Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana Baltimore, MD. Miércoles 27 de Mayo de 2020
PERDÓN
Ella dijo: —Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: —Ni yo te condeno; vete y no peques más. (Juan 8.11)
El que esté sin pecado que ejecute la sentencia.
Indudablemente, ante la justicia divina, esta mujer del texto de hoy sí merecía morir, había cometido adulterio. Pero ante la misma justicia divina también merecían morir todos los demás, porque la paga del pecado es muerte. El pecado una vez consumado da a luz la muerte. La pena de muerte sí existe, lo que ocurre es que quien ejecute la sentencia no debe estar condenado a la misma. En el caso de hoy el único que estaba libre del pecado era Jesús, así que Él sí podía tomar piedras y lapidar a la adúltera, pero no lo hizo, la perdonó, porque no vino al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él. Pero el perdón no es aprobación del acto pecaminoso, por eso la advertencia de Jesús: Vete, y no peques más. Me llama la atención que a ella la encontraron en el acto mismo de adulterio, ¿y dónde está el hombre?
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
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