Iglesia Pentecostal Unida Latinoamericana Baltimore, MD. Lunes 2 de Septiembre de 2019
¡QUÉ DICHA!
Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad y en cuyo espíritu no hay engaño. (Salmo 32. 1 y 2).
Gracias al sacrificio de Cristo podemos decir "estoy limpio".
¿Has cometido una falta y al final te gustaría regresar el tiempo y volver a vivir el momento para hacerlo de otra manera, no cometer ese error, y evitarse las consecuencias? Eso de viajar en el tiempo es solo en películas, no se puede hacer, por eso hay que ser muy cuidadoso a la hora de tomar decisiones. Pero lo que nos plantea este verso de hoy es algo similar, con la diferencia de que sí es posible. Quizás en los tiempos del salmista parecía un sueño inalcanzable, pero en los tiempos del N.T., en los que vivimos hoy, esa utopía se hizo realidad, por eso Pablo lo recuerda: David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, diciendo: «Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el hombre a quien el Señor no culpa de pecado».
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
Pastor
7869853401
8301 Liberty Rd,
Windsor Mill, MD 21244
Miércoles 7 PM
Domingos 8 AM
https://www.facebook.com/pentecostalesdebaltimore/
pentecostalesdebaltimore@gmail.com
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¡QUÉ DICHA!
Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad y en cuyo espíritu no hay engaño. (Salmo 32. 1 y 2).
Gracias al sacrificio de Cristo podemos decir "estoy limpio".
¿Has cometido una falta y al final te gustaría regresar el tiempo y volver a vivir el momento para hacerlo de otra manera, no cometer ese error, y evitarse las consecuencias? Eso de viajar en el tiempo es solo en películas, no se puede hacer, por eso hay que ser muy cuidadoso a la hora de tomar decisiones. Pero lo que nos plantea este verso de hoy es algo similar, con la diferencia de que sí es posible. Quizás en los tiempos del salmista parecía un sueño inalcanzable, pero en los tiempos del N.T., en los que vivimos hoy, esa utopía se hizo realidad, por eso Pablo lo recuerda: David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, diciendo: «Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el hombre a quien el Señor no culpa de pecado».
¡Que el Señor Jesucristo nos regale a todos un hermoso día hoy!
Gracia y Paz
Adonay Rojas Ortiz
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