Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana Baltimore, MD. Jueves 12 de Diciembre de 2019
¡EXTRAORDINARIO!
Y él dijo: —Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. (Mateo 14:29).
Nuestra obediencia a la voz de Dios muestra la fe.
El soberano Señor da una orden, Ven, y Pedro desciende de la embarcación y va hacia Jesús caminando sobre las aguas. Con atrevimiento el apóstol obedece a la voz del Señor y el milagro comienza a ocurrir. Para descender de la barca tuvo que creer que Jesús no estaba jugando con él, que su palabra era cierta, y suficiente para que lo extraordinario ocurriera. Confianza y obediencia, eso es lo que necesitamos todos para que el milagro ocurra. Entender que nada impedirá que la voluntad de Dios se cumpla en nuestras vidas, excepto nosotros mismos. Pedro no era una máquina inerte en las manos del Señor, era un ser humano con voluntad propia, pero que estaba actuando basado en su fe en la Palabra que acaba de escuchar, Ven. Dios nos ayude a escuchar, y creer a, su voz. Por irracional que parezca su Palabra se cumplirá.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
7869853401
8301 Liberty Rd,
Windsor Mill, MD 21244
Miércoles 7 PM
Domingos 8 AM
https://www.facebook.com/pentecostalesdebaltimore/
pentecostalesdebaltimore@gmail.com
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¡EXTRAORDINARIO!
Y él dijo: —Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. (Mateo 14:29).
Nuestra obediencia a la voz de Dios muestra la fe.
El soberano Señor da una orden, Ven, y Pedro desciende de la embarcación y va hacia Jesús caminando sobre las aguas. Con atrevimiento el apóstol obedece a la voz del Señor y el milagro comienza a ocurrir. Para descender de la barca tuvo que creer que Jesús no estaba jugando con él, que su palabra era cierta, y suficiente para que lo extraordinario ocurriera. Confianza y obediencia, eso es lo que necesitamos todos para que el milagro ocurra. Entender que nada impedirá que la voluntad de Dios se cumpla en nuestras vidas, excepto nosotros mismos. Pedro no era una máquina inerte en las manos del Señor, era un ser humano con voluntad propia, pero que estaba actuando basado en su fe en la Palabra que acaba de escuchar, Ven. Dios nos ayude a escuchar, y creer a, su voz. Por irracional que parezca su Palabra se cumplirá.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
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