Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana Baltimore, MD. Martes 12 de Mayo de 2020
EL HOMBRE CREYÓ
Jesús le dijo: —Vete, tu hijo vive. El hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue. (Juan 4.50)
Aquí operó el milagro físico y luego el espiritual.
La necesidad de este hombre lo movió a buscar a Jesús. Si su hijo no hubiese estado tan gravemente enfermo lo más probable es que él no hubiese hecho ese viaje en busca de la solución. Buscó a Jesús a causa de una necesidad física, no llegó pensando en la salvación eterna, en el perdón de los pecados, ni en lo terrible del infierno que le esperaba en el más allá, nada de eso, una fiebre muy alta en su hijo fue lo que lo movió a buscar quien sanara a su hijo. Pero a la postre, no solo él sino toda la familia creyó en Jesús. Quiere decir que al final vieron en Jesús no solo a un sanador, sino al Mesías, al salvador del mundo. Una enfermedad física los condujo a hallar la cura para la enfermedad espiritual. El hombre creyó para una bendición temporal, pero ahora toda su casa cree para una bendición eterna. Nuestro Señor sana y salva, cree.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
7869853401
8301 Liberty Rd,
Windsor Mill, MD 21244
Domingos 8 AM Y 2 PM
https://www.facebook.com/pentecostalesdebaltimore/
https://www.youtube.com/c/ipulbaltimore/
pentecostalesdebaltimore@gmail.com
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EL HOMBRE CREYÓ
Jesús le dijo: —Vete, tu hijo vive. El hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue. (Juan 4.50)
Aquí operó el milagro físico y luego el espiritual.
La necesidad de este hombre lo movió a buscar a Jesús. Si su hijo no hubiese estado tan gravemente enfermo lo más probable es que él no hubiese hecho ese viaje en busca de la solución. Buscó a Jesús a causa de una necesidad física, no llegó pensando en la salvación eterna, en el perdón de los pecados, ni en lo terrible del infierno que le esperaba en el más allá, nada de eso, una fiebre muy alta en su hijo fue lo que lo movió a buscar quien sanara a su hijo. Pero a la postre, no solo él sino toda la familia creyó en Jesús. Quiere decir que al final vieron en Jesús no solo a un sanador, sino al Mesías, al salvador del mundo. Una enfermedad física los condujo a hallar la cura para la enfermedad espiritual. El hombre creyó para una bendición temporal, pero ahora toda su casa cree para una bendición eterna. Nuestro Señor sana y salva, cree.
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
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