy Jesús esta buscando los obreros de
la última hora.

--
ADONAY ROJAS ORTIZ
Pastor Ordenado IPUC
http://adonayrojasortiz.blogspot.com

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