Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana Baltimore, MD. Martes 19 de Noviembre de 2019
ALABANZA
Te alabaré, porque formidables y maravillosas son tus obras; estoy maravillado y mi alma lo sabe muy bien. (Salmo 139:14).
Señor, grandes y maravillosas son tus obras.
La diferencia entre adoración y alabanza va mucho más allá del ritmo de las canciones. Nosotros adoramos a Dios por lo que Él es, y lo alabamos por lo que Él hace. En otras palabras, para que haya una verdadera alabanza tenemos que conocer las obras de Dios. Alabamos a Dios porque somos testigos de sus obras, las conocemos, las vemos a diario. Si de verdad queremos alabar a Dios tenemos que hacer memoria de todo cuanto Dios ha hecho. El simple hecho de recordar lo que Dios ha hecho por nosotros, ya produce unas palabras de alabanzas para Él. Y claro, entonces nuestro estado de ánimo cambia cuando entendemos lo poderoso que es nuestro Dios, quien nos ama. En los salmos abundan las alabanzas a Dios, y se nos exhorta a que le alabemos de corazón, con integridad, con alegría, con reconocimiento.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
7869853401
8301 Liberty Rd,
Windsor Mill, MD 21244
Miércoles 7 PM
Domingos 8 AM
https://www.facebook.com/pentecostalesdebaltimore/
pentecostalesdebaltimore@gmail.com
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ALABANZA
Te alabaré, porque formidables y maravillosas son tus obras; estoy maravillado y mi alma lo sabe muy bien. (Salmo 139:14).
Señor, grandes y maravillosas son tus obras.
La diferencia entre adoración y alabanza va mucho más allá del ritmo de las canciones. Nosotros adoramos a Dios por lo que Él es, y lo alabamos por lo que Él hace. En otras palabras, para que haya una verdadera alabanza tenemos que conocer las obras de Dios. Alabamos a Dios porque somos testigos de sus obras, las conocemos, las vemos a diario. Si de verdad queremos alabar a Dios tenemos que hacer memoria de todo cuanto Dios ha hecho. El simple hecho de recordar lo que Dios ha hecho por nosotros, ya produce unas palabras de alabanzas para Él. Y claro, entonces nuestro estado de ánimo cambia cuando entendemos lo poderoso que es nuestro Dios, quien nos ama. En los salmos abundan las alabanzas a Dios, y se nos exhorta a que le alabemos de corazón, con integridad, con alegría, con reconocimiento.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
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